Durante gran parte del día Jaejoong estuvo con la mirada perdida, con los pensamientos en aquellas palabras que Yunho le había dicho. Un leve “clik” en la espalda lo hizo salir de sus pensamientos con brusquedad. Park Ji Yeon lo abraza por la espalda con una sonrisa y le anuncia que debían ir saliendo pues la hora laboral había terminado.
Con cierta nostalgia Jaejoong deja su uniforme en la gaveta de empleados y salió junto a la joven que lo sostenía por el brazo hacia el corredor del restaurante que daba a la calle.
A pesar de que el invierno aún no empezaba las noches frías se dejaban sentir con fuerza sobre la ciudad. El abrigo no parecía bastar a tal descenso brusco de temperatura. Pero la pequeña Ji Yeon no parecía preocupada por el clima mientras rodeaba con sus brazos el antebrazo de Jaejoong. El mayor le permitía tal atrevimiento pues veía a la muchacha como una hermana, además los dos se dirigían a la misma parada de autobús. Jaejoong sentía una liviandad pues el día estaba por terminar. Esperaba regresar a su casa y recostarse en su cama así conciliar el sueño que debía hace un día.
Una vez fuera del establecimiento Jaejoong sintió el golpe del frio en su rostro, justo en ese momento sintió que alguien lo observaba, miro a los alrededores y la mayoría de sus compañeros se habían marchado quedando solo con Ji Yeon. Ella hablaba amenamente, pero Jaejoong no podía escucharla. Ambos se dirigían hacia la parada del autobús, cuando Ji Yeon grito emocionada.
- ¡Ese es el hombre de mis sueños! – señalo con la mirada mientras sujetaba con fuerza el antebrazo de Jaejoong.
Cuando Jaejoong pudo acomodar la vista, casi sale huyendo de no ser porque Ji Yeon le sostenía el brazo. Aquel hombre estaba parado frente al capot de su coche, con las manos hundidas en el bolsillo del saco.
Jaejoong camino unos pocos metros y cuando se dio cuenta el hombre apoyado sobre el capot del vehículo no podía ser otro que Yunho. Se detuvo unos segundos sin atreverse a acercarse.
Ji Yeon noto algo extraña la mirada de Jaejoong, por lo que no dudo en romper ese silencio.
- Es la tercera vez que veo a ese hombre en este lugar – comenta Ji Yeon ganándose la completa atención de Jaejoong.
- ¿De qué hablas? – pregunto intrigado a la mujer.
- La primera vez estaba parado fuera del restaurante como si estuviera esperando a alguien – comento con el rostro sonriente a pesar del frio y lo colorada de sus mejillas – La segunda vez estuvo en ese mismo lugar, pero después de que todos salimos.. se marchó. Ahora es la tercera vez que lo veo ahí solito – dijo en tono dulce – Debe estar esperando a alguien muy importante – Jaejoong voltea a verla – No cualquier hombre permanece por horas en la intemperie del frio si no esperara a alguien y ese alguien debe ser muy importante.
Jaejoong de cierta forma sentía algo de culpa al enterarse de lo que Yunho hacia ahí afuera <<-Vamos, no es mi culpa que ese idiota este obsesionado conmigo>> se repetía a sí mismo para no sentirse más culpable, pero no funcionaba.
- Te estaba esperando – dijo a medida que caminaba hasta Jaejoong y centrando su atención en el más joven, ignorando por completo que la joven Ji Yeon lo tenía sujeto por el brazo.
- ¿A mí? ¿Por qué? – Jaejoong preguntó extrañado, sin poder creer que aquel hombre lo había estado esperando.
Yunho se acerco a él, lo rodeo, se inclino y le susurro al oído – ¿No crees que esa pregunta está de más? Hoy quiero mostrarte algo especial – Yunho sintió como el más joven tembló y retuvo el aliento, por lo que sonrió descaradamente antes de tomar al muchacho por la cintura y presionarlo contra su pecho – ¿Qué dices?
- No… no es eso lo que esperaba escuchar – tartamudeo sonrojado, sin notar como Ji Yeon los miraba a ambos. Ella realmente se sentía invisible y algo avergonzada – Hoy… hoy acompañare a Ji Yeon-shi hasta su casa – mentía, pues Ji Yeon vivía del otro lado del rio Han.
Yunho alzo la vista hacia la jovencita que lo saluda con una cómica risa y las mejillas coloradas.
