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GraND LiNe GaME por Sakura Hale

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Notas del capitulo:

Omg!! llevo un tiempo... Lo siento!! u.u

me tardadare un poquitin desde ahora en actualizar como ya habran notado... Ya entre a la uni y practicamente me la voy a vivir alli...

Les dejo la conti~ espero que les guste 

NOTA: “ >> Blablabla... <<" (En un aparte del fic aparece entre estos simbolos, es un recuerdo :3 ) 

>>Y la ultima parte sera narrada por Zoro<< 

 

Capítulo 11: Guerra…

Las calles estaban desiertas, aquel color arena, café resaltaban en el ambiente. Una brisa llena de arena impregnaba el aroma desértico allí, en aquel lugar se encontraba el reino Kamabakka, o como también les conocían, la resistencia Kama.                                                                                                         

A pesar del ambiente solitario del lugar, justo bajo la arena se encontraba su reino, donde poseían comida, agua, entre otras cosas. Suficientes provisiones. Salían ha determinado momento para proteger aquel lugar de cualquier enemigo y buscar víveres. Ivankov tenía una sonrisa en el rostro, estaba en aquella enorme sala en su paraíso bajo la arena, enormes sillones rojos en la estancia, varias mesas de madera donde se sentaban a beber de vez en cuando. Por supuesto las paredes y el techo eran de madera.

-Eres tan lindo, cariñito – Estaba cepillando el cabello café de un jovencito, uno un poco conocido.

-Ivan… -Estaba rojo, había pasado más de una hora cepillándole el cabello y no sabía que hacer para detenerle, no quería sonar maleducado u ofensivo.   

-Ayumi, tu cabello es hermoso, además ese hombrecito, jamás me dejaría cepillar su cabello. –El recordar aquello le hizo sacar un bufido. Kuroashi Sanji le había dicho que siempre sería un hombre, todo un caballero, era el único que no había caído ante sus hormonas, le molestaba que sus palabras fueran reales, pero lo que realmente le sacaba de quicio era que no se dejara poner hermosos vestidos o llevar un poco de maquillaje en el rostro. Es más por rebeldía se había dejado crecer una barba, para hacer enojar aún más a Ivan, Sanji tenía razón y no dejaría de ser todo un hombre. Lo único que había logrado por unas palabras totalmente en broma, era el motivo por el cual tenía deseos de cepillar aquella rubia cabellera.

Unos metros adelante unos hombres yacían en el suelo siendo cubiertos por la arena, el vencedor de aquella pelea había sido el gran Kuroashi Sanji, el joven conocido por desgracia según él, como segundo al mando de la resistencia Kamba. Ya estaba listo, se dirigía con los demás puesto que ya había conseguido más provisiones, haría algo increíble para la comida.                                                                            

-Sanji… Déjale cepillar tu cabello, por lo menos un par de minutos –Un par de minutos era lo que solía decir Ivan cuando aquellos simples minutos se convertían en unas largas horas, lo mismo le había propuesto al joven Ayumi “Solo un par de minutos” y jamás lo soltó.                                                                          

Sanji dejo los víveres en la cocina, se quitó aquella capa enorme color beige la cual protegía su ropa de ensuciarse con aquella arena en la superficie, llevaba un pantalón beige junto con botas color café y una camisa azul. No era una ropa que a él le gustara, amaba el elegante negro, pero en aquellas condiciones de calor que tenía que soportar en la superficie, era mejor usar colores más cálidos, y era eso o usar las extravagantes ropas de los kamas allí presentes.                                         

-Lo siento pero mi cabello es intocable –Quito aquella cinta color negro de su cabello provocando una mirada molesta por parte de Ivan, su cabello era largo hasta llegarle a la cintura, un hermoso cabello dorado. Solo existía un motivo por el cual él se lo había dejado crecer, cuando apenas unos días se había quedado junto a los kamas, Ivan le había mencionado “Ahora las mujeres aman a los hombres de larga cabellera” esas simples palabras lo habían hecho dejárselo crecer. Aun después de eso se dejó la barba, no deseaba parecer afeminado, él era todo un hombre.                                                     

-Ivan… Me iré, tengo que reencontrarme con mis nakamas. –Si ese era el detalle, Luffy había cifrado un mensaje para todos sus nakamas, se tendría que encontrar en dos años y ese tiempo ya había transcurrido.

