Al despertar Jaejoong lo hizo tarde, la noche anterior se había quedado horas dando vuelta en su cama. No logrando encontrar alguna explicación a su vergonzoso accionar con Yunho se quedo dormido casi al amanecer. Bajo presuroso las escaleras, pero sus padres lo recibieron con una agradable sonrisa de buenos días. La cafetería estaba repleta, el invierno era una buena época del año para las tiendas de café y eso Jaejoong lo sabía. Se disculpo con sus padres por haberse quedado dormido y no haberlos ayudado a abrir.
- Está bien, hijo – sonrió amablemente su madre – Hoy tienes un día muy especial y lo comprendo.
- ¿Día especial? – pregunto Jaejoong sin entender a que se refería su madre con esa sonrisa.
- No es el día en que vendrá a tu clase ese famoso chef a dar una clase en tu universidad – afirmo sonriente la madre de Jaejoong.
- ¡Ah! – sonrió para disimular que se le había olvidado completamente. Desde hace días que le informaron que el famoso chef Park Jung-soo o más conocido como LeeTeuk. Es el mejor chef coreano que ha triunfado en el exterior. Uno de los modelos a seguir de Jaejoong, pero él mismo se preguntaba como rayos se había olvidado de un acontecimiento tan importante y la respuesta vino rápidamente a sus cerebro <>
- Por ser un día muy especial con tu madre decidimos dejarte descansar – sonrió abiertamente el padre de Jaejoong abrazando cariñosamente a su hermosa esposa.
- Además hoy planche tu uniforme – sonrió dulcemente la madre de Jaejoong a su hijo.
Jaejoong se sentía culpable por dejar a sus padres realizar la mayoría del trabajo, además por falta de presupuesto habían prescindido de algunos empleados, quedando así el Coffe Hystori como un negocio familiar y atendido solo por la familia Kim. Aún con el sentimiento de culpa, Jaejoong no pudo negarse a seguir durmiendo un poco más. Realmente estaba cansado, y todo era culpa de una sola persona.
El día parecía pasar muy rápido, ese día se esperaba térmicas que no superaban los 5 grados Celsius.
La universidad de Jaejoong era una de las más reconocidas en la gastronomía de Seul, la mayoría de sus estudiantes recibían becas para estudiar en el extranjero y eso solo sucedía cuando desde las escuelas internacionales mandaban ex alumnos en busca de posibles proezas del mundo culinario. Ese día había llegado y todos los estudiantes estaban realmente emocionados, su futuro dependía de aquella visita internacional. El clímax del salón de Jaejoong estaba muy expectante, todos esperaban sobresalir y llamar la atención de LeeTeuk. Cuando finalmente él llego, en el salón hubo un profundo silencio y la mirada de admiración de todos los presentes. Jaejoong quien estaba algo nervioso, tímidamente miro a aquel hombre. Realmente ese hombre lucia sublime y perfecto, no sólo ante la mirada de Jaejoong sino ante los ojos de todos los estudiantes.
Por ser ese día, un día muy especial, la mayoría de los alumnos llevaron sus típicos uniformes de chefs. Un gorro cilíndrico blanco alto que indicaba el rango superior de cada uno de ellos. Una especie de chaqueta de doble solapa cruzada llamada FILIPINA o VESTE, que está diseñada de doble algodón blanco para proteger al cocinero del calor intenso de la cocina y las salpicaduras accidentales. Incluso los botones anudados de paños son de esta materia por una simple razón: pueden soportar el lavado frecuente cosa que los botones comunes de plásticos no pueden soportar. Un pantalón generalmente oscuro o negro. Un mandil blanco, largo francés para evitar manchas y principalmente quemaduras por derrame. Alrededor de los cuellos de cada chef están revestidos por un PICO, que es un triangulo de tela de algodón rojo que absorbe el sudor mientras se trabaja y también indica el rango de cada chef. Hasta el mínimo detalle del calzado es respetado por cada uno de los alumnos, zapatos negros, cerrados y sin tacón.
Jaejoong agradecía haber invertido su último sueldo en la compra de un nuevo uniforme, quedando acorde con los de sus compañeros. Pero ninguno podía igualarse al uniforme que poseía LeeTeuk, su gorro era realmente alto pero lo que asombraba era el PICO dorado que estaba alrededor de su cuellos, en el mismo llevaba la insignia de la Sociedad Internacional de Chefs (SIC) lo que indicaba su rango de superioridad.
