Desde el Día en que supo que su Otou-chan le daría un hermanito, alguien a quien cuidar, desde ese momento lo amo. Amo la idea de ser alguien responsable, el cual tendría como prioridad la seguridad de un ser más pequeño que él y más frágil, claro que a sus 4 añitos, lo que le gustaba más era la idea de ser el súper héroe de alguien así como su Hermano Itachi, era el de él.,
Pero nada preparo a su infantil mente, para aquel momento, en el que su curioso ser pudo observar el pequeño bulto entre los brazos de un agotado Minato recostado en una de las tantas habitaciones de un hospital.
Era la cosa más pequeña, hermosa, frágil, tierna, adorable, simplemente era el ser más perfecto que pudo ver, y que aun siendo pequeño supo que sería el único que vería en toda su vida.
La pelusa rubia sobre una cabecita pequeñita, y su carita, sonrojada, pero lo que siempre había sabido –aunque lo negara a veces- era que esos pequeños pero expresivos ojos azules, eran lo que más lo habían encantado nada más el pequeño poso su vista en él.
Y su risa, como olvidar como fue que el bebé, aun sin conocerlo, le tendió los brazos como si quisiera estar mucho más cerca del pequeño pelinegro.
Su felicidad fue tal que hizo reír a los mayores dentro de la habitación cuando Sasuke se sonrojo al tomar la mano de su nuevo tesoro.
El tiempo iba pasando y el cariño por su hermanito iba creciendo, demasiado, cualquier cosa que su hermano hiciera él lo veía como la cosa más divertida y tierna que podría existir, no era el único, pero para el las pequeñas sonrisas que le dedicaba, las acciones de su solecito, eran cosas que alimentaban su alma, su ser, se sentía el más feliz del mundo con tan solo hacer reír a su rubiecito.
Fue cuando él tenía 12 años, que noto que su cariño no era normal, o por lo menos, no era como los demás denominaban “normal”; su pequeño hermano de 8 añitos siempre se la había pasado pegado a él, jugaban juntos, reían juntos, y se bañaban juntos, y fue uno de esos días en el que su ahora cuerpo de pre adolecente hizo reacción ante las atenciones de su inocente y puro Naruto.
*FLASH BACK*
-¡Sasuke-niichan!,¡báñate conmigo!- llego a su lado un pequeño rubio vestido solo con una batita de baño con un curioso dibujo de la caricatura que se encontraba de moda, se veía tan lindo que solo pudo asentir sonriendo, y seguir a un emocionado Naruto.
Ya dentro del baño al pequeño Naruto se le ocurrió darse un baño con burbujas, para que su querido niichan y el jugaran con ellas, a lo cual el acepto sin problemas, al fin y al cabo no era la primera vez que lo hacían.
-Ten cuidado Naru, no te vayas a resbalar con el agua del piso- le dijo Sasuke una vez que él estaba dentro de una tina promedio y veía a su hermanito correr hacia la misma.
-¡Sasuke-niichan!- dijo feliz para sentarse entre las piernas del mayor como era costumbre, quedando pegado al pecho del moreno.- ¡¿no te encantan las burbujas?!
-Pues, me agradan, mas no me encantan tanto como a ti- le dijo para acariciar sus cabellos húmedos, oyendo la dulce voz de su tesoro.
-jejeje, yo sé que te encantan tanto como a mí – lo volteo a ver y le puso burbujas en la mejillas derecha- y ellas te aman también,- pronuncio riendo aún más fuerte.
