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Tu Deber por Cucuxumusu

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Notas del capitulo:

Bueno como os prometí aqui teneis el siguiente, muchas gracias por todos los reviews mis amores me encanta que un fic tenga tanta acogida n_n

Bueno espero que os guste.

 

 

A la mañana siguiente lo último que quería hacer Law era salir de su habitación y disfrutar del maravilloso día soleado que se atisbaba por su ventana. Law solo quería dormir. Se había pasado toda la noche anterior dando vueltas en la cama pensando en una manera rápida y sencilla de librarse del pelirrojo. Había inventado nuevas formas de asesinato a cual más creativa, había pensado en secuestrarle y castrarle como a una vulgar mascota o en darle al pelirrojo lo que quería de una maldita vez y acabar en su cama. Sobre todo en acabar en su cama.

 

Pero no había dormido.

 

Se maldijo a sí mismo y su estupidez mientras las palabras del libro de medicina bailaban preocupantemente ante sus cansados ojos.

 

Seguramente el pelirrojo habría dormido cual bendito sin preocuparse de nada como el idiota que era, y ahora estaría buscando la forma más fácil de joderle la vida. Se revolvió en las ya desechas mantas de su cama intentando apartarse del maldito sol que le molestaba en los ojos volviendo a centrarse en el libro. Se había prometido mandar a tomar por culo al pelirrojo y ahora padecía insomnio por pensar en él. Definitivamente pasaba algo raro por su cabeza. Tal vez la estupidez era contagiosa de verdad.

 

Y de repente la puerta se abrió de golpe y una potente risa inundó la habitación. Estúpido viejo, pensó mientras su cabeza palpitaba cansada. Girándose le dedicó la mirada más asesina que pudo poner pero el otro, en su mundo perfecto, ni le miró.

 

—Law te espero en un rato en el campo de entrenamiento—ordenó con una amplia sonrisa.

 

Law guardó silencio mirando al viejo fijamente. El viejo por fin se dignó a mirarle y Law volvió a acomodarse en la cama murmurando un amable:

 

—Ni de coña—

 

El abuelo volvió a reír.

 

—No quiero escusas Law, Eustass se ha ofrecido a entrenarte y no debes desaprovechar semejante oportunidad—

 

Law casi pudo percibir la sonrisa cabrona del pelirrojo surcando su cara como si lo tuviese delante. Matarle no iba a ser suficiente venganza. Había oído al otro comentarlo la tarde anterior antes de la apuesta, pero no pensaba que fuesen a entrenar enserio, es decir, aquello no tenía sentido ¿Para qué iba él a querer aprender algo del pelirrojo?

 

El viejo seguía mirándole serio.

 

Sabiendo que no tenia opción se levantó de la cama mientras el viejo le miraba satisfecho y él suspiraba. Se puso algo más cómodo y que le permitiese más movilidad que la estrecha túnica que llevaba en aquel momento y que además le tapase toda la piel que pudiese, ya que sabía que el pelirrojo se lo comería con la mirada nada más salir, asique cuanto más tapado mejor. Luego, cuando estuvo vestido con una camisa marrón claro de lino y un pantalón del mismo tejido hasta la rodilla con algunas decoraciones, siguió a su abuelo hacia el patio de entrenamiento.

 

Ace y Eustass estaban entrenando con espadas totalmente concentrados uno contra otro. Ambos sudaban bajo el fresco calor de la mañana y jadeaban inspeccionándose serios.

 

Garp dio dos fuertes palmadas y ambos se giraron para mirarle sincronizados, como si ya estuviesen acostumbrados a recibir órdenes.

 

—Ace creo que ya es suficiente, cámbiate con Law—

 

El moreno gruño algo por lo bajo queriendo continuar con aquello, pero se dirigió a la fuente del patio al instante a refrescarse, dejando a Kidd parado en medio del patio jadeando.

 

Kidd realizó una suave reverencia de respeto hacia el viejo y luego le dedicó a Law una mirada que decía claramente "Te lo dije" y que tocó aun más las narices a Law. Ignorándola el moreno se acercó a la arena donde le esperaba el pelirrojo espada en mano.

 

—¿Law va a luchar?— preguntó Luffy al que no había visto en el patio hasta aquel momento.

 

El viejo asintió sonriendo.

 

—Genial—chilló emocionado el otro con sus ojos fijos sobre los dos oponentes en la arena casi con estrellitas saliendo de ellos.

