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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

Bueno os dejo otro capítulo, espero que os guste. Gracias por dejar vuestros comentarios… (n_n)

 

 

Después de terminar con sus pensamientos Yunho volvió a ingresar a la mansión. Se dirigió a la cocina, ya que escuchaba ruidos incesantes como de platos. Se acercó y notó que Jaejoong estaba ordenando el enorme desastre que horas atrás Yunho hizo al preparar el desayuno.

 

– ¿Qué haces? – preguntó algo molesto.

– Limpio – respondió Jaejoong lavando los platos. Cosa que detestaba, pero también detestaba el desorden.

– Tus manos aún siguen heridas – dijo Yunho  fastidiado por el accionar de Jaejoong. – Quieres que se te infecte.

– Uso guantes de goma –  enseño ambas manos – Ves, manos secas. Después cocinare el almuerzo – prefería cocinar algo antes que volver a ver a Yunho intentando preparar algo.

– ¡No entiendes! – frunció el entrecejo  aproximándose a Jaejoong – ¡Tus manos están heridas!

– Estoy bien, estas heridas no son nada comparadas con otras que me hice cuando trabajo en la cocina  – Jaejoong mentía, jamás se había hecho  heridas tan graves  en las manos, pero así por lo menos despreocupaba a Yunho. Quien se veía bastante desmejorado.

– Eres tan necio – resoplo Yunho. No había dormido mucho y estaba muy cansado como para pelearse con aquel joven – Has lo que quieras.

 

Yunho cansado de intentar convencer a Jaejoong de la gravedad de las heridas se alejó molesto casi hablando entre dientes, claro palabras contra la insensatez de Jaejoong. Aunque Jaejoong estaba temblando, disimulo lo mejor que pudo cerca de Yunho, ya que temía que aquel hombre se le acercara más de la cuenta. Pero Yunho solo deseaba darse un baño, lo necesitaba. Fue hacia su habitación y del placar tomo ropa, bajo nuevamente hasta la planta baja y  le entrego la ropa a Jaejoong.

 

– Creo que son  de tu talle – deposito la ropa sobre el sillón de la sala – No intentes nada extraño – dijo en tono amenazante. Después subió las escaleras hasta su habitación.

–  ¿extraño? – se preguntó Jaejoong inclinado la cabeza – El único extraño eres tu – dijo en voz baja temiendo que Yunho lo escuchara.

 

 

*******

 

 

Después de haber dejado a Junsu en la mansión de su familia. Max Changmin se despidió hasta la noche, ya que cenarían  juntos. Con su habitual sonrisa amable, Junsu acepto gustoso la compañía del más alto. Después de lo vivido necesitaba paz y calma, cosa que solo el cantante podía darle. Ese día no iría a trabajar, solo deseaba descansar y ordenar sus pensamientos.

 

 Desde que el cantante  habló con Junsu sobre  Jaejoong se sentía bastante incomodo, su curiosidad lo aprisionaba. Deseaba saber cómo era aquel joven, el joven que  había dado valor a Junsu para terminar de perseguir a Yoochun. Debido a eso Max Changmin había  estado muy desconcentrado. No podía continuar los ensayos para su recital, realmente su cuerpo lo deseaba pero su mente estaba en otro sitio. Sin más remedio tuvo que parar los ensayos. Despidió a sus bailarines hasta el día siguiente, ya que no se encontraba de humor para seguir practicando. Kangta como amigo y representante acato las ordenes del cantante.

 

– ¿Te sucede algo? – preguntó preocupado por el ánimo de su representado. Al no tener respuesta de Changmin, KangTa comienza a preocuparse más de la cuenta – Hace días estabas tan animado por dar el show y ahora te ves como un espantapájaros.

– Solo seguí este camino por él – musito sin percatarse que Kangta estaba a su lado. Después palmeo sus mejillas para volver en sí – Perdón Hyung no te escuche.

