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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

Bueno es que os prometí algo más de esta pareja – Yunho y Jaejoong – la verdad esta es una pequeña parte de lo que acontecerá más adelante. Espero que os haya gustado. Es realmente obvio lo que siente Yunho, pero Jaejoong tiene miedo, miedo como cualquier persona que de un día para el otro la persona que intentaba lastimarte o asesinarte, un día sin esperarlo te diga “estamos saliendo” o “somos pareja” (o.O) además de su miedo por no ser recordado por Yunho. 

Gracias a todas vosotras por dejar vuestros comentarios!!!!!

Espero sepan disculpar la tardanza.

 

Jaejoong desconocía en que parte del océano se encontraba. La lancha había salido tan rápidamente que apenas distinguía el norte del sur. Yunho anclo la lancha. Del porta equipajes de la lancha saco dos cañas de pescar. Perfectamente listas para ser usadas.

 

– Hace años que no venía a pescar – expreso satisfactoriamente Yunho mientras corría su pelo hacia atrás.

 

La manera en que Yunho corría su pelo ante los ojos de Jaejoong parecía ser en cámara lenta. Los rayos del sol impactaban sobre la perfecta piel del rostro del más alto, parecía brillar más que los haces de luz solar. <<- se ve tan atractivo>> pensó Jaejoong casi cayéndosele la mandíbula ante la esplendorosa apariencia de Yunho  <<- ¿Qué estoy diciendo?>> agita la cabeza para despabilarse.

 

Después, Yunho le entrega la caña de pescar a Jaejoong, quien la toma tímidamente, jamás había salido de pesca y menos sabia como usar aquel aparato.

 

Yunho tomó su caña, la ondeo un poco, lanzándola fuertemente hasta el agua. Un tiro perfecto. Desafío  a Jaejoong para que lo imitase, pero Jaejoong se negó a  hacerlo. Alegando que nunca en su vida supo cómo manejar ese tipo de cosas.

 

Despeinándose el pelo Yunho se acercó a Jaejoong para enseñarle. Sabía que Jaejoong no era una persona tan pobre, pero tampoco rica como él. Por lo tanto entendía que jamás haya manejado ese tipo de aparatos. Juntando toda su paciencia se ofreció a enseñarle.

 

Un tanto tímido Jaejoong acepto la ayuda de Yunho. Jaejoong sentía que la  brecha de diferencias sociales era abismal. Llevándolo  a plantearse los motivos por lo que Yunho jamás lo reconociese ahora de grandes. Un niño tan rico como Yunho jamás  hubiese recordado  una muestra de caridad ante un niño pobre. Jaejoong se sentía uno más del montón de personas que Yunho habría conocido o ayudado por caridad.

 

 Primero el más alto le explico las partes de una caña de pesca. Después le explico el tiro del mismo, pero Jaejoong lo hacía pesimamente.

 

– Idiota casi me sacas un ojo – corrió el rostro antes de que el anzuelo le diera en el ojo.

– ¡No puedo! –  dice Jaejoong tirando la caña al suelo.

– Detesto a las personas que se dan por vencidas tan fácilmente – cogió la caña y la deposito en las manos de Jaejoong.

– Coge  firmemente del mango – dijo Yunho colocándose detrás de Jaejoong, para sincronizar sus movimientos con los de joven.

 

Jaejoong no entendía una sola palabra de los labios de Yunho. Palabras que estaban rozando en su oreja, obligándolo a sonrojarse. Su corazón latía tan rápidamente que apenas podía prestar atención a las indicaciones del más alto. Lo tenía tan cera de su espalda que estaba a punto de temblar como una jovencita.

 

– Una vez que hagas el tiro suelta el carrete o puede rebanarte un dedo – dice  Yunho notando como el cuerpo de Jaejoong temblaba. Débilmente sonrió ante el nerviosismo del más bajo –  ¿Comprendiste?

– Si… si… - dice Jaejoong sonrojándose aún más, estaba tan nervioso que apenas podía modular al hablar.

 

Yunho desconfiado de las palabras de Jaejoong se apoyo más cerca del cuerpo del más joven, para enseñarle como debía hacer el tiro. Asombrado de si mismo Jaejoong hizo un tiro perfecto del anzuelo. Claro, fue un tiro perfecto pues Yunho controlaba los movimientos de su cuerpo.

