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EL FRUTO PROHIBIDO por Dragon no Shiryu

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Notas del capitulo:

Bueno, el 8 capítulo del fic, ya no falta mucho n_n que lo disfruten

-Dime la verdad Camus, ¿a qué te referías cuando me advertiste lo de Shaka?-


-No voy a decirte nada, Saga, confórmate con saberte advertido, te dije que tuvieras cuidado con él, es todo, no dije que fuera a matarte o algo así-


-¡Ya basta!, vas a decirme la verdad, ¿o acaso quieres que todo el santuario se entere de que te acuestas con el novio de "tu amigo"?-


Camus escuchó las palabras de Saga, pero lo miró sin expresión


-Tardaste demasiado en darte cuenta, caballero de Géminis, pero eso no va a cambiar en nada las cosas, ve y divúlgalo, que todo el mundo se entere- le dijo señalándole la entrada con un ademán -anda ve, sé que no eres lo suficientemente hombre para hacerlo-


El mayor alzó las cejas sorprendido


-¿Qué dijiste?- preguntó incrédulo, caminando hacia Camus sin titubeos, y justo cuando estaba por llegar a él, el caballero de acuario aclaró


-Es la verdad, Saga, amas tanto a Milo que no eres capaz de decir nada, por miedo a lastimarlo-


-¿Pero qu…?-


-¿Acaso crees que somos tontos, Saga?- le preguntó el caballero de acuario -si Kanon lo sabe, ¿no te parece simple el hecho de que también yo lo sepa?, en fin, no voy a decirte nada sobre Shaka, suficiente hice con advertírtelo-


-Bien, no lo hagas, me da lo mismo- el mayor se dio la vuelta para retirarse de la casa de acuario. Ya estaba harto de tener que preocuparse por todo, si Shaka había hecho algo malo, ya le daba lo mismo, ya no tenía a Milo a su lado y eso era demasiado para él, llenaría las lagunas mentales que todo ese asunto le estaba dejando, pero después, una vez que su corazón hubiera sanado, o mejor dicho, cuando le doliera menos, sabía que perder al escorpión era un dolor del que quizá nunca se recuperara. Salió del templo de acuario todavía sintiendo la mirada de Camus detrás de él, cosa que le importaba mucho menos que su desayuno de esa mañana.


Juntó valor para atravesar de nuevo el templo de escorpio, le había costado mucho trabajo pasar por ahí sin ir a ver a Milo, y no estaba seguro de poder resistir de nuevo. Caminó a paso lento hasta la mitad de aquél lugar, se detuvo por unos instantes que parecieron eternos y suspiró. No podía ni quería hacerlo, Milo estaba durmiendo en lo más profundo de ése lugar, podía incluso sentir su cosmo al otro lado del templo.


Como si sus pies caminaran por decisión propia, no se dio cuenta de nada hasta que estuvo frente a la cama de Milo. Ahí estaba el caballero de la octava casa, durmiendo sin expresión, con las lágrimas secas en su rostro y… el casco de géminis, con las prisas, el mayor se había ido sin tomarlo… y vaya espectáculo, el hombre que dormía frente a sus ojos, lo estaba abrazando como si quisiera incluso llevárselo a la muerte.


Saga lo miró incrédulo y los sentimientos que tenía por el escorpión, aquellos que pensaba mantener en lo más profundo de su alma hasta el final de sus días, se reanimaron con fuerza en un instante. Ahí estaba el pequeño Milo, con una expresión de dolor y vacío en su rostro, abrazando el casco como un pequeño niño intentando resguardarse en su pertenencia más preciada.


Las lágrimas que el caballero de Géminis se había esforzado por guardar, salieron por sí solas en un instante, silenciosas. No hizo nada por detenerlas, no tenía caso, se quedó un rato así, mordiéndose los labios para no emitir sonido alguno, hasta que sintió que no podía llorar más; no estaba acostumbrado a hacerlo, esa era la noche que más había llorado en toda su vida. Sin hacer el menor ruido, besó los labios de Milo y acarició su rostro, luego, se marchó apresuradamente hasta la casa de Géminis, en donde pasó la noche entera acariciando las sábanas y recordando al escorpión retorcerse entre sus brazos debajo de ellas, suspirando cada minuto y con cada aliento su nombre, aferrándose a su espalda, marcándola con sus poderosas uñas a causa del dolor y del placer.


-Milo…- el caballero de géminis cerró los ojos cerca del amanecer, cuando finalmente el sueño lo venció después de varias horas.


