Segunda temporada:
Capitulo 51: Segunda temporada ¡Volviendo!
La habitación lucia esplendorosa con una gran mesa del más finísimo roble negro y ocupaba el centro de la habitación. A la cabecera de dicha mesa estaba la señora Han-Jung a su derecha su hijo mayor y a su izquierda su hijo menor. Y junto a su hijo menor estaba sentado Changmin. El almuerzo era una de las pocas veces en las que Junsu veía reunida a su familia, más bien a lo que quedaba de su familia.
El cantante Max Changmin hace no más de cinco días que estaba viviendo en la mansión de la familia Han-Jung, pero el aire parecía tan pesado que prefería estar en la habitación de un hotel barato. Recordaba aquellos días en lo que jugaba con Junsu corriendo por el comedor y Mi-Rah corriendo detrás de ellos para que se quedasen quietos y no rompiesen ningún jarrón antiguo. Pero ahora aquella mujer era tan diferente, fría y recalcitrante. Aunque admitía que no había perdido la belleza que la caracterizaba.
- Sebastián – llamó Mi-Rah a su costado donde estaba el mayordomo.
- Si, señora – acudió al llamado servicialmente.
- Despide al cocinero – revolvió las algas cocidas al vapor con asco – Esto es asqueroso, no tiene sabor.
- Pero señora – suplicó Sebastián, pues de todos los empleados de la mansión, era el único con permiso de dirigirse a la señora de la casa en esos términos – Es el tercer cocinero que despide.
Junsu miró de reojo hacia las algas, cogió un poco y las probó. El sabor era el mismo, mejor o igual a las que había comido por años, no encontraba diferencia alguna. Después volvió su mirada hacia su madre, quien fría e inexpresiva despidió al nuevo cocinero. Bebiendo un poderoso sorbo de vino él se levanta de la mesa sin decir nada.
- ¿A dónde vas? – pregunta Mi-Rah a su hijo menor, disgustada por la falta de educación al levantarse de la mesa.
- Como el almuerzo termino me marcho a mi trabajo – dice seco, casi desafiando a su propia madre.
Ante la respuesta de su hijo, Mi-Rah presionó la servilleta en su regazo, guardando compostura pues amigo o no, consideraba a Max Changmin un huésped honorable. Además que el cantante había sido en su juventud modelo de la marca de ropa Mi-Rah de hombres.
- Bien – fingió una sonrisa de costado – Si a eso puedes llamarle trabajo – agrego con una seria mirada tan mortal como sus palabras.
- Si, es mi trabajo, madre – hizo una forzosa reverencia pues Yunho le clavó una mirada intimidante – Con su permiso.
- No lo necesitas, siempre haces lo que quieres – dijo altiva, con la cabeza en alta.
- Madre – intervino Yunho cogiendo la mano de su madre. Los días pasaban y él no toleraba la forma en la que su madre y su hermano rivalizaban.
El cantante entendía la rabia de su amigo, por lo que salió junto a Junsu. Alegando que debía ser escoltado pues tenía los últimos ensayos antes de su concierto. Ambos jóvenes salieron, dejando a la mujer junto a Yunho.
- Tu hermano no lo entiende – reclama guardando serenidad pero denotando una mirada perturbada – Él debe ocupar junto a ti la presidencia de la compañía – protesta – En vez de estar jugando a ser un policía. No ha cambiado en nada.
- Madre – besa los nudillos de su madre así calmar su ira – Debo ir al trabajo, pero prométeme que no te enfadaras con Junsu. Aún es joven.
Mi-Rah acuno el rostro de su hijo y asintió a su pedido.
- Mi adorado Yunho – sonríe gustosa – El tenerte a mi lado me hace tan bien, te pareces tanto a tu padre. Estoy segura que él desde el cielo está orgulloso de ver en el hombre en el que te has convertido – nota que Yunho se aparta – Eres uno de los hombres más ricos del país, un exitoso empresario y un poderoso hombre de negocios.
- Poder y fortuna – ladea la cabeza – ¿Eso es lo que realmente importa, madre? – pregunta acomodando su reloj de oro alrededor de su muñeca. ¿El dinero lo era todo?
