Siwon entrelazo su dedos, tenía en frente al hombre con el que disputaba el puesto de PSY. Que más deseaba que matarlo ahí mismo, pero no, Yunho aún estaba bajo la protección de Psy. Nadie se atrevía a tocarlo, por lo que Siwon había planeado algo para amedrentar a su rival. Conocía el punto de débil de Yunho, era Junsu. Siwon creía que al tener a Junsu podría controlar a Yunho, pero el plan fallo. Aún así estaba despreocupado, confiado de la palabra de sus hombres. Según sus empleados, hicieron un perfecto trabajo, limpio y sin dejar huellas. Solo que robaron al hombre equivocado.
- Veo que hoy también luces animado – dijo Yunho con una risa fingida, sarcástica.
- ¿No veo por qué no estarlo? – dijo llenado del mejo vino la copa de su visitante y después la propia.
- Pensé que estarías molesto o furioso… – dijo Yunho borrando su falsa risa.
- No se dé que hablas…
- Solo lo diré una vez – ahogo su paciencia - ¿Dónde está?
- ¿Qué? ¿se te perdió tu novia? – pregunto burlonamente.
- Veo que sigues haciéndote el idiota – acomodo su caso, lo que provoco que los empleado de Siwon desenfundaran sus armar y apuntasen a Yunho. Con una risa de victoria, Yunho confirmaba los dichos de Him Chan y Yong Guk. Siwon había planeado secuestrar a Junsu, pero fallo raptando a Jaejoong. No existía otra explicación por la que aquellos hombres desenfundaran rápidamente las armas sobre él.
Siwon rápidamente notó la mirada de Yunho, ordeno a sus empleados deponer las armas. Un sudor frio recorrió su espalada. Odia ver el rostro de Yunho, detestaba esa maldita calma que caracterizaba a su rival.
- ¿Qué hiciste con el joven que secuestraste en lugar de Junsu? – preguntó desafiante a Siwon.
- No sé a qué te refieres – bebió otra copa de vino.
- Dile a Donghae que lo traiga – ladeo la cabeza como si intentara mandara la voluntad de Siwon.
Donghae estaba escuchando detrás de la enorme puerta que conectaba el pasillo con el salón principal. Antes de responder al llamado de Yunho, Donghae dio órdenes de desaparecer a Jaejoong.
- ¿Qué sucede Han-Jung? – apareció Donghae con una gélida expresión.
- Al fin apareció tu perro fiel – musito despectivo – Vamos, trae al muchacho – observa la camisa de Donghae y nota unas pequeñas gotas de sangre. En ese instante su calmado corazón se acelera. Yunho no estaba calmado, estaba furiosos, deseaba destruir todo el lugar. Sabía que aquellas minúsculas gotas de sangre pertenecían a Jaejoong.
- Acá solo tenemos mujeres – sonrió Siwon de manera descarada – Si lo que quieres es un amante ve a buscarlo a otro sitio – bebió otra copa de vino.
La paciencia de Yunho estaba colmada. La hipocresía de ambos hombres le molestaba. Tímidamente levanto la mano, miró de reojo y notó la expresión de susto en los empleados de Siwon, más cuando deposito su mano dentro de su saco.
- Cuidado con lo que haces – advirtió Siwon al ver que Yunho introdujo la mano dentro de la cara interna del saco.
Con un sólido gesto taimado, hábilmente saco su celular. Astuto, enseño su celular y lo deposito en la mesa. Siwon solo observo el aparato de última generación, aún seguía temiendo que Yunho desenfundara un arma.
Yunho marcó el teclado táctil de su celular. Estaba realizando una llamada. Tanto Siwon como los presentes no comprendían nada. El silencio de aquella habitación cayo, al escuchar el sonido de música de rock. Dicha melodía provenía del bolsillo de unos de los empleados de Siwon.
- ¿Por qué no contestas? – pregunto Yunho al empleado que llevaba el tatuaje de un dragón en su rostro <<- Ese es el hombre que menciono Junsu>>
El empleado estaba temblando. Negó contestar la llamada.