-Muy gracioso Naruto, pero ahora veras, te querías reír, pues ahora te daré un motivo mejor para hacerlo- y con eso empezó a hacerle cosquillas a su pequeño hermano, haciendo que este riera escandalosamente, pero que, al estar aún muy pegado a él, hacía que su parte trasera, rosara cierta parte de la anatomía de Sasuke, la cual él pensaba no iba a despertar hasta que fuera más grande, pero las hormonas se descontrolan y esos roces del trasero de Naruto con su pene además del contacto entre sus pieles y el aroma que desprendía el rubio, hicieron que “el pequeño Sasuke” empezara a crecer, provocando que el azabache se levantara de repente tomara una toalla y saliera de manera rápida de aquel lugar, dejando ahí a un muy confundido Naruto, preguntándose el qué le habría picado a su niichan ahora, para enseguida subir los hombros desinteresado y volver a jugar el solo con las burbujas del agua.
En otra parte, un pelinegro se encontraba con la cara muy sonrojada, con una mano en el pecho, y con cierta parte de él, aún muy despierta.
-¿Qué…-dijo dejándose caer al piso lentamente- que me paso? – suspiro volteando a ver su “problemita”- por Dios…. Él es tu hermano Sasuke…tu hermano, pero…- recordó el aroma y la sensación de la piel del pequeño rubio contra la suya, y su erección dolió - ¡demonios!, creo que… creo que lo quiero más de lo que pensaba- sonrió de forma resignada.- mi Naruto, serás una tortura para mí- suspiro para enseguida llevar una mano a su entrepierna y empezar a moverla de arriba abajo.
*END FLASH BACK*
Y vaya que fue una tortura, era imposible no caer ante la dulce mirada de su pequeño, de su tierna sonrisa, de esos labios rosados, su aroma , siempre se preguntó si era alguna clase de pervertido, ya que aparte de ser su hermanito, era 4 años menor que el, se sentía muy mal al pensar de su inocente rubio de una manera tan pervertida, así que desde ese momento se prometió tratar de ocultar su sentir, y empezar a crear uno nuevo con alguna niña de su escuela o vecindario.
Al parecer siempre fue popular, entonces supo que realmente solo pensaba en Naruto ya que ni siquiera sabía que hasta club de fans tenía.
Ya iban 3 años de querer olvidar al rubio, salía con una y con otra, y también con algún doncel, pero su hermano siempre estaba en su mente, aun en ese momento donde se encontraba besando a una chica de cabello rosado, no era su novia ni nada, simplemente era una tipa un poco más desarrollada que sus demás compañeras, la cual creyó prudente besarlo como si quisiera absorber su alma, no es que le molestara, ya que admitía que la chica besaba bien, pero no podía evitar [KO1] imaginar cómo sería besar los rosados y tiernos labios de un pequeño de 11 años, rubio, de hermosos ojos azules, y se sintió un enfermo nuevamente por esos pensamientos por lo que se separó un poco de la pelirosa, solo dejando sus caras a unos milímetros de distancia, los suficientes para cortar con el beso que ella había iniciado. En eso escucha y ve a su pequeño amor el cual viene corriendo hacia el llorando, lo cual provoca que deje de lado a la tipa, y pose toda su atención en la personita que se encontraba sollozando bajito, Su pequeño hermano no dejaba de llorar así que sin más se lo llevo de ahí, para preguntarle todo, el porqué, y el quien de sus ojitos llorosos, odiándose por ser tan débil, por quererlo tanto, por ser tan repulsivo.
Después de eso, él aún trataba de olvidar este asqueroso sentimiento, pero Naruto no le dejaba, por alguna razón siempre, siempre, trataba de separar a sus “novias”, y la mayoría del tiempo lo lograba, la otra parte es porque el moreno no podía seguir con ellas durante mucho tiempo al siempre terminar pensando en el pequeño.
Durante 3 años, su vida siguió igual de miserable, tratando de olvidar su amor prohibido, y con su Rubio, arruinando cualquier oportunidad de lograrlo, durante ese tiempo le empezó a decir que le quería, que se casaría con él, que sería su novio, pero Sasuke sabía que eso sería imposible, no solo porque lo que él decía, era por pura admiración hacia él, por su cariño de hermano, sino porque no quería ensuciar el alma de su hermano con un amor tan sucio, era sangre de su sangre, le dolía, pero Naruto tenía que entender eso, sus padres por supuesto le seguían la corriente, lastimándole por un futuro que no podía ser, - o eso creía-, alimentando una esperanza que nunca debió de estar ahí, dentro de su corazón.