 

– Gra… gracias – dijo al notando que Yunho  no lo soltaba.

– ¿Estás nervioso? – susurro suavemente al oído del más bajo - ¿tanto te gusto?

– ¿Qué? – dijo tímidamente intentando alejarse del cuerpo de Yunho – ¡¿Gustarme?! ¡Ni que fueras tan hermoso!

 

Con una carcajada Yunho se aparto de Jaejoong para tomar su caña. Después miro la pantalla de su celular, maldiciendo la pésima señal.

 

Jaejoong temía voltear, aún estaba temblando por la cercanía de aquel hombre.  Solo oír tan cerca la voz de Yunho hacia latir su corazón. Fingió mantener su concentración en la pesca, pero no podía dejar de pensar en Yunho.

 

– ¡No me importa si es en helicóptero o en dirigible pero lo quiero hoy! – Yunho colgó furioso el teléfono.

– ¿Pasa algo malo? – pregunto Jaejoong ya que había escuchado los gritos de Yunho.

– Nada que te importe – suspiro molesto.

– Eres un idiota – dice  Jaejoong molesto por la arrogante actitud de Yunho.

– Mira quién habla – señalo a Jaejoong – El único idiota eres tú, no puedo creer que hago con alguien como tú.  – se cruzo de brazos dejando el mango de la caña anclado al  parte interna de la lancha.

– ¡Lo mismo digo! ¡No sé porque estoy aquí! – dijo Jaejoong anclando la caña a la lancha. Estaba cansado de que Yunho por momentos fuera amable y seductor y después lo maltratase sin razón –  ¡Siempre me estas gritando e insultando! ¡No puedes ser más amable!

 

Yunho volteo hacia Jaejoong. Esa parte era la que más le gustaba del joven, la valentía y el orgullo. Sonrió satisfactoriamente. Sonrisa que atemorizo a Jaejoong.

 

– Así que quieres que sea más amable – dio pequeños pasos hacia Jaejoong.

 

Ante cada paso de Yunho, el más joven retrocedía. Pero la lancha no era tan grande y Yunho logro acorralarlo. Jaejoong volteo levemente para ver que detrás de él no había más que el inmenso mar y delante estaba Yunho.

 

– Quieres que sea más amable – dijo endulzando el tono de su voz, como si sedujese no solo con la mirada sino con su voz. Observo como Jaejoong temblaba por su cercanía. Su rostro se acerco lentamente al de Jaejoong, casi rozo los labios del más bajo pero Jaejoong se aparto.

– ¿Qué… que intentas hacer? – dijo Jaejoong cubriendo su boca con ambas manos. Él sabía perfectamente lo que Yunho intentaba hacer, pero aún no podía asimilar la idea de que Yunho lo besase.

– Es natural que las parejas lo hagan – dijo Yunho como si lo que iba a hacer fuera tan común. En su rostro no había signos de nerviosismo o arrepentimiento.

– ¡Tú y yo no somos pareja! – exclamo Jaejoong sonrojándose hasta las orejas.

– ¿Cómo? – dijo sorprendido Yunho – Quien fue el que me grito que aceptaba salir conmigo hace algunas horas.

 

Jaejoong se tomo la cabeza desesperado, recordando lo que había dicho cuando Yunho le ofreció salir como pareja.

 

– Pensé que estabas bromeando – intento explicar el motivo de sus palabras – por eso… por eso  dije lo que dije…

– ¿Desde cuándo hago bromas? – aparto las manos de Jaejoong del rostro, dejando los labios del más joven al descubierto.

–  No… no… lo sé. Pensé que lo decías para… – guardo silencio al sentir como Yunho nuevamente se aproximaba a su rostro.

– Entiéndelo – fijo sus ojos en los de Jaejoong, estaban tan cerca uno del otro que la distancia entre ambos no se podía medir – Nunca hago bromas, si dije que estamos saliendo, estamos saliendo – sonrió al ver como Jaejoong no tenia escapatoria.

– Que… ¿Qué intentas hacer? – corrió el rostro viendo que estaba al borde de un paso de caer  al mar. Ya no podía alejarse más de Yunho.

