Después de haber abandonado la universidad de Jaejoong, Yunho condujo de regreso a su mansión, cenar con su madre le era una costumbre. Pero sentía un descontento de solo tener que volver a su casa y ver la fastidiosa actitud de Junsu con su madre.
Además la mente de Yunho no estaba como para pensar en otros problemas cuando estaba pensando en Jaejoong y lo bien que le quedaba aquel uniforme de chef. Se preguntaba que más debía hacer para al fin conquistar a Jaejoong.
La luz del semáforo marco rojo <<-¿Qué demonios sucede? ¿Por qué ese idiota no está rendido a mis pies?>> golpea su frente contra el volante y sin querer toca la bocina. Varios gritan por su atrevimiento, pero Yunho no presta atención. Cuando estaba por poner quinta a fondo, se detiene y ve un enorme cartel con el rostro de Max Changmin anunciando la fecha y lugar de su concierto <<-Simple propaganda>> pensó Yunho. En ese instante ver la sonrisa del cantante le trajo recuerdos. En especial ese día que Jaejoong se comportaba tan amable con Max Changmin, cosa que no hacía con él. Con ese recuerdo fraguo un plan para así tener a Jaejoong rendido a sus pies, cogió el celular y llamo a su amigo.
- Hola
- Changmin ¿te encuentras bien? – preguntó Yunho al escuchar la respiración de su amigo, bastante agitada como si hubiese corrido una maratón.
- Oh, Yunho. Sí, me encuentro bien – la voz aún seguía sonando agitada en los oídos de Yunho – Es solo que estoy algo ocupado…
Cuando Max Changmin pauso, se oyó de fondo otra voz masculina diciendo –“debemos continuar” –
- Ya veo que estas ocupado – dijo Yunho en tono irónico –
- Si, ahora seguimos – respondió a la otra persona, después presto atención al teléfono – Lo siento Hyung no te escuche…
- No dije nada – pauso para ver al exterior y comprobar que el semáforo seguía en rojo – Necesito que me respondas algo.
- ¿Qué sucede? – su respiración ya era más normal.
- ¿Qué harías para agradar a una de tus fanáticas? – preguntó directamente y espero la respuesta de su amigo.
- ¿Por qué haría algo así? – respondió un tanto dudoso.
- Tan solo responde – exigió a su amigo.
- Bueno… – pauso y después continuo – Les regalaría entradas a mis conciertos, les firmaría autógrafos, me sacaría fotos con ellas…
- ¡No! – exclamó de solo imaginar que Max Changmin haría todo eso con Jaejoong. Recordaba que Jaejoong le había dicho que su amigo le gustaba y eso le molestaba.
- ¿Dije algo malo?
- No… es solo que no me exprese bien – cogió fuerte el celular para que Max Changmin lo escuchara correctamente – ¿Qué es lo más tierno qué harías para conquistarla?
- Conquistarla – repitió Max Changmin – ah, ahora entiendo – rio del otro lado del teléfono – Vale, lo que tú quieres saber es que haría yo para que ella me diera un beso o algo así.
- Exacto – dijo Yunho con el rostro cansado pues conocía la inocencia de su amigo. Pero no tenía a quien más recurrir para poder conquistar a Jaejoong con mayor facilidad que el cortejo común que hacía con las mujeres.
- Bueno…. Yo la llevaría a un parque de diversiones por la noche… cuando esta vacio – pauso así Yunho comprendía – Después encendería todas la luces del lugar y como acto final iluminaria el cielo de fuegos artificiales.
- ¡Eh! ¡Esos es demasiado cursi! -proclamó Yunho con fastidio, pues nunca había hecho algo de esa envergadura por ninguna mujer y menos por otro hombre.
- ¡Quien te entiende, me pediste algo tierno! – dijo Max Changmin mientras hablaba con alguien más – Si, si ya voy. No, ahora seguimos – después volvió a Yunho – Debo colgarte. Adiós hyung.
- ¡A quien colgaras! ¡Estás muerto si cuelgas! – era muy tarde para sus amenazas pues del otro lado de la línea solo se escuchaba el sonido del tono de marcar.