- El numero que marque es el de Junsu – dijo Yunho confiado – aquel muchacho al cual ustedes confundieron con Junsu, le robo el aparto a mi hermano – volvió a marcar en su táctil.
- ¿Eso es todo? – se levanto Siwon de la comodidad de su silla – Vienes y nos acusas sin pruebas… no soy tu único enemigo, tienes muchos.
- Puede ser, hasta en eso tu y yo nos parecemos – dijo levantando la voz para que Siwon no abandonase la habitación. Lo había conseguido, el jefe de los Yakuza estaba observándolo.
- Tú y yo, no nos parecemos en nada – dijo Siwon con ferocidad en su mirada por la ridícula comparación de Yunho.
Yunho esbozo una aterradora risa mientras cogía su celular. Volvió a presionar la pantalla del mismo para agrandar la imagen. Estaba realizando una video-llamada desde que toco la pantalla por segunda vez.
Dichas imágenes impactaron a Siwon. Sus ojos se dilataron de par en par, casi tambalea. Su mirada estaba atónita, apenas podía respirar. Desde la pantalla del celular de Yunho, se podía ver como el dueño de otro dispositivo, estaba apuntando con la cámara de la video-llamada a un grupo de niñas, no mayores de 12 años. La vista de Siwon se centraba en una de las niñas. Su pequeña Ye Eun. Su cuerpo estaba temblando, jamás había experimentado tal desesperación. Después, centro sus irritantes ojos sobre Yunho, quien parecía satisfecho al verlo en ese estado.
La pequeña niña corre muy animada junto a sus compañeritas de clases. Salta y juega sin imaginar que corría un grave peligro. El lugar era similar a un viejo castillo, había mojas que intentaban controlar a las sonrientes niñas. De repente se escucho la voz de la pequeña Ye Eun, que pedía por más tiempo a las monjas antes de ir a dormir, ya que quería seguir jugando con sus compañeras.
- Es una hermosa niña – sonrió Yunho como si hubiese obtenido el triunfo – No veo el parecido contigo.
Siwon sólo guardo silencio, su respiración era pausada y profunda. Odiaba la soberbia con la que Yunho se refería a Ye Eun. Desde el interior de su ser maldecía a Yunho, asegurando que un día borraría esa detestable sonrisa. Más aún maldecía su suerte, <<- ¿Cómo demonios Yunho localizo a Ye Eun?>> pensaba mientras presionaba sus puños.
- Veo que ahora entiendes porque nos parecemos – pauso para volver a sonreír satisfactoriamente – Ambos tenemos varios enemigo y algo que proteger… yo a mi hermano y tu a ella – señala la imagen de la niña en su celular.
- ¿Qué es lo que quieres? – pregunto Siwon intentando ocultar su nerviosismo – Recuerda lo que PSY nos advirtió
- Yo lo recuerdo, pero tu rompiste las reglas – volvió a ver a la niña – ¿Dónde está él?
- No sé de que hablas – sonrió Siwon.
- Porque soy bondadoso volveré a repetirlo – dijo en tono amenazante - ¿Donde está el muchacho que secuestraron en lugar de Junsu?
Siwon no podía admitir la captura del aquel joven, ya que estaría expuesto a las afirmaciones de Yunho. Si eso era cierto su cabeza caería. Hace tiempo, después del ataque a las oficinas de Yunho, Psy se reunió con Siwon y los demás gangters de la ciudad. Reunión donde reafirmo su protección a Yunho, pero también puso un alto a la matanza. Nadie debía meterse con la familia del otro, los familiares quedaban excluidos de las riñas entre bandas. Si alguien desobedecía dicho mandato, sería castigado por el mismo Psy.
Desde la otra habitación Jaejoong oía todo, la voz que escuchaba lo esperanzaba. <<- Es Yunho. Vino a buscarme, vino por mi>> Jaejoong estaba realmente emocionado e impaciente. La puerta de aquella despensa se abrió, ilumino la oscura habitación. Dos hombres lo miraron con desdén, luego abrieron las cadenas dejando los grilletes en las manos de Jaejoong. Jaejoong guardo silencio, creía que sería llevado ante Yunho. Pero no, los hombres musitaron en voz baja que debían desaparecer al joven.