– ¿Deseas que te bese? – pregunto Yunho con tranquilidad.

– ¡Queeee! ¡Cuando desee tal cosa! – sintió más próximo a Yunho y eso lo desesperaba, lo atemorizaba. Ya que la boca de Yunho era un terreno peligroso que no estaba dispuesto a explorar – Estás loco… somos hombres – exclamo nervioso sintiéndose acorralado por el masculino cuerpo de Yunho.

– Eso no me importa – noto que Jaejoong estaba a un paso de caer al mar – No tienes a donde correr será mejor que no te resistas – acaricio el rostro de Jaejoong de la manera más dulce que conocía.

– Bah… prefiero nadar con los tiburones a que me beses – dio media vuelta y se lanzo al mar.

 

 

Yunho solamente quedo atónito al ver como Jaejoong se había lanzado al mar. Estaba dispuesto a morir ahogado antes que besarlo y eso lo enfurecía. Espero con los brazos cruzados a que Jaejoong suplicara su ayuda, ya que el más joven no sabía nadar. Pasaron algunos minutos y no había rastro alguno de Jaejoong. Se acerco al borde de la lancha para ver si Jaejoong estaba flotando. Al no divisarlo, Yunho supuso que Jaejoong se había hundido hasta el fondo.

 

–        Eres realmente un idiota – dijo Yunho  antes de lanzarse al agua.

 

 

******

 

 

Después de haber dormido algunas horas, Yoochun despierta sobresaltado al escuchar el sonido de su móvil. Aún dormido responde la llamada, la resaca de las bebidas era insoportable, cada ruido le molestaba en especial el de su propio móvil. Manoteo sobre su cómoda hasta dar con el aparato. Sin ver el identificador de llamadas contesta. Casi con un tono rabioso.

 

– ¡¿Quién molesta a esta hora?!

– ¡Que! ¡Así hablas a tus superiores, debería enviarte a Siberia!

– Ah…. Señor Kim…

– Son más de las 2 pm, ¡Despiértate! – rezongo molesto Kim KiBum ante la desfachatez de Yoochun – En menos de una hora te quiero en la oficina.

 

KiBum colgó furioso el teléfono.

 

Yoochun se despertó de su retardo rápidamente, miro su reloj, las manecillas marcaban más de las 2 pm. Además era su día libre, no entendía el motivo de la llamada de KiBum. Se duchó  rápidamente, unto gotas en sus rojizos ojos, producto de su borrachera, después  se cambio con su mejor ropa partiendo hacia la departamental donde estaba Kim KiBum.

 

Una vez que Yoochun llegó a la departamental  policial   notó un aire extraño, sus antiguos empleados lo miraban en silencio. Había un extraño ambiente en la departamental de Seúl, como si todos supieran algo que Yoochun desconociera. Yoochun había pensado en preguntar el motivo de aquellas miradas. Pero se sorprende así mismo demorándose, arrastrando los pies frente a la puerta de su ex oficina. En algún rincón de su mente, empieza a sonar un coro pequeño y estridente, como un zumbido malévolo de abejas: <<Estas perdido… Kim KiBum lo despedirá>>

 

Lo cual se dice para sus adentros, <<Eso es ridículo. Seguramente no pasa nada>>  Pero claro solo era suposiciones de Yoochun. Casi temblando ingresa a su ex oficina.

 

Detrás del escritorio descansaba plácidamente Kim KiBum. Lucia tan calmado que amedrentaba la confianza de Yoochun <<- Esto se ve mal>> repetía una y otra vez en su mente. La calma de Kim antecedía a noticias trágicas, mil veces Yoochun prefería verlo gritando que con ese rostro de calma.

 

Cuando KiBum abrió la boca, Yoochun encogió los hombros.

 

-        Veo que estuviste festejando – KiBum dejo el reposo detrás del escritorio.

-        No… no es lo que se imagina señor – dudo en seguir hablando.

-        Siempre estas aún paso adelante  – sonrió KiBum palmeando el hombro de Yoochun, quien encogió aún más los hombros esperando un golpe más fuerte. – Festejaste  tu restitución.

 

Yoochun abrió de manera exorbitante sus ojos, no comprendía lo que su jefe le estaba anunciando.