El semáforo nuevamente estuvo en verde, Yunho no presiono el acelerador de inmediato como los demás conductores. Contemplo un instante la enorme marquesina de Max Changmin y estaba maldiciendo su idea <<- Demasiado cursi, no lo hare. Si definitivamente no lo hare>> saco el pie del freno y se dispuso a pisar el acelerador antes de que los demás conductores le tocaran bocina.
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Una vez que las sesiones de fotografía terminaron, Minho se dedicó a buscar el paradero de su “traicionero amigo” y el “idiota al que amaba”. Onew intento persuadirlo, pero nadie podía detener al más alto cuando se le metía una idea en la cabeza. Como buen líder intento advertir al Maknae, pero éste no contestaba sus llamadas.
Bajo y subió por todos los piso de la SM como si fuera un perro a la caza de una liebre, pero no hallo rastro de Taemin y menos de Max Changmin. Minho no tuvo más opción que regresar al departamento de Shinee, esperaba ansioso poder ver a su pequeño amigo, pero tampoco. Durante ese día Taemin no había vuelto y la noche caía.
- Hyung – dijo Minho cansado de llamar al celular de Changmin y que le atendiese la contestadora.
- Si – respondió amablemente Jonghyun, quien estaba recostado en el sillón con Key.
- ¿paso algo malo? – preguntó Key abrazando a Jonghyun por la cintura. Acción que hizo que Jonghyun sonriese divertido.
- ¿Saben dónde está Taemin? – preguntó viendo sus amigo, con algo de envidia, ya que ellos lucían como un feliz pareja.
- Ahora que lo mencionas – Jonghyun volteo atrás para ver a Minho, quien realmente lucia deprimido. Cosa que alarmo no solo a Jonghyun sino a Key - ¿estás bien? Luces muy desmejorado.
- Debe extrañar a Taemin – agregó Key sujetando a Jonghyun con más fuera. Estaba algo celoso y eso hacia cuando notaba que su novio se preocupaba tanto por otro que no fuera él.
Minho no dijo nada, realmente quería ver a Taemin por otro motivo.
- Taemin llamó al manager – explicó Key notando asombrado como la mirada de Minho lucia más animada <<-Parece ser que si extraña a Taemin>> - Dijo que estaría ocupado con algo muy importante y que regresaría mañana.
- ¿algo importante? ¿algo como qué? – preguntó Minho como gruñendo.
- Seguro que debe estar con alguien, ese niño es todo un Don Juan –dijo Jonghyun volteando para ver como la expresión de Minho se volvía demoniaca, hasta parecía que en segundos escupiría fuego.
Minho da pasos furiosos hasta llegar a su habitación y maldiciendo entrediente cierra con fuerza la puerta, casi partiéndola en dos.
- ¿Qué le sucede? – pregunto Jonghyun temblando, aquellos gigantescos ojos lo dejaron asustado. Tanto que por instinto abrazó a Key.
- ¡Tonto! - exclamó Key golpeando a Jonghyun en la cabeza.
- ¿ahora porque me golpeas? – beso la mejilla de Key con total dulzura, acción que hacía cada vez que su novio se enfadaba con él – ¿Dije algo malo?
- Minho está enamorado del pequeño Taemin-shi – dijo a medida que en su rostro se dibujaba una divertida sonrisa – No te diste cuenta como desde hace tiempo están más juntos o como Minho busca constantemente al pequeño, además notaste como cambio su rostro al enterarse que Taemin-shi podría estar con otra persona. Casi te asesina al decir eso – dijo Key dudando – Pero eso sería un problema.
- ¿Por qué? – pregunta Jonghyun algo desconcertado.
- Taemin~shi está enamorado de otra persona – se levantó casi empujando a Jonghyun para acomodarse la camiseta.
- Ya veo, eso sí que es un problema – cambio su divertida risa a una más discreta al ver que Key se apartaba de su lado.
- ¿Crees que con ese insignificante beso me conformare? – volteo su mirada hacia Jonghyun
- Entonces vamos a nuestra habitación y haremos algo que no sólo te conformara sino que te hará gritar por más – dijo sugestivamente mientras cogía la mano de Key y la sujetaba con fuerza – No lo hemos hecho por días, hoy quiero que me castigues por ser un niño malo.
