Steve había salido a correr media hora antes, Grace se había quedado la noche anterior y quería volver antes de que los Williams se despertaran. Los sorprendería con un sabroso desayuno. Hizo el café y decoro las tostadas, tal como a su monito le gustaban. Preparo jugo y pico la fruta. Puso una flor sobre la bandeja y subió la escalera
Paso por la habitación donde se quedaba Grace pero estaba abierta. Miro hacia el interior, pero la cama estaba vacía, miro hacia el baño y la llamo, pero la puerta estaba abierta, era obvio que la niña no estaba ahí
Salió de la habitación lo más rápido que pudo. Grace le había dicho que quería ir a correr con él, pero le dio pena despertarla y se fue sin ella. El desayuno era su ofrenda de paz. Pero ¿y si la niña lo había visto salir y lo había seguido? ¿Cómo no se había dado cuenta? ¿Cómo había sido tan irresponsable? Si le pasaba algo a su pequeña…
Se dirigió a su habitación a grandes pasos e iba a entrar, pero una risilla traviesa lo detuvo y miro por la puerta entre abierta
- No te muevas Danno – dijo Grace – quedaras guapísimo. mi mamá se pinta así para que Stand la viera bonita – dijo la niña
Acostado sobre la cama estaba Danny con su hija sentada sobre su abdomen. La niña tenía un set de maquillaje a su lado y un lápiz labial en la mano con el que le pintaba los labios
- Pero monito, yo no soy una chica – dijo Danny
- Pero le das besos al tío Steve ¿no? – pregunto Grace
- Si pero eso no me hace una chica – dijo el rubio
- Pero eres el más bajo – dijo la pequeña – y la mamás siempre son más bajas que los papás. Así que el tío Steve es como mi papá y tú como mi mamá – y una risa sincera salió de su compañero de trabajo y vida
- ¿Acaso soy tan gruñón como ella? – pregunto Danny y la niña asintió – ¿así que más gruñón, eh? Ya verás – dijo y empezó hacerle cosquilla
- No Danno, no – gritaba Grace entre carcajada
- Buenos días – dijo Steve entrando
- Tío Steve – dijo Grace saltando de la cama y corriendo hacia el hombre que dejo la charola a un lado
- Buenos días – dijo Danny levantándose
- Ve a lavarte la cara y vuelves a desayunar – dijo Steve y la pequeña obedeció al instante
- Me… – dijo Danny nervioso
- Te ves bellísimo – dijo Steve abrazándolo para besarlo dulcemente
- No te burles – dijo Danny apenado
- Tan lindo te ves que… – dijo Steve restregándose suavemente contra el detective
- ¡Animal! – protesto el rubio y se alejo
- Ya volví – dijo Grace saltando
- Ven aquí – dijo Steve alzándola en brazos y besándole una mejilla
- Hora de desayunar – dijo Danny limpiándose el rostro
El Marine miro a su familia y pensó que cuan afortunado era