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Rescatame por alexriden02

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La sorpresa de Yunho fue tan grande al escuchar las palabras de Jaejoong que apenas pudo decir algo. – Debería matarte por hablarme así – pensó Yunho a medida que apretaba firmemente los puños.

 

 Lanzó  una carcajada, no de alegría sino de asombro por la forma en la que había sido tratado. Molesto tomó el cucharon pues Jaejoong lo había herido en su orgullo masculino, puesto que él pensaba  que no había nada en el mundo que no pudiese hacer.

 

Cuando Jaejoong  cocinaba parecía otra persona.  Ese Jaejoong frente a los ojos de Yunho no parecía el patético chico que conoció  y el que hace unos minutos estaba temblando como una hoja por su interrogatorio. Tomo el cucharon de madera y se puso a revolver la salsa. Jamás había cocinado en su vida o hecho alguna tarea del hogar, siempre tenía a alguien más que lo hiciera por él.

 

- ¡Lo estás haciendo mal! –dice Jaejoong mirando desilusionado como Yunho revolvía la salsa muy enérgicamente como si batiese algo  – Debes hacerlo más suave…

- ¿suave? – recrimino disgustado elevando una ceja por encima.

- Si, más suave- recrimino Jaejoong mientras dejaba  de cortar las verduras para así posar su mano sobre la mano de Yunho que estaba sosteniendo el aza del cucharon – Debes  revolver lentamente la salsa, con ligeros movimientos circulares… así la salsa cocerá mejor.

 

 

 Jaejoong estaba tan concentrado en la salsa que no notó la expresión de sorpresa en el rostro de Yunho. Estaba obnubilado por las manos de Jaejoong, pues a pesar de ser un simple cocinero las tenias suaves y delicadas. No entendía como su cuerpo empezaba a elevar su temperatura y su respiración se aceleraba sólo con el roce de esas manos <<- ¿Qué me pasa? >> se preguntó a si mismo pero sin hallar una respuesta. Miro nuevamente a Jaejoong y vio el moretón en su cuello, no pudiendo evitar sentirse nuevamente incomodo y hasta molesto, pues sabia claramente quien  se lo hizo a Jaejoong.

 

- ¿Siempre quisiste ser chef? – pregunto intentando tragarse su ira.

-    Es la segunda cosa que más me gusta hacer – dijo Jaejoong con una cálida sonrisa en su rostro a medida que  apartaba su mano.

-    ¿la segunda y cuál es la primera? – dijo Yunho mientras revolvía la salsa.

-    Cantar

-    ¿Cantar? como una de esas estrellitas ridículas del pop – dejo salir una carcajada. 

 

Al escuchar esas carcajadas en forma de burlas, Jaejoong no pudo percatarse que el  filo del cuchillo estaba por rozar sus dedos. Emitió un gemido apartando su dedo ensangrentado de las verduras y apoyándolo contra su pecho.

 

- Trae a acá – dijo Yunho tomando la mano de Jaejoong y llevándola al fregadero sobre la mesada mientras abría el grifo del agua para lavar la herida.

 

Jaejoong sólo pudo observar  como Yunho le tomaba la mano para ponerlo bajo el fregadero. Si bien el agua estaba tibia las manos de Yunho estaban ardiendo. Se encontraba muy incomodo en esa posición, siendo sujetado por las manos de su peor pesadilla. Se sentía frustrado por haberse provocado  esa herida, además de avergonzado por mostrarse tan torpe frente a Yunho.

 

El rostro de Yunho expresaba angustia, como si la cortadura le doliese a él y no a Jaejoong. Del bolsillo de su pantalón saca un pañuelo con el que venda a Jaejoong. Quien  no pudo negarse ya que  no entendía porque Yunho lo estaba tratando de esa manera. Parecía  tan preocupado mientras le vendaba la mano, siendo una simple cortadura en el dedo índice.

 

- Solo… es una pequeña cortadura – dice Jaejoong mordiendo su labio inferior sintiéndose avergonzado. Tener a Yunho tan cerca era algo que no esperaba.

- Siempre debes lavar la herida para que factores externos no la infecten al momento de hace los procesos químicos para la cicatrización de la epidermis – dijo terminado de vendar la mano de Jaejoong.

- ¿qué? – dijo asombrado casi con la mandíbula por el suelo - ¿eres doctor?

- ¡uh! No… ¿Por qué lo dices?

- De todo lo que dijiste solo entendí… lavar la herida… - dijo asombrado por el intelecto de Yunho.

- Idiota – esbozo una ligera sonrisa – No dije gran cosa… cualquier estúpido que haya ido a la Academia Yonsei lo sabe.

- ¡tú estudiaste en la famosa academia Yonsei! – dijo asombrado – Es la más cara del país además de ser una de las mejores…

- Si, no esperabas que estudiara en una escuela de pobres…  – miro despectivamente a Jaejoong. Hizo una pausa antes de continuar pues veía como el rostro de Jaejoong se entristeció por su comentario.

- Vamos dilo… como yo. Eso ibas a decir. Una escuela de pobres como yo…

- No… no iba decir eso – voltea su rostro hacia la salsa – sino que la salsa se quemo.