- Tonto – beso los labios de Jonghyun mientras le jalaba los pelos para darle un apasionante beso – Entonces te castigare.
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Cuando al fin la mente de Jaejoong tomo poder de su cuerpo, no lo pensó dos veces y se apartó de Yunho. Como si hubiera recibido una descarga eléctrica.
Yunho miro al más joven como si eso le doliese.
Jaejoong bajo tímidamente la mirada, sintiendo un ligero cosquilleo en su estomago y en su garganta se le hace un nudo. Con el corazón latiendo con fuerza, Jaejoong logra tímidamente ver a Yunho.
- ¿Puedo montar… - traga saliva – Puedo montar uno de esos caballos? – pregunta Jaejoong dubitativo al más alto. Pero la mirada que él le dirige es de tal calidez que Jaejoong no puede más que sonrojarse <<-¿Qué me sucede? ¿Por qué no le dije algo más amable? Él hizo todo esto por mí y yo solo le digo ¿Puedo montar uno de esos caballos?>>
- Si – los labios de Yunho se alzan formando una escueta y seria sonrisa cuando Jaejoong se marcha hacia el juego.
Jaejoong no tiene más opción que subirse a la plataforma y montarse en uno de los caballos. Siente que ligeramente esta galopando, en el primer giro pierde de vista a Yunho y su corazón se alarma, pero cuando lo vuelve a ver su corazón se calma y hasta sonríe discretamente. <<- No me mires con esa falsa sonrisa, mejor mírame con odio y rencor. ¿Por qué si sigues viéndome de esa manera, quiero que estés a mi lado?>>
Yunho arquea ligeramente sus labios en una discreta y formal sonrisa, <<-¿Por qué siento envidia de ese infantil caballo? Tal vez quiera tenerte así, con esa sonrisa en tu rostro, que acaricies mi cuerpo y solo digas mi nombre… ¿Realmente estoy loco?>> su mirada insistente busca a Jaejoong y cuando logra verlo lo comprende al fin <<-Si estoy locamente así el culpable eres tú>>
Con suavidad algo diminuto y frio llega hasta la mejilla de Jaejoong. Cuando éste se acaricia la mejilla, se da cuenta de que se trataba de un diminuto copo de nieve que se derrite entre sus dedos. Alza la vista y ve que en cuestión de minutos todo parecía teñirse con la primera nevada de invierno. Algo preocupado baja del caballo para ver si Yunho estaba bajo algún refugio al resguardo de la nieve, pero asombrado descubre que no era así. Yunho seguía en el mismo lugar n desde el cual lo observaba, parado como una bella estatua a la espera de algo o alguien.
Preocupado, Jaejoong se acerca hasta Yunho quien parecía hipnotizado, pero lo que el más joven desconocía era que el causante de ese estado en Yunho era él mismo.
- Está nevando – dijo con seriedad a Yunho, quien lo mira fijamente y con suma atención.
Mientras la nieve con sus diminutos copos descendía desde el oscuro del cielo. En silencio, ambos jóvenes se miraban el uno al otro, parecían estar gritando sus sentimientos a mil voces pero ninguno hablaba, solo se miraban fijamente. Tímido, Jaejoong ve como la nieve cubre de blanco el pelo de Yunho.
- La nieve te cubrirá y te enfermaras – dice Jaejoong con una risa sarcástica, así ocultar su nerviosismo. De solo ver aquellos ojos, que no lucían gélidos sino más cálidos que el mismo sol, cosa que hacia latir su corazón.
- Al menos seré un muñeco de nieve – sonrió divertido y con gentileza, acción que ni él mismo sabia porque. Realmente estaba sonriendo de felicidad, era su primera vez en años.
- Tonto, serias un muñeco de nieve muy feo – dice fingiendo regañarlo. Casi por instinto, pues hacia eso con su hermano, alza sus manos para limpiar la nieve del cabello de Yunho. Frota delicadamente para quitar la nieve, pero detiene su accionar cuando Yunho se queda viéndolo con una dulce mirada.
