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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

 

¨****HOLA****¨

Advertencia ~~~ este capítulo se mostrara una personalidad diferente de Jaejoong y un poco de escenas de parejas (chicoxchica).

También habrá algunas escenas que os desconcertara mis lectoras/es, pero todo conforme el tiempo se irá aclarando.

Sin más aclaraciones  solo os quiero agradecer por vuestro apoyo al fic. 

 

Las empeladas quedaron como estatuas ojonas observando la situación. No podían creer como alguien como Jaejoong, quien ante sus ojos se veía de forma corriente, se atrevía a levantarle el tono de voz a un miembro de la familia Han-Jung.

-   No quiero nada de esto – frunció el entrecejo mientras desafiaba con la mirada a Yunho.

-   ¿Estás rechazándolo? – preguntó Yunho a medida que elevaba como si estuviera sorprendido por la reacción del más bajo.

-   Sí, estoy rechazándolo – respondió en tono desafínate a lo que las empleadas del lugar lucieron sorprendidas – ¡Soy pobre y estoy rechazando esto! – señalo la ropa que yacía en el suelo. Después le lanza a Yunho la bolsa de papel que había estado cargando todo este tiempo, esperando el momento indicado para devolverle las cosas a Yunho.

Yunho esquiva la bolsa sin comprender la actitud de Jaejoong, ya que obsequiar prendas de vestir era  algo que hacía con todas sus amantes, quienes lo recibían gustosas. Cuando Jaejoong estaba por salir furioso del la tienda, Yunho lo coge por el antebrazo llevándolo hasta el interior de uno de los vestidores.

Jaejoong no pudo resistirse, pues nuevamente Yunho lo coge desprevenido, con la guardia baja. Ahora ambos estaban dentro del vestidor que no parecía más grande que un elevador. Para Jaejoong ese lugar  parecía tan pequeño y más cuando Yunho lo aprisiono contra la pared.

-   Como tiemblan tus ojos cada vez que me acerco a ti – susurro en tono seductor notando el sonrojo de las mejillas de Jaejoong – Cámbiate y luce esta ropa para mí – dice enseñando el traje que había seleccionado celosamente para que Jaejoong lo luciera.

-   ¡No quiero! – desafía con la mirada al más alto, muy a pesar de tenerlo frente a frente. Esa posición lo ponía tenso. Realmente Jaejoong estaba tan nervioso que no podía controlar la extraña sensación que estaba naciendo bajo su ombligo, un ligero cosquilleo.

-   Entonces te desvestiré yo mismo – afirmó  volteando a Jaejoong hacia el espejo. Viendo el reflejo de ambos frente al cristal. Inmediatamente rodeo con sus brazos la cintura de Jaejoong. Dejó caer sus labios bajo la pálida piel del cuello del más joven, lo que provoco un ligero gemido de Jaejoong.

Jaejoong no podía resistirse a los cálidos labios  de Yunho recorriendo la extensión de su cuello, más bien no deseaba resistirse. Sin saberlo necesitaba  que Yunho lo acariciase en cada parte de su cuerpo, más allá de su cuello <<- Maldición… ¿Qué estoy haciendo? >> pensó el más joven viéndose reflejado en el cristal del espejo. Ese sujeto era similar a él, pero no se reconocía. Su rostro estaba  todo rojo  por el sólo roce de los labios de Yunho sobre su cuello. <<Ese no soy yo>> presionó sus dedos hasta transformarlos en un puño, sus ojos se cerraron negándose a ver aquel rostro reflejado en el espejo.

Mientras Jaejoong se negaba a observarse. Yunho seguía besando el cuello del más joven como si degustara un manjar. La piel de Jaejoong era tan suave como el terciopelo, lo que invitaba a Yunho a seguir recorriéndolo con sus labios. Sus manos rodeaban la cintura del más joven, estrechándolo hacia su cuerpo. Lentamente una de sus manos baja hasta la entrepierna de Jaejoong. Aún por fuera de los pantalones rozó el miembro de Jaejoong que parecía elevarse ante cada nuevo toque. 

-   Muerdes tus labios para no admitir que te gusta la manera en la que te acaricio aquí abajo – susurro Yunho al oído de Jaejoong a medida que acariciaba más intensamente el miembro del más joven – Que debería pensar de ti ¿pobre o inocente? – sonrió gustoso llegando a destrabar el seguro del pantalón de Jaejoong para introducirse y acariciar aquella carne hasta que el más joven rogara por más.