- Por ahora… eso es lo todo lo que importa.
******
El frio golpeaba por los cristales del restaurante más elegante de Myungdong, distrito de Seúl, el Palace Good. Las temperaturas eran tan bajas que descendían los cero grados. En una de las mesas más distinguidas había dos jóvenes, uno miraba insistente su reloj de manos mientras el otro tamborileaba los dedos, deseando no estar ahí. Lucia impaciente y abrumadoramente descontento con su presencia en el lugar, muy costoso para su gusto. Además le disgustaba la música de fondo, un solo de piano de cola.
- ¿Podrías cambiar la cara? – dijo él mirando de reojo el rostro del otro joven. Después volvió a centrar la vista en su reloj de mano.
- No tengo otra cara – espeto con una mueca de disgusto.
- Ha, ha… muy gracioso – sonríe de costado – ¿Se está tardando mucho? Me dijo que salía de la universidad y llegaba a las 5, pero ya pasan de las 5 y él no llega.
- Tu sabes que Jaejoong no tiene concepción del tiempo cuando estudia – dice alzando la cabeza para llamar al mozo – ¿Por qué no cambias la cara? – pregunta con una risa fingida devolviendo la broma a su amigo.
Hyun Joong hace una mueca nada contento por el comentario de Yoochun. Estaba controlándose para no estallar en cólera por la actitud del otro, si bien eran amigos desde hace mucho, aquel esperpento de hombre no se parecía en nada al Yoochun que él recordaba. Siempre que algo implicaba con Jaejoong, Yoochun solía ser el primero en acudir, pero Hyun Joong tuvo una batalla titánica para convencerlo de asistir a una cena de rencuentro entre los tres. Viejos amigos de la infancia.
Sin omitir ningún comentario el mozo deposito una botella de champagne en la mesa. Como un profesional Yoochun destapo la botella y sirvió una copa, después otra, cada trago los bebía de un sorbo.
- No sabía que bebías… tanto – alego Hyun Joong al ver la voraz forma en la que Yoochun bebía cada copa de alcohol.
- No sabes muchas cosas sobre mi – bebió la cuarta copa y entristeció su mirada.
Cuando Hyun Joong estaba dispuesto a hablar con su deprimente amigo, su vista se inclina hacia la entrada. Desde la misma ingresa cubierto por un tapado oscuro Jaejoong. Con una magnifica sonrisa al ver a sus amigos, atraviesa todo el lugar hasta llegar a la mesa de Yoochun y Hyun Joong.
- ¡Mi lindo Jaejoong! – sonríe Hyun Joong invitándolo a tomar asiento – Pensé que no vendrías.
- ¿Por qué? Solo me retrase diez minutos – se quita el tapado y la bufanda mientras el mozo los coge para guardarlos.
- No le hagas caso – dice Yoochun sirviéndose otra copa de champagne – A Hyun Joong le gusta ser dramático.
- Fingiré que no escuche eso – hace una mueca de costado, dejando de lado lo dicho por Yoochun – Además estoy de buen humor.
Jaejoong sonríe gustoso junto a sus amigos, pues su vida desde hace cinco días parecía volver a la normalidad. Medio tiempo trabajaba en la cafetería de sus padres, después asistía a la universidad y finalmente de noche había conseguido un trabajo en uno de los restaurantes más famosos de la ciudad de Myungdong. Aunque el viaje desde el distrito norte de Myungdong hasta su casa era cansador, Jaejoong prefería ese distrito ya que estaba muy lejos de la zona sur de Gagnam. Él estaba evitando la parte sur del rio Han para no cruzarse con Yunho. Para su sorpresa Hyun Joong se quedaría en Corea por varios meses, así que cada tanto organizaba cenas o almuerzos de reencuentro. A Yoochun no le gustaban los eventos que organizaba Hyun Joong puesto que su trabajo como teniente en jefe le demandaba mucho tiempo o eso decía él al mostrar su descontento, pero Jaejoong sabía que algo más molestaba a su amigo. Por más que preguntase, Yoochun solía decir la misma frase <<No es nada, es solo mucho trabajo>>
Después de ordenar la comida Jaejoong hablo un rato largo sobre su nuevo trabajo, el cual le había conseguido Hyun Joong en el mismo restaurante donde estaban por cenar.