Naruto ya tenía 15 años, su cuerpo estaba cambiando, y él no podía evitar pasar sus noches pensando en cómo sería tocarlo, besarlo, hacerlo suyo, provocando más ira hacia sí mismo, el simplemente no podía corromper de esa forma al rubio menor, no sería justo para él, no importaba que eso solo lo estaba matando de a poco.
Llevaba saliendo con una chica ya 2 meses, comenzaba a pensar que ella lograría sacar de su corazón y de su cabeza a su pequeño hermano, pero el muy insensible, volvió a acabar con su relación, ya estaba harto, Naruto no le entendía, jamás lo hizo y jamás lo haría, cuando esa chica lo termino –ni siquiera recuerdo su nombre- sus sentimientos se desataron, pero no solo los de amor, si no los de desesperación, ira, desprecio hacia el mismo, y enojo hacia Naruto al no dejarlo olvidarlo, por querer permanecer en su mente todo el tiempo; su cabeza se volvió un mar de confusiones, se calentó, y fue por eso que su cuerpo, como si estuviera en automático corrió al salón del Rubio, sacándolo aunque la clase aun no terminaba, llevándolo a su casa de manera rápida, y lo que paso ahí, fue algo que realmente, jamás planeo, y definitivamente algo que se le fue de las manos.
*FLASHBACK[KO2] *
-¡YA BASTA NARUTO!-le grite por primera vez en 15 años, simplemente no pensaba con claridad- ¡NO PUEDE SER QUE HAGAS LO MISMO, UNA Y OTRA VEZ!, ¡NO SE QUE HACER CONTIGO LA VERDAD!
-pero niichan,…yo solo quería que estuvieras conmigo-vi que temblaba, estaba asustado…quien no,-yo no pensé que te mo--
-¡¿QUÉ ME MOLESTARIA?! ¡¿QUÉ NO ME IMPORTARIA?!-le grito de nuevo volteando a verlo furioso, pero al ver a su hermano triste bajo la voz-Te lo dije dos…no, te lo he dicho miles de veces Naruto, tu y yo somos hermanos,… eres un mocoso, un simple doncel confundido de 15 años, pensé que todo ese encantamiento tuyo era por que eras aún muy pequeño, me dije a mi mismo que si te daba tiempo,…esta etapa tuya acabaría, pero veo que sigues con lo mismo.- la verdad eso salió de mi boca, sin siquiera haber pasado por mi cabeza, todo era sin pensar…solo soltando palabras hirientes para poder alejarlo de mi asqueroso ser.
- Sasuke-niichan, esto no es ninguna etapa!...yo en verdad te quiero,-Me miro con lágrimas en los ojos, si bien él estaba enojado por la insistencia del menor, aun en el fondo algo le decía que se callara, que la estaba cagando –en pocas palabras- que se iba a arrepentir, pero nada llegaba a su cerebro, se quedaban como susurros en su subconsciente, susurros demasiado bajos que no pudo escuchar, al parecer no había nadie ya que sus gritos seguramente hubiera hecho bajar a cualquiera de sus familiares- mis sentimientos no son por que sea pequeño, o sea admiración, yo te amo niichan - estaba muy nervioso, ansioso, enojado, herido, confundido, solo quería que se callara, que no siguiera, quería que todo terminara y se alejara de él y de ese amor enfermizo que siente por el rubio, aunque diga que lo ama, que le corresponde, no puede permitir que ese amor que sienten termine lastimándolo o consumiéndolo.
Su confesión le afecto tanto que al sentir la mano de su deseo prohibido hizo que la apartara, pero lo hizo con demasiada fuerza.