 

"Y encima con espectadores", pensó Law al ver que Ace también se acercaba a contemplar la pelea al lado del hermano pequeño y el abuelo. Aquello iba a ser penoso, aunque la verdad, tenia curiosidad por saber cómo se iba a aprovechar el pelirrojo de él ahora.

 

—¿Cómo quieres pelear señor medico?— preguntó el pelirrojo sin ninguna pulla salida de por medio.

 

Vaya, aquello era nuevo.

 

—Me da igual—comentó encogiéndose de hombros y ignorando el tono de burla en la palabra "Medico".

 

—¿Qué tal espadas?—

 

Law asintió con cara aburrida y dirigiéndose entonces hacia Ace le pidió prestada la espada. Ace se la dio sin quejarse, casi en con un respeto reverencial. Tanto él como Luffy le miraban expectantes y ansiosos y Law suspiró cansado. Vale, tal vez hacia mucho que no les acompañaba en una pelea.

 

Situándose de nuevo enfrente del pelirrojo levantó ligeramente el ya conocido peso de la espada con únicamente una de sus manos.

 

El pelirrojo le miró extrañado.

 

—Sabes al menos que una espada se coge con las dos manos ¿no enano?—le soltó burlándose.

 

Observó a sus hermanos sonreír perversamente y contuvo su propia sonrisa a duras penas. No era el primero que le subestimaba pensando que como muchos otros eruditos, lo suyo eran los libros y por lo tanto no sabía ni como se manejaba una espada en condiciones.

 

Aquello le estaba comenzando a gustar. Se iba a divertir bastante.

 

—Deja de darme ordenes bastardo y ataca—respondió fingiendo estar cabreado por el insulto.

 

El pelirrojo se encogió de hombros sonriéndole con aquella sonrisa que no anunciaba nada bueno.

 

—Aprenderás por las malas entonces—

 

El pelirrojo dio un paso al frente alzando su espada y luego la dejó caer en el movimiento más básico de toda la esgrima. Aquello le cabreo bastante. ¿Tan idiota pensaba el otro que era que no sabía ni defenderse de aquello? Luego tuvo que contener una carcajada al ver lo fácil que iba a ser demostrarle lo contrario.

 

Observó la afilada hoja del otro mientras esta descendía sobre él y cuando estuvo en el punto justo fintó. Se echó hacia atrás descansando el peso de su cuerpo en su talón y giró un poco sobre este mientras la hoja del otro pasaba a su espalda partiendo el aire donde hacia momentos había estado su cabeza. Al fallar el fuerte golpe el pelirrojo perdió el equilibrio cayendo entonces hacia delante. Lo único que tuvo que hacer Law a continuación fue volver a girar sobre el talón mientras alzaba el brazo un poco más y su hoja descanso fácilmente sobre la garganta del otro.

 

Kid contuvo el aliento sorprendido mientras sus hermanos le vitoreaban y él sonreía regodeándose en aquella pequeña victoria.

 

—¿Cómo decías que se sujetaba la espada Eustass?— se regodeó apretando más el acero contra el cuello del otro.

 

El otro le miróo, con la sonrisa ladeada en su cara, pero una mirada ligeramente disgustada y oscura.

 

"Oooh, le he cabreado". Se dio cuenta aun más feliz Law.

 

—Kidd—chilló su abuelo enfadado acercándose a ellos.

 

Law bajo su espada y ambos encararon al hombre.

 

—Kidd, pensé que como general que eras no cometerías la estupidez de subestimar nunca a tu oponente, pero supongo que me equivocaba contigo y he estado sobrestimándote todo este tiempo—

 

Kidd bajo la cabeza frunciendo el ceño y apretando su agarre sobre la espada. La sonrisa prepotente y arrogante había desaparecido.

 

—Lo lamento señor—

 

—¿Comprendes que en una batalla real podrías haber acabado muerto?—Continuó el otro, y Kidd asintió. Garp suspiro cansado— Bien, es la última advertencia chico, no vuelvas a hacer otra gilipollez o me replanteare de veras tu puesto—

 

Y sin más volvió a dirigirse a donde estaban Luffy y Ace.

 

Law miró al otro sonriendo ampliamente con una mirada satisfecha. El otro le devolvió una mirada furiosa.

 

—¿Contento?—comentó bajo y furioso Kidd evitando que los otros escucharan su conversación.