–  Estas así por los rumores – dijo Kangta al recordar los rumores sobre los gustos sexuales de Max Changmin – Me encargue de negarlos, deberías salir con más chicas.

– Esos rumores no me afectan – respiró profundo y soltó el aire – Hyung tu sabes mis gustos.

– Si, los se… pero no puedes dejar tu carrera solo por un persona.

– Entonces dejare de ser cantante – sonrió burlonamente para asustar a su representante. Siempre que lo hacía, Changmin  adoraba ver como Kangta se sobresalta.

 

Antes de que Kangta empezara a dar  sermones y gritos, por la puerta de la sala de ensayos ingresa Minho. Venía con la esperanza de ver en acción a su adorado sunbae. Pero se desilusiono al verlo tan cerca de Kangta.

 

– ¡Hola! – Max Changmin levanto la mano para saludar a Minho. El muchacho más joven imito la acción.

 

El móvil de Kangta sonó, por lo que debía abandonar el edificio de la SM. Pero antes se detuvo frente a Minho.

 

– Habla con el idiota de tu sunbae. Quiere dejar la música – salió presuroso Kangta mientras contestaba la llamada.

 

Minho se acerca hasta  Changmin casi al borde del llanto, pensando que su querido sunbae dejaría los escenarios. Esa idea entristecía el corazón de Minho,  no existirían más  excusas para seguir viendo a Max Changmin y eso lo angustiaba.

 

Al ver esos ojos tristones en el rostro de Minho, el cantante ahogo una risa.

 

– No dejare nada. Solo estaba jugando con mi manager – dijo esbozando una sonrisa amable ante su joven  amigo.

 

Al escuchar las palabras del cantante Minho se lanzo a sus brazos. Estaba realmente feliz de saber que todo era una mentira.

 

– Me alegra mucho que no dejes la música – restregó su rostro sobre el pecho de Changmin. Sentía el perfume característico del cantante, aroma que adoraba.

– Mi lindo Hoobae se preocupo por mí – acaricio el pelo de Minho de manera amigable.

– Hace años que nadie me llama de esa manera – dijo sonriendo de felicidad.

– Es verdad. Has crecido bastante – expresa sorprendido Changmin notando que Minho había crecido desde su último encuentro.

 

Minho sonríe al escuchar que Changmin al fin se había dado cuenta que ya no era un niño. Realmente estaba feliz junto al cantante y quería demostrárselo, pero las palabras de Taemin lo amedrentaban. <<El sunbae no es para ti. Jamás te tomara en serio>> recordar esas palabras lo deprimía.

 

– Como termine mis ensayos, podemos ir a almorzar juntos – dijo Minho algo nervioso.

– Es una gran idea – sonrió Max Changmin más animado. Necesitaba despejarse y dejar de pensar en Junsu – Sera divertido volver a estar todos juntos.

– ¿todos? – preguntó Minho  borrando su sonrisa.

– Si, ¿No iremos con Taemin y  los demás? – se acerco hasta la puerta – Vamos.

– Ellos… ellos se fueron a otro lado – dijo Minho así impedir que Max Changmin los fuera a buscar  – Pero si no te gusta mi compañía…

– No quise decir eso – se excuso el cantante al notar una gota de molestia en el rostro del más joven - ¿A dónde quieres ir? Yo invito – sonrió para animarlo.

 

Minho hizo una débil mueca, pero rápidamente sonrió al ver el rostro de su sunbae. Realmente estaba feliz de poder pasar un tiempo a solas con Max Changmin sin la irrupción de sus amigos, no porque no los quisiera, sino que adoraba estar a solas con su adorado sunbae.

 

– Seremos solo tú y yo – sonrió Max Changmin ante Minho.

– Si, solos tú y yo – devolvió la sonrisa. No le importaba si algún día o no Max Changmin correspondiese sus sentimientos, ahora le bastaba con estar a su lado.