Yunho ya no puede contenerse más, aquella simple caricia de Jaejoong bastaba para despertar a su dormido corazón. Tenía al más joven tan cerca que solo veía sus labios, aquellos labios carnosos y delicados como pétalos de rosas.
- Si vas a quedarte aquí mejor no cuente conmigo. Eres un tonto que quedara enterrado bajo la nieve – exigió Jaejoong retrocediendo para marcharse, pero Yunho lo toma por la cintura atrayéndolo hasta su masculino pecho. Quedando tan cerca del rostro del más alto, Jaejoong solo puede verse reflejado en los ojos de Yunho.
- Si… soy un tonto, un hombre tonto que solo quiere estar a tu lado – dice antes de que sus labios cayeran en los del más bajo.
Jaejoong se quedó estático al sentir los labios de Yunho sobre los suyos. Aquellas masculinas manos rodeaban su cintura con tanta necesidad que no pudo apartarse, todo lo contrario acorto la distancia entre ambos haciéndola imperceptible. Yunho estaba pidiendo entrada a ese recoveco prohibido y Jaejoong accedió, ligeramente abrió la boca y una vez que lo hizo Yunho tomo posesión de ese terreno. Aquel lugar sagrado fue profanado con tanta pasión y lujuria que Jaejoong sentía que caería en un abismo del cual no quería salir. La lengua indagadora de Yunho rozaba contra la suya una y otra vez. Ambas bocas se saboreaban como si fueran el manjar más delicioso del mundo, la fruta prohibida era la más deliciosa. Y eso era la boca de Jaejoong para Yunho. El aire era robado de una boca a otra sin importarles morir asfixiados.
- Ahora entiendes que no puedo estar sin ti, ni tu sin mi – dijo intentado respirar sin despegarse de los labios de Jaejoong – No me importa que suceda después – dijo viendo que el gesto en el rostro de Jaejoong era la de un gatito asustado – Aunque huyas de mi, siempre te buscare y te traeré a mi lado – dijo por primera vez con toda la veracidad de su corazón. No era Han-Jung quien estaba hablando sino su propio corazón.
Jaejoong no dijo nada pues no entendía como de un momento a otro Yunho paso de ser a una persona irritante que derrochaba arrogancia por doquier a ser una persona que parecía aparentar tener sentimientos. No sabiendo que debía decir, dejó que su cuerpo hablara por él. Rodeo el cuello de Yunho. Lo trajo hasta su rostro y hundió sus labios contra los del más alto. Beso que Yunho correspondió con entrega, cada beso para ambos parecía tan sublime y único, que nunca se cansarían de hacerlo. La nieve cayó sobre ambos y las luces del lugar los iluminaron, pero aún en la misma penumbra ellos podrían verse el uno al otro ya que sus corazones se reconocerían siempre. El sentimiento que compartían era solo algo que aquellos corazones sabían, aunque sus propios dueños no los reconocieran.
Repentinamente ambos dejaron de besarse, Jaejoong cubrió su boca con ambas manos como si hubiese cometido un crimen. Había cometido un crimen, besar a un demonio llamado Yunho.
Realmente la nieve parecía no cesar y eso fue lo que los separo. Yunho fingió estar más clamo que Jaejoong, quien no levantaba la vista del suelo. <<Tranquilízate, tranquilízate Yunho… solo fue un insignificante beso. Has dado miles de estos>> se dijo a si mismo mientras suspiraba <<-Pero de los miles de besos que he recibido esté está en el puesto número uno>>
- Debemos buscar un lugar donde pasar la noche – dijo Yunho acomodándose el peinado a un costado <<-¿Qué hice? ¿Por qué siento que dije la verdad? ¿Qué es esta sensación que quema en mi pecho? ¿Esto no puede ser amor?>>
- ¿un lugar para nosotros? – pregunto tembloroso, las rodillas le temblaban y no era precisamente por el frio
- ¿eh? – su dulce mirada se torna molesta al escuchar a Jaejoong – Ni que tuvieras tanta suerte – se cruzó de brazos mirando hacia un costado, estaba sonrojándose de solo imaginar estar en un mismo lugar con Jaejoong – No podemos quedarnos aquí, la tormenta de nieve empeorara.