 


-Voy a decirle la verdad-


-Aioria, no puedes…-


-Mu, nada de lo que hagas me hará cambiar de opinión, los dos han sufrido suficiente y lo peor es que ninguno tiene con quién hablar-


-Lo sé, pero…-


-Ya, basta, imagínate en la misma situación con Shaka, escondiendo lo que sientes por él, sintiéndote culpable por traicionar a tu novio, o en el caso de Saga, a tu hermano, y lo peor de todo, que terminaras alejándote de tu pareja secreta por confusiones y tonterías, ¿no crees que es egoísta callarme?-


-Sabes que puede ser peor-


-Nada puede ser peor que lo que acabo de decirte, voy a hablar con Saga quieras o no… si no pudo estar conmigo o con Afrodita, que se quede con la persona que ama, tu lo has visto en los entrenamientos, hasta los caballeros de bronce lo hacen quedar en ridículo por la falta de concentración y la fuerza que ha perdido-


El santo de leo, se dirigió a la casa de géminis


-Saga…- llamó con cautela, pero al no recibir respuesta, decidió alzar la voz -¡Saga!-


-Saga está en su cuarto- le dijo Kanon saliendo de la cocina -y te agradeceré que no menciones su nombre mientras esté presente yo-


Aioria hizo caso omiso a las palabras de Kanon y se dirigió a la recámara izquierda. Tocó la puerta suavemente y abrió para encontrarse con el caballero de Géminis aún dormido y con una expresión terrible; ojeras, los ojos hinchados, y la tristeza visible.


-Saga- lo llamó de nuevo mientras se acercaba para despertarlo


-mm… ¿Aioria?- el mayor se sobresaltó al observar el rostro preocupado del menor -¿qué sucedió?-


-Nada… ¿por qué lo dices?-


-Pues te ves preocupado-


-Y con razón, ¿ya viste tu rostro?, te ves mal…- suspiró -es por eso que vine a decirte la verdad-


-¿La verdad?¿qué verdad?-


-Cuando te dije que te cuidaras de Shaka, lo hice por una razón… y es que él le dijo a Kanon lo tuyo con Milo-


Saga alzó las cejas incrédulo


-¿Qué?-


-Espera… no te enojes con Shaka, de cualquier forma, Kanon ya sabía lo suyo… y… otra cosa que no sabes… Kanon te hizo creer que engañó a Milo porque ustedes lo engañaron primero, pero no es cierto- tomó aire y movió sus dedos nerviosamente -ellos engañaron a Milo mucho antes-


Saga miró a Aioria a los ojos


-¿Estás seguro?- preguntó con una tranquilidad que sorprendió al caballero de leo


-Si… ayer hablé con Mu y con Shaka, ambos sabían que yo estaba enterado de algunas cosas y prefirieron decirme toda la verdad para evitar consufiones-


-Bien… te agradezco que hayas hablado conmigo… pero tengo una última pregunta ¿por qué Shaka le dijo a Kanon lo nuestro?-


 


-- 


-Porque quise poner a Kanon a prueba, quería saber la razón por la que no dejaba a Milo de una vez por todas, quería confirmar si era por lástima o por sentirse confundido, pero me di cuenta de que quiso mantener al escorpión a su lado porque cree que es de su propiedad- le dijo Shaka al caballero de bronce que tenía enfrente


-Entonces…-


-Así es, supuse que si se enteraba de la relación de Milo y Saga, finalmente iba a dejar al escorpión por Camus, y todos iban a estar tranquilos-


-Y como no fue así…-


-Entonces las cosas deben seguir su curso, Saga no tarda en enterarse de la verdad y Milo también-


El caballero de bronce se quedó pensativo


-… espero que lo que haces no traiga peores consecuencias, Shaka-


-Confía en mi-


--


-¿Es por eso? que Shaka hizo lo que hizo… pero no entiendo la razón por la que Camus no ha hecho o dicho nada-


-Yo tampoco, quizá esté poniendo a prueba a Kanon-


-Tal vez tengas razón, Aioria…-


-¿Y qué harás con Kanon?-


-Decirle lo que ya sé, pero eso no me sirve de mucho… porque no tengo a Milo conmigo-


-¿Y por qué no regresas con él? ¿qué prueba necesitas de su cariño?- Aioria comenzaba a desesperarse con la situación.


-Es sólo…-


-Milo no dejaba a Kanon por el remordimiento, está claro, Saga-


-Entonces…-


-Entonces ya manden al demonio todo, pídele que regrese a tu lado-

Notas finales:

Próximamente el capítulo 9, ya solo faltan 2


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