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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

¿El tiempo borra las heridas?

os dejo la continuacion del Fic. Inicia una semana despues de que Jae y Junsu se vieron en ese cena.

 

 

En la oficina central de inteligencia de Seúl estaba trabajando Junsu. Por el anunciador, uno de sus oficiales le anuncia la presencia de Park Yoochun, quien solicitaba verlo. Algo dubitativo se tomó su tiempo antes de responder, no esperaba la presencia de ese hombre.

 

- Estoy ocupado – dijo cortando la llamada.

 

De repente, él irrumpe por la puerta sus ojos despedían fuego, su ímpetu era arrebatador. Vio que Junsu estaba muy cómodo sentado sobre la silla de cuero negro, escondido detrás del escritorio como todo un jefe de alto rango.

 

- No te veo muy ocupado – dijo en tono desafiante.

- ¿A qué viniste? – retuvo la mirada ante Yoochun – estoy muy ocupado como para perder el tiempo.

- ¡No lo creo! – golpeo fuertemente el escritorio de Junsu – ¡Si estuvieras tan ocupado no andarías invitando a Jaejoong a cenar!

- Él te conto – entrelazo sus dedos y sonrió confiado.

- Te dije que te alejaras de él – señalo desafiante a Junsu.

- Es todo – se levanto del resguardo de su silla y se dirigió hasta la puerta – Vete.

 

Yoochun no podía creer la forma en la que Junsu se dirigía a él, estaba molesto. Pero Junsu parecía tan sereno y confiado. Sonrió levemente con una mueca, pero su furia no disminuía, Yoochun no toleraba la cercanía de Junsu con Jaejoong. No solo conocía los detalles de aquellas cenas a la luz de las velas, lo que hacía hervir sus sangre era enterrarse que Junsu había pasado una noche entera con su amigo. Lo irritaba el solo imaginarse a ambos  en la misma habitación.

 

- ¡Te lo diré una última vez! – se acercó a la puerta e hizo una pausa antes de seguir hablando – ¡Si vuelvo a verte junto a Jaejoong conocerás mi peor faceta!

- ¿Y no es esta? – sonrió levantando una ceja con desdén, como si desafiara la paciencia de Yoochun.

 

Ahogo un suspiro intentando no atragantarse con su saliva, estaba conteniendo sus ganas de golpear a Junsu por tan arrogante actitud. Resoplo antes de responder – Solo aléjate de él.

 

Antes de contestar rasco su nuca y saboreo sus labios, después centro su mirada en Yoochun.

 

–  Está bien me alejare de él, pero le contare los motivos que me obligan a dejarlo… como nuestro pasado.

 

Esas palabras colmaron la paciencia de Yoochun, quien cogió por el cuello a Junsu y lo arrinconó contra la puerta. Solo se escuchó un golpe ensordecedor. Los delgados dedos de Yoochun presionaban con fuerza el terso cuello de Junsu.

 

- ¡¿Es por venganza que te acercaste a Jaejoong?!

- No – negó intentando respirar, pues Yoochun le estaba reduciendo la capacidad de respirar  – Vamos mátame, así dejare de sentir este dolor en mi pecho.

- ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué sigues con eso?! – tembló su voz soltando a Junsu de su agarre. Otra vez retumbaba en su mente las lágrimas de Junsu el día en que ambos terminaron, nuevamente sentía culpa y remordimiento.

- Jaejoong es una buena persona – hizo una pausa y tomó aire – Me agrada, además me considera su amigo… como esperas que desaparezca sin darle alguna explicación – observo a Yoochun quien parecía perturbado –  No todos podemos ser tan desalmados.

 

 Sin más que escuchar, Yoochun dio media vuelta abandonando la oficina de Junsu. A pasos firmes se metió dentro del ascensor. Los pisos bajaban y bajaban. Se tomo la cabeza  como si le pesara, hundió su frente contra la puerta del ascensor. Se sentía extraño, casi molesto. <<- ¿Por qué vine?>> se preguntaba un tanto desconcertado. Si bien Jaejoong había tenido varias novias, nunca mostró alguna  preocupación por perderlo, pero ahora temía perderlo. Conocía perfectamente a Junsu, conocía sus encantos y sabía que cualquiera podía enamorarse de esos encantos tan dulces.  <<- ¿Estoy celosos?>> esa pregunta retumbaba en su mente, si ese era el caso, desconocía de quien estaba celosos, de Jaejoong o de Junsu.

