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I'm your prey por LittlePrincess73

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Notas del capitulo:

Aquí el segundo capítulo ~~

Uno más y se termina este mini fic >/////<

Siento que no haya sido muy largo... Es que es complicado llevar muchas series a la vez, así que voy haciendo cositas pequeñas >/////<

Espero que os guste!! ^^

POV. TAO

 

No creí a Xiumin cuando esa tarde volví a su casa después de comer con mi hermano, que había venido de visita y quería comer conmigo.

Me contó cómo su primo le había llevado la contraria cuando le avisó de que dejase en paz a Lay, un amigo que tenía Xiumin, hacía unos meses, pero él no había parado hasta tener a ese chico a su merced.

Puedo decir con total seguridad que me sorprendió, pues Kris parecía imponente y serio, no le veía como un seductor empedernido que pudiese hacer cualquier cosa por conseguir a alguien.

Pasé la tarde y la noche en casa de Xiumin viendo unas películas sin hacer nada, aunque el plan original había sido ir de fiesta.

Le pregunté por Kris durante la cena, pues se suponía que se quedaría todo el fin de semana, pero me dijo que le había surgido algo y que al final solo se quedó la noche anterior.

Me miró inquisitivamente, como acusándome con la mirada por mostrar demasiado interés por su primo, pero ante ello solo le dije que era porque no me apetecía verle si lo que me había dicho en ese mensaje era cierto.

No sacamos más el tema en todo lo que quedó de día, y al final me acabé quedando a dormir. La mañana siguiente salimos a dar una vuelta por su pueblo, pues Xiumin insistió en querer enseñarme los lugares típicos del lugar, que debo decir, era todo cuesta arriba.

En realidad, cuando iba a pasear prefería hacerlo solo, a mi ritmo, eso me permitía pensar con tranquilidad sobre todo y nada a la vez, relajarme y aislarme en mi propio mundo un rato.

No es que fuese solitario o antisocial, simplemente me gustaba disfrutar de la sensación de soledad de vez en cuando.

Pero de verdad, el hecho de que todo fuese cuesta arriba no me motivaba demasiado a dar grandes paseos.

Después del tour extenuante, durante el cual me hizo incluso subir montaña arriba, empeñado en que debía ver la torre derruida del antiguo castillo que por allí había, volvimos a la estación en el pequeño autobús que recorría el pueblo cada hora, poco antes de que pasase mi tren de vuelta a casa.

Nos despedimos con normalidad y subí al transporte cuando llegó. Nos veríamos en clase el lunes.

Ese mediodía estuve solo en casa, pero no me molestaba, todo estaba en relativa tranquilidad.

Aún siendo domingo, desde que mi madre trabajaba era frecuente para mí estar solo hasta después de la hora de comer.

Recibí un mensaje cuando terminaba de comer. Curioso. Supuse que sería de Xiumin diciéndome que me había dejado algo en su casa, o bien de alguno de mis padres.

Tal vez por eso me sorprendí cuando no reconocí el número que me mostraba la pantalla, incluso pensé en no abrirlo por si era un mensaje equivocado, pero me ganó la curiosidad, pues el número me parecía vagamente familiar.

Al abrirlo me estremecí levemente, no tenía demasiado claro el motivo.

   -    “¿Estás libre el próximo fin de semana? ¿Qué te parece si quedamos el próximo viernes para tomar algo? KRIS”

De acuerdo, aquello no tenía por qué significar nada, seguramente le había caído bien. Además, se lo habría preguntado también a Xiumin, ¿verdad?

Le contesté que no tenía nada planeado y que si ya le había preguntado a su primo cómo lo tenía él para salir.

No tardó demasiado en responder.

   -    “No tenía pensado decírselo a mi primo, pero si lo crees pertinente, coméntaselo”.

Aquello ya comenzaba a darme mala espina.

No le contesté al mensaje, quería hablar primero con Xiumin a ver si le había comentado algo Kris.

Empezaba a pensar que lo que decía mi amigo de su primo estaba más que bien fundamentado, visto lo visto.

Cuando llegué a clase al día siguiente lo primero que hice fue buscar a Xiumin, que había ido a comprar un café a la máquina al lado del salón.

