CAPITULO 12
El atardecer esta por extinguirse completamente, el sol agoniza perdiendo poco a poco su fuerza al ocultarse por el oeste de la ciudad. Este día en particular es cálido, y aunque la noche anterior ha llovido una gran tormenta como que no se siente la diferencia, es como si nunca hubiera pasado…
En la editorial Diamante. Yuma aun está en su oficina observando el material de uno de los libros que está a cargo, esta tan sumergido en su trabajo que no escucha ni los pasos ni el ingreso de una persona al lugar.
-buenas noches- susurra una voz tras suyo.
-ah!!!!!!!!!!!!!- esta espantado, por esa causa termina de un salto fuera de su silla. Al mirar al culpable puede distinguir a Kazuya, sumamente gratificado al haber obtenido su objetivo: asustarlo –eres un infeliz!!!- esta malhumorado.
-vamos Yuma no te enojes, solo es que no pude evitarlo, te veías tan adorable- ríe.
-qué demonios haces aquí!!! Es mi trabajo, te quiero fuera de mi vista- exclama.
-pues…por lo que vine es justamente trabajo jejejeje- se acerca a Yuma.
-trabajo???- trata de serenarse para poner en orden sus ideas.
-sip- toma posición en el sillón que está cerca del ventanal de ese lugar –el proyecto, lo recuerdas???- sonríe mientras observa la ciudad.
-es cierto… *lo había olvidado por completo, como no me habían llamado…creí que ya estaba fuera de él*- en tono pensativo.
-bueno, lo que paso es que hubo un problema con los movimientos del dinero para este trabajo, por eso se había suspendido, pero ahora que está solucionado, podremos proseguir en donde lo dejamos- sonríe con satisfacción.
-entiendo, pero eso podrías habérmelo dicho por teléfono, no era necesario que te pases por aquí, recuer…- interrumpe su comentario la intrusión de Amano.
-Yuma tenemos que seg…- el joven queda paralizado al ver a Kazuya allí.
-hola- hace una seña con su mano derecha en manera de saludo, se ve de lo más complacido en la posición en la que se encuentra.
-tú!!!! Que haces aquí!!!!- se altera.
-Amano, tranquilo, te dará algo- Yuma trata de calmarlo.
-hazle caso a Yuma chan, no ves que lo estas preocupando???- su sonrisa se convierte en una maliciosa.
-bastardo!!!- se acaba la paciencia de Amano.
-vamos Amano, tratemos de llevarnos bien lo tres, si???- lo sujeta de atrás para detenerlo.
-si Amano, no seas mal perdedor jejejeje- lo mira con ojos desafiantes.
-fuera de aquí antes que te asesine!!!- amenaza.
-oye que tal si hablamos luego, vete que me estoy cansando- comenta Yuma.
-bien, bien jejejejejeje- se levanta del sillón y camina lentamente hacia la puerta, cuando está al lado de Amano se detiene y susurra a su oído –me quedare con Yuma y no podrás detenerme- se aleja –bueno, Yuma te veo más tarde, besos- sale de la oficina.
-infeliz!!!!- está sumamente furioso –que demonios hacia aquí?!?!?!- se dirige a Yuma.
-estoy trabajando con él en un proyecto de edición- suelta a Amano y va hacia su escritorio para recoger sus cosas.
-por que con él??? No te falta trabajo, estas todo el tiempo ocupado, porque lo haces?!?!- sigue eufórico.
-Amano, yo puedo hacer con mi tiempo lo que quiera, no te pertenece en lo absoluto, últimamente te estás involucrando demasiado en mi vida y sé que eso es en parte mi culpa, pero no lo hagas, que me molesta realmente- advierte.
-Yuma…yo solo quiero tu bienestar- se justifica.
-lo sé, pero no lo hagas, de veras, lo detesto- termina de arreglar su portafolio.
Amano lo mira en silencio, pues no sabe qué decir para que Yuma le abra su corazón y poder ayudarle a superar este doloroso momento.
-permiso- golpea suavemente la puerta de vidrio –estás listo???- es Yusei.
-sí, lo estoy, podemos irnos- sonríe agradablemente.
-porque se irán juntos???- no entiende.
-mi automóvil se averió y como Yusei tiene el suyo, le pedí de favor que me recogiera- levanta sus cosas –nos vemos Amano, hasta mañana- lo dice desde la puerta.
-hasta mañana…- se siente muy preocupado –supongo- suspira.
En la revista, Rui termina también con su trabajo, la secretaria le entrega unos informes que llevara a su casa cuando de repente se da cuenta que Yusei no ha venido en todo el día a trabajar a este lugar. Le invaden interrogantes, pues le es raro que este joven falte a sus obligaciones de la nada, se decide por llamarlo, pero cuando está por iniciar la llamada se detiene después de todo no tiene porque preocuparse por alguien que no le interesa. Gira en su silla, para luego levantarse de esta y caminar hacia el límite de su oficina que llama su atención, pues a vista a través de estos murales de vidrio le permite tener un hermoso panorama de la ciudad, sus pensamientos vuelan por ese aire que no lo toca literalmente pero si lo hace a través de sus emociones, imprevistamente…suena el timbre de su teléfono celular, volviéndolo súbitamente a la realidad.