- Gracias por conseguirme un trabajo aquí – sonrió Jaejoong ante Hyun Joong.
- No lo menciones – bebió una copa de vino que encargo de la bodega – Me hubiese gustado conseguirte más que el simple puesto de ayudante de cocina – hace una expresión de desanimo.
- No, estoy muy agradecido. Además trabajar en este lugar le ayudara a mi curriculum – sonríe animado.
- Es verdad. ¿Por qué no estás trabajando? – reclama Yoochun recordando que Jaejoong trabajan en el Palace Good.
- Yo te lo explico mi ebrio amigo – Hyun Joong sonrió bulón – He reservado todo el lugar solo para nosotros tres.
- ¡Bravo! – devolvió la expresión burlona con sarcasmo en sus tono d voz – Veo que te has acostumbrado muy bien a la vida de millonario.
- No es mi culpa que mi padre se haya muerto y mi madre se casara con un hombre de dinero – miro recalcitrante a Yoochun – ¿Es mi culpa?
- Vale, dejen esos temas del pasado – detiene la desafiante mirada que sus amigos tenían entre sí – Hemos vuelto a estar juntos – suspira agotado – Por hoy Yoochun deja tu rencor hacia la gente de dinero, Hyun Joong no es quién crees, sigue siendo el mismo niño que conocimos en el pasado. Ha estudiado para ser un gran artista y esta cena la pago con su propio dinero, producto de su trabajo y esfuerzo. Además Hyun Joong no alquilo nada, el restaurante abre a las 7 de la noche, solo se adelanto.
- Lamento el cometario – dice Yoochun agachando la mirada.
Gustoso Jaejoong recomendó los platillos. Cuando Hyun Joong se levanto para ir al baño, Jaejoong se aproxima hacia Yoochun impidiéndole que siga bebiendo más alcohol.
- No crees que bebiste suficiente – aparta la copa de las manos de Yoochun – ¿Qué te sucede?
Yoochun traga saliva desviando la mirada hacia un costado, Jaejoong le había hecho mil veces esa pregunta y ni él mismo podía responderla. Durante cinco días no había hecho otra cosa más que beber alcohol y trabajar hasta tarde. Quería mantener su mente ocupada, no qeria pensar.
- Yoochun – dice en tono de suplica – ¿Paso algo malo? Recuperaste tu puesto debería estar alegre…
Cuando Yoochun estaba por responder la boca se le seco, trato de coger la copa de champagne, pero Jaejoong la alejo de sus manos.
- Hoy es tu día libre – sonríe Hyun Joong retornando a la mesa – Vamos a un lugar en donde estoy seguro que pueden cambiarle el animo a cualquier hombre – observa de reojo a Yoochun.
Ese día Jaejoong no trabajaba, pero quería a toda costa junto a Hyun Joong levantarle el ánimo a Yoochun. Así que accedió a la propuesta de Hyun Joong, intentando convencer a Yoochun. Quien forzoso y sin ánimos acompañó a ambos jóvenes.
*******
El clima en Seúl era invernal, los vientos soplaban helando todo a su paso. Dentro de uno de los rascacielos más grandes, perteneciente a la compañía de la SM. Estaba un joven cantante practicando junto a un grupo de baile. Cada movimiento, cada paso tenían que lucir perfectos puesto que daría un gran show en el estadio olímpico de Seúl. La música en la sala de ensayos sonaba fuerte, el estar allí le impedía percatarse del frio invernal de exterior; pues su cuerpo ardía en cada nuevo paso de baile.
El joven cantante bailaba sin percatarse que desde la entrada otro muchacho lo estaba observando con mucha atención. El más joven tenía la mirada pendiente en cada paso de baile, en la sincronización de la coreografía y los gestos del cantante. El baile de más alto le era tan agradable que sin desearlo empezó a tararear la canción.
- Veo que te gusta – sonrió Kangta al muchacho que estaba parado en la entrada – Tu sunbae es muy talentoso ¿no lo crees?