 

-        Volviste a tu viejo puesto – señalo el sillón del escritorio. Una clara invitación para que Yoochun retomara su puesto – ¿Cómo lo supiste?

-        ¡Eh! – replico asombrado. Él no estaba enterrado en lo más mínimo de que había retomado su puesto. Además nadie se lo había informado.

 

 

******

 

 

 

Yunho se sumergió al mar en busca de Jaejoong, pero no había rastro alguno de aquel joven.  << Prefiero nadar con los tiburones a que me beses>> aún recordaba esa tonta frase. Salió a la superficie para tomar aire, después volvió a sumergirse, pero nuevamente no encontró el cuerpo de Jaejoong.

 

-   ¡Maldición! ¿Dónde estás? – maldijo al subir nuevamente a tomar aire – ¿Se habrá ahogado? – él esperaba que no. Nadó unas brazadas esperando encontrarlo.

 

 

Desde su perspectiva veía solo el enorme mar, volteo hacia la lancha y divisó una delgada silueta cayendo al fondo. Presuroso y como un buzo profesional nado hasta aquella extraña sombra que parecía desvanecerse a lo lejos. Nadando lo más rápido que podía acudió hasta él.

 

Lo cogió entre sus formidables brazos, sacándolo a flote. Después con una de sus manos libres pegó brazadas hasta llegar a la lancha. Una vez que ambos estaban sobre cubierta, Yunho lucía  furioso ante el tonto accionar de Jaejoong.

 

-   Quisiste escapar – mordió su labio inferior, frunciendo el entrecejo mostrando algo de tristeza en su mirada. Realmente estaba preocupado por la vida de Jaejoong – Aún así tendrás el honor de que nuevamente te haga respiración boca a boca.

 

Yunho se posicionó para hacer lo mismo que hizo la vez en que Jaejoong se ahogo por primera vez.  Accidente que fue culpa de él mismo. Lentamente su rostro estaba posicionándose para hacerle la respiración boca a boca, pero Jaejoong abrió los ojos. El solo escuchar que Yunho le haría respiración boca a boca hizo que el cuerpo de Jaejoong reaccionara y abriera los ojos. Una parte de su ser se sentía tan vergonzoso de que otro hombre le hiciera respiración boca a boca. Lo cual era un beso, de manera indirecta, pero un beso al fin. Sin pensarlo dos veces escupió el agua que trago y retrocedió lejos del alcance de Yunho.

 

Tembloroso retrocedió hasta una esquina lejana de la lancha, cubriendo sus labios de manera atemorizada. Sintiéndose muy estúpido al lanzarse sin saber nadar, pero no estaba dispuesto a ser el juguete de un niño rico y engreído como Yunho. Aclaro su garganta escupiendo el último remanente de agua salada.

 

 

Yunho al ver a Jaejoong arruga la frente en señal de mal humor y preocupación. Después  y con un tono severo reprime la estupidez de Jaejoong al saltar sin saber nadar. Aunque en parte se sentía culpable.

 

-   Cúbrete – le da una manta de lana a Jaejoong.

 

Algo indiferente, Jaejoong no responde ante los regaños de Yunho, ya que de cierta forma había sido una estupidez suya.

 

Durante el regreso a la mansión de la playa Yunho guardo silencio, su mirada denotaba su fastidio y molestia. El esplendoroso rostro que Jaejoong había visto en ese hombre se esfumo. Lucia tan frívolo en su mirada.

 

Por instinto Jaejoong guardo silencio durante todo el regreso, no porque temiese ser golpeado o nuevamente amenazado, sino, temía que Yunho volviese a intentar besarlo.

 

Una vez en la mansión, Yunho de manera fría ordeno a Jaejoong ir a bañarse y cambiarse la ropa mojada. Sin objetar Jaejoong acepto. Cuando finalizo, no tenía el valor para salir del cuarto de baño, temiendo cruzarse a Yunho. Temía verlo, temía que nuevamente aquel hombre inquietara su corazón. Al salir del cuarto de baño se encontró con lo que temía, con aquel hombre, Yunho.