LeeTeuk saludo a los alumnos con una cordial sonrisa, cada alumno estaba frente a su cubículo de trabajo con todos los materiales necesarios para seguir cada uno de las instrucciones que LeeTeuk indicaría.
- Este día cocinaremos “Coq au vin” o también conocido como pollo al vino – aclaró con una sonrisa de luna menguante en su rostro – Recuerden que la cocción debe ser perfecta como la selección de los vinos o sino el pollo saldrá agrio como limón – advirtió
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Él camina por los pasillos atento a cada rincón, con un gesto austero observa el largo del pasillo. Con fineza y delicadeza recorre cada pasillo. Aún sin quererlo le era imposible no llamar la atención, ya que además de estar con el decano de la universidad su vestimenta destacaba por encima de cualquiera. Su traje destacaba y relucía como una moneda nueva y única.
- Entiendo que no solo es una de las mejores universidades gourmet, además posee una buena referencia a nivel deportivo.
El decano sonrió gustoso como si hubiera recibido un halago a su persona. Para agradecerlo acento libremente con la cabeza.
- Hoy ha llegado en buena día, señor Han-Jung – dijo el decano con satisfacción.
- ¿Buen día? – preguntó Yunho con suma curiosidad.
El decano no hizo ningún comentario solo sonrió satisfactoriamente y siguiendo por el amplio corredor hasta dar con la puerta que quería llegar. Detrás de la misma se encontraba el salón de prácticas culinarias. Cuando ambos llegaron a la puerta de entrada del salón todo se veía muy tranquilo, así que el decano empujo la puerta con suma precaución y silencio.
Adentro estaban varios alumnos con un delicioso platillo sobre la mesa. De cierta forma Yunho arqueo sus labios en una especie de sonrisa de satisfacción, había soportado ese aburrido recorrido esperando ver solo a una persona. Exactamente lo estaba viendo en ese instante, Jaejoong lucia extremadamente hermoso con ese uniforme de chef, el pañuelo rojo en su cuello resaltaba aún más la hermosura de su níveo rostro y el oscuro de sus ojos. Pero había algo que no concordaba con él, su postura estaba encorvada y con la cabeza agacha, los ojos clavados en sus zapatos.
- ¡Responde! – exigió LeeTeuk con tono más severo y el ceño fruncido – Crees que esto es un “Coq au vin” – señaló el plato en la mesada de Jaejoong, quien parecía no responder.
Los demás alumnos se habían quedados con la boca abierta, pues sabían que Jaejoong era uno de los mejores y su comida era magnifica. Ninguno de los presentes creía que Jaejoong estuviese siendo regañado por Leeteuk.
- ¿crees que el vino que seleccionaste fue bueno para que le diera este sabor? – preguntó levantando la voz al notar que Jaejoong se encogía de hombros - ¡Este plato no se puede servir ni en un restaurante callejero! ¡Su sabor es distinto! ¿Por qué? – exigió con furia al más joven.
- Lo siento – hizo una reverencia.
LeeTeuk mentía el sabor de ese pollo al vino era perfecto. Al principio él entregó tres botellas de vino en botellas idénticas. Un buen cocinero sabe distinguir los vinos más costosos de los comunes y esa era la prueba. Jaejoong había seleccionado el mejor vino y eso le dio un toque frutal al pollo. El sabor perfecto. Pero un excelente chef no solo debe saber preparar platillos sino defender su creación, la seguridad de un chef era crucial y eso era lo que Leeteuk buscaba. Estaba esperando que Jaejoong refutara todas esas mentiras asegurando que su platillo era el mejor debido a sus grandes capacidades culinarias. Lejos de eso Jaejoong solo se quedo con los hombros encogidos escuchando los regaños de Leeteuk.
- ¡A esto llamas receta! ¡Me parece vergonzoso! – critico severamente
- Lo siento – dijo Jaejoong con una reverencia pues no sabía que había hecho mal, el platillo era perfecto ante sus papilas gustativas, pero no los de Leeteuk.
- ¡No deberías ni cocinar en un restaurante de barrio! – dijo esperado una reacción del más joven - ¡¿No me escuchaste?!
- ¡¿Por qué le esta grita de esa manera?! – exigió Yunho atravesando el umbral de la puerta a toda velocidad. Había escuchado suficiente. Y visto la penosa actitud sumisa de Jaejoong. Le molestaba estar viendo como Jaejoong pedía disculpas ante alguien como aquel hombre.