-Yo te acompaño Sanji –Ayumi también tenía que buscar a sus camaradas, él había decidido quedarse con Sanji a lo largo de esos dos años y hacerse más fuerte. Bien, lo último que haría era esa comida con ayuda de Ayumi.                                                                                                                                                       

Se despidieron de Ivan junto a los amigos que habían hecho, cruzarían aquel desierto, Ayumi iba con un vestido rosa pastel con estampados de dulces, postres y cupcakes, un suéter rosa pastel con un listón rosa que anudaba el suéter. Sanji vestía con su nuevo traje negro, su pantalón, camisa naranja y claro sus zapatos negros; ambos llevaban sus capas color beige, solo sanji llevaba un pañuelo árabe beige con bordados cafes. Ya habían pasado un  par de días, llevaban una mochila llena de víveres. Pesadas gotas de agua comenzaban a caer del cielo, ya habían llegado a la zona de lluvia acida. Sí, en aquella parte del desierto llovía agua acida deteriorando las ruinas que quedaban de lo que alguna vez fue una ciudad.  Ayumi creo algo parecido a un escudo de hielo sobre ellos cubriéndolos de la lluvia, no iban a quemarse con ella; de vez en cuando iba regenerando la capa de hielo que los cubría puesto a que esta también se iba deteriorando por aquella agua, un día más pasaron en aquella lluvia.

-Lo siento, no puedo ir por esa dirección. –Sanji comprendía, él no podía pasar, allí fue donde ambos se separaron, el chico vestido de rosa le dejo aquel escudo más comprimió el hielo lo más que pudo para hacerlo duradero. Ambos se despidieron, Sanji ya esperaba salir de aquel desierto, donde terminara la lluvia. Siguió caminando cuando alguien se puso a su lado.

-Sanji, que tal… ¿vas a por Luffy?- Era nada más y nada menos que Trafalgar, la lluvia no le hacía nada, él se protegía gracias a su poder del akuma no mi.                                                                                       

-No me esperaba encontrarte a ti en este lugar – Conversaban mientras caminaban, ambos iban en la misma dirección. Por fin podían divisar aquella entrada muy conocida.

-Esta es una de las ciudades intocables, Crocodile no regresaría a Arabasta. –Era verdad, era el reino de Vivi, una sonrisa no visible por sus ropas estaba en su rostro.

-Por fin… ¡Por fin, mujeres de verdad! –Cuando llegaron a aquella entrada los vigilantes los detuvieron un momento, Law solo comento.

-Es mi novia, y queremos entrar, pasamos aquella horrible lluvia acida – Miraron de cercas al rubio quien se había sonrojado, ¿el su novia? Que confianza del tipo, no hablo para nada.

-Esta algo mal por el camino y su voz se afectó. –Aquellos hombres les dejaron pasar, puesto que Law les había dicho que era un cirujano, no llevaban armas consigo. El pueblo de Vivi era hermoso, parecía que la guerra no había puesto pie en Arabasta.

-Solo tenías que decir que éramos amigos de Vivi-chan – Le dijo con molestia.

-Eso no sería divertido Sanji-ya… Vamos a… -

-¡Law, por aquí! –Era Luffy, al parecer eran amigos, les hacía señas para que se acercaran, junto a Luffy estaba un narizón muy conocido, este solo sonrio saludando a ambos recién llegados.

-Mugiwara –Ambos amigos miraron al compañero de Law con curiosidad a lo que el cirujano respondió – Es mi novia –

-¡Que no soy tu novia! –Hizo a un lado aquel pañuelo árabe dejando ver su rostro, Usopp sonrió junto a Luffy, ambos estaban felices de ver a su nakama después de años.