- ¿Eso es verdad? – pregunta Yunho sin rodeos a la jovencita, quien luce más que nerviosa.
- Bueno… este – ella duda en responder, pero Jaejoong le hace un gesto de que mintiese por él – Si, es verdad – sonrió dubitativa y nerviosa.
Jaejoong parecía respirar aliviado, pero Yunho no se trago aquella farsa. Ladeo la cabeza como si dijera “descubrí tu mentira”. Después cogió ambas manos de Ji Yeon en las suyas y la miro en lo profundo de los ojos. Uso su más seductora mirada con la joven.
Jaejoong miro rápidamente como Yunho cogía las manos de su compañera.
- Lamento que este idiota la haya obligado a mentir – dijo sonriendo de costado con toda la sensualidad de su cuerpo y sus gestos. Ji Yeon parecía hipnotizada por su encanto – Como disculpas por favor acepte que uno de mis custodios la lleven hasta su casa.
- ¡Eh! – alcanzo a decir, Ji Yeon estaba perdida en los hermosos ojos de Yunho – ¡Ah! Si… adiós oppa – apenas saludo a Jaejoong y se marcho hasta el auto de uno de los custodios de Yunho.
- Traidora – susurro Jaejoong molesto <<-Piensa Jaejoong, piensa>> se exigía a si mismo <<-Si salgo corriendo sus custodios me perseguirán y si me quedo quien sabe a dónde me lleve…. ¿Qué hago?>>
Cuando él intento huir era demasiado tarde, Yunho ya lo tenía sujeto por el brazo en dirección a su lujoso convertible. Nuevamente el más joven estaba cediendo ante los caprichos de aquel hombre. Por un instante Jaejoong se quedo viendo detenidamente al hombre a su lado preguntándose porque Ji Yeon había quedado tan embelesada con ese demonio <<-Es un hombre… un hombre bastante atractivo>> pensó levantando tímidamente el rostro hacia el más alto <<-Los rasgos marcados, los ojos están enmarcados en unas hermosas y largas pestañas… y sus labios… sus labios son tan carnosos y besables… ¿eh, besables?>> sintió vergüenza de solo estar pensando eso y agacho la mirada.
- Debo regresar a mi casa o mis padres se preocuparan por mi – dijo tímidamente mientras veía atreves del cristal del coche el oscuro de la ciudad.
- Ten – dijo Yunho sacando un papel de la guantera de su auto. Freno ante la luz roja, mientras tanto esperó a que Jaejoong terminara de leer aquel papel.
“Mi querido Jaejoong
Nuevamente nos hemos marchado a la casa de los abuelos Park. Asuntos de fuerza mayor no llevan. Espero que tu día haya sido muy especial. Mañana por la mañana nos vemos. Te deje la comida en el comedor, caliéntala. Un beso mamá y papá”
- Piensan marcharse cada noche – dijo entredientes mientras aprieta la carta en sus manos.
- Es perfecto, esta noche serás sólo mío – sonrió Yunho a medida que pisaba el acelerador.
Eso no hizo gracias a Jaejoong, que estaba tensándose de solo imaginarse a solas con Yunho. Estaba asustado. Pero Yunho seguía igual de calmado.
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Jaejoong maldecía tener que estar caminado a tan altas horas de la noche. Con el frio golpeando su rostro. Todo, todo era culpa de la estupidez de Yunho.
Ambos estaban caminando ya que el auto de Yunho se quedo sin combustibles. Las calles estaban a oscuras por lo que Jaejoong estaba asustado y solo podía seguir a Yunho <<-¿A dónde esteramos yendo?>> se cuestionó Jaejoong a medida que veía la espalada del más alto. Aquella silueta tan masculina parecía un bello espejismo, algo que Jaejoong no comprendía, pero que le gustaba y mucho. Miro atentamente el lugar al que se dirigían y en un segundo Yunho se desvió por una entrada lateral, desde la cual agitaba la mano para que Jaejoong lo siguiese.