 

Él sostenía en su poder una caja blanca, bastante grande y delicado el empaque.  Jaejoong agradecía  haberse cambiado antes de salir del cuarto de baño, aún así retrocedió.

 

Sin omitir ninguna expresión Yunho llamo a Jaejoong hasta él. Al notar que el más joven se alejaba de él, deposita el paquete sobre la enorme cama de la lujosa habitación donde Jaejoong estaba usando el cuarto de baño. Al ver que Jaejoong se estaba alejando aún más, le coge la mano atrayéndolo hacia él.

 

 

-   Tengo que limpiar tus manos y vendarlas – explico su accionar. Por dentro estaba rabioso <<- Maldito, deberías agradecer que alguien como yo este cuidando de tus malditas heridas>>

 

 

Un sentimiento de incomodidad provocado por una repentina timidez, golpeo el pecho de Jaejoong al sentir como las delicadas manos de Yunho limpiaban las heridas y las vendaban.

 

-   Cámbiate y baja  – dijo Yunho en tono de mando cual general.

-   Pero… pero…  – Jaejoong intenta reclamar ya que según ella no había nada de malo con su vestimenta.

-    En la caja hay ropa, solo cámbiate y baja – dijo Yunho en un tono bastante formal. Después abandono la habitación sin omitir ningún gesto.

 

Curioso, Jaejoong abrió el paquete. Efectivamente había ropa: una camisa color beige de gasa egipcia, la tela más delicada que Jaejoong conocía; unos pantalones de igual color, que le calzaban a la perfección.

 

-   Bastante cómoda – sonrió observándose en el espejo de la lujosa habitación. Aunque se sentía un tanto asfixiado abotonándose la camisa hasta el cuello. Lanza una sonrisa al espejo mientras se desabotona los últimos dos botones que lo molestaban. Dejando al descubierto su pálido pecho – Me veo bien -  ladea la cabeza al ver su reflejo. Hace un leve puchero inflando sus mejillas, estaba decidido a no bajar, pero su estomago le rugía  como el de un león hambriento. Sin más opción debía bajar, aunque sea a prepararse unos emparedados.

 

Tímidamente descendió el último peldaño, esperando no encontrarse con Yunho. Sin hallar rastro alguno de aquel hombre respiró aliviado.

 

-   ¿Cuánto más piensas hacerme esperar? – preguntó molesto, estaba yendo en búsqueda de él, cuando ambos se cruzaron.

-   Este… bueno… yo – tartamudeo al ver a Yunho cruzarse de brazos y poner esa gélida expresión que caracterizaba su fastidio. Pero debía admitirlo, estaba realmente asombrado al ver a aquel elegante hombre con ropa informal: una camiseta clara, una chaqueta de algodón de igual color acompañado de pantalones oscuros. Le resaltaba un cierto atractivo al igual que los trajes.

 

Sin prestar atención a la mirada de Jaejoong, él lo toma delicadamente del antebrazo, con una delicadeza tan desconcertante que Jaejoong  sabía cómo reaccionar. La primera muestra de amabilidad después de haberse conocido.

 

-  Cierra los ojos – exige Yunho.

-  ¿Por qué haría eso? – replica desafiando las exigencias de Yunho.

-  Ciérralos,  es una orden – dijo con un tono aterradoramente amenazador.

-  Alguna vez pedirás algo de manera más amable, sin amenazarme – replico cubriendo sus ojos con ambas manos.

 

Yunho no emitió ningún comentario, ya que comprobó que la amabilidad no funcionaba con alguien como Jaejoong. Tal vez lo llevaría a saltar por el risco como lo hizo con el mar. Eso desconcertaba a Yunho, no sabía cómo ser amable con un hombre.  ¿Cómo ser amable? Si convive y trabaja en un mundo frio y sin alma de la mafia, tratando con fastidiosos jefes mafiosos, detestables empresarios de emporios monopolistas e insoportables aristocrático. Como cualquier hombre de alta sociedad fue criado para tratar con dureza y seriedad a los hombres, con delicadeza y ternura a las mujeres.

 

 

Él tomó aliento, así meditar mejor su accionar. Guiaba a Jaejoong hasta el jardín de la mansión. Aquel desde el cual se podía ver completamente el paisaje de la playa, en especial el mar y el hermoso cielo. Descubrió los ojos de Jaejoong lo más amable que pudo, con suavidad y delicadeza.