Jaejoong no comprendía el motivo, pero después entendió que al no tener el auto con combustible y la intensa nevada ningún auto podía transitar por la ciudad. Era bien sabido que las primeras nevadas eran intensas como peligrosas. Él imaginaba que pasarían la noche en el LOTTE WOLD, pero estaba equivocado nuevamente.
Un auto guarda energía de reserva en la batería que debe ser usada como último recurso, Yunho uso ese último recurso para buscara un lugar donde pasar la noche. Para su buena fortuna, el auto logro llegar a circular lo suficiente para dar con un lujoso hotel cinco estrellas.
Una vez en la entrada la nevada se intensifico, los empleados salieron a recibir a ambos hombres. En el vestíbulo Yunho se acerca hasta la recepción, en donde el encargado lo recibe con familiaridad llamándolo “joven Han-Jung”
- La suite de siempre – dijo Yunho extendiendo la mano para recibir la llave de la suite más costosa del hotel. El encargado con total amabilidad no dudo en entregarle la llave.
Una vez que obtuvo la llave cogió de la mano a Jaejoong y lo guio hasta elevador. Antes de subir ordenó que subieran bebidas calientes pues las manos de Jaejoong estaban heladas. Una vez en el interior del elevador Jaejoong observaba asombrado al más alto, su mirada decía no entender nada de lo sucedido. Todo estaba pasando tan rápido que solo esperaba que fuese un sueño y cuando abriese los ojos todo volviese a la normalidad.
- Mi familia es la dueña de este lugar – agregó Yunho ante la intrigante mirada del más joven.
Jaejoong no hizo ningún comentario, sólo acento, aceptaba que Yunho fuera tan rico como para inventar que su familia fuera la dueña de tan lujoso hotel.
Una vez en la suite, Jaejoong quedó con la boca abierta, casi desplomándola contra el suelo. El lugar ostentaba lujo por todos lados, las cortinas de las ventanas se abrían automáticamente y así lo hicieron. Desde esa altura tanto Jaejoong como Yunho observaron como la nieve caía lentamente.
Sin pensarlo, tan solo sintiendo la necesidad de hacerlo Yunho rodeo la cintura de Jaejoong y lo abrazó con ternura mientras apoyaba su barbilla a un costado del hombro del más bajo.
Jaejoong no pudo más que sonrojarse, aceptando como los brazos de Yunho lo rodeaban. Sentirlo así de cerca le hizo comprender que el único que ponía a saltar a su corazón era Yunho.
Ambos estaban abrazados mientras contemplaban por la ventana los copos de nieve siendo atraídos por la gravedad de la tierra y cubriendo de un manto blanco a la ciudad. Una débil sonrisa se dibujo en el rostro de Jaejoong y cuando estaba por decir algo, el encanto que había entre ellos dos se rompió cuando tocaron a la puerta.
El servicio a la habitación les subió café y algunos aperitivos para acompañarlos. Además subieron la cena: “Coq au vin”. Tanto Yunho como Jaejoong se miraron asombrados y sonrieron como si ambos hubiesen escuchado un chiste. Después Yunho ordenó que nadie los molestara, así que el empleado acato abandonando la habitación.
Yunho alegó que no tenía hambre y se metió directamente al cuarto de baño, necesitaba refrescarse ya que el calor de su lujuria estaba quemando su cuerpo. Una vez que finalizo encontró a Jaejoong sentado en la mesa, el más joven había devorado casi toda la comida, pero había dejado un poco para Yunho.
- ¿No comerás? – volvió a preguntar viendo que Yunho lucía un escueto pijama de seda.
- No tengo hambre – respondió secándose el pelo mojado con la toalla de mano <<-Debo controlarme, debo controlarme>> pensó para autocontrolarse pues si tenía hambre, pero de algo que no era comida. Calmo su lujuria y miro con seriedad – Puedes usar el cuarto de baño, hay otro pijama guardado en el placar junto a la cama.
- Sobre… sobre las habitaciones… - dijo Jaejoong tartamudeando.
