El dueño de aquella voz estaba parado en la cima de un árbol, un tanto lejos que no se le podía ver la cara a simple vista, pero Natsu sabía de quien se trataba.
-¿Quién diablos eres tu?- replicó molesto Loki.
Aquella persona soltó una carcajada algo siniestra y dio varios saltos entre los arboles hasta acercarse lo suficiente para que lo vieran bien. Su figura erguida y su mirada intimidante intimido un poco a Loke, pero recobro su postura.
-Te pregunte que quién diablos eres- dijo Loke con un tono intimidante que no tuvo el efecto esperado en el inesperado invitado.
-No hace falta que sepas quien soy- respondió irritado- solo vengo por Natsu.
No hubo tiempo de replicas por parte de Loke, cuando se dio cuenta Natsu estaba en los brazos del otro, se lo hecho al hombro e hizo un ademán de despedida hacia Loke, el cual esta a hirviendo de cólera; y se fue tan misteriosamente como llegó. Corrió bastante tiempo entre el bosque hasta llegar a un claro de este donde bajo a Natsu.
-Ha pasado tiempo, Natsu-san - dijo rompiendo el silencio- arregla tu ropa, no puedes ir a ver a la reina en esas fachas.
Natsu estuvo apunto de hablar pero se dio cuenta de su aspecto y se retracto; se subió las calcetas, se abrocho el vestido, le sacudió el polvo y finalmente se subió las bragas muy apenado a pesar de que su acompañante estaba de espaldas.
-Oye- dijo llamando su atención- gracias por lo de hace rato- lucía avergonzado pero sus palabras estaban llenas de gratitud y sinceridad.
-No me des las gracias- la rabia se hacia notar en cada una de sus palabras- si tan solo hubiera llegado antes ese hijo de puta no te hubiera hecho eso- unas lágrimas de rabia brotaron de sus ojos y su voz se quebró. Natsu se quedo admirándolo en silencio queriendo darle una palabras de consuelo, pero simplemente no encontraba palabras para tranquilizarlo, simplemente opto por rodearle la cintura al otro en un tierno abrazo. -Lo siento Natsu-san - soltó con cierta amargura en sus palabras- se suponía que nunca verías esta parte de mi- dijo avergonzado mientras tomaba las manos de este que estaban apretadas contra su pecho. Estuvieron en rato en esa posición, ah ambos parecía gustarle estar de aquella forma, a Natsu le hacia sentir que en aquel mundo de locos alguien le protegería. -Nos vamos- dijo con una gran sonrisa, Natsu se sintió maravillado ante él, tanto que no hubo reproche cuando lo cargó a manera de princesa.
Unos momentos después Natsu se sintió avergonzado y oculto su rojo rostro en el cuello del otro, el cual solo solto una risita mientras seguía corriendo entre aquel gran bosque. "¿Qué hay con esta actitud tan sumisa nuevamente?" pensó apenado "pero... es agradable la sensación que viene de él" este último pensamiento hizo que terminara en los brazos de morfeo y terminara profundamente dormido, habían pasado tantas cosas en aquel día que todavía estaba por terminar y que le traería muchas cosas que desconocía.
-Descansa Natsu-san -susurro mientra veía el lindo rostro de Natsu dormido entre sus brazos.
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- Natsu-san despierte.
Natsu abrió perezosamente sus ojos negros y lo primero que vio su los radiante ojos de su compañero y una brillante sonrisa, luego observo su alrededor, un gran y hermoso castillo con un diseño inusual. Estaban en la entrada del castillo que era un gran jardín de rosales blancos, rojos y negros en forma de corazones, en el centro del jardín había un sendero de cuadros blancos y negros.
Natsu fue bajado para que él pudiera caminar y observar todo con detenimiento, era un camino largo pero muy hermoso. La puerta del palacio era más grande de lo que se veía a la lejanía; tan solo al ponerse enfrente de esta se abrió automáticamente sorprendiendo a Natsu. El palacio era muy elegante por dentro, siguiendo el patrón de cuadros negros y blancos. Caminaron por el largo pasillo hasta llegar a una gran sala donde estaban Lucy, Gray, Gajeel, Wendy y Loke, el cual al ver llegar a Natsu con el extraño lo hizo enfurecer.