Jaejoong levanta rápidamente la vista del suelo e inmediatamente su corazón se acelera al ver a Yunho caminando en su dirección. Cuando Yunho estuvo junto a él, sintió un ligero alivio.
- Veo que en esta institución los profesores tienen la costumbre de gritarle a los alumnos – dijo tranquilamente mientras miraba a Leeteuk y escudaba a Jaejoong.
Leeteuk sonrió ante el comentario de Yunho, pero con frivolidad en su gesto.
- ¿Y quién eres tú? – preguntó casi gruñendo a Yunho de pies a cabeza. Realmente el muchacho alto de vestimenta elegante estaba escudando a Jaejoong, el nuevo joven promesa culinaria, como Leeteuk lo estaba empezando a llamar en su mente.
Yunho volteo con total indiferencia y camino hasta la mesada y cogió el plato que disgustó tanto a Leeteuk. Sin decir más palabras se llevo un pedazo del pollo a la boca. Primero la mastico sin hacer ningún gesto y menos cuando la tragó al fondo de su estomago. Después de eso Yunho se dio cuenta de que Jaejoong lo estaba mirando fijamente con expectativa y cuando lo pillo mirándolo fijamente, éste bajo rápidamente la mirada y se dio vuelta hacia LeeTeuk. Quien parecía tener una agresiva mirada para con Yunho.
- El vino es exquisito y le da un sabor sublime al pollo, casi frutal – afirmó Yunho con aprecio.
- ¿Qué has dicho? – preguntó Jaejoong interesado, pero no demasiado.
- En vez de regañarlo debería felicitarlo – dice el más alto con determinación en sus palabras – Este muchacho llegara a ser un excelente chef. Además yo mismo pagaría por este platillo.
- ¿Pagar? – preguntó Leeteuk arto de verle esa expresión de orgullo en el rostro del Yunho.
- Un plato como este puede valer entre 600 y 800 dólares – dijo Yunho como si nada – Pagaría el triple por este platillo sólo porque él lo hizo – señala a Jaejoong.
Esa respuesta no solo sorprendió a Jaejoong y sus compañeros sino al mismo Leeteuk. Quedando perplejo y sin palabras.
- ¿Quién te crees para desacreditarme? – regaño Leeteuk a Yunho. Ambos se miraron desafiantes hasta que el decano ingreso al salón.
- El es el joven Han-Jung Yunho – dijo con orgullo el decano.
Todos los alumnos incluyendo a Leeteuk observaron sorprendidos, salvo Jaejoong, quien parecía el único que no estaba sorprendido al escuchar el nombre de Yunho.
- Usted es empleado del restaurante Le Maurice – afirmó con cierto regocijo en su rostro mientras miraba fijamente a Leeteuk – Estuve en Francia el año pasado y sus platillos son de tercera categoría.
Cuando Leeteuk estaba por responder con su feroz mirada, el decano insiste en seguir mostrándole a Yunho las instalaciones. Yunho acepta pero en sus labios existía un “pero”
- Pero quiero que él me muestre las instalaciones – señalo a Jaejoong, quien inmediatamente le clavo una feroz mirada.
- ¿Él? – pregunto desconcertado el decano.
- Si, además veo que no tiene mucho que hacer – miró con desprecio hacia Leeteuk – Así que quiero que él sea mi guía por las instalaciones.
- Por supuesto señor Han-Jung – sonrió el decano con entusiasmo – Alumno Kim Jaejoong, por favor acompañe al señor Han-Jung.
Aunque Jaejoong desde el fondo de su corazón se negaba estar con Yunho, no podía después de que el mismo decano lo obligo a ser su guía por las instalaciones. Volteo hacia Yunho y éste tenía la mirada clavada sobre él, por lo cual se sonrojo violentamente. Antes de continuar Jaejoong pidió ir al baño.
- Está bien – aceptó el decano – Nosotros lo estaremos esperando.
Entró rápidamente al baño, no quería avergonzarse más. Una vez dentro abrió la llave del lavabo y se inclino para bañar su cara con agua fría ya que la sentía arder, una de las maldiciones de tener la piel nívea, sí se sonrojaba se notaba demasiado.
Una vez que se tranquilizo se miro al espejo frente a él <<-¿Qué hace él aquí? Apenas puedo sostenerle la mirada sin avergonzarme>> Tomo unas toallas de papel y secó su rostro tranquilamente. Una vez que hubo terminado no tenía escusas para quedarse encerrado en el baño, por lo que se dirigió a la puerta y la abrió lentamente, tomando un profundo respiro antes de salir.
