Había llegado el día, al fin les contaríamos sobre nuestra relación a los padres de Minseok. Nunca había convivido con ellos solo conocía a su madre y parecía ser muy amable y dulce, pero según Min el problema sería su padre, siempre lo describía como un hombre frio y poco sociable pero en el fondo sabía que si lo quería y se preocupaba por él aunque lo hiciera en silencio y no demostrara sus emociones, el hombre era muy tradicional por lo cual era probable que no aceptara este tipo de relación.
Aquel día Min se había quedado en mi casa, estuvimos juntos todo el día preparándonos para lo que nos esperaba aquella tarde, su padre viajaba constantemente por lo cual ese día era perfecto para contárselos ya que era su día libre.
Cuando ambos llegamos a su casa nos quedamos en la puerta sin atrevernos a tocar, no recuerdo haber estado más nervioso en toda mi vida así que me aferre a la mano de min buscando protección.
-¿listo?
-no lo sé min, tengo miedo ¿y si todo sale mal?
-estoy dispuesto a enfrentar lo que sea por ti
-te amo min
-yo también te amo
Luego de eso llamamos a la puerta y nos abrió su madre, tan amable como siempre nos saludo a ambos con un beso en la mejilla y nos invito a pasar.
-¿esta papá?
-Sí pero ahora está tomando una ducha ¿para qué lo necesitas?
-de hecho necesito hablar con ustedes dos
-Oh bueno espérenme aquí, iré a buscarlo
Ambos nos sentamos en el sofá de la sala a esperar, luego de unos minutos apareció la madre de min acompañada de una hombre de aspecto severo, algo intimidante y robusto en total contraste a la dulzura que suele emanar la señora Kim.
-Hola papá
-Hola Min ¿Qué es lo querías hablar?
-bueno primero que nada este es Jongdae
-es un placer señor
-igualmente muchacho
-bueno esto es muy difícil para mí pero definitivamente vale la pena así que iré directo al grano, Jongdae y yo somos novios
Ambos quedaron de piedra, literalmente, sin expresión alguna, la primera en reaccionar fue la señora Kim.
-chicos esto definitivamente me tomó por sorpresa pero creo que en el fondo lo sabía, la forma en la que brillan tus ojos cuando estas con Jongdae es algo que nunca había visto en ti antes, sabes que te amo y quiero lo mejor para ti y si esto te hace feliz yo los apoyare además se nota que Jongdae es un buen chico y sabrá cuidarte al igual que tu sabrás cuidar de él, el amor es lo más bonito que alguien puede experimentar así que espero que ambos disfruten de esto
-gracias mamá, te amo, sabía que me apoyarías
-sabes que puedes contar conmigo para lo que sea min, pero… tu cariño ¿qué piensas?
La señora Kim se dirigió a su marido el cual hasta ahora solo se había limitado a guardar silencio, poco a poco su semblante comenzó a decaer como si estuviera decepcionado así que me di cuenta de que lo que vendría no sería nada bueno.
-yo… bueno Minseok lo siento… pero no puedo
El hombre no dijo nada mas, se puso de pie y se dirigió a lo que supuse seria su habitación, al retirarse el lugar quedo en silencio, dirigí mi vista a min y pude ver por su rostro que estaba a punto de llorar, así que lo atraje hacia mí y bese su frente.
-no llores min, podemos con esto
-sabia que algo así pasaría pero realmente duele
-lo sé, pero aun así estamos juntos en esto
Luego de eso, con el permiso de la señora Kim, decidimos que sería mejor que Minseok se quedara en mi casa por unos días más hasta que las cosas se calmaran, ella prometió que intentaría hablar con su marido, ella también en el fondo sabía que no era un mal hombre.