 

—Ligeramente—respondió Law en el mismo tono— desgraciadamente, aun sigues respirando—

 

—Juro que te voy a hacer llorar—

 

—Me gustaría verte intentándolo—

 

Ambos volvieron a colocarse en las posiciones de partida y volvieron a empezar. Esta vez la pelea fue diferente y Law se vio incapaz de contener los golpes rápidos y letales del otro. Retrocedió por la arena ligeramente sorprendido por el cambio de actitud del pelirrojo. Kidd ya no sonreía arrogantemente, una mirada seria y neutral se hacía presente en sus ojos dándole el aspecto que debía tener un general: poderoso, frio y letal y Law no pudo más que encogerse ante su peso.

 

Kidd era un buen luchador, tuvo que acabar reconociendo el moreno. La espada del pelirrojo cortaba el aire como si fuese una prolongación de su cuerpo, casi sin esfuerzo y totalmente precisa. Sabia las horas de esfuerzo que había tenido que estar practicando el otro para alcanzar semejante nivel de destreza. De repente Kidd dejo de caerle tan mal como antes. Además el otro era inteligente, medía y calculaba cada uno de sus movimientos adelantándose a él sin problemas y desarmando sus defensas fácilmente.

 

La espada del otro golpeó su pecho.

 

Law jadeó sorprendido siendo consciente de la mirada de idiota que debería estar poniendo, pero siendo incapaz de quitar la mueca de sorpresa y repentino respeto que sentía por el pelirrojo.

 

—Separa más las piernas— comentó el otro sin mirarle.

 

—¿Eh?—preguntó Law aun atontado sin entender a que venía aquello. Entonces se acordó que supuestamente el otro le estaba entrenando.—Ah sí, gracias—se apresuró a murmurar.

 

El otro le dedicó una mirada extrañada separándose de él y volviendo a la posición de inicio. Sus ojos escrutaron su cara en busca de alguna pista por su cambio de actitud y entonces le dedico una suave sonrisa. No la arrogante o la burlona de siempre que solía sacarle de sus casillas y le hacía querer asesinar, si no una normal y corriente.

 

Y así continuo el entrenamiento. Curiosamente el otro no se aprovecho más de él a excepción de los ligeros roces que no venían a cuento o algún que otro comentario subido de tono contra su oreja. Lo peor fue cuando el otro se empeñó en enseñarle un movimiento que no conocía situándose a su espalda y envolviéndole entre sus brazos. Había intentado no sonrojarse ante su familia cuando el pelirrojo había comenzado a tocarle vilmente, fingiendo que todo movimiento era para enseñarle el golpe con la maldita espada. Le había atrapado entre sus fuertes brazos inmovilizándole totalmente, le había acariciado el pecho por encima de la ropa rozando sus pezones y apretándoselos con fuerza mientras supuestamente le ayudaba a mantener el equilibrio...

 

—Para— le había siseado entre dientes intentando separarse del sudoroso torso a su espalda y de los brazos que le envolvían posesivamente.

 

El otro solo le había apretado más contra su cuerpo sin dejarle escapatoria y a la vez dejándole sentir su miembro semi-erecto restregándose contra su trasero.

 

Oh dios.

 

—Ni de coña, enano—le había susurrado bajo contra la oreja provocándole otro estremecimiento al sentir su fresco aliento contras su sudada piel — a esto se le llama venganza— y moviéndose con él en el supuesto golpe que estaba aprendiendo, simuló una fuerte envestida contra su trasero que a trabes de la fina ropa pudo sentirse a la perfección.

 

Law había sentido su cara arder de vergüenza mientras la espada resbalaba de sus manos y caía patéticamente al suelo. Su familia le miró extrañada mientras el pelirrojo volvía a la carga con sus sonrisas toca pelotas. Le iba a matar, definitivamente le iba a matar. En su siguiente combate arremetió contra el pelirrojo haciéndole retroceder cuatro largos pasos.

 

Pero por lo demás había ido bien. El pelirrojo era un buen maestro y le mostraba los defectos que tenía su postura, como corregirlos o como aprovecharse de ellos. Había aprendido bastante la verdad.

 

Quitándose el sudor de la frente se dirigió a la fuente una vez acabado el entrenamiento. Kidd le siguió también para refrescarse, o al menos eso esperaba Law.

 

—Eres un buen luchador— comentó de repente el pelirrojo sacando su cabeza del chorro de agua fria.

 

—Y tu un salido desquiciado, ¿has pensado en ir a un medico a que te lo mire? en serio…me preocupa—respondió sarcástico.