 

 

 

Jaejoong no podía creer donde se encontraba parado. Estaba  frente a uno de los salones de fiesta más lujoso de la ciudad, el Royal Britannie. El edificio portaba impresionaste columnas sobre su entrada y una larga escalinata que llevaba al salón principal.  A su lado y cogiéndole del brazo, para impedir su huida, estaba Kim Hyun Joong. Ambos hombres subían por la larga escalinata revestida con una alfombra roja hasta llegar al salón principal.  Por suerte su smokin oscuro estaba a tono con el evento, rezongo Jaejoong. Al costado había un cerco metálico que impedía el paso a las fanáticas o los reporteros.

 

- Cambia esa expresión – cogió más cerca a Jaejoong – Sonríe mi lindo Jae

- Nunca imagine que esto estaría así de lleno – resoplo sorprendido.

- Nada de reproches… mi hermoso niño – cogió la mejilla de Jaejoong y acomodo el antifaz que pendía de un fino lazo rojo  – Además me debes esta salida – dijo en tono insinuador –  Después de haberme dejado plantado hace una semana.

- Vale… no he dicho nada – resoplo fastidiado. Había pasado una semana desde ese incidente en donde dejo plantado a Hyun Joong por culpa de Yunho. El día que conoció la furia de aquel hombre.

 

Paso una semana desde que  Jaejoong logro pasar  la noche junto a Junsu, sólo abrazados, pero aun así atesoraba ese recuerdo. Cuando despertó, Junsu  se había marchado. Yoochun estaba demasiado ocupado intentando volver a su viejo puesto, por lo que no tenía tiempo para estar en la casa de Jaejoong. Yoochun nunca aclaro que estaba cuidando de Max Changmin, olvidando que su amigo era uno de los fervientes admiradores del cantante.

 

Desde que Jaejoong volvió al edificio donde tenía que desempeñar el papel de esclavo, una forma de estar bajo el poder de aquel hombre. Estaba inquieto y hasta temeroso de volver a verlo. Pero durante esa semana Yunho desapareció dejando a Heechul a cargo, claro él se encargaba de dar las ordenes y su fiel asistente de llevarlas a cabo.

 

Durante esa semana Jaejoong se sintió aliviado, aunque  más inquieto de lo común, pensaba que Yunho estaba huyendo de él o algo por estilo.  Pero esas ideas cayeron de su imaginario, ya que por los pasillos del edificio  se rumoreaban que el jefe andaba en un romance con una señorita desde hace varios días. El ultimo custodio de Yunho, esparcía tales rumores, pues él era  quien acompañaba al jefe hasta el hotel donde la mujer se hospedaba, no una sino varias veces. Al escuchar tales rumores, vino un recuerdo a la mente de Jaejoong. El día en que se quedo dormido en los brazos de Yunho y este clamaba el nombre de una mujer. Por más que lo intentaba Jaejoong  no recordaba el nombre de esa mujer. Se sentía tan ridículo al pensar que Yunho estaría escapando de él. Yunho  debía estar nuevamente con aquella mujer.

 

Esa semana, la vida de Jaejoong parecía volver a la normalidad, justo como antes de conocer a ese temible hombre. Asistía a la oficina medio tiempo, además  Heechul le estaba pagándole un sueldo puesto que entendía los gastos de su universidad. Todo parecía tan calmado, aun así, dentro de su pecho nacía una inseguridad. Temía  que esa calma antecediera a una tormenta, dudando de su suerte.

 

Cada día salía con Junsu a caminar o cenar.

 

- ¿No te gusta la comida? – pregunto inseguro pues veía muy desanimado a Jaejoong.

- No es eso – forzó una sonrisa. Estaba junto a Junsu y quería sonreír pero su ánimo estaba por el suelo.

- Pronto te recibirás como chef – intento hablar de algo que le gustara a Jaejoong para levantarle el ánimo.

- Si…- dijo desganado.

- ¿Mi hermano volvió molestarte?

- ¡Tu hermano! – esbozo sorprendido <<- Yunho>>. Respiro profundo pues el aire parecía huir de su pecho al recordar ese nombre. Sentía un sosiego que atravesaba su pecho pues cada día desde la última vez que lo vio, recordaba a ese hombre. Cada vez que pasaba por el despacho de Yunho,  se detenía con la esperanza de verlo salir molesto y gritando por la inutilidad de sus hombres, pero no había nadie en esa habitación. La habitación durante 7 días, permaneció desolada.  