-¡CALLATE!- golpeo su mejilla con la mano en la que traía un anillo, causando así una pequeña herida en la mejilla del doncel, sorprendiéndolo a el mismo, queriendo que se fuera, queriendo que entendiera que lo que sentían no estaba bien, no quería lastimarlo, solo quería que en el futuro no sufriera, pero al estar tan alterado no pensaba en las palabras correctas para transmitirle sus temores, el solo se estaba insultando así mismo, .-eres…eres un enfermo, somos hermanos, de la misma sangre, y tu… - había odio en su mirar, pero era para su persona, por no poder controlarse como quiso durante todos esos años- tú tienes “esa”, clase de sentimientos hacia mí...-se voltio y se tapó la vista con la mano con la que recién uso para golpear a su pequeño hermano, odiándose por lo que le hizo a su pequeño- me das asco, por favor, si no cambias esos sentimientos, te pediré de favor que no te vuelvas a meter en mi vida-volteo a verlo con culpa, pero ya no había vuelta atrás, había decidido herirlo ahora y que lo odiara a él, a que después se enfrentará con toda su familia causándole más dolor. - mejor aún, pensare que no existes, así tu presencia no me será tan incómoda…por no decir otra cosa.-dolorosa, esa sería la palabra, ya que el estar con la persona que ama, pero que su amor no fuera correcto, que no tuviera futuro solo causaría dolor, y viendo al pequeño doncel aun en la misma posición pensó en acercarse y pedir perdón, pero sabía que si lo hacía, todo lo que dijo e hizo no serviría de nada para alejar a su hermanito de un futuro tormentoso.
Siempre supo que ese amor, SU amor, era una clase de aberración, que era enfermo, su amor era real, lo sentía y estaba seguro que jamás dejaría de amar al pequeño, pero sabía que a la larga, su tesoro, su hermano, sufriría el doble de lo que sufrió esa noche, porque el también sufrió, todo lo que dijo, y lo que sin planear hizo, fue algo que lo devasto, pero sabía que Naruto aún era joven, y que con el tiempo lo olvidaría y podría tener alguna relación donde su amor no estuviera prohibido.
*END FLASHBACK*
Esa tarde no solo el corazón de Sasuke sufrió, pero el decidió no escuchar al menor, solo decir, solo actuar y decidir por sí mismo, y eso…fue un terrible error
Y no conforme con eso, su pequeño hermano, decidió irse, alejarse de él, y él aunque pensó que era lo mejor, en el fondo solo quería tomar al rubio y no dejarlo ir jamás.
Y justo cuando pensó que nada podía empeorar, se enteró de la verdad.
*FLASH BACK*
-es por eso que no decían nada cuando naruto decía que me quería…-susurro Sasuke cayendo en cuenta- Otou-chan-llamo sorprendido Sasuke, alegrando a Minato, ya que el igual que Fugaku pensó que Sasuke ya no lo vería de la misma forma, cosa que le dolía.
-dime, Sasuke- se acercó a él.
-Naruto, no es mi hermano, no de… sangre entonces?- le dijo bajo, solo para que su Otou-chan lo oyera.
-Así es Sasuke, Naru no es su hermano de sangre- dijo confundido
-Él y yo, o el e Itachi podrían, podríamos…casarnos y todo si quisiéramos?- decía aun bajito con cara de angustia-¿no habría nada de malo en eso?- lo miro a los ojos esperando su respuesta, todo dependía de eso.
-Claro que no Cariño, sería lo más normal del mundo si alguno de ustedes quisiera a Naru de esa forma especial.- y ahí fue en que cayó en cuenta del error que había cometido, un grandísimo error, el cual estaba casi seguro, que le costaría demasiado arreglar.
-oh…no..-susurro buscando con la mirada negra, la azul del pequeño, pero solo encontró unos ojos azules sin brillo, y estaba seguro que él fue el que arranco aquel resplandor de ellos-..no..Naru-intento llamar pero Naruto fue más rápido y salió, solo le sonrió a sus padres e Itachi, a él lo ignoro como si no existiera. Y Dolió….dolió como nunca algo le había dolido antes.