- Si – asintió avergonzado al ser descubierto tarareando la melodía.
- Hyung – sonrió al ver entrar por la entrada a Kangta. Después hizo una señal para despedir a sus bailarines hasta más tarde – Nos veremos más tarde. Debo hablar con mi representante.
Los bailarines se marcharon, pero antes eran revisados por los custodios que Yunho había puesto para su amigo. Desde aquel atentado Max Changmin contaba con un gran número de custodios, que no permitían acercara al cantante sin ser requisado.
- Esos monigotes que puso tu amigo cuidan muy bien de tu seguridad, mejor que esos bueno para nada de la policía. Creo que me revisaron hasta en donde la luz no entra – intentó bromear para sacar una sonrisa a Max Changmin. Ya que desde hace días lo había visto muy serio, concentrándose en su concierto y saber quién era el responsable de los atentados.
Antes de que Kangta continuara hablando, Max Changmin nota al muchacho parado en la puerta y acude a su encuentro mostrando su mejor sonrisa.
- Lee – se acerca hasta el joven quien le sostiene una mirada fría – ¿Dónde está Minho?
Taemin hace una mueca de disgusto que luego lo disimula con una reverencia.
- Sunbae, Minho está practicando para nuestro próximo álbum y me pidió que lo disculpara por no poder reunirse hoy como lo habían planeado.
- Es una lástima – exhala aire el cantante desanimado – Desde hace días que no puedo hablar con él… desde el incidente – entristece su mirada - ¿Cómo esta?
- Qué tal si bebemos café y le cuento – dice Taemin con cierto desdén, pero disimula muy bien tanto que el más alto no lo percibe – Si es que sus custodios nos dan un minuto a solas.
Como representante Kangta aclara al joven Taemin que aquellos hombres seguían a todos lados a su representado. No lo descuidaban ni por escasos segundo, lo que había provocado que en esos días la seguridad de Max Changmin fuera excelente, sin ningún otro atentado. Pero también le impedían estar con sus amigos.
Max Changmin necesitaba saber más sobre Minho, puesto que solo alcanzó a verlo unos pocos minutos hace tres días atrás, cuando habían pactado un encuentro, pero ahora Minho había cancelado dicho encuentro. Changmin convenció a Taemin de beber un café prometiendo que los custodios estarían a unos metros más lejos que de costumbre. Él en verdad deseaba saber sobre su pequeño Hobbae y el único capaz de darle información de Minho era su mejor amigo, Lee Taemin.
- ¿Cómo van con el nuevo álbum? – pregunta bebiendo un sorbo de café.
- Bien – respondió sin omitir ningún otro gesto.
- ¿Están muy ocupados?
- Si
Él mira de reojo al más joven, quien parece nervioso puesto que puntalea los pies.
- Piensas decir algo más que simples monosílabas – comenta bebiendo otro sorbo de café.
- ¿Le molesta? – dice con los ojos pegados a la mesa.
- Desde luego que si – pausa – Nos conocemos desde hace tiempo, Onew me ha dicho que últimamente has estado más distante ¿te sucede algo?
- No – responde <<¿Onew hablo con el sunbae de mi?>>
- ¿En que estas pensando?
Esa pregunta provoca un pequeño escalofrió en el muchacho, éste para disimularlo bebe un sorbo de café como si fuera un hombre que en días no había probado agua.
- En lo afortunado que es Minho-hyung – responde Taemin limpiándose los labios con la servilleta.
- ¿Por qué?
- Hyung, sé que acepto mi invitación para que le hable de él – inclina la cabeza hacia atrás – ¿Por qué no deja de fingir que se preocupa por mí y me pregunta por él?
Él se ríe con serenidad.
- Nunca lo había considerado desde ese punto. No finjo nada, tú tanto como Minho me interesan – dice con tanta vehemencia que Taemin cambia su rígido rostro.
- Minho está bien, está entrenando duro porque quiere estar a su nivel. Quiere estar al mismo nivel que la gran estrella de música Max Changmin – dice con tono tranquilo, pero arquea levemente una ceja - Él te admira mucho, te quiere más de lo que tú te lo imaginas. ¿Qué es lo que sientes por él?