- Lo sabía, te hizo algo – chasqueo los dedos confiado.

- No – pauso antes de continuar. Quería preguntarle a Junsu sobre el paradero de Yunho  y el motivo de su ausencia en el trabajo. Pero se mordió los labios pues esas preguntas no debían salir de su boca, sonaría preocupado y no lo estaba. Al menos eso pensaba, pero no podía dejar de sentir esa angustiante duda.

- Bueno si él no fue… ¿Qué te sucede?

- No es nada – largo una carcajada, intentando disimular su angustia. Después coge grandes bocados de comida y los introduce en su boca para comerlos.

- Tranquilo o te atragantaras – ríe al ver como lucen abultadas las mejillas de Jaejoong.  

- Teklj… hamjkr – dijo intentando tragar la comida.

- No se te entiende nada – Junsu rio a carcajadas.

- Dije que No es nada – trago la comida y la bajo con agua. Ver reír  a Junsu lo animaba.  Así era como Jaejoong quería verlo, sonriendo. Apreciaba cada tiempo junto a Junsu pues sus sentimientos se hacían más fuertes. Debía admitirlo, su corazón clamaba por ese joven policía.

 

Deshaciéndose de esos recuerdos, Jaejoong se centro en seguir a Hyun Joong. No quería volver a pensar en Yunho o la oficina. Él ahora estaba entrando a una lujosa fiesta en compañía de Hyun Joong. Si bien no tenía ánimos, pues desde hace una semana su ánimo había  decaído, lucia hasta triste. Aceptó la invitación por la insistencia de Hyun Joong.

 

 

Al subir por las escaleras llegaron a la entrada en donde estaba el encargado de recibir a los invitados para después anunciarlos. En ese tipo de eventos sociales, se acostumbra a anunciar a los invitados y a sus acompañantes. En este caso el recepcionista estaba asombrado, ya que usualmente los hombres venían acompañados de señoritas, pero Hyun Joong venía con un hombre. A Hyun Joong le gustaba llamar la atención y lo había logrado anunciando que ingresaría del brazo de Jaejoong. Además impidió ser anunciado por el vocero ya que su sola presencia bastaría para anunciarlo, además del asombro que causaría al presentarse en compañía de otro hombre.

 

Jaejoong no conocía los protocolos de este tipo de eventos sociales, por ende desconociendo  que las entradas se hacían en parejas.

 

Hyun Joong había conseguido que todas las miradas se centraran él y su pareja. El salón era enorme y lujoso, estaba repleto de invitados. La temática de la fiesta era ir vestidos de gala, no importaba el color de la vestimenta salvo los antifaces, los cuales debían ser negros. Pero Hyun Joong le había entregado un antifaz rojo a Jaejoong para que  este sobresaliera.

 

La gente hizo una gran ovación ante la presencia de Hyun Joong, aún con el antifaz cubriendo su rostro era identificable, salvo su acompañante.

 

- ¡Qué insolencia! – marco un invitado junto a Yunho y luego señalo a Hyun Joong.

- A Hyun le gusta llamar la atención. Vino con un acompañante y no con su novia – sonrió Heechul por la desfachatez del artista.

 

Yunho volteo levemente para ver el motivo por el cual los demás creían una desfachatez la presencia de Hyun Joong. Lanzó una gélida expresión ante las escalinatas desde las cuales descendían Hyun Joong y su misterioso acompañante. Se mostro desinteresado, por lo que sostuvo unos instantes su atención. Después volteo, dándoles la espalda a ambos hombres.

 

 

Bajando por las escalinatas, Jaejoong se percató de aquella extraña mirada que los observaba sin el menor interés. Podía reconocer esos  gélidos ojos en cualquier lugar, aún detrás del antifaz que cubría el rostro de ese hombre. De forma inesperada,  esa mirada acelero su corazón. Tambaleo en el último peldaño pues sentía una pesadez en su cuerpo al volver a ver esa feroz mirada <<- Yunho>>. Su cuerpo sintió una punzante electricidad desde el interior de su estomago.

