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[Kaisoo] El poder del calcetín por Pitolicious

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Los EXO–K llegaron a casa derrotados. Había sido un día muy largo; uno en el que les había tocado actuar en directo más un viaje de horas interminables en coche y en avión. Se podía decir que las horas que pasaban sentados mientras eran transportados de un lado a otro del continente eran las peores. Sobre todo si Baekhyun y Chanyeol no hacían más que gritar por aquí y por allá, sin dejar que nadie durmiese o al menos descasase. El manager a veces lo agradecía porque así el podía permanecer despierto, aunque casi siempre le mosquease.

 

Pero, ¿qué era lo que más le molestaba a Do Kyungsoo? El par de calcetines. Y, te preguntaras que par de calcetines le podían molestar ¿verdad? Todos siempre hemos llevado algunos calcetines que por activa y por pasiva no se querían colocar bien en nuestros pies, dejando que una persona no pudiese andar cómodamente. Y Kyungsoo no podía andar cómodamente, es cierto, pero la razón era un tanto diferente.

 

–Date la vuelta, me tengo que cambiar –le pidió a Jongin con el que llevaba compartiendo habitación desde hacía ya mucho tiempo.

 

Este le miro extrañado. Hacía ya tiempo que se habían acostumbrado a desnudarse uno delante del otro, pero Kyungsoo siempre conseguía confundirle.

 

–¿Qué me dé la vuelta? –pregunto curioso. Quizás hubiese sido mejor no decir nada, entonces el mayor no hubiese encendido la curiosidad del bailarín principal–. ¿Desde cuándo te da vergüenza desnudarte delante de mí?

 

–Ehm… –Jongin adoraba cada una de las expresiones faciales de su Hyung. Se veía demasiado adorable y gracioso a la vez–. Desde hace unas semanas –se excusó inventándose la primera cosa que se le ocurría–. ¿No has notado que últimamente voy a cambiarme al baño?

 

Kai sonrió sin poder evitarlo. En realidad hacia horas que había descubierto el pequeño secreto de Kyungsoo. Sabía que era lo que le estaba matando de la vergüenza y aunque por lo general no disfrutase haciendo sufrir a su querido Hyung puede que empezase a hacerlo.

 

–Hyung –hizo una pequeña pausa antes de seguir hablando–. Sé que es lo que te pasa –le aseguro aunque el mayor prefería negarse a pensar que lo sabía. Se aproximo tanto a él que este cayó de espaldas contra el colchón de su propia cama–. Me he dado cuenta desde que hemos salido de casa. ¿Por qué lo has hecho?

 

Dejo caer su cuerpo sobre el de su Hyung como si fuese un peso muerto, aprisionándolo entre el calor de su tronco y el mueble. Kyungsoo tembló ligeramente, de vergüenza más que nada al darse cuenta de que había sido descubierto.

 

–¿Por qué lo has hecho? –exigió saber el bailarín principal mientras acariciaba con la punta de su nariz el expuesto cuello del cantante. Este se estremeció y agarro fuertemente a Kai, obligándole a acercarse a su cuerpo aun más. El sensual contacto del moreno sobre su piel era algo que le volvía loco.

 

Antes de seguir de manera seria Jongin introdujo la mano por debajo de los pantalones y bóxers de su compañero de habitación y de ese lugar saco un par de calcetines fruncidos entre ellos. Esos mismos calcetines que habían creado un bulto enorme en su entrepierna durante todo el día. Kyungsoo no quiso mirar de lo avergonzado que se encontraba de su acción, pero no había encontrado ningún momento oportuno para poder quitárselo y volver a la normalidad.

 

–Leí… –murmuro suavemente mientras pasaba sus manos por el descubierto torso de su novio con suavidad, tan solo delineando cada musculo del lugar– que las fans internacionales decían que no tenía nada ahí y… –se mordió el labio superior para oprimir un intenso gemido que quería salir de su boca cuando el menor beso y mordió cierta parte sensible de su cuello–. Jongin… los demás están en la sala podrían…

 

–Sabes que no –aseguró el para intentar tranquilizarlo–. Estarán viendo la televisión y muy concentrados en ello como para –volvió a meter su mano por dentro de las telas bajas del chico pálido para rozar su miembro–. Tranquilízate un poco –le pidió de manera amable.

 

Kyungsoo asintió mientras esperaba que Jongin siguiese tocándole más a fondo. Y así lo hizo. Con suaves movimientos comenzó a acariciar el miembro del chico haciendo que despertase y se encendiese. De la manera que ambos deseaban. El moreno pudo escuchar como el mayor jadeaba suavemente, intentando no llamar la atención de los demás miembros.

 

De una manera impaciente, Jongin se deshizo de ambos pantalones, intentando dejarles aun una escasa intimidad que proporcionaban la ropa interior (y en el caso de Kyungsoo la camiseta también). Sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo cuando de manera tímida Kyungsoo metió la mano en su entrepierna, con aquella expresión de vergüenza total pero a la vez con un toque de picardía. Definitivamente Do Kyungsoo era la persona más expresiva del mundo. ¿Quién más podía mezclar las emociones en su propia cara y seguir siendo tan mono como él? Absolutamente nadie.