 

Cuando el más alto aparta las manos de los ojos  Jaejoong, el más joven queda asombrado, tanto que casi pierde el aliento. Una mesa perfectamente decorada para dos personas, comida que lucía apetitosa y agradable a la vista como al olfato.  Jaejoong conocía cada platillo ya que había soñado con poder prepararlos. A su visión  le costó asimilar las esplendorosas decoraciones de la mesa, demasiado lujoso para su gusto.

 

Como todo un caballero, Yunho invitó a Jaejoong a tomar asiento. El más joven estaba demasiado hambriento como para rechazar aquellos platillos. Un tanto ansioso decide sentarse.

 

-   ¡¿Qué haces?! – reclama molesto, notando que Yunho apartaba la silla en la que él se sentaría.

 

Yunho rodo los ojos, como si fuera evidente que intentaba realizar. Siguiendo el protocolo de todo caballero que invita a una dama a comer, siempre apartaba la silla para que la mujer tomara asiento, así halagar a la mujer. Pero con Jaejoong había provocado una reacción distinta, claro, porque  aquel joven era un hombre y no una mujer.

 

-    ¡Que! – exclamo –  ¿Nunca han hecho esto contigo?

 

Jaejoong se sonroja hasta las orejas.

 

-   ¡Por supuesto que no! – exclamo molesto –  ¡No soy una mujer! – lo que en verdad quería decir <<No soy como esas mujeres con las que te acuestas>> pensando en la mujer del baño en la fiesta de Max Changmin. Aunque esa débil muestra de galantería de Yunho lo confundía.

 

Con un gesto de fastidio Yunho ocupa su lugar en la mesa, frente a Jaejoong.

 

-   Eres peor que una de esas mujeres – resopla fuerte para expresar su fastidio y enojo –  ¡Quién te entiende! ¡Me pides que sea más amable y cuando lo intento te enfadas! – entrelaza sus piernas cruzándolas entre sí, clara señal de desdén  y cansancio – Veo que la amabilidad no funciona contigo.

-   Lo mismo digo – resolvió Jaejoong tomando la misma acción que Yunho.

-   ¿También despreciaras los platillos que Sebastián preparo? – rezongo señalando los platillos de la mesa. Su actitud amable ante aquel joven había caído rápidamente.

-   Sebastián – repitió, pestañeo varias veces. A su mente nuevamente volvía la imagen de su infancia y de cómo conoció a Yunho de pequeño – ¿Hablas de tu sirviente? 

-   Si – asintió  algo intrigado – Pero… ¿Cómo sabes quién es Sebastián? – pregunto desconcertado, ya que nunca había hablado de su vida personal con aquel joven.

 

<< ¡Maldición! No debí haber abierto la boca>>   se reprende a sí mismo, después aclara su garganta. Debía inventar alguna excusa o contarle la verdad a Yunho. Pero aún temía que Yunho dijese << “Claro que no te recuerdo, como recordar  a alguien tan insignificante como tú”>> 

Notas finales:

Últimamente escribir sobre los demás miembros de DBSK no me cuesta pero con esta pareja del YunJae es tan diferente, me cuesta y mucho, ya de por si la trama entre ellos es complicada – es mi culpa lo sé– tal vez sea eso, cuando intento escribir algo más lindo y tierno me saltan capítulos así.

Sé que es muy largo y piden más, pero estos días mi imaginación está bloqueada (U.U) El proyecto que llevo a cabo son una serie de cuentos de navidad –mi  época favorita – así que después de renos y santas me fue difícil volver a escribir el fic – sigo en el proyecto –  Solo espero que sepan disculpar si el capitulo no cumple vuestras expectativas (U_U)

Gracias por dejar vuestros comentarios, realmente los aprecio a todos y les deseo una hermosa semana.

PD: Jaqueline nuevamente mil disculpas, suelo cometer errores estúpidos, pero esa ha sido una de las estupideces más grandes. Agradezco vuestra comprensión, otra en vuestro lugar me arrancaría la cabeza – mi hermana lo intento al leer el review (T_T) – Se que me habéis disculpado, asi que gracias


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