-Me alegra mucho que tu papa ya este en casa y mejor… no quería ser insensible- dijo Kanon sentando en la lujosa sala de la familia Antares, mirando a su rubio amigo, podían notarse fácilmente las oscuras ojeras en su rostro producto del cansancio y el desgaste emocional, luego de salir del instituto, Kanon había llamado por el celular para saber cómo seguía la situación con sus padres y entonces fue que se entero que ya estaban en la casa.
-¿Insensible?- pregunto Milo algo corto de luces. Contrario a Afrodita ( Al que había mandado temprano a casa con Death para que no pasara todo el dia en el hospital a espera de noticias) el apenas llegaba de la clínica, los médicos habían dado a su papa Albafica de alta, no sin antes una pequeña investigación sobre las circunstancias que le habían llegado allí, no era fácil para el escuchar que su papa se había intentado suicidar…
Asi pues, habían vuelto a casa, desconocía la situación en que se encontraban sus padres, pero Kardia se había negado a separarse de Albafica en todo momento y desde que llegaron, se encerraron en la habitación de arriba, Milo no recordaba la última vez que estuvieron juntos en una habitación sin empezar a pelear, producto de eso, fechas como cumpleaños, navidad y año nuevo, habían terminado por convertirse en pequeños infiernos.
- Si… por recordarte que ya han pasado dos días… ¿no habrás olvidado nuestra pequeña apuesta? - le recordó Kanon echado en el sofá viendo como Milo bufaba.
-¡Kanon maldita sea! ¿¡Crees que tengo cabeza para eso!?- pregunto enojado por la falta de tacto del gemelo.
-Claro, pero ya sabes que tu papá está bien… así que podrías volver a centrarte en lo que habíamos acordado… pero si no puedes hacerlo y quieres rendirte…
-Jamás- dijo con frialdad Milo y Kanon solo sonrió mas, Milo era tan fácil de manipular para el – la apuesta sigue en pie Kanon…
-¡Excelente! Porque hoy he estado con Mu un buen rato…- comento y se relamió suavemente los labios, los besos del pelilila le habían sabido realmente algo sosos, a él le gustaban los besos hondos, húmedos, apasionados, no besitos insulsos de niños, se había sentido algo embaucado al principio, pero ya al final, Mu le había cogido el ritmo - llego diciéndome que Camus quería saber porque no habías ido- soltó dejando a Milo un momento en silencio, pero luego sonrió
-¿El hielito?- pregunto con una sonrisa picara Milo
-El mero merito…- respondió Kanon segundos antes de que la puerta de la casa se abriera, ambos se quedaron unos momentos en silencio oyendo a alguien acercarse y entonces Afrodita entro con unas bolsas.
-Traje el helado que pidió papá… ¿crees que debería subírselo a la habitación?- pregunto a su hermano ignorando a Kanon
-Mejor mételo en la nevera… están en el cuarto… estarán hablando o no… es mejor no interrumpirles- aseguro Milo y sonrió un poco a su hermano- luego acuéstate… papá no nos dejara faltar mañana a clases… será mejor que descanses…
-Tienes razón…- concordó Afrodita saliendo de la sala.
-¿él y Death volvieron?- quiso saber Kanon interesado
-No lo sé… solo sé que se apareció en el hospital y se estuvo todo el dia con Dita… ¿Qué le dijiste a Mu de por que no había ido?- pregunto entonces Milo.
-Nada… le dije que no podía decirle…no es por ser ególatra…pero lo tenía bastante idiotizado y no pregunto nada mas….
-Pobre estúpido, seguro que has terminado aprovechándote- le acuso Milo riendo un poco.
-Si hubiese sido una chica tal vez…
-Bueno… tienes que admitir que Mu tiene un rostro algo andrógino- replico Milo y Kanon hizo mala cara.
-Pechos, senos, tetas, como quieras decirles, eso es lo que me gusta.
-Ya… ¿por eso quieres que pierda y me acueste contigo no?- apunto Milo sin dejar de reír, no importaba que tanto dijera Kanon, para Milo estaba más que claro que le tiraba a los dos bandos.
- y es que vas a perder- aseguro el gemelo, pero se quedo callado tomando un pose más bien decente cuando vio bajar a Kardia Altares por las escaleras.
-Kanon…- murmuro nada más, si el aspecto de Milo era frágil, el del director del instituto era bastante deplorable – ¿no es tarde? Deberías estar ya en tu casa…- dijo con voz monocorde y Kanon se puso de pie rápidamente.