 

Su miembro, que iba simpatizando con el del mayor siguió despertando. El sensual cuerpo más las caricias que le proporcionaba a su novio más los sonidos que salían de su boca habían surtido efecto en él. Ataco sus labios, intentando no dejarles descanso para que se tranquilizara y gozara. Que dejase de intentar reprimir aquellos sonidos tan porno que eran capaces de entonar sus cuerdas vocales para poder deleitarse.

 

Solo habían llegado un par de veces hasta el final. Por lo general no se permitían hacerlo ya que su agenda siendo tan apretada y movida no les dejaba tiempo para poder sanar por dentro y aparentar que no había pasado nada delante de los demás miembros, profesores, manager o sumbaemins. Y estaba claro que aquella no iba a ser una de las veces que iban a llegar hasta el final ya que al día siguiente tenían que grabar un anuncio.

 

–¿Podrías…? –se atrevió a preguntar el pequeño después del intenso debate de sus labios. Con solo echar una mirada hacia abajo Kyungsoo supo a que se estaba refiriendo el chico. Asintió tapando su rojo labio inferior bajo su otro labio rojísimo superior.

 

Con un bandazo se posiciono encima del menor, ambos se sonrieron como unos idiotas mientras Kyungsoo delineaba una imaginaria línea que iba desde el cuello del menor hasta la entrepierna. Luego la repaso con sus labios, dejando un rastro de dulces besos y le bajo lo justo los bóxer para dejar el pene y los testículos al aire. Jongin pudo notar frío de repente en sus partes, pero en seguida termino aquella sensación.

 

Justo cuando el mayor atino a meterse medio miembro en la boca a la vez que envolvía el otro medio entre sus manos. La verdad es que al bajo se le cansaba la boca bastante rápidamente, y no le gustaba faenar durante mucho rato, o sea que solía preferir que Jongin se corriese cuanto antes. Creía, y estaba en lo cierto, que Jongin ni se había enterado de aquello y así lo prefería.

 

Antes de nada succiono del cacho de miembro que tenía metido en la boca, dejando saliva sobre este para lubricarlo cuanto antes y que luego rozase su boca más fácilmente. Cuando se lo saco le dedico extensas lamidas de una punta a otra y todas en la misma dirección. ¿Todos los caminos van a Roma no? Pues en aquella habitación Roma era un lugar bien distinto. Siguió con su trabajo hasta que le pareció óptimo, justo en el momento en el que Jongin arqueo de manera insana la espalda.

 

Le abrió más las piernas para posicionarse cómodamente y así poder seguir tranquilamente. Volvió a metérsela una vez más en la boca, esta vez de una manera más agresiva y hasta dentro, dejando esta vez que sus manos se ocupasen de acariciar el alto de sus piernas y los testículos.

 

Prácticamente cuando se la chupaba a Jongin era todo lamer y succionar; no le agradaban los mordiscos y decía preferir las lamidas a los besos, que aunque los viese muy dulces era mejor guardarlos para aniversarios (que era cuando de verdad debía de ser algo especial). Y la verdad era que Kim Jongin solía ser bastante ñoño y detallista con esas cosas, Kyungsoo adoraba esa faceta suya. Hacía que se sintiera querido, deseado y mimado.

 

Tres minutos más tarde Jongin tuvo que meterse la mano en la boca para que los demás miembros no escuchasen su orgasmos (mano que hasta hacia unos segundos se había encargado de acariciar el fino y revuelto pelo del cantante).

 

El ambiente irradiaba a sexo. Prácticamente era como entrar en una habitación en la que acababan de tener sexo y aun se podía oler.

 

Jongin agarro a Kyungsoo de los brazos y le obligo a sentarse sobre su pecho. Con la mano izquierda, recogió los restos de semen que no habían quedado en su boca y se lo esparció a su novio por el miembro, para utilizarlo de lubricante y que la fricción fuese mínima e ir más rápido. Al principio el mayor se quejo, por verse tan expuesto ante el pequeño, pero aun así se dejo llevar por las caricias que le proporcionaba.

 

Noto como la temperatura del lugar subía de repente, como sus músculos se contraían y se relajaban sin ton ni son. Incluso podía notar como sus pupilas se iban delatando a cada sacudida que Jongin reproducía en su miembro. Se lamio los labios intentando concentrarse en aquel placer que sentía.

 

Quería abrazar a su novio, fundirse junto a él; pero este no le dejaba. Quería ver en primera fila como llegase al éxtasis. Y la verdad es que duro lo suyo, más que lo que ninguno de los dos imagino que fuese a durar. Kyungsoo había comenzado a imaginarse cosas no exactamente desagradables, pero nada que fuese agradable o excitante. Así el placer se prolongo y lo pudo disfrutar aun más.

 

–Arfh… –se dejo caer sobre el cuerpo de su novio, dejando que prácticamente este besase su ombligo–. Lo siento –se disculpo antes de ponerse a su misma altura-. ¿Decías entonces que cada vez que me ponga un calcetín en la entrepierna acabaremos así? –bromeó mientras lentamente se abrazaba más y más fuerte al cuerpo de su novio.

 

Ninguno de los dos pudo reírse al recordar cómo había empezado aquel encuentro íntimo. Jongin tenía bien claro que si Kyungsoo seguía comportándose tal y como era y seguía haciendo aquellas tiernas tonterías que tanto le caracterizaban acabaría por no poder controlarse.


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