Más tarde, ya en mi casa, nos encontrábamos en mi habitación viendo una película mientras comíamos palomitas, la película se llamaba “weekend” era una bella historia de temática homosexual, cuando llegamos las partes “subidas de tono” min se puso completamente rojo y no sabía dónde mirar, no dije nada solo me divertí con su reacción, ya lo molestaría después. El final de la película me pareció bello y realista, definitivamente una de las mejores películas que he visto.
-¿Qué te pareció la película?
-eso fue… simplemente hermoso
-Min ¿estás llorando?
-No, solo me entro algo en el ojo
-si claro, por cierto en las escenas de sexo te pusiste muy rojo
-es solo que eran un poco explicitas
-no tienes porque avergonzarte, nosotros hicimos lo mismo
-lo sé pero…
No lo deje terminar, tome sus labios entre los míos y comencé un beso un poco subido de tono, podía oír el sonido de nuestra saliva mientras nuestros labios se movían y nuestras lenguas danzaban una junto a la otra también experimentando caricias y mordidas.
Lo necesitaba, ambos lo necesitábamos, luego de una día difícil esta era la mejor forma de liberarnos y disfrutar un poco, luego de la primera vez no lo habíamos vuelto a hacer tal vez esa era la razón por la cual min aun se sentía un poco avergonzado pidiéndome que parara, pero su voz decía una cosa y su cuerpo otra respondiendo a mis caricias en forma de gemidos, eso me causó ternura y me provoco aun mas.
Luego de que todo subiera de tono, las sabanas estuvieran revueltas y nuestros cuerpos desnudos le indique a Min que se posicionara sobre mí, quería que esta vez él llevara las riendas del asunto y se sintiera con más confianza mientras yo disfrutaba de la imagen de su rostro sonrojado y su torso perlado por las gotas de sudor mientras se dejaba caer lentamente sobre mi miembro y se aferraba a mi pecho con sus manos.
Dejando a un lado la vergüenza los movimientos frenéticos no se hicieron esperar, esta vez a diferencia de la anterior disfrutaríamos de ser un poco más bruscos. Luego de cambiar de posición me encontraba aferrándome a los hombros de min mientras este se sostenía al respaldo de mi cama para recibir mis embestidas, luego de unos minutos ya no podía mas y experimente el ya conocido y placentero orgasmo casi al mismo tiempo que min, me deje caer sobre su espalda mientras nuestras respiraciones se tranquilizaban.
-eso fue…
-magnifico
-y salvaje, me gusta ese lado tuyo min
-a mí también me gusta ese lado tuyo amor, así como me gustan todos los demás
-eres tan tierno
-¿tú crees?
-por supuesto que sí, te amo tanto min
-yo también te amo jongdae, no sabes cuánto y quiero que sepas que no importa lo que diga mi padre no pienso dejarte
-yo tampoco pienso dejarte, siempre estaré ahí para ti
Ya era tarde así que me acurruque bajo las sabanas con Minseok entre mis brazos, el se quedo dormido al instante yo disfrute de verlo dormir un momento hasta que el sueño me venció, mis ojos se cerraban lentamente mientras pensaba que por ninguna razón dejaría ir a mi primer amor.
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-cariño, tu amigo tao ha venido a verte
-bueno mamá dile que saldré en un momento
Me dirigí al baño para tomar una ducha ya que había estado practicando baloncesto y le dije a tao que me esperara en mi habitación,
Definitivamente creo que el momento había llegado, sentía que ya debía confesarle a tao lo que sentía, no podía sentirme más nervioso pero solo pensaba que no importa como salieran las cosas al menos lo intentaría y no me quedaría con la duda.
Al terminar de ducharme me di cuenta de que no había llevado ropa para cambiarme así que solo me puse una toalla alrededor de mi cintura y fui a mi habitación, al entrar tao estaba acostado en mi cama jugando con su celular, el cual dejo caer sobre su rostro cuando me vio entrar.