-Sí, tiene usted razón.- accedió Kanon y se despidió rápidamente de Milo, que le aseguro que mañana al día siguiente seguirían hablando. Se levanto con fastidio con la intención de subir a su habitación, pero fue interceptado por su papa antes de llegar a la escalera.
-¿Qué quieres?- pregunto desganado y para su sorpresa, Kardia le abrazo con fuerza contra si pasando sus brazos por la espalda del rubio.
-Milo… me pregunto cómo es que has crecido tanto y yo sin darme cuenta…- murmuro Kardia al oído de su hijo, ya eran casi de la misma altura. – Lo lamento- añadió entonces sorprendiendo a Milo, ¿su padre disculpándose con el por algo? ¡Fin de mundo!.
-¿Cómo esta papá?- pregunto Milo algo turbado aun. Con un suspiro, Kardia le soltó y se separo unos pasos de él.
-Duerme…está muy avergonzado y deprimido por todo esto… me quedare unos días con el en casa… el sub director Sage se hará cargo ahora…- respondió dejando a su hijo helado, no recordaba la última vez que su papa se había tomado un día libre, de alguna forma le ayudaba a redimirse ante él.
-Entiendo… es lo mejor… que no esté solo quiero decir- añadió Milo y comenzó a subir la escaleras.
-Milo- volvió a llamarle Kardia logrando que el susodicho se detuviera y girara la mirada a su padre – lo lamento… todo… no quería que las cosas sucedieran como sucedieron… tú y tu hermano no debieron pasar por tanto estrés…- dijo con sinceridad.
Para Milo era en extremo extraño el comportamiento de su padre Kardia, había momentos en los que había pensando que Albafica había tenido razones para serle infiel, si era tan descuidado con el cómo era con sus hijos realmente no se merecía fidelidad, aunque claro que no justificaba a su papa Alba por eso, sin embargo, nunca había visto a Kardia tan entristecido como en la noche del hospital.
-Papa y tú… ¿se van a reconciliar? – pregunto Milo finalmente y Kardia solo asintió con la cabeza suavemente, sacándole una pequeña sonrisa de tranquilidad a Milo
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-¡Qué horror! Discúlpame Aldebarán, de veras olvide por completo que me esperabas- decía un apenado Mu hablando por el celular mientras se paseaba por la habitación, su papa Shion siempre le reñía por esa costumbre de caminar por la habitación mientras hablaba por teléfono, pero realmente era algo que hacia inconscientemente - ¿te has enojado conmigo?- pregunto Mu haciendo una mueca.
-Jamás podría enojarme contigo Mu- contesto Aldebarán con dulzura tal, que hizo sentir mal de inmediato a Mu por estar besuqueándose con Kanon mientras Alde le esperaba- es solo que me preocupe por ti.
-De veras lo siento Aldebarán- aseguro Mu aun apenado
-Descuida, ¿pero qué paso? Me preocupe- respondió el otro y Mu se quedo en silencio unos segundos, no era capaz de decirle el verdadero motivo de su ausencia.
-No es nada- aseguro Mu y se mordió los labios- no te preocupes…
-Umm… vale…- replico Aldebarán, pero no parecía muy conforme con la respuesta del menor- te busco mañana en la mañana para ir al instituto ¿Vale? – pregunto esta vez algo dudoso, había notado que el papa de Mu le miraba receloso cuando pasaba a buscarle o a dejarle.
-me encantaría- dijo Mu sonriendo un poco antes de despedirse y colgar el teléfono.
Ahora se sentía en una encrucijada, obviamente no sabía que pretendía Kanon con esos besos, probablemente y conociendo su fama, no pasaría nada más y Kanon solo le había cogido a besos ese rato y nada mas… aunque esa idea le dolió a Mu, casi tanto como le dolía el haber dejado a Aldebarán plantado, no podía decir que le gustara Aldebarán como le gustaba Kanon, Kanon aceleraba su corazón, le ocasionaba sensaciones extrañas en todo el cuerpo, Aldebarán le hacía sentir apreciado y le llenaba con detalles y atenciones…
Lanzo un pequeño alarido de desesperación y se hecho en la cama cubriendo el rostro con la almohada mientras intentaba convencerse de que se estaba ahogando en un vaso de agua y que mañana, probablemente todo volvería a la normalidad.
O al menos eso el habría querido por que como es bien sabido, las cosas no son siempre lo que uno querría….