 

Jaejoong agacho tímidamente la cabeza. No porque se sintiera temeroso, sino para reprimir una sonrisa amarga. De todas las cosas que esperaba que le sucediera, ver a Yunho no estaba en sus planes. Por un momento fugaz, fugacísimo, Jaejoong sintió un ligero sentimiento de algo no muy distinto de la nostalgia. Suspiro antes voltear y seguir a  Hyun Joong.

 

El salón era enorme y lujoso, había hermosas pinturas y adornos  para admirar, como el imponente escenario que meses atrás habían armado para el evento. Pero Jaejoong no podía admirar la belleza del salón, su mente estaba perturbada, solo quería voltear y verlo nuevamente. Sentía que paso un siglo desde que vio a Yunho. Presionaba sus manos con fuerza para negarse a voltear, no temía verlo, sentía la necesidad de verlo una vez más.

 

Cuando Jaejoong voltea nuevamente para ver a Yunho, se escucho un enorme estruendo sobre el escenario del salón. De este estruendo se creó una niebla, se veía la sombra de un hombre, al disiparse la niebla las luces principales se centraron sobre el cantante Max Changmin.

 

- Presumido – dijo Hyun Joong ante la escandalosa entrada del cantante.

 

Los ojos de Jaejoong se dilataron como una animal cegado por la luz de un auto, no podía creer que estaba viendo a uno de sus cantantes favoritos. Reclamándole a su amigo el no haberle  informado que el evento era en honor a Max Changmin. De repente su enojo se transformo en asombro, pues el cantante agradeció  la recepción a sus tres amigos de la infancia, a los cuales invito a subir junto a él.

 

La gente aplaudía eufórica y las mujeres suspiraban al ver a los tres hombres junto a Max Changmin. Si bien los cuatro hombres usaban antifaz lucían perfectos para una publicidad de modelos masculinos. Los cuatro  posaban mostrando su porte y elegancia ante la mirada de la gente. Heechul estaba acostumbrado a ese tipo de atención al igual que Max Changmin, pero Yunho no emitía ninguna sonrisa al igual que su hermano. Sólo mantenía su rostro sereno ante los gritos eufóricos de las mujeres.

 

Al verlos juntos, Jaejoong quedó sin aliento no podía creer que Yunho, Heechul y Junsu eran íntimos amigos de Max Changmin. No sabía que pensar, si su suerte era buena o pésima.

 

 Después, los cuatro amigos descendieron del escenario para ser saludados por los invitados. Max Changmin sonreía muy amigablemente mientras cogía del hombro a Yunho, acción que Jaejoong jamás vio que nadie repitiese, pues aquel hombre cortaría el brazo de cualquiera que lo tocase. Con eso confirmaba la cercanía de ambos. Su vista estaba centrada en la cercanía de ambos, tanto que olvido la presencia de Junsu y Heechul. De repente su pecho se estremeció, ya que tenía la ligera esperanza de que Yunho lo reconociese detrás ese antifaz. Su mirada se debilitaba al ver que aquel hombre no lo registraba. Yunho estaba centrando toda su atención sobre el cantante y los invitados.

 

- ¿Quieres saludar a Max?

- No – negó tímidamente Jaejoong a Hyun Joong – ahora está muy ocupado – dijo bajando la mirada como penando.

- Está bien – tomó del hombro a Jaejoong – Vamos a la mesa.

 

Desde la mesa de Hyun Joong se podía contemplar todo el salón, también se veía claramente la mesa que Max Changmin compartía con sus amigos. De vez en cuando Jaejoong fingía estar observando la inmensidad del salón, pero siempre se detenía  a  observar la mesa del cantante, centrando su atención en Yunho. Pero Yunho  parecía estar muy ocupado hablando con una mujer. La  mujer poseía una  piel blanca como la nieve, un cuerpo esbelto que mostraba a través de un vestido blanco con brillantes, tenía el pelo levemente recogido lo que le permitía lucir, sobre  su pálido cuellos de cisne, un collar de de diamantes finísimos. Jaejoong, mareado por tantos telones de foro, brillantes y vestidos suntuoso, permite que su amigo le llene la copa una vez, y luego otra. En su mente solo había una pregunta que lo inquietaba <<- ¿Es aquella mujer la que Yunho menciono dormido? >>  Se toma la cabeza como si estuviese mareado, musita disculpas a su amigo y se marcha al baño.