-hola??? Amano???- pues ha visto en el identificador de quien era la llamada entrante.
-Rui… sé que no soy nadie para meterme en tu vida, pero al menos creí que era bueno decirte que las cosas por aquí están bien, que Yuma no ha entrado ni en depresión ni nada por el estilo, solo se dedica a hacer lo que se le ordena y… la verdad… odio lo que has estado haciéndole durante todo este tiempo, podemos ser amigos y lo he tolerado hasta ahora, pero no quiero que te acerques mas a él, si esta vez ya en verdad todo acabo, déjalo hacer su vida como y con quien quiera, y si se decide por darse una oportunidad con alguien no interfieras- concluye.
-a que van estas palabras??? También te pondrás de su lado??? Vamos, acabas de decir que lo tomo bien, eso es lo que cuenta o no, y con respecto a acercarme a él, ten por seguro que no lo hare- dice esas palabras con suma tranquilidad.
-voy a creer en tu palabra, Rui… somos amigos… pero esta vez no puedo sobrellevar tu falta de tacto con las cosas…por un tiempo no busques platica conmigo, permite que esto pase, sino no podre brindarte una verdadera amistad…adiós- finaliza la llamada.
-quien lo diría- observa la pantalla de su celular –que el terminar con Yuma haría que hasta Amano me rechace…- vuelve a mirar por la ventana –en verdad…estas bien???- las luces comienzan a prenderse.
Por fin llegan a casa… el lugar es muy tranquilo, Yusei queda maravillado con este hogar, después de todo no espero que tuviera un lugar tan cómodo. Yuma se dirige a la puerta y al sacar la llave de su pantalón, la abre.
-entra- lo invita con su mano extendida hacia adentro de la casa.
-ok- suspira, luego de cerrar la puerta del automóvil y sacando de él su equipaje, se dirige hacia donde se encuentra Yuma.
Al ingresar se sorprende ante tan detallado lugar, posee bueno cuadros de pintura contemporáneos así como un ambiente cálido.
-ya llegara- comenta un poco ansioso.
-ya llegara??? Quien??- pregunta sin entender.
De repente de la cocina aparece un can de color canela que ladra de la emoción de ver a su dueño.
-él es Shigu chan- sonríe mientras se inclina para acariciar la cabeza del animal con ambas manos.
-es…grande… *y Rui lo aceptaba??? Odia todo animal con pelo…como haría con esta situación*- piensa.
-solo un poco, él es muy buen compañero, por cierto quieres beber algo???- se dirige hacia la cocina.
-un…un café, puede ser???- no sabe cómo actuar, aún no se ha movido de la entrada.
-y…puedes sentarte donde gustes, no te quedes allí- dice sacando un poco su cabeza desde la cocina.
-ok, ok ya lo hago…- camina hacia el sillón de mayor tamaño y toma asiento en el medio de éste, dejando su bolso a un costado del mismo.
A los minutos Yuma regresa a la sala con una bandeja que contiene dos tazas de café y unos panecillos, además de la azúcar y leche.
-aquí esta- lo posa en la mesa ratona que esta frente a ellos.
-gracias- toma una de las tazas.
-sé que nuestra convivencia será extraña pero tengo fe que estaremos bien, por cierto, por cuanto tiempo es el arreglo???- toma su taza para verterle un poco de leche y dos trocitos de azúcar.
-será por casi tres semanas según la inmobiliaria- suspira con pesar.
-es bastante tiempo- sorbe un poco de su café.
-lo es…me molesta que no sean mas rápidos con estas cuestiones…- observa la taza de café que tiene entre sus manos.
-Yusei…gracias por aceptar mi oferta-
-de nada, lo sé…no la estas pasando nada bien y lo entiendo, sé que hemos peleado mucho, pero creo que con algo de esfuerzo de ambos podremos llevarnos bien- sonríe levemente.
-supongo lo mismo- se deja caer en el respaldar del sillón y levanta su mirada hacia el techo.
-Amano solo quiere asegurarse que estés bien- pone dos trocito de azúcar en su café que a continuación revuelve con una cucharilla.
-lo sé, pero no puedo involucrarlo, después de todo es amigo de ambos…-
-je! Y yo soy el “ex” vaya diferencia- se ríe irónicamente –aunque la verdad me he rendido hace mucho a que él no me acepte mas- sorbe de su taza.
-entonces porque me fastidiabas tanto???- incrédulo a esas palabras.
-porque quería divertirme, y tomar un poco de venganza de lo que podías tener y yo no- entre risas.
-qué locura… has hecho mi vida casi un completo infierno durante este tiempo que hemos trabajado juntos- le recrimina.