*END FLASHBACK*
Su hermano, su tesoro, no era su hermano realmente, ellos si hubieran querido podrían haber formado una familia... pero el como un tonto simplemente no aguanto más y lo arruino todo, cualquier oportunidad, y al ver los ojos de su Rubio antes de irse, supo, que todo lo que dijo el rubio valía la pena para enfrentar a mundo entero de ser necesario, su pequeño también lo quería, lo amaba, y el solo tomo sus sentimientos y los hizo basura, los lastimo, los rompió, y eso es lo que le dolió mucho más, haber lastimado de forma irreversible a su Naruto.
Si tan solo lo hubiera sabido antes, si tan solo hubiera aguantado un poco más, y tal vez en estos momentos a sus 24 años hubiera podido tener a su pequeño Rubio entre sus brazos, besándolo, mimándolo, queriéndolo sin restricciones, haciéndole saber cuánto lo amaba cada momento del día.
Era un Idiota, un Bastardo, un estúpido, era eso y mucho más… el no merecía a Naruto.
*****
En verdad odiaba cuando su Aniki hacia esos comentarios sobre Naruto, pero sabía que no tenía el derecho de molestarse, era obvio que Naruto era hermoso, y él lo había lastimado, no eran nada, al parecer ya ni siquiera eran hermanos, solo era alguien que vivía en esa casa y que Naruto ignoraba siempre.
En eso oyen el timbre ser tocado, y antes de que algún trabajador de la casa se acercara a la puerta, esta se abrió y con ella una voz los emociono a todos.
-Estoy en casa.
Y lo que vio aparecer por la puerta, de seguro fue un ángel, era aún más hermoso de lo que recordaba, tenía puesto un pantalón casual color blanco que mostraba la figura de sus piernas y un jersey gris que le quedaba de maravilla, haciendo que su cabello rubio resaltara al igual que sus grandes y hermosos ojos.
Quería abrazarlo, decirle lo mucho que lo extraño, pedirle perdón de todas las formas posibles y finalmente lograr que sus ojos se posaran en su persona y lo vieran como algo más que un extraño. Pero no lo hizo, porque su querido Otou-chan fue más rápido y se abalanzo al rubio quien sonrió feliz al corresponderle. Y por extraño que parezca desvió su vista del rubio y observo a las otras 4 personas paradas ahí, un muchacho muy parecido a él solo que con el cabello más corto, el cual abrazaba por la cintura a un pelirrojo, doncel de seguro, el cual se encontraba serio viéndome, eso me incomodo así que mejor voltee a ver al otro rubio, otro doncel, parecido a su pequeño pero obviamente menos hermoso – a sus ojos.- y luego a otro joven, joven el cual miraba con amor a Naruto, a su pequeño, pequeño que de seguro ya había encontrado el amor en ese joven de ahí., no pudo más, desvío su mirada al piso y apretó los puños, respiro hondo y volteo a ver de nuevo a Naruto, que al parecer sintió su mirada ya que lo miro directamente a los ojos. Sin odio, sin cariño, simplemente lo miro neutral.
-Naruto- susurro su nombre con más anhelo de lo que quiso mostrar- Bienvenido a casa…hermano- y aunque llamarlo así le rompió el alma de nuevo en mil pedazos, sabía que se lo merecía.
-Sasuke-niisan-saludo serio para después dirigirse a sus amigos para presentarlos, ignorándome nuevamente.- Familia, les presento a mis amigos, Gaara-señalo al pelirrojo el cual hizo una reverencia. Deidara- otra reverencia pero este se quedó viendo a su Aniki, esperaba que Itachi supiera hacer las cosas, no como el- Sai, el novio de Gaara- sonrió el pelinegro parecido a mí- y por ultimo pero no menos importante- sonrió viendo al castaño- Shika,…perdón, Shikamaru.-maldijo en su mente.
