CAPITULO 22
Mientras tanto, en una habitación de la casa de Ravenclaw, una chica lloraba desconsolada recostada en su cama dándole la espalda a la que intentaba consolarla.
-Vamos Cho... ya no llores. -dijo Marietta dándole palmaditas en la espalda.
-¡Es-es que no sabes...! -respondió Cho hipando- ¡fue... horrible!
-¿Pero como fue que te tropezaste?
-¡No se, Marietta, no sé...! lo único que sé es que Harry me vio... vio que caí como un maldito costal de papas...
-Ay amiga... pero creo que eso no es lo que te tiene así, ¿verdad?
-No, no es eso... -respondió Cho sentándose para poder mirarla- hoy me había decidido... había decidido declarármele a Harry en el café de Madame Tudipié...
-Si, eso ya me lo habías dicho.
-Pues resulta que Harry no quiso salir conmigo. -dijo Cho limpiándose la nariz con un pañuelo.
-¿Qué te dijo?
-¡Pues eso!... que tenía cosas que hacer, que no podía.
-Ahí esta Cho, estaba ocupado.
-No Marietta, no entiendes... él esta diferente, ya no me mira como antes.
-Desde lo de Cedric cambió, no puedes culparlo por eso.
-Lo sé y lo entiendo, pero después de un tiempo de aquello, Harry volvió a mirarme como antes... volvía a sonrojarse cuando hablaba conmigo y todo eso...
-Vaya... -suspiró Marietta- pues estonces creo que ya no tiene más interés.
-¡No!
-¿No?
-Es decir... no lo acepto... -exclamó Cho- quiero a Harry... me he enamorado de él y... y...
-¿Y?
-No voy a perderlo por segunda vez. -dijo Cho limpiando sus mejillas.
-¿Y que harás?
-Voy a descubrir con quien sale... -respondió Cho intentando hablar resueltamente- porque puedo darme cuenta de que Harry ya no me mira como antes porque sale con alguien más.
-¿Alguien más? -repitió Marietta- pero yo no lo he visto con nadie.
-¡Es por que es muy discreto, Marietta! -exclamó Cho exasperada- lo oculta apropósito... pero sé que esta con alguien... yo lo sé.
-¿Y que piensas hacer?
-Aun no lo sé, pero tú vas a ayudarme.
-Claro amiga... aunque no tengo idea de que planeas.
-Aun no lo sé... pero algo se me ocurrirá y te juro Marietta... que quien se hayan atrevido a quitarme a Harry, se va a arrepentir de haberse cruzado en mi camino.
Lejos de ahí, junto a cierto árbol con tendencias homicidas, dos chicos buscaban un sitio para sentarse.
-Mira, aquí... -dijo Harry caminando del otro lado del árbol, lo bastante lejos para no ser tocados por las ramas, en una inclinación del terreno que los ocultaba de ojos indiscretos.
-Aquí esta bien, -dijo Harry quitándose su túnica y aplicándole un hechizo "Impervius" para hacerla impermeable y colocarla en la tierra húmeda- listo.
Draco se sentó encima de la túnica y Harry se recostó entre sus piernas recargando su cabeza en su pecho.
-¡Ah que bien se siente estar así! -dijo Harry al tiempo que acariciaba los muslos de Draco con sus manos.
-Y... esa chica... -dijo Draco como no queriendo la cosa- Cho dices que se llama...
-¿Qué hay con ella? -respondió Harry sonriendo al ver por donde iba la cosa.
-Creo que ahora la recuerdo... es la que lloraba cuando murió Cedric Diggory, ¿verdad?
-Si, es ella... -respondió Harry con pesar- por Merlín, Draco, cuando fue el torneo de los tres magos, armaste esa ridícula campaña para Cedric y ¿no te acuerdas de ella?
-Siendo sincero no la recuerdo muy bien, pero creo haberla visto con él.
-Pues si, fueron novios.
-Tú... mmm......
-Ya suéltalo Draco.
-¿Soltar qué, Potter?
-Lo que quieres saber sobre ella y sobre mí.
-Yo no quiero saber nada. -respondió Draco tajante.
-De acuerdo... entonces no vuelvas a lanzarle ningún hechizo.
-¿Estas defendiéndola de nuevo? -exclamó Draco intentando mirar su rostro.
