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Pequeña Lolita por Dan chan

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Notas del capitulo:

Lo lamento >//< He demorado muuuucho, para empezar, mi computadora se quemo :u y luego la de mi hermano cof cof la lleno de virus por culpa de manuela xDDDu.

Vale, ya, sin más que decir, disfruten.

Habían pasado ya dos años desde aquel incidente, Emi ahora vive en London o es lo que sus amigas me contaron después de varios intentos y suplicas de que me dieran su ubicación, pero al final supongo que nunca sabré si fueron sinceras o no. Desde aquel día Mika y yo hemos sido amigas, no me he sobrepasado en lo absoluto con ella, ni mucho menos pensado en una forma indebida con ella, de hecho mi corazón duele cada vez que me acerco a una chica, ya que la imagen de Emi viene a mi mente cada momento del día, cada que quiero comenzar de nuevo mi vida exactamente.

 

-Akane-san, ¿Quisiera salir por un helado? Puede que así despeje su mente por siquiera un momento- Me sonrió con aquella cálida sonrisa que siempre se portaba cada que me hablaba, supongo que pensaba que después de todos estos meses aun hablar conmigo era delicado, suspiré.

 

-Claro, suena lindo- Le regresé aquella misma sonrisa lo más que pude, ella ante aquella reacción mía me tomó del brazo para preceder e ir a la heladería.

 

 

“-A-Akane-san… ¿Le pasa algo?- Levanté mi mirada, era Mika después de todo, tenía en aquel entonces una mirada de preocupación, tristeza- ¿Se encuentra bien?

 

-…. Mi novia…- Miré mis manos, aquellas manos que hace un par de horas abrazaban su cuerpo con delicadeza, que revolvía su cabello o inclusive lo peinaba en nuestros ratos libres, todo eso, ya no regresaría… Apreté mis puños llevándolos a mi pecho como si doliese, aunque lo hacía psicológicamente.

 

-¿L-Le ocurrió algo?- Se hinco para alcanzar mi altura y ver detalladamente mi rostro, una vez que vio mi tristeza acerco su mano dudosa, pero al final consiguió acariciar mis cabellos, como a aquel perro callejero que te encuentras cuando está herido.

 

-… Se fue- Dije después de un largo silencio, tratando lo más que podía para que las lágrimas no saliesen.- Ella… Ya no quiere saber nada más de mí- Finalmente ese pequeño hilo que contenía mi orgullo se rompió, dejando que las lágrimas escurrieran por mis mejillas mientras pensaba en mi perdida irreparable.  

 

-Calma- Comentó en una suave voz mientras me ayudaba a levantarme, nuevamente con delicadeza ya que pensaba que en cualquier momento me rompería aún más.- Ven, ¿Quisieras ir por un helado conmigo?”

 

 

Desde aquel día Mika a tratado de hacerme sonreír como antes, creo que teme que yo terminé en depresión  o algo parecido a ello, por eso desde aquel incidente sale más a menudo conmigo, aunque sea convivir por lo menos dos a cinco horas al día.

 

-Akane-san, ¿Su helado es de su agrado?- Me miraba fijamente y a la vez preocupada, supongo que me había perdido en mis pensamientos y recuerdos que olvide contestarle y simplemente me quede en silencio.

 

-Claro, sabes que me gusta la fresa- Le sonreí, nuevamente con alegría mezclada de simpatía, acerque mi cuchara llena de helado a mi boca, saboreando aquel sabor natural del fruto.

 

-Te quedaste un buen rato callada, me preocupaba que estuvieras pensando en… aquello…- Bajo su mirada con vista hacia su helado, al parecer me hacía ver mucho como la victima con un pasado terrible que necesitaba del consuelo de los demás, me molestaba.- Akane-san… Mañana habrá una fiesta con todos los de último año, y quisiera que fueras conmigo.

 

-Sabes que aún no estoy de humor para esas cosas, además nunca me gustaron de todos modos.- Dios, allí estaba yo, la fría que no quería ayuda de los demás a seguir adelante.

 

-¡No lo digo para que vayas a bailar o cosas semejantes! ¡Lo…! Lo digo para que conozcas a otras personas, a otras chicas exactamente- Deje caer mi cuchara por aquel comentario tan inesperado, miraba a la nada, me aterraba demasiado la idea de tener que ir y conocer a alguien más, y que si… ¿Y que si no podía volver a ser como la de antes? Aclare mi mente un poco, no, eso no era a lo que le temía, subí mi mirada para verla directamente a los ojos.

 

-No quiero a nadie más- Apreté mis puños por encima de mis piernas, lo decía convencida, solo mi pequeña podía ser la elegida.-…Duele cando quiero acercarme a alguien, aquí- Subí una de mis manos hacia mi pecho, donde se encontraba mi corazón.

 

-Tranquila, tienes que olvidad a Emi-san, de seguro encontraras a una chica amable y linda- Sonreía convencida de sus palabras- Confía en mí, todo saldrá bien en la fiesta.

 

 

Escuché como alguien tocaba el timbre exactamente a las nueve y media de la noche, yo terminaba de arreglar mi maquillaje y uno que otro diminuto detalle, me miré una última vez en el espejo, no me veía tan mal pero tampoco me veía espectacular, solté un suspiro antes de ir y atender la puerta.

