- Nos vemos Naruto – Shikamaru se despedía desde la ventana de la Hummer.
- Chao Shikamaru, gracias por regalarme el mejor día de mi vida – los ojitos azules titilaban mientras abrazaba la libreta de ingles – gracias señor Nara por traerme.
- Pero Naruto, vives al lado de nuestra casa.
- Si, je je, bueno… ¡Nos vemos! Que pasen buenas noches.
Era oscuro, como las diez de la noche y es que después del concierto se habían ido a comer unas balas frías (Sue: así se le dice a la comida rápida por aquí ^o^). El catire se apresuró a abrir, estaba muy emocionado, la adrenalina aún corría por su cuerpo.
- ¡¡Papá Iruka, papá Kakashi!! – Corrió directo a buscar a sus padres - ¡¡Hoy a sido un día muy emocionante!! ¡¡Conocí a Uchiha Sasuke!! – Buscó en la sala, en las habitaciones y en el baño pero no los encontró, siguió hablando mientras los iba a buscar en la cocina - ¡¡¿Pueden creer que conocí a Uchiha Sasuke?!! – su sonrisa decayó al sólo encontrar un nota en el refri.
Me fui con unos amigos. Me cansé de esperar a tu padre así que decidí salir, si llega dile que voy a hablar con él. Te dejé algo de comer en las nevera… ¡tienes que calentarlo!
- Así que… estoy solo – bajó la cabeza mientras sentía la depresión abarcarle.
Tomó la nota entre sus manos y la arrugó, luego de tirarla en la basura, tomó su preciado cuaderno, apagó las luces y se fue a dormir.
Era domingo en la mañana y Lee se hallaba en casa de su amiga Ten Ten, pensó que tal vez ella le daría explicaciones del extraño comportamiento de su amigo.
- Lleva días que no me habla, se hace el loco y ni me saluda, voy a su casa y no me sale ¿Por qué se comporta así conmigo?... estoy harto de que no me pare bolas.
- Lee ¿Eres bruto o te la das? ¿De verdad no sabes? - ¿Saber que Ten Ten?
- Pana, analiza la situación ¿Es cierto que te hiciste novio de Gaara?
- Si – sonrió, ese era el motivo de su felicidad – él es tan delicado.
- ¿Qué? ¿Delicado ese niño? Tenía entendido que en el liceo lo tenían como un sadomasoquista gótico, un emo o algo así.
- No es así… veras, él es muy frágil, su estado de ánimo se desborona con tanta facilidad… su tono de voz es tan bajo y pausado… el verdadero Gaara es muy distinto al que ustedes ven.
- “Por eso se lo lleva a cada partido que tiene y prácticamente lo mete al salón de clases” – la pelicastaño sonreía al saber que su amigo por fin había conseguido a su alma gemela, pero se sentía triste por su otro amigo que sufría por esa unión – “¿Por qué los tres no podemos ser felices?”
El rubio se hallaba en su cama leyendo uno de los mangas yaoi de Shikamaru, no evitaba derramar una que otra lagrimilla por lo tierna de la historia.
- Utau Noraneko: el gato que canta… ¿Quién habrá hecho esto?
- ¡¡YA ME TIENES HARTO!!
- ¿Qué es ese ruido? – el ojiazul salió de su habitación caminando de puntitas, se halló a sus padres llegando de la calle, al parecer discutiendo de nuevo.
- Pero Iruka mío, hip… cálmate – el peligris se veía claramente pasado de tragos.
- ¡¡ME CALMO UN COÑO!! – Iruka parecía que echaría humo en cualquier momento por la cabeza - ¡¡¿Dónde estabas metido?!! ¡¡Me quedé toda la tarde esperándote y mira como te encontré!! ¡¡Apestando a alcohol y sin un céntimo!! Dime una cosa ¡¡ ¿ayer no cobrabas?!!
- Si… hip, pero tenía algunas cuentas que pagar… hip.
- ¡¡No tendrías cuentas que pagar si no te la pasaras apostando lo que no tienes!! ¡¡¿Me oyes?!!
Naruto se quedó en la entrada de su habitación, observando como su padre Iruka lidiaba con su padre Kakashi. Todo era costumbre y se sabía algunos diálogos de memoria.
- No se que voy a hacer contigo – hizo un esfuerzo por levantar al hombre que se había sentado en el suelo debido a la borrachera, el pelicastaño se percató de la presencia de su hijo - ¿Qué haces aquí Naruto? ¿No deberías estar en la escuela? No me digas que te volvieron a expulsar porque de ser así… - expuso molesto.
- ¡¡Iruka hoy es domingo!!
- ¡¡No me hables así carajito!!
- ¡¡¿Y como te hablo?!! ¡¡Ésta es la única forma en la que ustedes dos entienden!! – terminado de hablar Naruto se encerró en su cuarto con llave.