-¡Sanji Shishishishi!-

-Que maravilla volver a verte –Ambos se miraban, sí que habían cambiado, Sanji al verlos se había alegrado, solo faltaba ver a sus damitas, amigos y a su pequeño doctor amante del algodón de azúcar.                                      

-¿Por qué tanto escándalo narizotas? – Zoro daba unos pasos acercándose, estaba sorprendido, era… Era Sanji, una sonrisa se apodero de su rostro, si había cambiado, pero ese cejillas no dejaba de ser un cejillas.

-Marimo… Marimo de un ojo – Dejo salir una risita de su boca, no iba a mostrarse feliz por verlo después de tanto tiempo, no le demostraría que había pensado en él o que siquiera lo había extrañado. Sería lo de siempre, un trato de Cejillas a Marimo.

-¿A quién llamas Marimo de un ojo? –Esperaba por lo menos un saludo y un ¿Cómo has estado?, tal vez era mucho pedir. Después de todo sus pensamientos eran verdad, le había dejado una mala impresión de el a su querido cocinero; en su último encuentro casi lo había hecho suyo, sin palabra alguna.

-A ti, ¿Quién más sería un marimo de un ojo? –Paso a un lado de él tomando el brazo de Usopp. –Luffy, marimo… Usopp y yo iremos a platicar un rato, luego los veo – Quería evitar al marimo, pero también quería platicar con el tirador para saber lo que había pasado.

Aquella vez cuando aquel rayo rojo cayó del cielo, esa noche fue cuando se enteró de todo, se había encontrado con Ayumi él le había llevado a su casa lejos de su perseguidor, este le había explicado todo...

“ >> -Sanji, ahora hay una ruptura entre ambas dimensiones, se están juntado ambas realidades.–

-Esto es imposible era solo un juego- Ahora comprendía, ese juego si era diabólico, al menos eso pensaba y lo seguía haciendo.

-Siento todo esto… Te lo contare todo –Lo veía, sentía que corríamos peligro, mas acepte escuchar todas las explicaciones del chico.

-El juego, GraND LiNe GaME conectaba ambas realidades. El creador de este magnífico invento hizo muchas cosas. Gracias a él estas dimensiones permanecían lejos una de otra… Esto no sería así para siempre, por lo cual designo a un grupo de personas llamadas guardianes, esos guardianes tiene la responsabilidad de mantener cierto equilibrio dimensional. Yo soy uno de los guardianes, nuestra líder no lo logro, reuniré a los demás guardianes, no habíamos estado juntos en mucho tiempo. Lo más seguro es que varios de nosotros sean removidos de su título de guardianes. Esto no debía pasar, en menos de 3 años aún se puede lograr reparar este error, si pasan los 3 años esto será imposible de cambiar. -  Una larga explicación, ahora entendía muchas cosas, pero no imaginaba el drástico cambio que ocurriría en la realidad.<< ”

-Usopp… Es algo que jamás se le habría ocurrido a alguien que sucedería, es incompresible – Usopp había escuchado todo del rubio, incluso que había estado en el reino Kamabakka, pasoso su mano en el hombro del cocinero, dedicándole una sonrisa.

-Sabes, Luffy y los demás hemos platicado, el mundo debe ser tal y como ha sido antes… Luffy está decidido a hacerlo, ya que gracias a todo este enredo dimensional la era pirata esta por culminar y ya sabes el futuro rey de los piratas es un pirata… –

-Comprendo, desde que Kurohige junto a otros poderosos piratas se unieron creando esta guerra hace dos años todo es un desastre… No imagine que la era pirata fuera a terminar de esta manera – Usopp le hizo una seña a Sanji, era mejor llevarlo donde se estaba quedando sus demás Nakamas, que era el palacio de Vivi.                                                                                                                        

 Vivi había sido muy amable, le había brindado una habitación al rubio, no sin antes decirle donde estaban sus demás nakamas y algunos lugares en específico. Sanji se quitó aquella capa beige que aun traía su traje no se había ensuciado, Usopp lo miro, definitivamente le seguía atrayendo aquel cocinero, se acercó a él, a la vez que sus ojos miraban como se recostaba en aquella cama de sábanas blancas.

-Usopp… -sus dedos jugaban con el cabello del moreno que yacía sentado a la orilla de la cama. –Tú también te dejaste el cabello largo- Recargo sus brazos sobre la cama mirando a Sanji a los ojos. 