- Lo quiero – dice él mirando al más joven atentamente – igual que a ti y a los demás miembros de la banda.
- Ese es el problema, Hyung – se levanta de la silla – Tu cariño es igual para todos, pero que sucede cuando uno de nosotros quiere más que tu cariño…
Taemin hace una reverencia notando que su sunbae no parecía salir de su asombro.
- A veces eres muy inocente, Hyung – voltea para ver fijamente a Max Changmin y que éste comprendiese el mensaje – Debes abrir los ojos, así no lastimaras a nadie.
Max Changmin se quedo en la mesa observando su casi vacía taza de café. Su mirada se perdía en el fondo oscuro de la taza, contemplando, recordando la primera vez que inicio su carrera como cantante.
Junsu lo había llevado a las audiciones de la SM, pero solo él continuo, pues la madre de Junsu lo saco antes de llegar a las finales. Changmin quería abandonar puesto que sólo no se sentía capaz de seguir una carrera musical a sus 14 años. <<-Eres el mejor, serás muy famoso y yo seguiré estando a tu lado. Seré el mejor amigo de una gran estrella de música>> le dijo Junsu antes de que abandonase las audiciones. Después Changmin decidió seguir ese camino, para enorgullecer a su amigo se convertiría en la más grande estrella de música de Corea. Un año después de ganar las audiciones, Changmin había debutado con su grupo TVXQ. El cual levanto en alza la música coreana por todo el continente asiático. Pero el grupo se disolvió muy rápido, quedando él como solista. Triunfando aún más allá que sus ex compañeros. A sus 24 años había logrado todo lo que Junsu le dijo, era la estrella de música más famosa del país y a nivel mundial. Escuchar que Minho estaba esforzándose tanto por superarlo le saco una sonrisa, le recordaba a él cuando hizo los mismo por Junsu.
- No hace falta – dice viendo a Minho practicando casi hasta el agotamiento.
- Hyung – exclama intentando recuperar el aliento. Minho no esperaba ver a su sunbae y menos después de que no acudir a su cita.
- No debes hacer nada por nadie – sonríe amablemente, notando como las gotas de sudor descendían por la frente del más joven – Menos por alguien como yo.
Cuando Minho estaba por responder. Changmin saca un pañuelo y lo frota suavemente contra la frente del más joven de manera muy delicada. Minho no puede más que ruborizarse y agachar la mirada.
- Si vas a esforzarte… hazlo solo por ti, no necesitas demostrar a nadie que tan bueno eres. Para mi eres el mejor – sonrió elevando el rostro de Minho hasta poder verle los ojos – Fighting.
- Lo siento – musito el más joven.
- ¿Y eso? – pregunta él cuando al fin puede ver los enormes ojos de su hobbae. Esos ojos tenían un resplandor tan armonioso como ver la tranquila y bella noche.
- Olvídalo – sonríe – Termine de ensayar, si no es muy tarde podemos beber café.
- Estoy cansado de café – despeina al más joven – Mejor te invito a cenar.
- ¿en serio? – pregunta entusiasta casi lanzándose a los brazos de Changmin. Pero se contiene con las pocas fuerzas que le quedaban.
Max Changmin solo asiente con una enorme sonrisa y toma del hombro a Minho, arrastrándolo hasta la salida.
- Siempre hablo muy enserio contigo – dice él.
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Bajando las escaleras, atravesando el umbral. Ella coge las bebidas que le ordenaron llevar a uno de los salones.
En la primera habitación se escucha las carcajadas de las chicas junto a sus clientes. Como la prostitución está prohibida en Corea existen salones de fiestas privadas, donde los clientes seleccionan señoritas para que les hagan compañía. Aquellas mujeres trabajan de noche sin la finalidad de prestar servicios sexuales, sino prestar su belleza y compañía a los hombres que busquen divertirse. Dentro de cada salón de fiestas existen habitaciones individuales donde los invitados o clientes están con las señoritas, no importa el número mientras el cliente pueda pagarles. Los salones individuales están provistos de un mini bar, amplias pantallas de LCD, sillones, música y karaoke; todo para el disfrute del cliente con las señoritas.