-Mucho Gusto muchachos, soy Uchiha Fugaku padre de Naruto- dio una media sonrisa, para después dar una ligera reverencia- gracias por cuidar de mi pequeño.
-¡Otou-san!- llamo avergonzado un rubio.
-Pero bebé, aun eres pequeño- sonrió divertido Minato, para después ir y abrazar a los amigos de su retoño- Uchiha Minato, muchas gracias, en verdad… Naruto debió de causarles muchos problemas- sonrió divertido al ver a su pequeño sonrojado.
-Uchiha Itachi- le dio la mano a todos, y cuando toco el turno de dársela a Deidara, le dio un beso en la mano en lugar de un apretón, y todo esto sin dejar de ver sus ojos azules.- un placer- sonrió coqueto sonrojando al doncel.
-Sasuke- dijo simple el último familiar que quedaba para dar una reverencia en general, no se sentía con ganas de hacer amigos realmente, no después del desprecio del Rubio menor.
Para Naruto, ver de nuevo a Sasuke le causó un gran dolor, sobre todo por que descubrió que el amor que juro que el mismo moreno destruyo, aun se encontraba alojado en su corazón, y al parecer, ver que Sasuke estaba aún más apuesto, varonil, y más sexy, para que negarlo, hacía que su corazón latiera más rápido que en un pasado, cuando aún era un niño.
-Pero, pasen, pasen- hablo alegre Minato- dejen que Momo y Niko lleven sus cosas a sus habitaciones, y pasemos al comedor- y como dijo dos trabajadores bien vestidos tomaron todas la maletas y subieron por las escaleras.
-Vamos, sin miedo, no mordemos…-dijo Itachi mirando a los jóvenes, para detenerse en el Rubio- algunos- le guiño un ojo y sonrojó de nueva cuenta a Deidara, y los otros riéndose de su compañero siguieron a los Uchiha. Pero antes de que Naruto también fuera, Sasuke lo tomo del brazo.
-Naruto- dijo con ojos llenos de súplica, al igual que su voz-… ¿podemos hablar?, por favor.
-De acuerdo- susurro bajo, mirándolo directamente- pero que sea después de cenar.
-Está bien- su voz sonó como si fuera el más feliz de los hombres, cosa que confundió al rubio- Gracias- y ahí fue que el Rubio quedo como bobo, la sonrisa de Sasuke siempre fue su debilidad, pero más cuando esta era así de sincera, y mostrando realmente un sentimiento de felicidad, hasta el punto de entrecerrar los ojos. Sonrojado sacudió su cabeza y se encamino rápido al comedor seguido de un muy contento Sasuke.
*****
-¿Y qué piensan estudiar muchachos?- pregunto el líder de la familia sentado a la cabecera de la mesa con Minato al lado derecho. Y en orden de lado derecho estaban-Minato- Shikamaru, Naruto, y Gaara, del lado izquierdo estaban Itachi, Deidara, Sasuke y Sai, dejando la otra punta de la mesa vacía.
-Yo estudiare Artes plásticas ahí mismo en una de las secciones del Internado Konoha.- hablo Deidara, viendo una media sonrisa de Fugaku y otra grande de Minato.
-Yo estudiare Economía Internacional, pero pienso estudiarlo fuera de Japón, aunque tengo que considerar aun las opciones- dijo esta vez Shikamaru recibiendo un asentimiento de parte de los demás.
-Y ustedes, ¿jóvenes enamorados?- pregunto con una pícara sonrisa el mayor de los rubios donceles. Sonrojando al Doncel de ojos aguamarina.
-Planeo trabajar en la empresa de mis padres, Hatake’s Company. Y así poder mantener en un futuro a mi cerecita y a mis futuros hijos- dijo sonriendo cínicamente haciendo reír a los demás.
-Dejando de lado las alucinaciones de este joven, yo pienso estudiar Gastronomía al igual que Naruto- dijo sonriendo ligeramente, viendo a Naruto.