Una vez dentro de la entrada, ambos caminaron por un pasillo hasta dar con otro lugar aún más grande. Jaejoong se detuvo, conocía perfectamente ese lugar… tiendas de regalos, restaurantes y varias atracciones mecánicas, un parque de diversiones. Pero por la hora había dejado de recibir visitantes y las luces que solían iluminar cada rincón y cada juego mecánico habían oscurecido. Aún así en la bruma de la fría noche Jaejoong reconocía lo alto de la montaña rusa, los discos voladores, los carros de choques, una especie de barco flotante, pero lo que más llamo su atención fue un cartel que decía “WELCOME TO LOTTE WORLD”
- ¿Qué hacemos aquí? – preguntó Jaejoong sin poder esconder su mirada de asombro.
- Vine a robar algo – dijo Yunho divertido al ver al más joven tan asombrado – Tranquilo, no vinimos a hacer nada ilegal.
Yunho tomo la mano de Jaejoong y caminaron en la penumbra por una especie de puente hasta algo que parecía ser una especie de juego mecánico amorfo, bastante grande y circular. Jaejoong no tuvo opción más que seguirlo, pues la curiosidad quemaba en su interior, ya que él nunca había entrado a un parque de diversiones por la noche.
Cuando Jaejoong se detuvo frente al juego mecánico amorfo, Yunho lo rodeo por la cintura con ambas manos, apretándolo contra su cuerpo.
El cuerpo de Jaejoong se tenso al sentir las manos de Yunho rodeando su cintura, su corazón empezó a latir frenéticamente y hasta parecía estallar, sus mejillas se sonrojaron de una forma que no supo ni distinguir, pero las sentía arder.
Yunho nota la tensión en el cuerpo del más joven y apoya su barbilla sobre el hombro de Jaejoong, muy cerca del oído. Jaejoong pegó un salto que lo obligó a golpear su espalda contra el pecho de Yunho. En ese instante los labios de Yunho rozaron de manera accidental el lóbulo de su oreja, y desde ella nació un agradable cosquilleo que llegó hasta su estomago.
- Cierra los ojos – susurro de manera sensual al oído del más bajo a medida que sostenía con más fuerza la cintura del mismo <<-Por dios, que cintura más delgada… y el perfume de su cabello es tan embriagante>> pensó Yunho, pero tenía que contenerse o las cosas no saldrían como él lo deseaba <<-¿Qué demonios me sucede?>>se cuestino a si mismo como un regaño.
Desde el momento en que te vi
Supe que eras la persona indicada
Y que caminaríamos juntos
Un hermoso día…
comienza frente a nosotros
Quiero estar contigo, mi amor
Te prometo bajo este cielo
Que te protegeré
Por siempre
Esas manos rodeando la cercanía de sus cintura, posicionándose muy cerca del ombligo de su estomago lograban de cierta manera estremecer a Jaejoong. Su respiración se aceleraba al igual que su corazón. Escuchaba un “bom” “bom”. Sentía el golpe de un latido en la parte superior de su espalda, el corazón de Yunho <<-No soy el único que se siente así… este demonio también está nervioso>> suscito Jaejoong a medida que agachaba la mirada con vergüenza. Por alguna razón Jaejoong se negaba a cerrar los ojos como Yunho se lo estaba pidiendo, temía que cuando los volviera a abrir todo desapareciese y se esfumara como en un sueño. Si era un sueño Jaejoong no quería despertar.
- Te lo suplico – susurro Yunho golpeando con su cálido aliento la oreja de Jaejoong que ya había tomado un color rojo pasional, que ni el mismo Yunho noto <<-¿Por qué estoy suplicándote? ¿Cuándo dejo de ser un juego? ¿Qué demonios me está sucediendo?>> – Cierra los ojos – estrechó con suavidad el esbelto cuerpo del más bajo entre sus manos. Él sentía algo tan placentero al estrechar aquella delgada cintura contra su cuerpo.
Quiero amarte por siempre
¿Puedes ver a mi corazón?
Por favor, respira a mi lado
Por siempre…
Te amare… te amare.
¿Sabes qué tu eres mi felicidad?
Voy a confesarte…
mi amor eternamente
Estoy junto a ti
Quiero estar contigo, mi amor
Te prometo bajo este cielo
Que te protegeré
Por siempre
[…]
Jaejoong sintió la respiración del más alto y sin decir una palabra fue bajando con delicadeza sus parpados. Pero antes la mano de él se posa en las de Yunho. El más joven no conocía el motivo de su accionar, pero estaba decidido a no dejar que Yunho se apartara de su lado.