Le recibí como siempre, serio. No es que mi cara tuviese un sinfín de expresiones.

Me preguntó por mi domingo y le tendí el móvil para que mirase los mensajes. No me importaba en absoluto enseñárselos.

Comenzó a reírse con una extraña expresión en la cara, medio burlón y divertido mientras leía los mensajes de Kris y luego me devolvía el móvil, sentándose en su sitio.

   -    Ha tardado menos de lo que esperaba en hacer algo así. ¿Qué vas a decirle? No creo que se limite a “tomar algo contigo”. Más bien debería decir que quiere “tomar algo de ti”.

Casi me atraganto con el sorbo de café que había tomado de la taza de Xiumin al oír aquello.

Sacudí la cabeza, indicando que no sabía qué hacer.

Es decir, me caía bien el chaval, pero no le conocía de nada, apenas de un día y ya quería quedar conmigo a solas.

Y no solo eso, lo que menos me gustaba del asunto es que pretendiese no contarle nada a su primo, cuando era mi mejor amigo y quién nos había presentado, como si yo fuese de ese tipo de personas.

   -    No me interesa. Y menos que haya pensado que haría algo a tus espaldas – respondí, sacando una libreta para copiar lo que se supusiese que debería apuntar en esa clase.

Mi amigo se recostó en el respaldo de la silla, como estirando las piernas unos instantes, aprovechando para pensar sobre el tema, supuse.

Se encogió de hombros y sonrió maliciosamente.

   -    En realidad, digamos que las cosas que se confesaron en el juego del “yo nunca” probablemente hicieron que pensase así de ti. Si yo no te conociese, pensaría igual.

Me sentí mal cuando oí aquellas palabras abandonar los labios de Xiumin. Ya sabía que a oídos de otros escuchar según qué cosas podía llevar a malos pensamientos, pero eso no significaba que fuese promiscuo, adicto al sexo, que me fuese con el primero que pasaba a hacer cualquier cosa, ni cosas similares.

Fueron casos aislados con alguna pareja estable con la cual tenía mucha confianza, jamás pasarían con desconocidos.

Debí mentir con todo… pero bueno, así eran las cosas.

De todas formas, ¡no me creía que aquel tipo pensase tan bajo de mí! ¿Quién era él para juzgarme, después de todo?

Dejé de hablar del tema con Xiumin cuando entró el profesor, aunque seguía sintiéndome triste y enormemente avergonzado por aquello. Pero yo mismo me lo había buscado en el fondo.

Durante el tiempo de clase noté como mi teléfono móvil vibraba varias veces, anunciando que me había llegado un mensaje, o bien que me habían estado llamando, pero lo ignoré, pues sabía que no sería de ningún conocido.

Todos sabían que en horario de clases no contestaba llamadas ni atendía el teléfono, a menos que fuese una urgencia por parte de mis padres o algún familiar.

Cuando hicimos un descanso y miré quién era, me quedé estático en el lugar, bajo la atenta mirada de Xiumin, que miraba la pantalla intrigado.

Tenía cerca de 10 mensajes de Kris y varias llamadas perdidas.

Loco.

Xiumin encogió los hombros, leyendo los mensajes por mí, casi más interesado que yo en lo que decían.

   -    Básicamente te insiste en quedar el viernes. Si no te apetece, dile que no.

Suspiré, guardando el teléfono en mi bolsillo de nuevo. Quería rechazarle, pero me sabía mal decir que no, a lo mejor era solo mi imaginación.

Miré a mi amigo cuando sacó una bolsita con palitos para picar, tendiendo la mano para que me diese uno.

Mordí la punta mientras pensaba qué haría.

Al fin y al cabo, quedar mal con el primo de tu mejor amigo no era agradable.

   -    ¿Por qué no le preguntas si tiene planes para el viernes? A ver qué te dice – le sugerí, esperando que Kris le contase a Xiumin y así mejorar la mala opinión que me estaba generando.

Esperé pacientemente mientras escribía el mensaje para su primo y lo mandaba, para luego seguir esperando hasta que el alto contestase.