Escuchar “pobre” basto para despertar la cordura de Jaejoong que hasta ese entonces se había marchado. Antes de que Yunho lograse meter la mano dentro de sus pantalones, tomo un fuerte impulso y lo empujo para alejarlo. La espalda de Yunho golpeo contra el duro concreto del vestidor.

-   ¡Sólo vine a devolverte tus estúpidas cosas! – acomodó su ropa y el braguero de sus pantalones – ¡No te hagas ideas raras! ¡No volveré a ser tu acto de caridad! ¡No quiero nada de ti! – gritó furioso, su mirada sumisa y excitada  había cambiado. Ahora tenía la misma mirada de una bestia a punto de atacar.

Yunho quedo realmente sorprendido, sonrió de costado con suficiencia, subestimando las palabras de Jaejoong.

-   Hasta la persona más estúpida  agradecería que le estuviese obsequiando todo estas cosas –  dijo enseñando la costosa ropa que había dejado caer al suelo para rodear a Jaejoong por la cintura.

-   ¡No soy estúpido! ¡sí, soy pobre, no hace falta que lo repitas! ¡Y no podría pagar ni una sola prenda de este maldito lugar! – enfureció su mirada con tanta furia que hasta tenía ganas de llorar – ¡Pero eso no quiere decir que no tenga dignidad! – miro con fastidio al más alto, realmente estaba conteniéndose las ganas de golpearlo - ¡Se ve que tu nunca pasaste por penurias!

Yunho  torció el gesto con una astuta mirada, esperando a que Jaejoong explotara en rabia. Todo marchaba según su plan, pero ahora Jaejoong con las últimas palabras parecía cambiar el rumbo. Tan típico de Jaejoong con esos cambios de humor, algo a lo que Yunho no estaba acostumbrándose.

-   No has conocido los lamentos de la pobreza. Con todo este dinero se pueden hacer muchas cosas – señaló las ropas tendidas en el suelo con desprecio – ¡Nunca has visto como un niño llora porque le duele el estomago por el hambre o como un padre trabaja hasta el cansancio para alimentar a su familia! – Yunho no parecía entender nada, pero aunque Jaejoong lo desconociera él también había llorado en su pasado y no necesariamente por el hambre – Claro que nunca viste eso, los ricos nunca  lloran –   volteo furioso hacia la salida del vestuario para ocultar la tristeza de su mirada. Le dolía ver que aquel niño de sus recuerdos no concordaba con el presente, Yunho había cambiado – Ahora me marcho antes de que mi pobreza te haga vomitar.

Jaejoong salió presuroso  del vestuario dejando a un Yunho sin palabras, realmente Jaejoong era alguien al que no podía controlar.

El más joven atravesó a zancadas los pasillos, los ojos le ardían y las lágrimas amenazaban con salir. Bajo presuroso por las escaleras y así hallar pronto la salida, realmente se sentía tan miserable que no tenía ganas de ver a nadie y menos que alguien lo viese en ese deprimente estado.

Yunho se mira en el reflejo del espejo, una soberbia sonrisa se dibuja en su rostro. Había logrado de alguna forma lastimar a Jaejoong, pero no se sentía tan bien como lo imaginaba. Se miro por unos instantes en el espejo, su rostro color canela palideció y su sonrisa se desvaneció. Voltea abruptamente  para salir del vestidor. Ordenó a las empleadas empaquetar todas las prendas. Vio a  un costado y reviso el contenido de la bolsa que Jaejoong le había arrojado, descubriendo que eran unos  guantes y la bufanda, los mismos  que la noche anterior había entregado a Jaejoong. <<-La noche que él me beso>> pensó Yunho acariciando sus labios, intentando recordar aquella embriagante sensación cuando Jaejoong lo beso.

-   ¡¿Hacia dónde se fue?! – preguntó a la empleada del recibidor con un tono de voz desesperado.

-   No lo sé, señor. Salió corriendo – respondió angustiada la empleada pues había visto la deprimente expresión en el precioso rostro del joven.

Con suma prisa Yunho abandono la tienda de ropa, salió hacia el pasillo, buscó con la mirada para ver si Jaejoong estaba por algún lugar, pero no había rastro del más joven. Bajo presuroso por las escaleras mecánicas con la ilusión de poder ver mejor y contemplar todo el centro comercial, pero solo veía gente extraña. Camino presuroso entre la gente, pero sin hallar rastro de Jaejoong.