-Tu… Sigues gustándome tanto como aquella vez que te conocí –Esos eran sus pensamientos mientras su mirada seguía sobre el rubio, desatando aquella cinta de su cabello dejándolo esparcido por la sabana.

>>Sí, me detestaba. Hace dos años, desde mucho antes no le había confesado lo que sentía. El no hacerlo junto a casi haberlo hecho mío era un igual a idea errónea sobre mi departe del cejillas. Lo había notado Sanji me había evitado, si no lo hubiera hecho nuestra típica pelea hubiera continuado. Me dirigía a mi habitación en casa de Vivi, cuando note que ambos entraban a una recamara. Camine hacia ellos ningún sonido provenía de allí; abrí la puerta sin pensarlo.                                   

¡Usopp estaba sobre mi rubio!

-¡Tu maldito pervertido, suéltale! –Lo tome del brazo tirándolo al suelo, desenfundaba mis katanas.

-Zoro, no es lo que… -

-¡Zoro idiota! El que realmente es un pervertido es otro –Lo vi parado mirándome molesto, su cabello era hermosamente largo y brillante. ¿Yo pervertido? Enfunde mis katanas mirándole sin importarme que Usopp estuviera tras de mí en el suelo.

-¡Sí, tú eres un pervertido! Ve a buscarte a alguien con quien acostarte y déjame en paz. Tu y yo solo somos camaradas solo eso. Lárgate. –Señalo la puerta, sus palabras se repetían una y otra vez en mi mente, para el ¿yo solo era un camarada? un conocido. ¿Ni siquiera su amigo podría llegar a ser? Yo de verdad era un idiota, un grandísimo idiota. <<   

Mientras tanto…

Ayumi había logrado salir del desierto, estaba cansado, cuando un Jepp se divisó bajo la sombra de unas enormes rocas, una joven de cabello negro y ojos azules con una extraña llama en el ojo izquierdo de una piel blanca que destacaba, traía puesto un bikini negro con una estrella blanca, short corto con dos cinturones blancos juntos a unos blancos calcetines arriba de la rodilla y botas negras con blanco, un chaleco negro. Aquella joven al divisar al chico sonrió y corrió hacia él, al momento que sus ojos intentaban ver más allá del horizonte.

-Ayumi-san –Lo abrazo, este le tomo de la mano subiéndose al Jepp, un olor a tierra y arena se acercaban, a lo lejos se veía como se aproximaba la tormenta de arena. Ambos estaban en el Jepp, Ayumi conducía acelerando todo lo que podía, no quedaba lejos Arabasta allí se encontrarían con su otra compañera, los guardines se reunirían. La chica tenía una sonrisa en el rostro, solo pensaba que en menos de una hora se reunirían los guardianes del yaoi, como se hacían llamar; mientras le arrebataba el volante y aceleraba aún más rumbo a su destino siendo seguidos por la feroz arena. 

To Be Continued… 

Notas finales:

Espero que les haya gustado y una disculpa por enredarles tanto con mi fic y que apenas sea solo ZoSan

PERO ya me di cuenta, cuando coloco varias parejas en un fic siempre quiero que todas tengan "su momento" y pasa esto... al principio era ZoSan luego se volvió Ace x Luffy... y un poco Kidd x Law... Pero en fin, realmente quiero darle "su momento" a esas parejas :3

Nuevamente disculpen si lo anterior les molesto o algo.

Les desea lo mejor Sakura Hale.

Muchos Nyappy´s!!! a todos y gracias a todos los que se toman la molestia de leer y aun mas de dejar un comentario.

PD: SI tienen alguna duda o pregunta sobre este fanfic no duden en preguntarme que yo gustosa responderé :3

NOTA: En el "Capítulo 8: El destino escrito en piedra" Lo nombre así por aquel libro del destino que es mencionado mas adelante. y el "Capítulo 10: Ruptura" lo nombre de esa manera por lo que acontece en este capitulo, ese día con aquel rayo rojo fue ocasionada aquella ruptura dimensional.


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