Después de que ella entregara las bebidas, le quedaba el último salón individual donde se escuchaba que un joven estaba cantando, <<Una hermosa voz>> pensó. Después escuchaba el grito eufórico de las chicas, <<Realmente ellas se están divirtiendo>>, advirtió entrando con las bebidas y las copas solicitadas.
- ¿Por qué no cambias el ánimo? – la muchacha de pelo corto sonríe notando como Hyun Joong estaba rodeada de sus compañeras.
Él solo bebió otra copa de soju, sin prestarle atención a la joven. Ella fastidiada de haber intentando, con poco éxito cambiar el rostro gélido de el teniente Park, se aleja para divertirse con sus compañeras y el hermoso joven que cantaba, cosa que hacia bastante bien.
El teniente hace muecas de disgusto, no deseaba estar en ese lugar, pero sentía una naciente necesidad de beber. Su garganta se sentía seca, el agua no calmaba su sed, solo el alcohol.
- No puedes ir por ahí rechazando así a todas las chicas – Jaejoong palmea el hombro de su amigo – Huyn Joong nos trajo para ver si te animabas un poco. Pero todo fue en vano – dice entristeciendo su mirada. A Jaejoong le dolía ver en ese estado tan deplorable a Yoochun. Trago aire, estaba decido a sacarle la verdadera razón de tal desasosiego por parte de su amigo – ¿Qué es lo que te sucede? No me digas nada o que es mucho trabajo. Dime la verdad.
Ella deposita el pedido de soju frente a la pequeña mesa que estaba frente a ambos jóvenes. Por un instante ella eleva la vista, sonríe pues reconocía a uno de esos jóvenes. Débilmente tropieza con los tacos, no estaba acostumbrada, pero nuevamente alguien evita su caída.
- Debes tener más cuidado – dice Jaejoong alarmado pues conocía a la mujer. Parpadea un par de veces antes de preguntar – ¿Qué haces trabajando en un lugar como este?
Ella sonríe acomodándose la falda de un sacudón.
- En las mañanas trabajo en el Guest Palace y de noche trabajo en este lugar – nota como Jaejoong la está observando. Ella se escuda los pechos – Tra…trabajo solo como mesera, me encargo de las bebidas no pienses otra cosa.
- No pienso nada – sonríe mofándose de la actitud tan femenina de Victoria, pero al mismo tiempo ella lucia tan inocente.
Yoochun apenas levanta la vista, el soju no le llamó la atención si no los licores que Hyun Joong tenía en su poder. Se levanto para ir a la búsqueda de esas botellitas de licor fino. Hyun Joong estaba muy entretenido jugando al karaoke que no diviso como Yoochun le saco las botellas de la mano.
Victoria realmente estaba feliz de ver Jaejoong. En una breve conversación ella le explica que debe trabajar tanto de día como de noche pues debe pagar su universidad. En eso Jaejoong esciente, explicando que él debe hacer lo mismo.
Ella hace un leve puchero y mira de reojo a Jaejoong, como si descreyera de los dichos del joven.
- Como trabajar, ¿y qué paso con ese hombre tan guapo y rico que estaba contigo? Recuerdo que hasta compro un pastel de bodas – dice en tono insinuante – Pensé que a estas alturas estaban casados.
<<Casados>> repite Jaejoong atragantándose con su propia saliva. Victoria precavida le da un fuerte golpe en la espalda para desatorarlo. Tanto Hyun Joong como todos los presentes observan atónitos como Victoria casi desarma a Jaejoong con ese golpe.
Sonrojada, pide disculpas pidiendo que la fiesta continuase.
- Es una historia muy larga – expresa Jaejoong bebiendo una botella de agua que Victoria le ofreció.
- Eso quiere decir que no están juntos – dice en tono triste – Seguramente fue su culpa.
- ¿Por qué lo dices? – dice absorto, pero lo que en realidad quería decir es << ¿Como lo sabes?>>
- Fácil – Hace un gesto de astucia y le giña el ojo a Jaejoong – En los mangas siempre es el Seme el responsable de la ruptura de la pareja con el Uke.