Cuando salió al pasillo busco al decano y Yunho, pero se encontró solo con el más alto, lo cual le genero un repentino miedo. Se dirigió con pesadumbre hasta el más alto. Antes de que si quiera pudiera preguntar, Yunho le dijo que mando al decano a otro lugar.
- ¿por… por qué? – preguntó desviando la mirada. Ya que al ver a Yunho recordaba lo sucedió la noche anterior, además de la extraña forma que lo defendió ante Leeteuk.
- Me aburría su presencia – respondió con total liviandad.
- ¿Por qué me defendiste? – preguntó y cubrió sus labios con ambas manos, como si hubiese dicho una imprudencia. Realmente no había medido sus palabras y aquella pregunta nació desde lo más profundo de su corazón.
- ¿uh? Primero, no te defendí – dijo llevando sus manos al costado de su cintura – Solo defendí tu talento. Cuando probé ese Coq aún vin, me pareció el más exquisito que he probado. Así que no estaba dispuesto a que un simple cocinero como Leeteuk menospreciara tan delicioso platillo – pauso y se cruzo de brazos con un sórdido gesto de gracia – Pero si el platillo hubiese sido un asco, créeme yo hubiese participado en los regaños de Leeteuk.
Jaejoong no dijo nada, su corazón empezó a latir aún más fuerte al escuchar los halagos de Yunho. Por alguna extraña razón no lo herían las palabras de Leeteuk, pero si llegaba a escuchar aquellas palabras tan hirientes de la boca de Yunho, serian un golpe muy duro del que no podría recuperarse. La opinión de aquel hombre era tan importante para Jaejoong, aún así no estaba dispuesto a admitirlo.
- Este salón está vacío – dijo Yunho con su seductora voz. Lo que logro sacar a Jaejoong de su trance - ¿Por qué me guiaste hasta este salón?
- Este… no lo hice – rasco su cabeza en señal de duda <¿Cómo llegue hasta aquí?>>
- Es un salón muy alejado de los demás – dijo en tono insinuante mientras se aproximaba hasta Jaejoong.
- ¿Por qué viniste aquí? – preguntó alejándose dos pasos más lejos de Yunho.
- Tú me trajiste – respondió viendo como Jaejoong temblaba con su sola cercanía.
- No me refiero a este salón, ¿Por qué viniste a esta universidad?
- Fácil – hizo un gesto de obviedad en su rostro – Vine a inscribirme.
- ¡Eh! ¡No puedes! ¿Por qué? – expresó dejando salir todo su descontento y nerviosismo.
- Claro que puedo… si pago la matricula – dijo mientras lentamente daba unos pasos para acercarse hasta Jaejoong – Y el motivo de porque estoy aquí… – mordió su labio inferior como sin deseara no decirlo, pero su voluntad fue doblegada al ver como la mirada de Jaejoong se perturbaba con su sola cercanía. Aquellos ojos parecían dos faroles nocturno que lo invitaban a caer en el suicidio de la verdad - … eres tú.
¿Por qué siento que estoy diciendo esto?
Porque estas llorando estoy diciendo esto
Porque me estoy quedando sin aliento digo esto
Palabras que mi tonto corazón se apresura a soltar
Trato de contenerlo y bloquearlo,
Cubro mi boca con ambas manos pero…
como sí estuvieran escritas en mi corazón,
Permanecen palabras como TE AMO.
- ¿Estás siguiéndome? – preguntó evadiendo la mirada de Yunho y yendo hacia un costado del salón, muy cerca de la ventana. Lo más lejos del más alto.
- ¡Claro que no te estoy siguiendo! – cruzó sus brazos con un gesto de molestia – Pero no puedo evitarlo – lanzo un suspiro agotador – Existen veces en donde me pregunto que debería hacer.
Voy a caminar lentamente un paso, dos pasos
Tus pisadas son tan familiares para mí
Un paso, dos pasos
Tu estas consiguiendo alejarte más, y...
vas desapareciendo con fuertes pisadas, poco a poco
En caso de que consigas que sean borradas y olvidadas
En caso de que estés fuera de mi vista y desaparezcas
En un segundo repito estas palabras miles de veces
No te vayas lejos…
- Deberías dejarme – dice Jaejoong en un tono de voz algo molesto, realmente estaba confundido y ese hombre lo confundía aun más – No sé qué pensar – ahoga un suspiro cansador, estaba cansado de pensar una y otra vez que era lo que estaba empezando a sentir o porque estaba sintiendo aquello por ese detestable hombre – ¿De verdad te gusto tanto?