 

 

 

******

 

 

 

Recostado sobre su lujosa cama Junsu intentaba calmar sus pensamientos, tomó su teléfono móvil busco entre sus contactos. El nombre Jaejoong estaba resaltado entre los demás. Había usado sus contactos en la mafia como en la policía para saber el paradero de Jaejoong, enterrándose que estaba en libertad, lejos de las garras de los Yakuza.

 

– Así que mi hermano fue en su búsqueda – dijo hablando por su móvil con Heechul. Si alguien sabía algo sobre Yunho ese era Heechul.  

– Es algo de lo que no hay rastros. Sólo rumores, pero están desapareciendo – dijo Heechul en tono serio – Tu hermano te quiere mucho y cumplió tu pedido. Fue en busca de Jaejoong  ¿Cuando dejaras de lastimarlo?

– Creo que ambos nos hemos lastimado – lanzo un suspiro de cansancio – Por eso te llame, necesito hablar con él.

– Por desgracia desconozco su paradero. Apago su celular y no hay forma de localizarlo.

– Lo entiendo – dijo Junsu, sabía que Heechul era un fiel ayudante de su hermano y por más que supiera donde estaba Yunho jamás se lo diría.

– De verdad… no sé donde esta, es la primera vez que desaparece sin decirme a donde se dirige.

 

A Junsu le extrañaba  que Heechul desconociera el paradero de su hermano. Pero ya habría tiempo para sus disculpas lo que más le importaba era saber si Jaejoong estaba bien. Desde su móvil marco el número de Jaejoong, el cual decía “El numero que usted marco se encuentra fuera del área de cobertura”

 

– ¿Cómo fuera del área de cobertura? – se pregunto a sí mismo, volvió a marcar pero la misma frase se repetía una y otra vez.

 

Antes de que Junsu saliera de su habitación hacia la casa de Jaejoong. Sebastián pide permiso para irrumpir debido a una llamada urgente.

 

– ¿Quién es? – pregunto Junsu ya que no esperaba ninguna llamada.

– Es su madre – dijo Sebastián señalando el teléfono que estaba sobre la cómoda al lado de la cama de Junsu – Desde la madrugada que ha estado llamando.

 

Junsu observó el teléfono de su habitación, su madre aguardaba en la otra línea esperando  a que él contestase. Presionó sus puños, ahogo un profundo respiro, miró con desdén hacia el aparato.

 

– Dile que  acabo de salir y no sabes cuándo volveré– se dirigió al cuarto de baño para ducharse y cambiarse antes de ir rumbo a la casa de Jaejoong.

 

Sebastián sin más remedio accedió a las órdenes de su amo. Tomo el teléfono y dijo textualmente las palabras de Junsu.

 

 

******

 

 

Después de cambiarse con la ropa que Yunho le entrego, Jaejoong estaba intentando descansar en el sillón de la sala. Afortunadamente la ropa era a su medida, una camiseta blanca cuello V manga corta y unos jeans claros que se ajustaban perfectamente al contorno de sus piernas. Cuando repentinamente escuchó unos pasos descendiendo por las escaleras, se levanto rápidamente de la comodidad del sillón.  Miró el reloj de péndulo, que descansaba a un costado de la chimenea y noto que faltaba solo una hora para la hora del almuerzo. Decidido a ir a la cocina, Jaejoong se levanto del sillón. Él no quería estar mucho tiempo a solas con Yunho, por lo que cualquier escusa para alejarse de él, estaba bien.

 

Cuando fue hacia la cocina no pudo evitar cruzarse con Yunho. Casi sin aliento Jaejoong levanta la vista hacia aquel hombre. Pestañeo varias veces para comprobar si estaba viendo bien, su mandíbula casi estaba por desplomarse ante su asombro.

 

– ¿Por qué me miras así? – preguntó Yunho ante las extrañas caras que ponía  Jaejoong al verlo.

– ¿Eres tú?

– No… soy la pantera rosa – dijo sarcástico elevando una ceja – Claro que soy yo.