- ¡¡¿Ves lo que has hecho?!! ¡¡Esto es toda tu culpa, por tu mal ejemplo!! – El pelicastaño continuaba peleando con el peligris - ¡¡es tu culpa que Naruto se halla convertido en un rebelde!!
- ¡¡Ya cállate!! – Kakashi se tocaba la cabeza ya que todo el griterío le daba migraña (Sue: ¿migraña? más bien el ratón ¬¬)
- ¡¡¿QUÉ COÑO ACABAS DE DECIR?!!
El Uzumaki se hallaba en su cuarto tapándose la cabeza con la almohada, en un intento vacío de acallar los acostumbrados gritos de sus padres, después de tanto batallar los insultos fueron callando hasta desaparecer por completo, el ojiazul sabía que en esos momentos no era recomendable salir pues, era probable que Iruka estuviera buscando la vajilla para arrojársela como proyectiles en la cabeza a su buenecito padre Kakashi.
Abrazó el cuaderno donde estaba impresa la letra de su querido cantante, le dolió mucho que al llegar del concierto sus padres no se hallaran en casa.
- Sasuke… ¿Serías capaz de gritarme así?... La vida de los artistas debe ser… perfecta…
La soledad en su habitación lo incomodaba hasta más no poder.
- Yo mejor me largo.
El catire abrió la ventana de su cuarto y se salió por la misma directo hacía el exterior, cerró la ventana colocando una pequeña piedrecilla que le permitiera abrirla cuando tuviera ganas de regresar, viejo truco usado para salir a jugar nintendo con Shikamaru cuando “supuestamente” estaba castigado.
- ¿Adonde debería ir? – Hablaba tristemente mientras contenía las ganas de llorar – si voy a casa de Shikamaru es probable que termine llorando como la otra vez… me llamará niñita llorona… mañana hay clases – el ojiazul suspiró – ya quiero enseñarle a todos el autógrafo que me firmó Sasuke – sonrió al imaginar a todos los de su clase envidiosos.
Levantó la vista al escuchar el sonido de una motocicleta estacionarse frente a su casa, se sorprendió al percatarse de quien se trataba.
- Gome… ¿ésta es la casa de Naruto Uzumaki? – llevaba puestos unas gafas oscuras y un cigarro en la boca.
- Si ¿Por? – Expresó para ver el resultado – No necesito un moto taxi.
- Al parecer el muy baka se le olvidó esto – enseñó un bolso escolar.
- ¡¡Mi bolso!! – El rubio saltó de alegría, ahora Shika tendría sus pertenencias – gracias Sasuke.
- ¡Sssssshhh! – el peliazul hizo una seña con su dedo - ¿nadie debe saber que estoy aquí? – susurraba.
- ¿Y como no saberlo? Ni siquiera te molestaste en disfrazarte, sólo te pusiste unos lentes oscuros – se colocaba el bolso en la espalda.
- Es que todo fue sin planearlo – El Uchiha soltó el humo.
- ¿También fumas?
- Si, pero éste no es un cigarrillo ordinario ¿Ahora me dirás que no tengo edad para fumar no es cierto? – Desafiaba al chico rubio - ¿No quieres chupar?
- No, que asco – Hizo una mueca de desagrado. El olor que despedía no era muy agradable.
- Eres un desagradecido, te estoy ofreciendo la mejor hierba que se puede encontrar en éste puto país.
- “¿Qué otra cosas no sabemos los fans de Sasuke?” – el catire observaba la sonrisa en Sasuke al sentir los efectos de la marihuana.
- Esto es la ley – decía haciendo referencia al cigarrillo.
- ¡! - Naruto pudo escuchar lo que parecía una lluvia de objetos provenientes de su casa.
- ¿Qué es eso? – el Uchiha trató de mirar por una de las ventanas abiertas.
- ¡¡Llévame Sasuke!!
- ¿Qué? ¿Adonde quieres que te lleve?
- ¡¡Adonde tú quieras pero sácame de ésta Urbanización!!
- Ok, móntate – el peliazul se acomodó en su moto, se deshizo de lo que quedaba del cigarro.
El catire se montó, era la primera vez que iría de parrillero en una moto. Le daba miedo ir al liceo en moto taxis, por eso siempre prefería usar el ruta pie.
- ¿No tienes casco?
- Pss… ¿Para qué? Agárrate fuerte dobe – el peliazul encendió el motor y arrancó.
RUUUUNNNNN!!!
- ¡¡AYYYYYY MAMAAAAAAAA!! – el catire rodeó con sus manos al cuerpo frente a su abdomen, lo apretaba porque temía caerse.
La moto pasó a toda velocidad frente a un Nara que sacaba la basura, pasó tan rápido que no se percató de quienes se hallaban encaramados en ella.