-hahaha ten más cuidado eso debió doler
-si duele me dio directo en el ojo
-igual con esas ojeras un moretón no se notaria
-que pesado, como sea, pero acaso sueles andar de exhibicionista
-por supuesto que no, solo olvide llevar ropa para cambiarme pero en todo caso mi físico no está nada mal no creo que a alguien le moleste verlo ¿o sí?
-que engreído Kris
-pero es enserio soy sexy ¿tú qué opinas?
-no estás nada mal… pero tampoco es la gran cosa
Su rostro me causo risa estaba completamente sonrojado y desviaba su vista de mi torso, así que decidí jugar un poco más y me recosté a su lado sobre la cama, pude notar su nerviosismo pero no se alejo.
-así que no es la gran cosa ¿estás seguro?
-Kris… ponte algo
-¿Por qué?
-yo… es que…
-¿Qué?
-nada, solo ponte algo
-¿estás seguro de que no quieres tocar?
-Kris…
Tome delicadamente su mano y la posicione sobre mi abdomen, sus mejillas no podían estar más rojas pero aun así no la quitó, su vista estaba fija mientras su mano se movía lentamente tocando el lugar, su tacto era suave y cálido, se sentía jodidamente bien, mi vista fue a parar a sus labios, quería probarlos, lo necesitaba.
-Tao… mírame
Tao pareció salir de su transe y me miro, me di el tiempo de examinar cada parte de rostro, su nariz sus ojos, todo en él era perfecto, lo quería tanto, realmente adoraba a ese chico y ya era el momento de que él lo supiera.
-me gustas
Lo solté así sin más, sin palabras cursis, sin un discurso previo, sin rosas ni chocolate, yo era así directo, aquellas simples palabras iban cargadas de un profundo sentimiento más fuerte que cualquier otra cosa y estoy seguro que él sabía que aquellas palabras que venían directo de mi corazón eran lo mejor que podría haberle dado.
-¿lo dices enserio?
-por supuesto, no podría estar jugando con algo así, tal vez me gustas desde siempre, desde que te conocí, solo que me di cuenta cuando nos alejamos y comencé a extrañarte más de lo que debería y ahora que nos volvemos a encontrar estoy aun más seguro de lo que siento y no podía mas, tenía que decírtelo
-kris no tienes idea de lo feliz que me haces, tu también me gustas
Tao acaricio mi majilla delicadamente y me besó, yo lo tome por la cintura y lo atraje hacia mí, tao me correspondía, no podía estar más feliz.
Luego, tal vez por la emoción del momento, el beso se torno un poco más necesitado, sus manos se aferraban a mi espalda mientras me acariciaba y yo hacía lo mismo con él, en un momento lo recosté sobre su espalda y me posicione sobre él, comencé a introducir mi mano bajo su camisa y la subí para dejar al descubierto su abdomen.
-veo que tu tampoco estas nada mal, estas aun más marcado que yo
Deposite un último beso en sus labios y baje para comenzar a besar su torso, lamiéndolo de vez en cuando mientras el aculataba el sonrojo de sus mejillas con sus manos.
-Kris… no, tu madre está abajo
-No nos escuchará
-Kris es enserio… no… ¡aaah!
Había dejado una pequeña mordida en su abdomen mientras lamia la zona enrojecida y tao se retorcía de placer bajo de mí.
-chicos la cena esta lista bajen a… ¡Dios mío kris! ¿Qué haces? ¡Lo estas violando!
-mamá no es lo que tu…
-¡suéltalo!, ¡suéltalo!, ¡suéltalo!
-¡señora Wu él no hizo nada por favor suéltelo!
Mi mamá había comenzado a golpearme con un guante de cocina mientras me gritaba, vaya forma de arruinar el momento.
Luego de que mi madre se calmara le explicamos la situación, ella no podía estar más feliz, sabia cuanto adoraba tao y le alegraba que estuviera con él, al final todo resulto bien y ahora puedo estar con la persona que quiero, y por supuesto ahora que al fin estamos juntos nunca más me separaré de él.