- Tu dormirás en la habitación principal y yo dormiré en otra habitación – respondió con la mayor tranquilidad mientras revolvía su cabello, movimiento que que hizo sonrojar a Jaejoong – ¿Algo más? – preguntó ante un Jaejoong avergonzado, quien ladeo la cabeza en señal de no tener más preguntas – Entonces… adiós – dijo de la manera más fría y formal.
Cuando Yunho se metió en la otra habitación, Jaejoong sintió una desilusión muy abrumadora.
- Realmente eres un muñeco de nieve – dijo Jaejoong con cierto fastidio tanto en su mirada como en su tono de voz.
Una vez que se mudo de ropa, Jaejoong se recostó en la cama de la gigantesca habitación principal. Rodo por el colchón, pero nuevamente no podía conciliar el sueño ya que cada vez que cerraba los ojos, a su mente venia la imagen de Yunho cogiéndolo por la cintura, abrazándolo y besándolo.
- No esperaba un beso de buenas noches, ¿pero tienes que actuar con tanta frialdad después de lo que sucedió? – se cubrió con la frazada hasta las orejas como si se avergonzara – ¡Maldito muñeco de nieve!
Después de algunos minutos Jaejoong sintió que la puerta de la habitación se estaba abriendo, algo temeroso decidió cerrar los ojos y fingir que dormía.
Yunho ingresó a pasos silenciosos a la habitación donde descansaba Jaejoong y lo pudo contemplar. Aquel joven estaba durmiendo plácidamente mientras sujetaba con la mano derecha el revés de la almohada. Unos pasos más le bastaron para acercarse lo suficiente y verlo mejor <<-así pareces un ángel >> pensó Yunho a medida que se ponía de cuclillas para estar a la altura de la cama y poder ver mejor el rostro de Jaejoong. Una leve sonrisa de gusto se dibujo en los labios de Yunho al ver como un mechón, del oscuro pelo de Jaejoong, le cubrían parte del rostro. Sin siquiera esperárselo, Yunho quedo hipnotizado con la dulce expresión al dormir de Jaejoong. El más joven lucia tan pasible y angelical ante los ojos de Yunho.
Yunho no se percato, pero su expresión cambio a una más comprensiva y hasta risueña, en su pecho estaban despertando sentimientos que desconocía y negaba estar sintiendo. Respiro profundamente y soltó el aire <<-No puedes escapar de mí y yo no puedo escapar de ti >>
Él extendió su mano y suavemente corrió el mechón del pelo de Jaejoong. En ese instante Jaejoong sintió como su corazón latía por aquel débil roce sobre su pelo, pero él seguía fingiendo que estaba dormido. Cuando Jaejoong imagina que al fin Yunho se marcharía, siente los dedos del mayor posándose en su frente y bajando por su mejilla hasta la punta de la barbilla, una suave caricia por su rostro.
-Duermes como un ángel – pauso para humedecer sus labios – ¿Soñaras conmigo? – susurro Yunho mientras acaricia la mejilla de Jaejoong – Porque yo soñare contigo – tímidamente besa la frente de Jaejoong.
Ese beso hizo sonrojar a Jaejoong, quien no sabía sí abrir los ojos o seguir fingiendo. Pero cuando al fin decide abrir los ojos, descubre que Yunho ya no estaba en la habitación. Algo decepcionado vuelve a recostarse sobre la almohada. Sus mejillas se hinchan y luego se desinflan en un ligero suspiro.
-Maldito – maldijo entre dientes mientras con sus labios hacia una especia mueca de decepción – Ahora tendré que soñar contigo porque tu soñaras conmigo – en su rostro se dibujo una sonrisa, casi de alegría. Después acaricia la parte de su rostro por donde las manos de Yunho pasaron – Debes estar loco… – Jaejoong sonríe más alegre y con ligero destello de ilusión en su mirada – o realmente debo gustarte tanto como para decir esas idioteces.
Jaejoong se acomoda entre las sabanas, rueda hasta quedar completamente dormido. Dedicando sus últimos recuerdos al día que había compartido con Yunho. Cuando al fin el sueño se hizo presente en la habitación hubo un silencio profundo.