- Que gente tan problemática – dijo para después bostezar.
- Vamos a un motel Naruto – el peliazul iba a toda velocidad, el viento agitaba como loco su alisado cabello y sus ojos eran protegidos por los lentes.
- ¡¡¿QUÉ ESTAS LOCO?!! – el Uzumaki cerraba sus ojos mientras se aferraba con fuerza del cuerpo del peliazul.
- Me has excitado, baja un poco tus manos y podrás darte cuenta de lo que te estoy hablando je, je – reía.
- ¿QUÉ? – Naruto quitó las manos del cuerpo del peliazul pero al sentir que se caería de aquel vehículo infernal volvió a agarrarse del chico - ¡¡¡SASUKEEEE VE MÁS DESPACIO!! – gritaba desaforado.
- ¿Qué dices? ¿Qué vaya más rápido? – y terminado de decir eso aceleró la máquina.
- ¡¡NOOOOO SASUKEEEEE!!
- ¿Más rápido? Bien como quieras…
FIUZZZZZZZ!!! (Sonido de la moto chocando con el viento a toda velocidad XD)
- ¡¡Yahooooooooooooooo!! – Sasuke alzó las manos asustando al rubio.
- ¡¡NOS VAS A MATAR!! ¡¡VAMOS A CHOCAR!!
El Uchiha hizo el caballito con la moto haciendo que al catire por casi se le saliera el corazón por la boca. También hacía piques y el zigzag.
- ¡¡¿ESTAS FUMADO?!!
- ¡¡Siiiii lo estoy!!
- Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre… - el ojiazul se persignaba una y otra vez.
- Que malo que no llevas una falda, si la llevaras el viento me habría dado visión de tus atributos – el muchacho sonreía mientras con una mano acariciaba una de las piernas del ojiazul.
-No me dejes caer en tentación, líbrame del mal con cabello azul… ¡¡AMEEEEEEÉN!!
Luego de aburrirse de asustar al rubio y de cansarse de escuchar la predicación de la Biblia, el Uchiha se detuvo en una plaza, apagó la moto y se llevó los lentes a la cabeza.
- ¿Qué te pareció el viaje usuratonkachi?
- ¡¡Cállate!! No quiero hablar contigo – Naruto continuaba aferrado a la espalda del peliazul.
- ¿Qué? ¿No me digas que tuviste miedo? ¿Acaso eres un gatito asustadizo?
- ¡¡Marico por casi me matas!!
- No seas ridículo – el peliazul se veía algo molesto, el chico se tomaba todo demasiado a pecho.
El rubio se bajó de la moto y empezó a caminar, acto seguido el peliazul comenzó a seguir al ojiazul.
- ¿A dónde vas?
- A mi casa – dijo sin mirarlo y con indiferencia.
- Ah… ¿y sabes cuanto tardarás caminando hasta allá? – el peliazul caminaba a su lado.
- No sé y me importa un pepino.
- Hay muchos ladrones por estos lugares ¿sabes?
- No tengo plata.
- Mmm… hay algo de más valor que muchos de seguro desean poseer – el Uchiha sonreía mientras pronunciaba aquellas palabras.
- … - el ojiazul se quedó callado mientras pensaba – no sé ¿Qué cosa? No tengo nada.
- Me refiero a tu vir-gi-ni-dad – lo miró coquetamente.
-…
- Porque me imagino que eres virgen.
El chico se sonrojó y aceleró el paso.
- Epa, no tengas miedo ¿piensas que yo te haría algo?
- No… - las manos de Sasuke se hallaban en sus hombros.
- Ven, te invito a jugar videojuegos.
- ¿En serio?
- Hai, en el mejor sitio de toda la ciudad.
- ¡¡Que bien!! – Naruto se abrazó al cuerpo de su ídolo, pero se alejó del mismo al sentir la mencionada erección del peliazul y como éste de abusador le tocaba una de sus nalgas - ¡¡Pervertido!! – intentó darle una bofetada pero fue detenido.
- Te lo dije, es tu culpa por ser tan sexy mi querido Kitsune.
- Eres el ser más engreído que he conocido Sasuke.
- Arigato gozaimass, eso ha sido lo mejor que he escuchado en mi carrera como solista, a ver… y tú eres el chico más bocón e infantil que se ha cruzado por mi camino – dijo con una sonrisa irónica.
- ¡¡Perfecto!! Entonces ya lo tenemos claro, yo te caigo mal y tú me caes mal… usssshhhhh… ni siquiera sé como alguna vez me enamoré de ti – el niño se sentó en el verduzco césped.
En el interior del peliazul se hallaba un poco de esperanza, sonrió internamente al pensar en ser correspondido. Era increíble como Naruto soltaba la sopa sin darse cuenta.
Continuará…