Me puse nervioso cuando la pantalla del móvil de Xiumin se encendió, indicando que había llegado un nuevo mensaje.

No sabía por qué el corazón me latía tan deprisa, por qué parecía que mi respiración se había acelerado, pero fue lo que ocurrió.

Xiumin se tomó su tiempo leyendo el mensaje, como si fuese largo, cuando en realidad a penas era una frase, que me dejó leer más tarde.

   -    “No tengo planes definidos aún. ¿Por qué?”.

Extrañamente, me sentí algo decepcionado por aquella respuesta. Esperaba que le dijese que me había invitado a salir. Pero no, simplemente no tenía planes “definidos”, ¿se supone que iba a esperar a que yo contestase algo antes de decidir él?

Por culpa de eso estuve confundido los siguientes dos días, pensando en si debería ir con Kris o no.

Xiumin me decía que siempre podía ir con él un rato y si no me convencía, ponerle una excusa, como decirle que tenía otro compromiso, e irme pronto.

O bien, él mismo podía pasar a recogerme cuando le mandase un mensaje o le llamase y así quedaría todo más real.

Pero no estaba seguro.

No lo estaba, porque algo me decía que accediese, que esperase a ver qué pasaba con él.

Parecía que, interiormente, estuviese deseando que intentase algo conmigo.

La pregunta era: ¿quería que lo intentase para rechazarle y quedar como dios… o para acabar cayendo ante él y ver qué era lo que podía ofrecerme?

Casi estábamos a viernes, siendo miércoles por la tarde y habiendo salido ya de la universidad.

Comí en casa de Xiumin, algo que se volvía costumbre cuando se aburría y me invitaba a ir.

Como no vivía excesivamente lejos, solía aceptar.

Estábamos comiendo cuando su madre llegó, pues la mujer había estado fuera todo el día.

Nos contó que se había encontrado con su sobrino KRIS esa mañana y que le había invitado a dormir el viernes, pero que lo había rechazado diciéndole que ya tenía planes.

Sonreí cuando me preguntó qué me había parecido el chico cuando nos conocimos, pues ella sabía que Xiumin me lo había presentado cuando coincidimos unos días atrás.

¿Qué iba a decirle? Pues que me había caído bien, incluso asentí cuando me preguntó si pensaba que era guapo.

Sin embargo, haber oído que ya tenía planes hizo que me enfadase.

Yo todavía no le había contestado. ¿Significaba eso que ya había cambiado de opinión?

Bueno… eso no hacía que mejorase mi opinión sobre él, no sabía qué era peor, un hombre que no se rinde hasta que tiene lo que le apetece o uno que salta de un lado a otro a ver si pesca algo.

La señora incluso insistió en enseñarme varios álbumes de fotos de cuando Xiumin era pequeño, en algunas de las cuales salía con su primo Kris.

Fue curioso… pero tampoco me quejo la verdad.

Volví a casa después de eso, donde por un estúpido impulso, le contesté a Kris.

   -    “Quedemos este viernes”.

Me puse nervioso cuando vi que no contestaba rápidamente como las otras veces. Por favor… hasta yo mismo me exasperé viendo cómo me estaba poniendo por algo sin importancia.

Pasaron las horas, incluso anocheció, y yo seguía mirando constantemente el teléfono, como si mi vida dependiese de ello.

Acabé lanzándolo contra la cama, para luego recogerlo y llamar a Xiumin.

   -    Le dije que sí quiero quedar con él. Te llamaré si veo que intenta algo que no me convence.

Oí un sonido parecido a un unnnh al otro lado de la línea antes de oír su voz.

   -    Tú mismo. Solo recuerda que te he avisado, y que ante cualquier cosa, llama. Nos vemos mañana.

Respondí con otro unnnh ante aquello y colgué.

Recibí la respuesta de Kris cuando ya iba a dormirme, después de haber tomado una ducha relajante y decirme a mí mismo que era una estupidez todo aquello.

   -    “Perfecto. Nos vemos en la estación del centro a las 10 pm”.

Mordí mi labio inferior cuando leí aquello, reprochándome en parte haber accedido tan rápido.