-Si Otou-chan, Otou-san, y planeo que vayamos a la misma universidad- sonrió sinceramente a Gaara, y este le devolvió la sonrisa, haciendo que Deidara frunciera el ceño e hiciera un pequeño puchero al sentirse excluido, él también quería amor de Naru.
-Infiel- murmuro bajo, pero siendo escuchado por Itachi, el cual rio fuerte sorprendiéndolo y sonrojándolo, el normalmente hacia esos comentarios con sus amigos donceles, jamás pensó ser escuchado por el hermano mayor de Naruto, estaba tan avergonzado, pero se tranquilizó cuando vio la sonrisa gentil que le mandaba el moreno.
-Itachi está trabajando como vicepresidente en la empresa Uchiha, y será Presidente una vez yo me retire, Sasuke en cambio, está estudiando Medicina, así que tristemente no participara en el negocio familiar- dijo divertido Fugaku.
-¿Medicina?- menciono sorprendido Naruto, sorprendiendo un poco a sus padres, ya que pensaron que lo sabría, al fin y al cabo son “familiares cercanos”
-¿No lo sabias Naru-Naru?- dijo sorprendido también Itachi
-…No, no lo sabía-dijo un poco triste, pensar que ese suceso afecto tanto en su relación con su niichan, lo ponía de ese ánimo, cosa extraña, ya que dijo que nada que provenga de él podría afectarlo nuevamente.
-No lo había mencionado a nadie, ustedes lo saben por qué encontraron mis libros de medicina- dijo serio Sasuke, sorprendiendo de nuevo a Naruto, ¿acaso lo quería hacer sentir mejor?- tampoco es la gran cosa.- menciono para seguir comiendo, no sin antes mandar una mirada y sonrisa entre consuelo y un lo siento a su pequeño, haciéndolo sonrojar.
-Esta delicioso su comida Minato-san- hablo Deidara, alagando al mayor.
-Muchas gracias, Deidara- sonrió apenado- a pesar de que no soy muy bueno en la cocina, trate de hacer lo mejor posible.
-Otou-chan/Minato, tu siempre cocinas delicioso- hablaron Fugaku, Sasuke, Itachi y Naruto al mismo tiempo haciendo que el Doncel mayor se sonrojara en extremo, y provocando la risa divertida de los invitados al ver el gran amor que le tenían al rubio, y notando la unión entre los integrantes de esa familia.
-Chicos- menciono aun abochornado Minato, haciéndolos reír nuevamente, unos más que otros claramente.
*****
- Lo repito, estuvo deliciosa su comida- Dijo Deidara siendo apoyado por los demás.
-Muchas gracias, de nuevo- sonrió Minato- bien, deben de estar cansados por el viaje,- le hablo a los sirvientes- Momo, Niko, por favor, acompañen a los invitados a la habitación que les corresponde, por favor.
-Enseguida, señor- dijeron los dos, y así los invitados siguieron a los dos chicos, escaleras arriba.
-Nos vemos después hijos, su padre y yo iremos por la sorpresa de Nar—
-Surgió algo en la empresa y necesito a su Otou-chan para ayudarme a calmar una vez vea el desastre que de seguro hicieron- claramente ninguno de los morenos se creyó esa mentira, pero al ver a Naruto desearle suerte a sus padres con el problema, no pudieron evitar pensar que su hermanito seguía igual de inocente.
-Me iré, necesito pensar en un plan de conquista- sonrió coqueto y se fue feliz a su habitación, tal vez se paseara por la habitación de Deidara accidentalmente.
-Naruto, crees que podamos halar ahora- hablo despacio Sasuke, sin ninguna intención de presionar al Rubio.
-Sasuke-niisan- murmuro serio yendo al recibidor y sentándose en el sofá- ¿de qué quieres hablar?
-Del error que cometí hace 3 años.- dijo con seguridad.