Cuando Jaejoong finalmente cerró los ojos, Yunho sintió que sus manos fueron aprisionadas por el más bajo. Aquellas manos eran tan suaves como el terciopelo, tan suaves al tacto y a la vez lograban estremecer el cuerpo de Yunho. Sin desearlo, solo lo hizo. Aspiró el embriagante perfume que destillaba el cuerpo de Jaejoong, él estaba a una sola caricia de lanzar a Jaejoong y poseerlo ahí mismo, sin importarle estar en el exterior y menos el frio. Pero respiro profundamente, para calmarse ya que él o podía tener aquellos pensamientos por un hombre y menos por Jaejoong.
- Ahora… abre los ojos – dijo Yunho estrechando a Jaejoong con fuerza contra su pecho, como si deseara jamás soltarlo. Y no lo deseaba, su corazón estaba confundido, pero su cuerpo pedía a gritos jamás soltar a Jaejoong.
La sexy voz de Yunho fue una orden rotunda para Jaejoong y abrió los ojos. La completa penumbra había desaparecido, ahora todo era luz, como si el día hubiese llegado. Frente a sus ojos rotaba una plataforma con asientos en forma de caballos blancos que eran desplazados mecánicamente hacia arriba y abajo, simulando el galope de un caballo. La música es tranquila y alegre y se repite una y otra vez a medida que el Carrusel va rotando.
¿Sabes qué tu eres mi felicidad?
Voy a confesarte…
mi amor eternamente
Estoy junto a ti
Quiero estar contigo, mi amor
Te prometo bajo este cielo
Que te protegeré
Por siempre…
Quiero amarte por siempre
¿Puedes ver a mi corazón?
Por favor respira a mi lado
Por siempre…
Ter amare… te amare.
Jaejoong echa levemente su cabeza atrás chocando con la barbilla del más alto. Su boca quedo totalmente muda, ni un sonido. Sus manos apretaron las manos de Yunho pues un cosquilleo de su estomago llego hasta su corazón que latía insistente. Realmente estaba sorprendido con aquella imagen del carrusel rotando una y otra vez con el galope mecánico de los caballos. El parque de diversiones se ilumino completamente. Y en el rostro de Jaejoong se dibujo una escueta y alegre sonrisa mientras aceptaba con total naturalidad que Yunho se apoyara al costado de su hombro.
-Mira el cielo – dijo Yunho dejar de estrechar la cintura del más bajo.
Pensando que no podía suceder nada más, Jaejoong escuchó un estruendo desde el cielo que lo obligo a levantar la vista. Aquel cielo nocturno que carecía de una brillante luna, se ilumino no sólo por el resplandor de las estrellas, sino de muchas luces de diversos colores que la habían inundado. Una tras otra aquellas luces brillaban y se reflejaban en las retinas de Jaejoong, quien miraba con admiración y felicidad. El resplandor de aquellas luces parecían pétalos de rosas abriéndose de par en par.
- ¿Te gustan? – preguntó Yunho besando la mejilla de Jaejoong con sumo dulzura sin soltarlo aquella delgada cintura. Con su pregunta había roto el embelesamiento que Jaejoong tenía con el lugar y las luces.
- ¿Eh? – logra reponer, pero luego guarda silencio <<-Si supieras cuanto amos los fuegos artificiales… si supieras cuanto me gusta estar a tu lado… pero esas palabras no salen o temen salir de mis labio. En realidad temo que desaparezcas y me dejes éste sentimiento clavado en mi corazón>> pensó Jaejoong. Desde niño, él no había vuelto a ver un carrusel o los fuegos artificiales. Le traía tan bellos recuerdos de su infancia. Sus ojos se iluminaron con un ligero resplandor de emoción. Pero lo que más disfrutaba era estar en los brazos de Yunho. Aquellos brazos lo rodeaban con tanta delicadeza, que Jaejoong no se negaba. Algo desde su corazón le decía que ya no podía negarse, aquel sentimiento que estaba naciendo en su corazón era más fuerte que su voluntad.
Cualquier desafío que enfrentemos
Lo superaremos con nuestro amor.
Por favor mírame por siempre
Ámame por siempre
Así seremos felices
Viéndote a ti por siempre
Rezo porque seamos felices
Quiero estar contigo, mi amor
Te prometo bajo este cielo
Que te protegeré…
Por siempre
Quiero amarte por siempre
Nuestro amor será de felicidad
Creemos nosotros mismos…
los días hermosos
Te amare… por siempre.
SS501- Forever