 

Sin mediar otra palabra Jaejoong se abalanzo sobre la cacerola para comprobar los dichos de Yunho. Aunque respiró aliviado pues la salsa aun estaba en perfecto estado y su sabor era excelente. Intento ofrecerle un bocado a Yunho pero este se negó – Sólo como en vajilla de porcelana.

 

- Je, je… perdón su majestad porcelana – dijo sonriendo de manera amable.

- ¿Desde cuándo me haces ese tipo de comentarios? – preguntó Yunho molesto por las burlas de Jaejoong.

- Perdón – dijo Jaejoong inclinado la cabeza pues la gélida mirada de Yunho lo volvió a atemorizar. No entendía que lo hizo actuar tan amable con la persona que lo había convertido en un esclavo, que lo había dañado de diversas formas hasta el punto de atreverse a  intentar matarlo.

 

Volteo su rostro hacia un costado, para esconder su temor. Aunque Yunho se percato de lo que había provocado en Jaejoong y de alguna forma eso lo hacía sentirse extraño, casi con culpa. Ya que de alguna forma era su culpa que Jaejoong no lo respetara, pues fue él quien le pidió que no le hablase como un adulto y eso lo ponía a su igual. Observaba atentamente el cuerpo tembloroso de Jaejoong  <<– No, no somos iguales –>>  pensó mientras acomodaba su peinado.  Sin decir ninguna palabra se dirigió a la escalera,  subió para bañarse y quitarse la ropa mojada.

 

Suspiró aliviado por la lejanía de Yunho, Jaejoong se dispuso a cocinar. Él estaba aliviado ya que  la mirada de Yunho lo intimidaba y provocaba extrañas emociones en su cuerpo, además de miedo. Continúo con la preparación del supuesto banquete que daría Yunho. Se asomó levemente por la ventana para ver nuevamente el mar. Pero ni bien asomó su nariz no pudo evitar asustarse  con un relámpago que se desplomo sobre el cielo. La lluvia estaba empeorando pero dentro de la mansión no había ni rastro de su tempestad. La mansión había sido especialmente construida para soportar cualquier tipo de desastre natural.

 

Sin pensarlo escuchó un ruido muy fuerte proveniente del segundo piso. Parecía como si algo se hubiese desplomado al suelo  <<- ¿un fantasma? –>>  pensó Jaejoong, pero recordó que Yunho había subido al segundo piso. Bastante asustado subió a toda velocidad por las escaleras. Al llegar a la parte superior miró por los pasillos, pero no encontró nada ni a nadie, las luces tintineaban como si la tensión eléctrica bajara y subiese. Todas las habitaciones parecían estar cerradas a excepción de la habitación de Yunho pero no había nadie en ella. Decidió continuar buscando la procedencia de ese extraño ruido. Al final del pasillo había otra habitación, giro el picaporte << –¿estará cerrada? >> – pensó mientras la mano temblaba. El picaporte giró y la puerta se abrió.

 

El interior de la habitación era realmente deslumbrante, con enormes ventanales y cortinas de encaje blanco, las paredes revestidas de mármol blanco con decoraciones doradas por sus bordes. Los muebles desde la mesita de luz hasta el enorme placar eran completamente de mármol tallado y pintado con pequeñas incrustaciones de dorado. La cama era más amplia que las  matrimoniales convencionales, sus sabanas decoraban en perfecta armonía entre dorado, blanco y rojo. Del techo pendía  un candelabro que brillaba más que la propia luz – ¿será de oro? – Se preguntó Jaejoong asombrado – ¡Esta si es la habitación de un rey! – suspiró por tanto lujo.

 

Todo en la habitación parecía nuevo, como si nunca hubiera sido usado o  nunca nadie hubiese dormido en ella.

 

De repente vio otra puerta en la habitación, intrigado se dirigió hacia ella. Era el baño de la lujosa habitación, sobre el suelo estaba tendido Yunho. Aun había remanentes de vapor en la habitación, prueba cabal de que Yunho se había dado un baño caliente.

 

- ¿Está bien? – dijo Jaejoong asustado mientras levantaba el cuerpo de Yunho.

- ¡Suéltame! – dijo Yunho intentando reponerse solo - ¡vete! – tabaleo para caerse pero Jaejoong lo detuvo.

- ¡No! – levantó a Yunho y lo apoyó en su hombro para llevarlo a la enorme cama de la habitación.

- ¡Te dije que te fueras! – dijo Yunho  a medida que tosía, sintiendo como apenas podía caminar. Estaba temblando pero no de miedo.

- ¡Mira como estas! – toco la frente de Yunho – Estas ardiendo… de fiebre… te resfriaste- dijo Jaejoong dándose cuenta lo cerca que estaba del rostro de Yunho. Tanto que podía sentir las palpitaciones de su corazón.

 

Guardo silencio por unos instantes mientras observaba los ojos de Yunho, en verdad estaba débil pues habían perdido esa ferocidad que solía tener. Si él estaba tan débil era su oportunidad para huir. Su mente le decía que huyera de ese terrible hombre, pero algo más allá de la razón le impedía obedecer por completo el mandato de su lógica.

Notas finales:

Espero os guste.

Espero continuarlo en los proximos dias. 

Nuevamente agardesco por vustros comentarios.


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