 

Lo delicados ojos de Jaejoong se abrieron de par en par, no creía estar viendo a Yunho y menos que aquel hombre hiciera un comentario sarcástico.

 

– Bah… ¿Por qué me miras de esa manera? – dijo Yunho elevando el tono de su voz. Le incomodaba la mirada del más bajo –  ¿Tanto te gusto? – pregunto arqueando ambos cejas, para que Jaejoong respondiera y dejase de verlo de aquella forma.

– Eh… ¿gustarme? – pestañeo molesto – Claro que no – agacho la mirada frunciendo en entrecejo  – Lo que pasa es que nunca te vi vestido de esa manera. Las veces que te vi siempre llevabas traje y corbata.

 

La mirada de Yunho se centro sobre su propio cuerpo. Ahora comprendía la extraña forma en la que Jaejoong lo observaba. Era su ropa la que atraía la atención de aquel joven. Casi siempre vestía de traje rara vez se vestía de manera informal. Pero en su guarda ropas solo había ropas viejas. Por lo que agarro lo primero que vio. Una camiseta color gris manga larga estampada, la cual  había sido remangada hasta los codos, dejando al descubierto sus antebrazos y unos jean que marcaban sus piernas bien formadas y fuertes, como las de un semental y calzando unos  tenis.

 

– No veo cual es el problema, no  naci vistiendo de traje y corbata – dijo Yunho justificando su nueva vestimenta.

– Su… su… supuse que si – dijo Jaejoong recordando que cuando conoció a Yunho, aún siendo un simple niño vestía de traje y tapado, como todo un caballero.

– Que sabes  alguien como tú  – dijo molesto ya que sentía que Jaejoong de cierta manera se estaba burlando de su ropa – Esta ropa… – señalo su vestimenta completa – Vale más de lo que crees, ni en dos vidas podrías pagarla.

– Supongo que no – ahogo una carcajada. No creía estar viendo a Yunho. Lucia tan diferente con aquella vestimenta. Parecía ser una persona tan diferente al hombre frio y sin emociones que se escondía detrás del traje. Aún así Jaejoong, admite que vistiera como vistiera, Yunho se veía bastante atractivo.

– ¿Te estás burlando?

– No, no como podría hacer tal cosa. Te ves muy bien con esa carísima ropa – sonrió pícaramente  y pegó media vuelta.

– ¿A dónde vas?

– A preparar la cena – dijo Jaejoong señalando la cocina.

– ¿cena? – pregunto observando por la ventana el claro del cielo.

– Eh… quise… quise… decir almuerzo – le tiembla la voz.

– Tu herida

– Estará bien – abrió y cerró las palmas para mostrar que se encontraba en perfecto estado.

– No, idiota – cogió las manos de Jaejoong – Hablaba de que debo cambiar tus vendajes por unos nuevos.

 

Jaejoong es guiado hasta el centro de la sala donde descansaba el botiquín de emergencias con las nuevas vendas. Lentamente Yunho desprende el vendaje y nota que las heridas de Jaejoong estaba cicatrizando correctamente.

 

– Tuviste suerte, solo son pequeños raspones – musito Yunho recordando lo sucedido en aquel lugar e imaginándose como habían maltratado a Jaejoong – Debí asesinarlos por haberte lastimado.

 

Al escuchar las palabras de Yunho, el corazón de Jaejoong se acelero. << ¿Yunho sería capaz de matar por mi? No, Yunho es capaz de matar pero no por mi>>

 

– Gracias por rescatarme – musito suavemente Jaejoong algo avergonzado.

– Eres un idiota – dijo Yunho terminando de vendar las manos de Jaejoong – Yo no te rescate, solo te interpusiste en mis planes – fijo su mirada en Jaejoong.

 

Jaejoong ahogo un suspiro, cada vez que intentaba ser amable con aquel hombre. Yunho parecía alejarlo.