-No... pero no entiendo porque de repente te cae tan mal.
-Pues porque si... ¿Qué no puede caerme mal alguien nada mas porque si?
-Claro que si, -respondió Harry divertido, luego, con gesto más serio, dijo: -oye Draco... cambiando de tema...
-¿Si?
-¿De verdad detestas tanto a los muggles?
-¿Por qué la pregunta? -respondió Draco mientras jugueteaba con un rebelde mechón negro.
-Pues por todo lo que hemos pasado... por toda la historia que hemos vivido... en verdad me pregunto si en realidad los detestas tanto o es algo inculcado por tu familia.
-Bueno... no es que los deteste, -respondió Draco con naturalidad- es solo que creo que es gente inútil.
-¡Vaya!... lo bueno es que no los detestas.
-Digo, ellos no tienen la culpa de nacer sin magia, pero la verdad no entiendo como sobreviven sin ella.
-¿Te gustaría averiguarlo?
-¿mmm...?... ¿a que te refieres?
-Si, ¿te gustaría ver como viven los muggles?
-Pues... no se... -respondió Draco dudoso- ¿Qué tienes en mente?
-No se... -exclamó Harry volteándose para mirarlo a la cara- ¿te gustaría pasar un fin de semana en el Londres no mágico?
-¿En el Londres no mágico? -preguntó Draco- ¿estas loco?
-No, yo no lo veo como una locura... -respondió Harry sintiéndose cada vez más emocionado- te enseñaría como vivimos allá; aunque déjame decirte que tampoco es cosa del otro mundo.
Draco no respondió, vio a Harry tan emocionado que le dio pena decirle que realmente no estaba interesado para nada en conocer la forma de vida de los muggles, además, eso no era todo lo que cruzó su mente.
-Harry...
-¿Si? -respondió Harry recargándose de nuevo en el pecho de Draco.
-Pero debemos pedir permiso para salir del colegio.
-No es cierto, ya vamos a Hogsmeade sin pedirlo.
-No hablo de Hogsmeade... sino de ir más lejos... tenemos que pedir permiso para poder usar la red flu.
-Rayos, es cierto... bueno, no importa, Sirius no se negará. -pero ante el silencio de Draco, Harry dijo: -¿tu padre si se negaría, Draco?
-No, no lo creo, -se apresuró a decir Draco- es solo que debo inventarme algo bueno para que me lo dé.
-De acuerdo. -Dijo Harry resueltamente- ¿te parece bien el próximo fin de semana?
-¿Tan pronto?
-No veo por que no, tenemos toda esta semana para pedir permiso.
-Claro... ¿y que le dirás a tu padrino?
-Pues... haber... ¿Qué le diré?... ¡ah, ya se!, le diré que quiero mostrarle algunas cosas a Ron, esa se la creerá sin dudar, ¿y tú?
-¿Yo qué?
-Ashh... pues que le dirás tú a tu padre para que te de permiso.
-No lo sé... ahora no se me ocurre nada, pero ya veré.
-Ya verás, será genial. -dijo Harry mientras enredaba sus dedos en una hebra dorada.
-Harry, he notado algo desde hace tiempo, es decir... desde que tú y yo... bueno, ya sabes.
-¿Y que es?
-Que eres un fetichista.
-¿Y eso con que se come?
-Eres un ignorante... -rió Draco al tiempo que le quitaba el mechón a Harry haciendo que este volteara a verlo con el ceño fruncido.
-¿Te molesta que te agarre el cabello?
-No... -respondió Draco dándole un beso en la oreja- solo reafirmaba mi teoría.
-¿Qué teoría?
-De que eres un fetichista.
-Y dale con lo mismo... ¿Qué es eso?
-Olvídalo... mejor dame un beso.
Sin necesidad de que se lo dijera dos veces, Harry se volteó y se hincó quedando entre las piernas abiertas de Draco y lo besó en los labios; Draco le pasó los brazos sobre los hombros y abrió la boca para recibir el beso, Harry pasó sus manos por la espalda del rubio Slytherin y lo apretó con fuerza.
-Uff... -exclamó Draco- ¿Por qué siempre haces eso?
-Lo siento... -respondió Harry besandole el cuello- es que siempre me dan ganas como de romperte.
