Las drásticas precipitaciones por parte de la lluvia, no parecía ser lo único que empeoraría, sino la situación de Jaejoong. Ya que no sabía cómo explicarle a Yunho porque estaba abrazando esa ropa vieja pensando en Junsu. Respiró profundo, pero seguía intimidado con la gélida mirada de Yunho. Trago saliva y volvió a preguntar - ¿Esta es su habitación?
- Si…- asintió Yunho con la cabeza – Hace años que no la uso, pero sigue siendo mi habitación – explica con intriga a medida que veía a Jaejoong abrazando sus viejas ropas - ¿Estás abrazando mi ropa? – preguntó haciendo una mueca de disgusto y frunciendo el ceño.
- ¿Su ropa? – miró la ropa que tenía en sus manos y la soltó rápidamente pues estaba avergonzado.
- ¡Responderás con preguntas como un estúpido! –exigió molesto, empezaba a perder la paciencia - ¿Dime que hacías abrazando mi ropa?
- Eh… este… yo… - Jaejoong estaba tan nervioso que no se le ocurría una buena excusa y tampoco podía decirle la verdad - ¡Yo no estaba abrazando su ropa! – bajo la mirada.
- Aja ¿me crees estúpido? Te vi abrazándola con… afecto – dijo haciendo una mueca de asco – ¡Responde!
- Bueno… es que… estaba limpiando y la ropa se… se… cayo – dijo sonrojándose y bajando la vista para ocultar su nerviosismo. Tomo nuevamente la ropa y la metió en el placar, así marcharse rápidamente pero Yunho lo detiene del brazo y le clava una mirada escalofriante.
Con una sonrisa macabra Yunho replica – Estabas abrazando mi ropa… ¿Por qué?
- Yo…yo… no abrazaba su ropa– dijo Jaejoong molesto - ¡suélteme! – corrió su brazo – está bien solo… abrase este saco – abrió el placar y tomo un saco azul oscuro – me recordó a uno que alguien me regalo…- trago saliva.
- Te recordaban a tu pasado ¿por eso abrazabas toda mi ropa vieja? – dijo Yunho a medida que fingía creerle a Jaejoong, asentando con la cabeza.
- Bueno si… - dijo Jaejoong al ver que Yunho le había creído. Al fin pudo respirar aliviado, ya que no sabía cómo reaccionaría Yunho al enterrarse que mentía.
- Solo… – levanto Yunho ambas cejas en señal de obviedad – Explícame cómo pudiste haber conseguido modelos únicos de diseñador – señalo la ropa del placar.
- ¿qué? ¿modelos únicos?
- Si… toda la ropa que ves en el placar fueron modelos diseñados exclusivamente para mi… - dijo rodeando a Jaejoong para acorralarlo – Te ves nervioso… - dijo al notar que Jaejoong se había quedado en silencio, casi petrificado del miedo.
- Uh… es… este… – dijo algo tembloroso Jaejoong, pues su mentira había caído como un castillo de naipes por acción del viento.
Yunho tomó el saco azul y se lo lanzo a Jaejoong – En la etiqueta dice Mi-Rah… ella es la diseñadora que lo hizo a mi medida y gusto – camino hacia la puerta – Además ella es mi madre… - se cruzo de brazos y sonrió pues había desbaratado la mentira de Jaejoong, y lo que más le gustaba era verle ese rostro de desesperación y temor. Chasqueo sus dedos para despertarlo, pues parecía demasiado asustado.
Jaejoong cerró los ojos esperando un golpe o algo peor después de ese chasquido, después de ser descubierto. Solo sintió como Yunho se acercaba a su odio y le susurraba suavemente “si vuelves a mentirme te matare”.
Después Yunho le ordenó que cocinara. Esas palabras provocaron un sobresalto en la estabilidad emocional de Jaejoong no pudiendo quejarse pues eran casi las dos de la mañana, llovía, la heladera estaba vacía, estaba cansado y sobre todo asustado –eso no lo dijo- Previendo tales replicas Yunho le mostro que trajo muchos productos para cocinar y hasta bebidas alcohólicas. Le explico que en dos horas llegarían invitados y que quería recibirlos con un banquete digno de un rey.