 

<< Idiota. Sea como sea, me rescataste >> afirmo Jaejoong escondiendo la mirada de los ojos de Yunho. <<Cálmate corazón, una mirada de ese hombre y empiezas a latir rápidamente… ¿Qué me sucede?>>

 

Después Yunho cogió a Jaejoong por las manos para llevarlo afuera de la casa. Entre zarandeadas Jaejoong intentaba que Yunho lo soltase, alegando que debía preparar el almuerzo. Pero Yunho guardo silencio. Ambos bajaron por el camino de madera dirigiéndose hasta la orilla  de la playa. Lugar donde descansaba una  lujosa lancha de motor. Contaba con una cabina llenada de extraños botones y palancas que Jaejoong no concia. Era bastante amplio para ser una lancha de motor.

 

– ¿Para qué es eso?

– ¿Viviste en un campo? – pregunto Yunho subiendo al lancha de motor – A caso no sabes qué es esto.

– ¡Claro que no viví en el campo! – se cruzo de brazos molesto – sé que es una lancha para navegar, pero no entiendo porque me subiría a ella.

 

Una vez que Yunho estuvo parado dentro de la cubierta, superficie plana del barco, volvió hacia Jaejoong.

 

– Iremos de pesca – extendió su manos para ayudar a Jaejoong a subir a cubierta.

– ¿de pesca? – pregunto Jaejoong cruzándose fuertemente de brazos.

– Tú querías cocinar y yo quiero comer pescado – dijo Yunho un tanto cansado de mantener extendido su brazo.

–   Pero en la nevera vi unos pescados – refunfuño Jaejoong. no quería dejar la superficie de la tierra, temía estar completamente a solas con Yunho.

– Pero yo quiero uno fresco, recién salido del mar – dejo se extender su manos y se las llevó a la cintura – Si no subes inmediatamente, hare que pesques con los dientes.

 

Asustado Jaejoong subió por sus propios medios a la lancha. Yunho se dirigió a la cabina de la proa para poner en marcha la lancha. Antes le advirtió a Jaejoong que mientras la lancha estuviera navegando se abrochara el cinturón de seguridad, ya que a Yunho le gustaba la velocidad de aquellos aparatos.

 

– Hoy estaremos solos, nadie nos interrumpirá, solos tu y yo – sonrió moviendo la palanca de freno para acelerar.

– ¿Dijiste algo? – pregunto Jaejoong pareciéndole que Yunho se dirigía a él.

– Dije que te abrocharas el cinturón si es que no quieres salir despedido al agua – dijo Yunho acelerando a toda velocidad.

 

Ni bien Jaejoong se abrochó al asiento de seguridad de la lancha, Yunho acelero rápidamente. La espalda de Jaejoong quedo pegada contra el asiento, se aferraba fuertemente ya que la velocidad era altísima. Pero aún así le gustaba, estaba disfrutando, puesto que en su vida se había subido a una lujosa lancha.

 

 

Quien más parecía disfrutarlo era Yunho, a los ojos de Jaejoong hasta parecía estar sonriendo. Cosa que no hacía con frecuencia.

Notas finales:

PD: Hoy termine de editar este capítulo :-])  Aún sigo en el proyecto – de un amigo – pero me hice un tiempito para subirlo.

Wooo… siiii (>///<) Yunho y Jaejoong se fueron solitos, solitos a navegar por el mar. ¿Qué sucedera?

Minho y Max tambien se fueron solitos...

Junsu va en busca de Jae, pero él esta con Yunho (O.O)

La madre De Yunho pronto entrara en accion??? (o.O)¨¨

 

El próximo capítulo será  completamente  YunJae,  estoy dando mi mejor esfuerzo para hacer algo lindo y romántico 

 Gracias por dejar vuestros comentarios… (n_n)

Hasta la próxima (n_n)

Nii-Chan (U.U) La verdad que este Nuevo proyecto literario toma gran parte de mi tiempo, espero que entiendas nuestro distanciamiento. Pronto terminara, no os enojéis (n_n)

 

dedicado para ELLA


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