 

—Lo digo en serio— comentó el otro dedicándole una mirada molesta— ¿No has pensado en meterte en el ejercito?—

 

—No, me gusta la medicina— contestó con la verdad.

 

Kidd se encogió simplemente de hombros y comenzó a alejarse.

 

—Por cierto—comentó rápidamente Law sin girarse a mirarle—tu también luchas bien asique...gracias, por la lección—

 

Kidd se le quedó mirando serio y luego volvió a sonreír con la sonrisa normal y cálida.

 

—De nada enano—entonces sus ojos brillaron y su voz bajo dos octavas—pero dámelas cuando te deja una semana sin poder andar—

 

Law le fulminó de nuevo con la mirada y Kidd rió divertido mientras volvía a dirigirse al interior de la casa. La culpa era suya por hablar.

.

.

.

 

Por la tarde después de tomar un largo baño en las termas del barrio Law decidió acompañar a Ace al mercado permanente del pueblo. Era algo que hacían ambos desde pequeños todas las semanas aunque no necesitasen nada en especial y que curiosamente les relajaba bastante.

 

El bullicio del puerto junto con los vendedores gritando su mercancía a pleno pulmón desde los puestos era algo con lo que había convivido toda su vida y que le traía recuerdos de cuando correteaba por entre los puestos causando el caos con sus hermanos y huyendo del vendedor cabreado de turno. Los olores de las especias, el colorido de las telas, las mujeres cuchicheando por lo bajo era algo que le distraía y mantenía ocupada la mente.

 

Y aquello era algo que necesitaba enormemente.

 

Alzando la mano saludo a uno de los vendedores del puesto de verduras y observo a Ace que analizaba con mirada crítica una daga de aspecto peligroso y hoja curvada. Su hermano al igual que él tenía cara de cansancio y unas oscuras ojeras bordeaban sus ojos.

 

—Hey Ace ¿qué opinas del nuevo general del viejo?—pregunto sin poder evitar volver a pensar en el idiota que tenían en casa. En serio¿ qué narices le estaba pasando?

 

Ace le miró de reojo girando le daga entre sus manos y observando la dorada empuñadura. No parecía que le estuviese prestando suficiente atención al objeto y el vendedor volvió a forzar una sonrisa sabiendo en el fondo que no la iban a comprar.

 

—No lo sé, parece majo—respondió arrastrando las palabras y sin prestarle a Law mucha atención tampoco— y es bastante bueno con la espada—

 

Y Law sabía que para Ace todo el que fuese bueno con la espada era un buen tipo. Suspiró odiando por un momento la mente simple de su hermano. ¿Por qué narices había hecho la pregunta en primer lugar?

 

La verdad es que no dejaba de darle vueltas al asunto: no sabía que pensar del pelirrojo ¿Podía confiar en él o no?. Por una parte le tocaba las narices su actitud arrogante y la fijación que tenia por él por muy morboso y excitante que pudiese resultar aquello. Pero por otra parte comprendía que el otro era un buen general y alguien en quien se podía confiar y que estaba al mando de miles de hombres. Aquello tenía que valer algo ¿no? Además no se había aprovechado de él mas allá de lo del beso. Pese a que había tenido miles de oportunidades.

 

Cerró los ojos cansado de no hacer otra cosa más que pensar en el otro. Ace le miró fijamente.

 

—Law ¿qué pasa?—preguntó preocupado.

 

Law le devolvió una mitad confundida pero rápidamente fingió una sonrisa quitándole importancia.

 

—Nada—

 

Ace dejo el puñal en su sitio en la tienda y el vendedor suspiró cansado. Luego se acercó a él y le agarró del brazo con mirada preocupada.

 

—Sabes que puedes contármelo—

 

Law volvió a suspirar frunciendo el ceño y mirando al suelo sin saber realmente que contarle. No entendía exactamente que le preocupaba, ni porque sentía tanta ansiedad de repente. No sabía qué respuesta estaba buscando al preguntarle al otro. Cansado de darle tantas vueltas a las cosas simplemente cerró los ojos y se obligo a sí mismo a dejar de pensar.

 

—Nada, de verdad, no es nada—

 

Ace asintió suavemente, sabiendo que estaba mintiendo pero que necesitaba espacio para pensar y aclararse. Cuando estuviese preparado lo soltaría, ambos lo sabían y lo respetaban. Siempre había sido así.