- ¡Está loco! – dijo Jaejoong cruzándose de brazos – Ni el mejor chef puede preparar un banquete en tan poco tiempo.
- Bueno… prueba que eres el mejor – dijo Yunho subestimando las cualidades culinarias de Jaejoong – o es que quieres salir afuera para empezar a cavar tu tumba.
A Jaejoong no le molestaban las amenazas de ese hombre, sino que sus capacidades culinarias fuera subestimada y más por alguien tan arrogante. Se quito su saco y bajo a la cocina, pues de alguna forma nuevamente había salido ileso del interrogatorio de Yunho. No podía evitar pensar como hubiese sido la reacción de Yunho al enterrarse que estaba abrazando sus ropas viejas pensando en Junsu <<– No estaría vivo sino enterrado bajo cien metros de tierra –>> se atemorizo a medida que lo pensaba. Aunque él tampoco podría haber explicado porque abrazaba esa ropa pensando en Junsu, no comprendía porque su corazón clama volver a verlo. <<- Junsu es tan diferente de Yunho, tal vez por eso me llama la atención… además es muy lindo, gentil, amable…>>
- ¿me escuchaste? – Yunho chasqueo los dedos levantando el tono de su voz. Hace minutos que Jaejoong tenía la mente en otro lugar y eso lo molesto seriamente.
- ¿eh?
- ¿en que estabas pensando?
- No… en nada – siguió cortando las verduras para preparar un Kimbap (una especie de sushi pero sin pescado).
Yunho respiro profundo del cansancio pues sabía que Jaejoong le estaba mintiendo con ese “en nada” – Te pregunte si sabias preparar salsas occidentales
- Si – señalo una cacerola sobre la hornalla – esa es una salsa napolitana…
- Napo… que… - fingió no poder pronunciarla.
- Napolitana – dijo Jaejoong con una sonrisa – Tiene ajo picado, cebolla, pulpa de tomate y algo de extracto de tomate, pimienta, albahaca y orégano… ¿le gusta la comida occidental?
- ¿Por qué me tratas de usted? Me hace sentir viejo – dijo Yunho acercándose a la cocina.
- ¿uh? Disculpe… - bajo la mirada ante los gélidos ojos de Yunho – Bueno… a alguno nos enseñaron modales – dijo mordiéndose el labio inferior – como respetar a mis mayores…
Yunho no pudo evitar disgustarse – ¿Cuántos años tienes?
- Eh… - respondió con timidez - 26…
- Yo tengo 28… no soy tan viejo ni tu tan joven para tratarme de usted…
- Pero…
Señalo desafiante a Jaejoong – Si vuelves a tratarme como un viejo te golpeare.
Una sensación escalofriante recorrió por el cuerpo de Jaejoong – Uh… disculpe… digo disculpa…
De repente Yunho esbozo un ligero estornudo que rápidamente cubrió con su brazo.
- Tiene la ropa… - achico los hombros ante la gélida expresión de de Yunho – Digo… tu ropa esta mojada deberías cambiarte – dijo mientras continuaba revolviendo la salsa y volviendo a las verduras. Le resultaba tan extraño estar hablando con Yunho.
- ¿Quién te crees? – frunció el entrecejo – Nadie me da órdenes en mi propia casa…
- Puede… – balbuceo mientras su concentración estaba en cortar las verduras - … puedes dar vuelta la salsa – dijo finalmente Jaejoong sin darle importancia a las palabras de Yunho ya que cuando cocinaba, estaba en un mundo diferente y nada de lo exterior lo distraía.
- ¡Que! ¡Me estas pidiendo que sea el asistente de un chef de cuarta! Ni pensarlo – dijo cruzándose de brazos, estaba ofendido.
- Si crees que no podrás con una simple salsa entonces sal de mi vista – expresos Jaejoong muy concentrado en los cortes que realizaba ya que debían ser perfectos.
La sorpresa de Yunho fue tan grande al escuchar las palabras de Jaejoong que apenas pudo decir algo. Presionó sus puños y una mueca se dibujo en sus labios.
<<Debería matarte por hablarme así>> pensó Yunho a medida que apretaba firmemente los puños. Estaba a punto de perder la paciencia.