Uno de los hombres, el más alto, el hedor a licor era tan fuerte que Jaejoong no soportaba la cercanía. Observó a Jaejoong con ojos lascivos.
- Tienes un hermosos rostro y tu cuerpo es perfecto – lamio la oreja del joven. Jaejoong iba a vomitar si aquel detestable hombre lo volvía a hacer – Quieres que te lleve al paraíso antes de matarte – cogió la entre pierna del más joven.
- Claro – dijo Jaejoong notando como el asqueroso borracho dejaba libre sus manos. Repugnado por aquel rose sobre su entre pierna, tomo un respiro, dos. Al llegar al tercero golpeo la parte baja de aquel hombre y salió huyendo. Misma técnica diferente hombre, pensó mientras huía.
Atemorizado Jaejoong logro zafarse, solo le restaba llegar a un lugar. Debía correr hasta donde Yunho, sino estaría muerto, solo aquel hombre podía ayudarlo. Atravesó el pasillo y abrió la enorme puerta de mármol que conectaba con la sala.
<<- ¡Yunho!>> exclamó en sus pensamientos, su pánico había sido mitigado con solo ver a aquel hombre. Cuando volteo hacia Siwon, parecía que el hombre estaba por perder los ojos.
- Así que es verdad – agravo la voz – secuestraste a ese idiota en lugar de mi hermano.
Rápidamente Yunho observó el estado de Jaejoong. El más alto vio la sangre que escurría de las manos del más joven, reconocía esas heridas, solo un látigo de cuero podía hacerlas. Veía los pesados grilletes metálicos que pendían tanto de pierna y brazos del joven, sabía que fue encadenado como un perro. Al ver las manos lastimadas de Jaejoong, la sangre de Yunho empezó a hervir, estaba entrando en cólera.
- Veo que le diste un buen trato – lanza una mirada serena, fingida ya que quería asesinar a Siwon. Después arqueo una ceja – Him Chan tráelo – señalo a Jaejoong.
Antes de que Him Chan fuera en busca del joven, Donghae se interpuso. No podía dejar al descubierto el plan de Siwon. Desafío a Yunho, afirmando que Jaejoong era un joven que les debía dinero, intentando de ese modo, revocar las afirmaciones de Yunho.
Con una sórdida risa de soberbia, Yunho asintió ante Donghae. Después comenzó a hablar. Explica como Him Chan y Yong Guk observaron a los hombres de Siwon llevarse al joven. También que su hermano había reconocido a uno de ellos, volteo para ver si lo encontraba, exactamente ahí estaba. Un hombre alto que desde su cuello nacía el dibujo de un dragón. Señalo confiado al hombre del tatuaje, no solo acusándole de ser participe en la captura de Jaejoong sino de tener el celular de Junsu. Claro que Yunho mentía, pues sabía perfectamente que ese celular era de Jaejoong. Ante la atónita mirada de los presentes volvió a la Video-llamada.
- Tu silencio solo te incrimina – dijo desafiante a Siwon – déjame decirte algo. La persona que está en ese lugar no teme asesinar a las monjas y a esas niñas… tu pequeña Ye Eun también morirá.
- ¡Es sólo un empleado! – exclamo Donghae. Conocía a Ye Eun y sus sentimientos lo traicionaron.
En el rostro de Yunho se dibujo una sonrisa macabra, estaba satisfecho, sus ojos se tornaron vengativos. Desenfundo su arma. En ese momento todos los empleados de Siwon apuntaron contra Yunho, pues pensaban que el objetivo de ese hombre era su jefe. Fuera de esas suposiciones, Yunho desenfundo su arma, apuntando a la cabeza de Jaejoong.
Las repentinas esperanzas de Jaejoong cayeron, nuevamente estaba bajo la mirada asesina de Yunho. No sabía que pensar, no sabía que sentir. Podía oler el licor y el vino en el aire del salón. Cerró los ojos al sentir próxima su muerte. De cierta forma, en lo más profundo de su ser, prefería que Yunho lo matase y no los Yakuza.