- Dime… ¡¿crees que estoy loco?! – responde a medida que el más joven evade sus miradas – Crees que tiene sentido que a alguien como yo pueda gustarle alguien como tú – dice él consiguiendo que el más joven voltease a verlo, pero en su dulces ojos había confusión y desagrado – Soy el heredero a una fortuna millonaria, además me encargo de mantener la economía de nuestro país. Tengo una fila de mujeres de buena posición social dispuestas a casarse conmigo. ¿Qué es lo que tú tienes?
El más joven lo mira con fastidio ante cada palabra frunciendo el entrecejo.
- Entonces ¿Por qué me sigues?
- A mí no me preguntes – llevó sus manos a los costados laterales de los bolsillos de su pantalón– Tu deberías darme la respuestas.
- ¡Eres un idiota! ¡¿Cómo voy a responder algo que no es de mi incumbencia?! – dice aún más molesto, sentía que estaba hablando con un necio o peor una pared.
- Te equivocas, esto también te concierne a ti – clavó una penetrante mirada hacia Jaejoong y no pudo evitar caer en el encanto de aquellos ojos oscuros. Por un momento el enojo invadió su mirada, esfumándose
Voy a caminar lentamente un paso, dos pasos
Tus pisadas son tan familiares para mí
Un paso, dos pasos
Tu estas consiguiendo alejarte más, y...
vas desapareciendo con fuertes pisadas, poco a poco
Esta es la última vez, una vez, dos veces
Hago promesas que no puedo seguir…
Una vez, dos veces
El único que debería ser herido…
Soy yo, por favor, por favor.
- ¿Qué te hace aparecer ante mis ojos? – pregunta desconcertando él mismo, notando que con sus palabras había tensado a Jaejoong – Si me acuesto y cierro los ojos ¿Por qué tu rostro sigue apareciendo en mi mente? ¿Cómo calmo a mi corazón cada vez que te pienso o cada vez que te imagino? ¿Qué me hiciste? ¿Me hechizaste? – pregunta llevando las manos a los costados – Te enfadas si te trato de forma amable, te enfadas si te digo la verdad, me golpeas cuando trato de acercarme… ¿Qué es lo que quieres?
Jaejoong abre los ojos como si no creyera estar recibiendo este tipo de reclamos. Cuando todo este tiempo él ha sido el único perjudicado, con su vida a un paso de la muerte o caer en brazos de ese hombre. Y ahora ese hombre venia con quejas y reclamos, él no lo podía creer.
Yunho ni por un segundo aparta la vista sobre Jaejoong.
- Sabes… eres extraño – su expresión es afligida como si le pesara sentirse de esa estúpida manera – Tan diferente… eres tan diferente que te encuentro desconcertantemente hermoso y encantador.
¿Por qué siento que estoy diciendo esto?
Porque estas llorando estoy diciendo esto
Porque me estoy quedando sin aliento digo esto
Palabras que mi tonto corazón se apresura a soltar
Trato de contenerlo y bloquearlo,
Cubro mi boca con ambas manos pero…
como si estuvieran escritas en mi corazón,
Permanecen palabras como TE AMO.
Yesung- Gray paper
El mayor se queda observando como el rostro de fastidio de Jaejoong se va purificando y mostrando una dulce expresión de asombro y desconcierto.
El más joven baja la vista y no puede evitar soltar un suspiro y una risa nerviosa. No tenía mucho que decir o como responder ante tamañas palabras del mayor.
- Así que ahora soy un hombre que ha enloquecido por ti – dice Yunho fijando la vista en el más joven, quien hasta parecía estar temblando - Por eso no te dejare, no ahora ya que es tu culpa que me sienta de esta manera.
Yunho voltea, dándole la espalda a Jaejoong. Camina lentamente hasta la salida. Jaejoong no puede evitar sentir una extraña sensación tristeza mezclada con incertidumbre. Pero su expresión no acompaña al brillo que había en sus ojos. Presiona sus puños contra el costado de sus muslos. Era tarde para razonar o pensar, nada iba a cambiar o apagar aquel sentimiento que Yunho despertó en él. Ve hasta el último momento en que Yunho desaparece de su vista. Esa era la tristeza, verlo alejarse sin saber si volvería o cuánto duraría ese supuesto interés por él. Temía que solo fuera algo fugaz.
¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*continuara¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨¨*