El sol ya había salido en Grecia, cuando las campañas del instituto sonaron, haciendo entrar a tropel a los estudiantes, para Camus, la mañana era solo una parte de un día más de su estancia en Grecia hasta que sus padres se pusieran de acuerdo en que hacer con sus vidas, y de paso, con la suya, Shaka intentaba hacerle la vida más amena, pero mentiría si dijera que no echaba en falta su casa y sus amigos en Francia, mas por que cuando Saga estaba con Shaka, este ultimo poco caso le hacía, y si Mu se hacía novio de alguien, se quedaría solo, eso deprimía bastante al pelirrojo
-Mira quien acaba de llegar- murmuro Shaka, sacando a Camus de sus pensamientos para desviar la mirada al estacionamiento donde un hermoso auto deportivo llegaba y Milo Antares junto a su hermano Afrodita descendían de él como si fuesen modelos de pasarela, bueno, no parecía haberles pasado nada para que faltaran antes.- ¿crees que sepa que serás su tutor?- añadió Shaka y Camus asintió leve con la cabeza.
-La profesora me dijo que se lo diría ella para que lo tomara mejor… eso quiere decir que no podre irme contigo hoy a casa… supongo que le diré que estudiemos en la biblioteca del instituto, lo que me recuerda que he de decirle a Hades que no saldré a la hora fijada…
-Tal vez sea lo mejor… - dijo Shaka, internamente aliviado, ante esto, Camus sonrió un poco
-Le diré mejor que venga a buscarme a la biblioteca, eso seguro fastidiara a Antares- dijo regocijándose ante la idea de ver a Milo molesto, si es que de alguna forma tenía que desquitarse por tantas rabias que el rubio le había hecho pasar.
-Camus, Camus, eso terminara explotándote en la cara
-¿Qué?
-Pues esa situación- aclaro Shaka caminando a un lado de Camus por los atestados pasillos- Saga- dijo de pronto Shaka, iluminándosele los ojos mientras su novio se acercaba y comenzaba a besarse con intensidad allí mismo, para incomodidad de Camus.
-Te espero en el salón- dijo sin más. Sentando en uno de los primeros puestos, vio cuando Milo entro y le miraba relamiéndose los labios, en un acto que sabia molestaba a Camus que al verle, chasqueo la lengua enojado, mas cuando para la sorpresa del francés (y de varios mas) se sentó a su lado en vez de ir a sentarse en los últimos puestos como siempre
-¿Se te perdió algo?- pregunto incrédulo Camus
-Kanon me dijo que preguntaste por mí, ¿te hacía falta verdad?- dijo con una sonrisa prepotente en el rostro
-¿Tu? Para nada, ¿Cómo crees? Si no te soporto- replico hastiado Camus, rogando que la profesora llegara para poder pasar de Milo -Además, he estado de lo más tranquilo con mi novio- añadió
-¿Quién querría ser novio de un cubo helado como tú?- bufo Milo burlón con la plena intención de herir con sus palabras
-Pues a Hades no le parezco tan helado, fíjate tu- respondió con rapidez Camus, notando como los ojos de Milo se entrecerraban, si, sin duda le había molestado oír eso, si bien Camus no podía imaginar que tanto
-Ah ya veo… eso lo explica todo….- siseo Milo
-¿Explicar qué?
- Porque no te gusto yo, tienes el gusto en las patas, la lacra busca a la lacra pues- escupió Milo dejando su veneno antes de ponerse de pie y rabioso ir a su puesto atrás segundos antes de que Saga entrara con Shaka guindado de su brazo y Mu tras ello con la misma cara de fastidio que se le ponía a Camus cuando iba con la parejita del año.
-¿Te estaba molestando Milo?- pregunto Saga cortes al ver a Camus aun más serio de lo normal
-No más de lo usual- aclaro Camus forzando una sonrisa que no coló para su primo ni para Mu, sencillamente le conocían ya demasiado bien.
-Realmente ustedes parecen niños pequeños, compórtense como los casi adultos que son- le regaño entonces Shaka.
Pronto, la clase comenzó y el tema quedo olvidado por el momento, Camus retrasaba el momento de hablar con Milo sobre las tutorías, y mientras, Mu intentaba evitar cruzar su mirada con la del gemelo menor, cosa no tan difícil cuando Aldebarán se sentó con ellos en el comedor obstruyendo parte de Mu para la analítica mirada de Kanon.
-Pero es que no entiendo ¿Qué coño tiene ese imbécil de Hades?
-Pregúntale a tu papá- murmuro bajo Kanon- digo, es atractivo, eso no lo puedes negar- se apresuro a corregir al ver la mirada iracunda de Milo, y no es que le tuviese miedo, pero ya de por si el tema de Hades era espinoso, y con los recientes eventos con sus papas pues ere mejor ser extra aprensivo con eso.
-¿tú crees que realmente estén saliendo juntos?
Kanon solo se encogió de hombros sin prestar mayor atención a Milo- si quieres le pregunto a Mu, si algo sabe, no me será difícil sacárselo
-Ya, ¿y cómo te acercaras a mu con Aldebarán pegado como una sombra tras él?
-¡Ah sí! El toro… vamos Milo, realmente, entre Aldebarán y yo, ambos sabemos que estoy más bueno…
-No creo que te sea difícil sonsacarle cosas a Mu, averigua que le gusta a Camus, no, no, mejor aún, donde le gusta que le besen
-Oye Milo, te recuerdo que esto es un apuesta, que te dije que te pasaría información es una cosa, pero no te hare todo el trabajo, esfuérzate si no quieres terminar gimiendo bajo mi cuerpo- dijo mirándolo pervertidamente de tal manera que incluso Milo se sonrojo un poco.
-Mira nada mas, como me tienes de ganas- rio Milo para no parecer inquieto, atusándose el rubio cabello- ya te lo dije, no perderé ante ti ni ante nadie.
-¿crees de verdad que ese francés te va a ayudar en dizque química?
-Es un empollón, con tan de quedar bien delante de la profesora es capaz de hacerme hasta la paja- contesto Milo antes de morder una manzana sin dejar de mirar su objetivo, el sabría como “descongelar” ese hielito.
-Quisieras…
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La campana de la tarde, dio por finalizadas las clases, y con un poco de fastidio, Camus vio como Shaka se iba con Saga y Aldebarán ofrecía a un tímido Mu a llevarlo a casa antes de su entrenamiento de futbol, imaginaba que ya a esa hora la profesora debía haber hablado con Milo, por lo que se quedo sentando en su asiento viendo como todos iban saliendo del salón
-Antares- le llamo cuando este paso a su lado con claras intenciones de irse, al ver que no se detenía, el francés chasqueo la lengua molesto y le siguió hasta quedar a su lado –¿Hablo contigo la Profesora Hooling?
-Sí, ¿y qué?- pregunto Milo haciéndose el desinteresado
-¿Cómo que “¿y qué?”? Le asegure que te ayudaría con química Milo- dijo llamándole por su nombre, cosa que casi nunca hacia- ¿quieres hacer el favor de detenerte un momento?- pregunto Camus fastidiado, interponiéndose en el camino de Milo
-Tienes un minuto…
-No, te tengo por una hora, la biblioteca del instituto cierra a las cuatro y media, lo que quiere decir que tenemos de las 3 a las 4 para estudiar allá, así que vamos… ya…- dijo el pelirrojo intentando sonar severo. Una sonrisa apareció en el rostro de Milo.
-Uy, ¿te han dicho que te ves sexy cuando intentas parecer severo?- dijo logrando que Camus torciera los ojos fastidiado.
-Antares, deja de ser un cerdo al menos por una hora ¿sí?- pidió Camus dándole la espalda para comenzar a caminar a la biblioteca, esperando que Milo le siguiera, cosa que en efecto hizo, con una sonrisa divertida en el rostro.
Ese francés seria suyo o dejaba de llamarse Milo Antares.