 

-Hola Akane-san, ¿Lista para irnos?- Le asentí sin miedo a la vez que cogía las llaves de mi auto. Mientras caminábamos hacia este note su atuendo, un vestido azul que se usa típicamente en una fiesta formal, vaya, y yo vistiendo con una camiseta sin mangas y un short diminuto. Al llegar al auto subimos, ella me dijo la dirección y comencé a conducir hasta aquel lugar, honestamente no estaba muerta de ansias en llegar, me daba igual de hecho. Después de unos cuantos minutos llegamos donde sería la fiesta, una casa para ser más exactos, llena de chicos de ultimo grado de preparatoria, típico, están en la edad de salir de fiesta como si no hubiese un mañana.

 

-Ya había olvidado como eran estas fiestas de tercer año- Apague el auto al terminar de estacionarlo y salimos con dirección hacia la entrada, se observaba que había demasiada gente, tanto como dentro tanto como afuera.- ¿Estarás con tus amigas?- Negó

 

-Estaré contigo hasta que encuentres a alguien con quien pasar la noche- Le sonreí aliviada, llevando mi mano hacia su cabeza para revolver sus cabellos un poco sin despeinarla.

 

 

Pasó una hora desde que habíamos llegado aquí y aún no me le acercaba a nadie o viceversa.

 

-Hey, tal vez nadie se te acerca porque deben de pensar que eres mi pareja, o mi hermana siquiera y soy un estorbo… Creo que sería mejor dejarte sola un rato- Se levantó, acomodando su vestido que se había desarreglado cuando se sentó junto conmigo en un sofá- Vuelvo en una hora.

 

Suspiré mirando como perro sin dueño a mi alrededor, “No puedo quedarme así”, me levanté sin otra opción y comencé a caminar sin un destino en concreto, dios, odiaba tanto estas situaciones. Llegué donde el alcohol, una barra localizada en la cocina para ser exactos, cogí un vaso, me serví y comencé a beber. En el otro lado de la barra me miraba una chica, a lo que no tardo en acercarse a mí una vez que cruzamos miradas.

 

 

-Hola, soy Yami, un gusto- Me sonrió ladinamente, por su apariencia imaginaba que era del mismo año que Mika, solo que ella estaba muy, MUY desarrollada para su edad, portando de un cabello castaño hermoso.

 

-Akane, así me llamo- Sonreí retirando el vaso de mis labios par mirarle de pies a cabeza, era atractiva- Un gusto Yami.

 

-¿Vas en el instituto? No recuerdo haber visto a una superior tan linda como tú- Se me acerco, apegando su cuerpo al mío sin vergüenza alguna, vaya, estas mujeres son cada vez más atrevidas.

 

-Estoy en la universidad, el año pasado me gradué- Ella al escucharme dejo salir una pequeña risita.

 

-Heh, eres demasiado linda a pesar de ser mayor que yo- Se me acerco otro poco, provocando que ambos de nuestros bustos estuviesen prácticamente comprimidos por nuestros cuerpos. No podía dejar que ella me dominara, no ahora que volvía a mis viejos hábitos, así que la tomé de la cintura, cogiendo su barbilla para que me mirara.

 

-¿Ah sí? Pues tu no estas nada mal a decir verdad, de hecho me pareces una persona demasiado provocante- Inmediatamente dije aquello ella mostro un sonrojo en sus mejillas- Venga, vayamos arriba para alejarnos de este ruido.

 

Fuimos a una habitación que quedaba subiendo las escaleras, estando ambas dentro cerré la puerta detrás de nosotros y coloque el seguro para que nadie nos interrumpiera. Inmediatamente la arroje a la cama para comenzar a besarla de manera pasional, entre jadeos e interacciones de parte de nuestras lenguas ella comenzó a acariciar mis costados. Aleje sus manos cuando esta empezó a hacerlo, y en respuesta mía abrí sus piernas, acariciando su monte con énfasis a lo que ella comenzó a gemir agudamente con un sonrojo en su rostro.

 

-A-Akane-sama… M-Más…-Un agudo dolor surgio en mi pecho. Quise continuar con mis movimientos, pero lagrimas comenzaron a llenar mis mejillas, la imagen de Emi había llegado a mi cuando me hablo con aquella expresión, y de la nada, miles de recuerdos comenzaron a rondar por mi mente.

 

-Lo lamento, no puedo, perdona…- Me levante de golpe y salí casi corriendo de allí en busca de Mika, una vez que la encontré la tomé de su mano, sacándola del lugar.

 

 

-¿Te sientes bien? ¿Qué paso?- Comento obviamente preocupada al ver mi estado, lagrimas seguían saliendo, pero no sollozaba, estas simplemente no paraban. Saqué las llaves de mi bolsillo trasero y abrí el auto, abriendo su puerta para que subiera mientras yo caminaba hacía la puerta del piloto.

 

-Emi… Tengo que encontrarla…- Mika al escucharme corrió detrás mío, abrazándome por detrás, hundiendo su cabeza en mi espalda-.

 

-Akane-san, ya lo has intentado antes, no lo hagas, no de nuevo por favor- Escuchaba su voz llena de angustia a pesar de que la música saliera de la casa.

 

-Pero ahora no me rendiré de buscarla hasta traerla de vuelta conmigo. 

Notas finales:

YYyyyyyyyyy ya me pondre a pasar los dos capitulos que tengo por alli olvidados en mi libreta xDu. Espero y halla sido de su agrado nun. 

Dan'Chan


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