 

Volvieron a casa horas después con las manos vacías y el polvo del pueblo impregnando su ropa y sandalias. Estaban agarrotados y tensos tanto física como mentalmente, a pesar de haber realizado el ritual del mercado que siempre hacia que se relajasen un poco. Caminaron en silencio uno al lado del otro con sus mentes muy lejos de allí, arrastrando los pies por el sendero de arena.

 

Entonces muy lentamente la calma del atardecer y el ligero frescor que la acompañaba, empezó a relajar a los dos muchachos haciéndoles olvidar por un momento la presión de la prueba que tendrían en unos días y dejándoles entonces aun más agotados, como si todo el cansancio y tensión que habían estado conteniendo cayese de repente sobre sus ya de por si agotados músculos

 

Al llegar a la casa su abuelo les esperaba a ambos sentado ya en la mesa con el almuerzo preparado por los sirvientes y ya servido sobre los platos.

 

Luffy discutía a viva voz con el pelirrojo en uno de los extremos de la mesa, sobre qué tipo de arma sería la mejor en una batalla naval. Law cansado no dudo en sentarse en el extremo opuesto huyendo de la mirada curiosa del oji rojo. Miró a Ace a su lado que parecía igual o incluso más agotado que él mientras descuartiza la comida en su plato sin probar bocado y cabeceaba peligrosamente sobre este.

 

Se dio cuenta entonces de él estaba haciendo exactamente lo mismo.

 

Los dos adultos les miraron preocupados intercambiando alguna mirada, pero no hicieron ningún comentario y les dejaron comer en paz.

 

El pelirrojo no intento nada por debajo de la mesa a excepción de alguna que otra ligera patada cuando Law se empezaba a quedarse dormido, manteniéndole despierto y mostrándole con aquel pequeño gesto que le estaba prestando atención a pesar de casi estar llegando a las manos con Luffy en su pequeña discusión. Law agradeció el detalle pese a que su espinilla comenzaba a doler y se preguntaba si el otro lo hacía simplemente aposta. Ace por su parte había caído redondo sobre su plato de comida.

 

Cuando la cena acabó tanto Ace como él caminaron como muertos a sus respectivas habitaciones murmurando dos palabras incomprensibles como despedida. Law se dirigía a su propia habitación bostezando penosamente, cuando se cruzó otra vez con el pelirrojo en el pasillo de la otra vez y maldijo por lo bajo. Esta vez no se veía capaz de plantarle pelea de manera decente y estaban lo suficientemente apartados de otras habitaciones como parra que tampoco le oyesen gritar.

 

El pelirrojo se acerco a él contento, sin embargo y contra todo pronóstico, el otro solo paso por su lado y le revolvió el pelo cariñosamente con una sonrisa amplia. Law ni se resistió, simplemente no tenía la suficiente fuerza. Se le quedó mirando atontado y confundido porque el otro no intentase nada.

 

—¿Quieres que te acompañe hasta tu querida cama?¿O prefieres que te lleve a la mía que está más cerca? —susurró con una clara indirecta en su voz, pero con fingida mirada inocente y amable.

 

Law le miró cansado. Y ahí estaba lo que había estado esperando ¿cómo había podido dudar un momento?

 

—Vete a la mierda— pronunció con dificultad sintiendo las palabras pegarse a su lengua molestamente.

 

El pelirrojo rió divertido, volviendo a revolverle el pelo como si aquello realmente fuese su nuevo entretenimiento. Luego se inclinó y le dio un casto beso en la frente.

 

Law parpadeó atontado.

 

—Que duermas bien enano, nos vemos mañana— susurró con su cara a centímetros de la suya, y sin hacer nada más, le dejo solo en el pasillo.

 

Aquella noche Law durmió profundamente, como hacía tiempo que no había dormido, pensando en la tentadora cama del pelirrojo y en sus labios sobre su frente.

 

 

 

Notas finales:

Dios a que son adorables, dios me ha encantado escribir la escena de la pelea, me partia de risa segun la escribia y con Ace y Luffy animandole... dios adoro a esa familia XD

Bueno, venga, ya, (se relaja) ¿que os a parecido?¿Entretenido?¿Desesperante? Os colgare el siguiente la semana que viene como siempre y esta vez iran todos juntitos a unas termas y abra escenas subiditas de tono lo prometó ¬W¬ 

En fin, muchas gracias por leer y dejen a la autora algun review de consolacion n_n

Besoss


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