-Créeme que me dí cuenta la primera vez... -respondió Draco ladeando la cabeza.
Mientras tanto, en la sala común de Griffindor, Hermione alistaba su bolso mientras Ron la esperaba desparramado en un sofá.
-Ya verás que lindo es el café de Madame Tudipié. -Exclamó Hermione emocionada- ¡hay pastelillos en forma de corazón atravesados con una flecha!, ¿puedes creerlo?
-No me digas... -respondió Ron con aire resignado.
-Según se, ya cambió la decoración... ahora hay maripositas de colores que van soltando polvo iridiscente por todo el lugar.
-Que emoción.
-¡Ron!... sino quieres ir, nada más dímelo y ya, así me quito de hablar como tonta.
-No es eso Hermione... -respondió Ron con gesto suplicante- es que los demás se burlaran de mí si me ven entrar a ese lugar tan cursi.
-Entonces que los demás te acompañen este día. -dijo Hermione subiendo las escaleras.
-¡No, espera! -exclamó Ron levantándose de un salto y tomándola de la mano- no te enojes, claro que iremos.
-Pero si vas de mala gana, no quiero ir. -respondió Hermione intentando soltarse.
-En serio, ya te dije que si quiero ir.
-mmm...... de acuerdo, -dijo Hermione regresando sobre sus pasos- siento ponerme así de histérica, tu me contaste como te sientes y yo me pongo loca... en serio Ron, sino quieres ir ahí, podemos ir a...
-Y yo ya te dije que quiero ir ahí, anda, no seas así.
-Bueno... oye ¿y Harry?
-Ni idea, creí que lo encontraría en la habitación pero no esta.
-Seguro esta con su chica misteriosa.
-Si, tienes razón... -respondió Ron mientras se dirigían a la salida de la sala común- me muero de curiosidad por saber quien fue la chica que finalmente atrapó a Harry.
-La verdad yo también, créeme que me contengo para no rogarle que nos cuente mas sobre ella... pero no puedo evitar pensar cada vez más en ello.
-Yo tampoco.
-No lo sé... a veces pienso que no es cierto.
-¿Crees que nos engañaría y se inventaría una novia?
-No... es decir... ya no sé.
-No creo a Harry capaz de eso, además ¿con que fin?
-Si, ya no me hagas caso, estoy loca.
-Además hay algo... -exclamó Ron dudoso- algo que me confirma que Harry si esta saliendo con una chica Slytherin.
-¿Qué? -preguntó Hermione curiosa.
-La otra vez, en su baúl, alcancé a ver algo, algo que después comprobé sin que él me viera.
-¡Por Dios, Ron, ya cuéntame!
-Eres una chismosa. -respondió Ron sonriendo.
-Si, -dijo Hermione sonriendo culpable- confieso que soy una curiosa y todo lo que tú quieras, pero ya cuéntame que fue lo que viste.
-Lo que vi., fue una túnica con el escudo de Slytherin.
-¡¿Una túnica con el escudo de Slytherin en el baúl de Harry?!
-Si... cuando él entro al baño, abrí el baúl y la saqué, y si... era una túnica de una talla más pequeña.
-O sea que la misteriosa chica si existe.
-Si, aunque yo nunca dudé de él.
-Si, como no, -respondió Hermione sarcástica- tú nunca dudas de él, ¿verdad?
-Nunca dudaría de lo que mi mejor amigo diga.
-Ajá... como aquellas veces en que oía al basilisco a través de las paredes de Hogwarts, ¿verdad?
-Bueno... ¿estamos hablando de él o de mí?
Hermione sonrió antes de responderle.
-Mi curiosidad no aguantará mucho.
-¿Y que piensas hacer al respecto?... ¿espiarlo?
-¡Claro que no, Ron!... ¿Cómo crees?
-Si, pero ganas no te faltan, ¿verdad?
-¿Y tu no quieres saber?
-Claro que si, pero... espiarlo es algo denso, ¿no crees?
-No vamos a espiarlo... solo nos fijaremos más en lo que hace, ¿de acuerdo?
-mmm...... de acuerdo. -respondió Ron no muy convencido.
-Ahora apresuremos para tomar el mejor lugar de la cafetería.
-Si claro... corramos. -respondió Ron irónicamente viéndose prácticamente arrastrado por Hermione.