-lo sé, ese era mi propósito jejejeje- se ve conforme.
-que sincero resultaste ser- se resigna.
-pero eso es mejor o no???- deja la taza en la mesa.
-es cierto!!!!- se pone de pie de repente –debo preparar donde dormirás!!! Ya regreso- se va por un pasillo.
-vaya…- presta atención de cómo se retira –como que no le será nada fácil poder superar esta separación, Rui en que estas pensando??- al escuchar los pasos del perro, cambia la dirección de su mirada hacia el can que se recuesta en la alfombra de la sala que esta junto a la mesa ratona.
En una de las habitaciones de la casa, Yuma ingresa lentamente y posteriormente cierra la puerta tras suyo, apoyando su cuerpo contra ella suspira mientras baja la cabeza y desliza su mano por el cabello que se encuentra en la parte izquierda que intenta cubrir su rostro.
-me siento tan miserable…la verdad no sé cómo puedo sonreír o mantenerme tranquilo- se deja caer en el suelo lentamente –me odio…- contrae sus piernas hasta su torso y las rodea con ambos brazos –quiero que el tiempo pase rápidamente para poder olvidar todo esto, sé que puedo superarlo, siempre puedo…- cubre su rostro entre sus piernas.
Un rato más tarde, Yuma regresa a la sala, donde Yusei para su sorpresa juega con Shigu chan.
-ehm…. Como que se están llevando demasiado bien- sonríe incomodo.
-jejejeje es lindo, me recuerda a uno de mis amigos caninos de la calles- se ve divertido.
-amigos caninos??
-si, como vivo en un departamento no se permite el ingreso de animales, una lástima, pero por el momento no puedo pagar nada mas- se inclina para acariciar las orejas del perro.
-pero…se supone que vienes de una buena condición social y no puedes costear una casa…es raro…ya desperdiciaste tu herencia???- dice en tono desconfiado.
-muy gracioso- se ve molesto ante el comentario –lo que pasa es que no tengo ni la menor intención de usar el apellido o dinero de mi familia, creo que puedo valerme por mi mismo en vez de estar postrándome a alguien que se satisface haciendo sufrir a las demás personas que cree inferior- explica.
-como que no te llevas bien con tu familia…- concluye.
-así es, ellos si quieren puede matarse entre ellos, yo prefiero estar lejos de este asunto- sigue atento a los movimientos del can que continua con su juego.
-interesante… bueno, tu cuarto está listo, cuando dispongas puedo dirigirte hasta allí
-muchas gracias- sonríe –eres muy “lindo”- entre risas.
-lindo?!?!?! A qué viene ese comentario!!!- se molesta, pues odia que le digan cosas tan extrañas.
-piénsalo, hasta hace unas horas nos estábamos matando y ahora estas tan tranquilo con mi presencia, me confundes- toma asiento en el sillón –Yuma eres muy agradable- mira a sus ojos.
-… *me pregunto qué tan buena idea fue compadecerme de él… ya me estoy arrepintiendo*- sigue enojado –ya duérmete y déjame en paz.
-bien, pero conste que no es ni para que te enojes tanto, tienes un temperamento…- refunfuña.
-cállate y sígueme- se regresa por el pasillo.
-si señor- sujeta su bolso y va tras del anfitrión.
Yuma abre la puerta de la habitación –es esta, espero que te sientas cómodo- suspira.
-wwwooowww que espaciosa!!!- esta maravillado –si se tardan más en reparar a mi departamento seré muy feliz- ingresa a la habitación.
-ni te emociones tanto, además de esta manera también pienso obligarte a cumplir con los plazos de las modificaciones que Ren desea en las promociones- informa.
-malvado, me tendrás esclavizado… pero bueno, gracias por todo, hasta mañana- con una amplia sonrisa.
-hasta mañana…- se siente cansado de antemano con solo pensar que deberá luchar para obligarle a hacer lo que se corresponde que es su trabajo.
Yuma se retira de la habitación y se dirige a la suya, ya allí se encuentra Shigu chan en parte de la cama recostado esperando la llegada de su amo.
-así que ya viniste- sonríe –bueno, nosotros también debemos dormir.
Se dirige a una de los armarios que decoran su habitación y de ella saca una muda de ropa para cambiarse, luego de hacerlo ingresa a la cama y abraza a su can que está contento por el cariño que recibe.
-eres un gran amigo…agradezco tu apoyo- Yuma cierra sus ojos intentando llamar al sueño y poder de una vez descansar de una buena vez.
Por su parte, Yusei está sentado en uno de los costados de la cama, su mirada esta seria, observa el lugar detenidamente, es más espacioso de lo que esperaba, todo está perfectamente ordenado.
-vaya que bonita habitación de verdad...- respira hondamente –gracias… la verdad creo que vamos a llevarnos bien, ahora que te analizo, eres encantador Yuma- se echa hacia atrás cayendo en la cama.