 

 

Él se observa en el cristal del espejo, se moja la cara como si esperase que las frías gotas de agua lo despertasen. Unos instantes después apoya su espalda contra la pared, hecho su cabeza hacia atrás, ahogo un profundo suspiro. Cerró los ojos imaginándose como seria aquella mujer, como Yunho la trataría, la vida de pareja que estarían llevando durante esa semana en la que Yunho no volvió a la oficina. Antes de marcharse volvió a lavarse las manos para volver a la mesa con Hyun Joong, pero algo detuvo su salida. Proveniente de uno de los cubículos individuales del baño, centímetros de donde él estaba escucha leves sonidos. Intentó descifrar tales ruidos guardando absolutos silencio.

 

<< ¡Más! ¡Más!>> Ahoga en un leve grito, un gemido tan suave con de mujer. Extrañado, Jaejoong se agacha para ver debajo del espacio que quedaba entre  la puerta del cubículo y el suelo del baño. Asombrado descubrió que efectivamente esos gritos venían de una mujer con tacos como agujas. Pero no estaba sola, sino que  divisaba los zapatos de un hombre que traía los pantalones abajo.  Las piernas del hombre temblaban y se movían contra el cuerpo de la mujer que gemía de placer.

 

Jaejoong estaba dispuesto a abandonar el lugar, pero se detuvo al escuchar los últimos gemidos de la mujer.

 

- Hmm… Yunho eres maravilloso…nh, nh – jadeo la mujer lascivamente.

 

Algo asustado retrocedió hasta la puerta, jamás había visto a dos personas teniendo sexo dentro del baño y menos esperaba que una de esas personas fuese Yunho. Retrocedió, pero no se dio cuenta que detrás suyo estaba un florero que adornaba la habitación del baño. Choco con el objeto, haciéndolo caer al suelo, intento desesperadamente levantar las flores antes de que la pareja del cubículo se diera cuenta de su presencia. Pero fue en vano, la puerta del cubículo se abrió de par en par. De este salió la mujer, quien huyo hacia la salida  cubriéndose el rostro con ambas manos, pues aquel joven los había descubierto.

 

 Haciendo un esfuerzo sobre humano Jaejoong  intentó sostener la mirada a Yunho, quien solo lo observó por unos instantes mientras se abrochaba el botón de su pantalón. Después se dirigió al lava manos, como si ignorase la presencia de Jaejoong, quien estaba temblando en un rincón. El imponente hombre se miró frente al enorme espejo y acomodo su peinado llevándolo para atrás. Seco sus manos con una toalla descartable y la arrojo al bote de basura. Se dirigió hacia la salida con una gélida expresión en sus ojos, lucia tan calmado, ignorando completamente la presencia de Jaejoong.

 

Temblando en el rincón de aquella habitación, Jaejoong se sentía algo extraño, agacho la cabeza observando la toalla que segundo antes Yunho descarto en el bote de basura. Así se sentía, un objeto del cual Yunho se deshizo y olvido. Se cogió el rostro con ambas manos para evitar llorar. Después de tanto tiempo y con todo lo que había sufrido a manos de ese hombre, Yunho tan solo lo vio con desdén; ignorándolo por completo.

 

 <<- ¿Por qué no volteaste a verme? ¿Por qué?>> musito en el silencio de aquella habitación.

 

 

Notas finales:

Bueno os dejo la continuación, (>___0)

 Puf… lo termine. La verdad no pensé llegar a finalizarlo, claro lo dividi en dos partes. Espero subir pronto la continuación.

Pobre Jaejoong, sin Yunho su vida es tan aburrida  (U.U) Pero que es lo que habrá decidido Yunho, opto por olvidar a Jaejoong…. quien es esa mujer???? (Esto hasta a mi me intriga, y soy quien lo escribe Xp)

Vuelvo a agradecer a todas vosotras por seguir eligiendo el fic.

Agradezco vuestros comentarios. Y prometo dentro de algunos capitulo el tan esperado Yunjae (no griten, que ya mi hermana me rompió los tímpanos)

Será hasta la próxima (n__n)

 

 

 

Nii-chan perdi el tren, y llegue tarde... se que no es excusa pero komene (asi se ecribe lo siento???) (T__T) La verdad no sé  qué haría sin vuestros consejos sobre “eso”, sigo siendo un novato en esa parte de la escritura (T__T)


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