- ¡No somos pareja!
-Bueno – sonríe – Ahora están separados, pero estoy segura que tu Seme vendrá a buscarte.
- ¡Te dije que no somos pareja! Además renuncie al trabajo, solo era mi maldito esclavista – baja la mirada.
Cuando Victoria estaba por responder una de sus compañeras le informa que la solicitaban de las otras habitaciones. Aun así suplico unos segundos más, pues no podía dejar en ese estado a Jaejoong. De cierta manera aquel joven le agradaba, le recordaba a su pequeño hermano menor.
- Aun no te has dado cuenta – dice ella con la mirada tan cálida que logra aliviar la deprimente mirada de Jaejoong – Eres un buen chico, lindo… extremadamente lindo – dice con sorna. Él responde con una pequeña risa de costado.
-Tú eres más hermosa…
- Puede ser… pero no creo poder robar el corazón de un hombre como tú lo hiciste – dice con un tono tan pacifico, capaz de convencer a cualquiera que la luna es de queso, hasta a Jaejoong. Toma presurosa la bandeja donde trajo las bebidas. Antes de irse voltea hacia Jaejoong y susurra – Sé que tu seme vendrá por ti… puesto que tú robaste su corazón y debe recuperarlo.
Jaejoong sostiene por un breve instante la mirada, pero después se ruboriza, además una pregunta ronda su mente << ¿Qué es un seme?>>. Exhala un suspiro, le alegro volver a ver a la encantadora Victoria; pero al mismo tiempo la melancolía volvió invadir su corazón.
Él estaba olvidando a Yunho, pero ver a aquella hermosa mujer le trajo diversos recuerdos a su mente. Recuerdos que intentaba borrar, pero que volvían con más fuerza. La visita al Gueste Palace, los pasteles que ahora le sabían tan amargo. Recordaba como Yunho lo llevo a la fuerza hasta el Motel donde fue capturado por primera vez. La primera pelea que tuvieron y desde la cual Yunho había desaparecido, pero esta vez era diferente. Ahora Jaejoong era quien había decidió no volver a verlo nunca más. Pero lo que en verdad estremecía su piel fue recordar como aquel hombre lo había acariciado por su cuerpo <<-Eres mío>> <<-Ahora estamos saliendo>> esas frases Jaejoong la había repetido una y otra vez en su mente, le parecían mentiras. Falacias que aquel hombre podía repetir a cualquiera. Incluso a él. Sus ojos ardían como si algo pronto descendería de ellos. Exhala un suspiro antes de abandonar la habitación.
Él se recuesta sobre la pared y espera calmarse, nuevamente bloquear todo recuerdo de aquel hombre. Yoochun sale en busca de su amigo, se alarma al ver que Jaejoong tiene los ojos llenos de lágrimas. Es la primera vez que lo había visto llorar de verdad y con tanto dolor. Su boca tarda un buen rato en dar forma a sus palabras.
- ¿Te hizo algo esa chica? – preguntó viendo como Jaejoong intentaba secar sus lagrimas, pero estas parecían no dejar de fluir.
Ahoga un suspiro, le dolía ver tales lágrimas en el rostro de su amigo. Su mirada se torna cálida y paciente, debía olvidar sus problemas y buscar la forma de saber porque Jaejoong estaba llorando. Se pone frente a su amigo arrebatando las manos con la que Jaejoong intentaba cubrirse el rostro y negar su llanto. Frente a frente, Yoochun nuevamente vuelve a preguntarle si Victoria le había hecho algo malo. Jaejoong ladea la cabeza, negando. Agacha la cabeza, pero Yoochun le eleva la pera para poder verlo mejor. Cuando el más alto volvía a la misma pregunta, un grupo de hombres salían de la habitación contigua corriendo puesto que no tenía dinero para pagar y eran perseguidos por los empleados. En ese momento Yoochun es empujado hacia adelante y debido a su mala coordinación por estar bebiendo no puede evitar empujar a Jaejoong y plantarle un beso en la boca.