Pero quería ver qué ocurría, la curiosidad me estaba matando.

De esta forma, llegó el viernes por la noche. No sabía donde iríamos a tomar ese “algo” de manera que no estaba seguro de cómo debía vestirme, pero opté por algo casual.

Pantalones azul marino arrapados a mis piernas, camiseta en un tono lila que quedaba extrañamente bien con esos pantalones y unas bambas a juego. Usé un chaleco blanco encima para dar algo de color y me puse el pendiente con la calavera.

No utilicé colonia, hubiese sido muy evidente.

Avisé a mi madre que no sabía si iría a dormir, pero que no se preocupase si no llegaba, y me marché.

Llegué justo a las 10 al lugar, al fin y al cabo yo seguía los horarios que imponía el tren.

Él aún no estaba allí y me sentía algo nervioso. Aunque no tenía sentido, interiormente estaba temblando por ello.

Anticipación, ¿tal vez?

Me puse a observar los objetos que vendían en la tienda de delante, pues el aparador tenía cosas bonitas en las que raramente me fijaba.

Una mano se posó en mi cintura levemente, retirándose cuando me di la vuelta y le encontré ahí.

Su cabello rubio bien peinado, unos pantalones blancos marcando los músculos de sus piernas, una camiseta azul marino definiendo su torso con una cadena de plata rodeando su cuello.

Kris no era guapo, era tremendamente atractivo, no podía negarlo.

Me llevó a través de una infinita serie de calles cuando salimos de la estación, alegando que había un club del que le habían hablado muy bien y quería probar.

No me sentía muy seguro yendo a un lugar que no me era conocido, pero le seguí sin pensármelo demasiado, golpeándome mentalmente a ratos por estar haciendo aquello.

El local oscuro iluminado por aquellas luces de neón me sorprendió. La música sonaba fuerte, pero no era desagradable, te empujaba a querer bailar nada más entrar allí.

Ganó un punto ante mis ojos haber escogido adecuadamente el lugar y sonreí a su espalda, pensando que podría pasarlo bien aquella noche y todo.

Nos sentamos en unos sofás que había en los laterales de la sala, realmente cómodos, desde los cuales podías ver con claridad gran parte del local, mientras que era algo difícil que desde fuera se viese donde tú estabas sentado.

No sabía si inquietarme o no por aquello, pero no le di importancia. No era aficionado a estar rodeado de personas, así que para mí ya estaba bien aquello.

Kris se encargó de ir a por las bebidas y me explicó que llevaba la mía, aunque no me fié al principio, después de estar un rato hablando de banalidades acabé dando un sorbo.

Sabía extremadamente bien.

Le vi sonreír y tomar de su propio vaso, para luego continuar conversando conmigo.

El ambiente comenzó a hacérseme algo pesado al cabo de un tiempo, parecía como si la música sonase algo más lejana, pero a la vez como si retumbase en mi interior.

Las luces parecían moverse de forma algo extraña en comparación a como habían estado antes y me sentía… extraño.

Le dije a Kris que era mejor irnos ya, que había sido divertido estar con él, pero que era tarde y debía ir ya a casa.

Cuando me levanté sentí un leve mareo, pero lejos de ir hacia el suelo, fue más como si me animase y adormilase a la vez.

La sensación era demasiado extraña como para poder describirla.

Noté los brazos de Kris rodearme la cintura, su aliento rozar la parte posterior de mi cuello cuando habló, haciéndome avanzar entre la multitud hacia la salida.

-       Zitao… ¿de verdad crees que iba a dejarte escapar? – susurró sobre mi oído, mordiendo el lóbulo de mi oreja.

Las imágenes comenzaron a hacerse confusas en ese punto. Anhelo, deseo, sofoco.

Kris, ¿qué me hiciste?

Notas finales:

Ahora es cuando recibo amenazas de muerte por dejarlo ahí (?)

Ok no, actualizaré prontito, lo prometo ;P

Yo siempre soy un lindo angelito que sube cosas aun sin review's porque se que a veces es molesto comentar/esperar.

*lo dice como lectora asidua del lugar* XD

Así que yo no seré mala (?) ;P

Gracias por leer!! ^^


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