-¿Y la reina?- preguntó el acompañante de Natsu.
-En un momento llegara- le respondió Lucy con una sonrisa.
-¿Tu que haces aquí maldito bastardo?- gritó Loke.
No hubo respuesta provocando la ira de Loke, quien en un movimiento salvaje se levanto de su asiento y estaba dispuesto a darle un golpe, pero hubo una interrupción.
-Loke ¿Qué crees que estas haciendo?- gritó la extraña figura que recién llegaba a la sala. Loke se asusto y no hubo respuesta inmediata- Lucy deberías controlar mejor a tu MASCOTA.
-¿Mascota?- preguntó indignado- Pues yo le tengo una pregunta su real majestad. ¿Quién es él y Qué esta haciendo en este lugar?
-Querida Mascota- dijo la mujer- esta persona estaba cumpliendo una orden que le dí, es el general de mi ejercito, el general Sting Eucliffe.- Las palabras de la mujer le cayeron como un balde de agua fría a Loke.
-¿General?- balbuceo el líder del zodiaco.
-Lo que escuchaste, Mascota- dijo Sting en forma de burla sarcástica.- Su majestad le traje a Natsu, tal y como usted indicó.
-¡Que bien!- gritó la mujer mientras salia totalmente de las sombras para mostrar su rostro.
-¡¿Erza?!- dijo muy sorprendido Natsu- ¿Eres la reina de este reino de locos?
-Reina Erza para ti- dijo fríamente Gray, quien lo fulmino con la mirada.
-Hola Natsu- dijo alegremente la reina- tanto tiempo sin verte- lo abrazó fuertemente- que buen trabajo Sting.
-No es nada si se trata de usted mi reina.
-Sting te voy a pedir algo más, cuida de Natsu, no te separes de él de lo encargo- dijo la reina guiñando un ojo. Sting sabía lo que Erza tramaba y se sonrojo, tratando de ocultar su sonrojo se cubrió la mitad inferior de su rostro.
- Erza, me niego rotundamente a eso- gritó Gray, caminando rápidamente hasta donde estaba Natsu y tomándolo bruscamente del brazo haciendo que se acercara a él- Natsu es de mi propiedad.
-No tienes derecho a decir eso Gray- dijo Loke tomando a Natsu del otro brazo- Nat-chan es solamente mio.
-Tu no eres la persona indicada pare decir ese tipo de cosas, Mascota- dijo irritado Sting- aprovecharte de la situación de Natsu-san no te hace su dueño.
- A ti tampoco te hace su dueño maldito perro faldero de la reina- le respondió furioso.
- Yo no soy el dueño de Natsu-san, el no es un objeto para tener dueño- replicó Sting.
-¿Qué le hiciste a Natsu maldito hijo de puta?- gritó Gray furioso a Loke.
-Solo le hice lo mismo que tu le hiciste- respondió Loke enojado.
Los gritos se hicieron más y más fuertes, dando comienzo a una pelea. Nadie se atrevía a interferir, ni siquiera Erza.
-¡YA BASTA!- gritó Natsu- ya basta- repitió con un hito de voz, los tres dejaron de pelear solo para ponerle atención- Ustedes dos malditos bastardos dejen de decir que me hicieron y que no me hicieron- la voz de Natsu se escuchaba entrecortada y se veía que reprimía sus lagrimas, le dolía recordar y más lo que le había hecho Loke; haberlo hecho con Gray no le dolía, lo que le dolía era la actitud que tenía Gray sobre él. Sting era el único que no lo había dañado y esperaba que nunca lo hiciera- Sting, sácame de aquí- dijo con la poca fuerza que tenía su voz.
Sting sonrió y se lo llevo a la que sería su futura habitación.