Él camino tan presuroso que hasta empezó a correr, sentía nuevamente aquella sensación de vacío, de soledad. Pero fue inútil, cuando atravesó el umbral de la salida sólo se topo con un mar de gente y ninguna era Jaejoong. Se tomo la cabeza como si pesara y estuviese a punto de caerse. Ahogo un profundo suspiro. Aquel vacio en su pecho era tan similar al que sintió cuando ella se marcho, ese sentimiento de pérdida lo llevo a recordar la melodiosa voz de esa mujer y aquellas palabras <<Mi Yunnie es una persona muy amable y eso es lo que más me gusta>> <<Mi Yunnie siempre es generoso y dulce con los demás como lo es conmigo>> <<Yunnie te amo>> <<Yunnie siempre te amare>>

-Soy una mala persona que no te merecía – dijo Yunho con un tono lastimoso y decadente, su mirada entristeció de solo recordar aquellas palabras - ¿Por eso me abandonaste? ¿Por eso me dejaste?

 

Subiendo al autobús, Jaejoong se negó a llorar, Yunho lo había humillado y de la peor manera. Pero no derramaría una sola lágrima.

-No hacía falta recordarme que no soy digno de ti – bajo la mirada con decepción – No hacía falta recordarme que no soy una mujer…  – una fuerte opresión golpeo su pecho. La melancolía se hacía presente.

 Una vez arriba del autobús tomo asiento recostando su cabeza contra el vidrio de la ventana, debía olvidar a Yunho y por alguna extraña razón la imagen  de Junsu viajo a su mente <<-Él no es como Yunho... Junsu es diferente  ¿Por qué Yunho no se parece a él? ¿Por qué no es tan bueno como tú? >>

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

Donghae ingresa con las bebidas sobre una bandeja, claramente nota que abrumador  ambiente entre Siwon y Soo Young. Ella   volvió a sonreír como si nada hubiese pasado y observa atenta al hermoso hombre que le estaba sirviendo una copa de soju.

-   Woh, autentico soju coreano – exclamó contenta como si recibiese un obsequio de cumpleaños – Eres muy servicial, Donghae~shi.

-   Gracias señorita – hizo una reverencia ante la bellísima dama, pero su mirada carecía de gusto, más bien estaba a la defensiva porque aquella mujer lo inquietaba. Esa mirada de ingenua y angelical le recordaba al antigua amante de su amigo Heechul. detestaba a ese sujeto tanto como empezaba a detestar a esa mujer ante sus ojos.

-   Veo que Donghae~shi sigue siendo tu leal empleado.

-   ¿A qué viniste a Corea? – preguntó con seriedad a la mujer caminado alrededor de su escritorio para acercarse a ella. La miraba como quine mira a un insecto al que debe  aplastar.

-   Recuerda que soy una modelo, querido primo – meció su pelo hacia atrás y el aire se llenó de un delicioso  perfume de rosas – Me solicitaron para una nueva campaña de vestidos.

-   Eso es todo lo que te trajo a Seúl – arquea su mirada y la  fijo directamente en Soo Young. Se puso de pie para encarar mejor a aquella mujer.

Ella se levantó y colocó una mano al costado de su cintura, camino seduciendo con el cuerpo y los pasos fueron certeros hasta llegar a posicionarse frente de Siwon. Con la mano libre rodeo el cuello de Siwon y lo jalo delicadamente hacia ella. De costado susurro al oído del más alto, así Donghae no escuchaba.

-   Vine a terminar el juego – susurro mientras lamia la oreja de Siwon con total sensualidad. Después se aparto con una mirada de niña traviesa que merecía ser castigada – Donghae~sshi, podrías retirarte. Mi primo y yo haremos cosas que no quiero que nadie vea – guiña un ojo hacia el joven.

Él duda en aceptar el petitorio de la mujer, pero cuando Siwon asiente a que se retirase, éste lo hace dejando a ambos en la oficina.

-   Sabes que si Han-Jung no te ha descubierto es por mi ayuda.

-   Lo sé, ¿quieres que te de las gracias? – lamio su labio inferior con deseo al ver la dura expresión de Siwon.

-   No me interesa tu gratitud – bufo – Solo te ayude porque quería ver hasta donde llegabas – cogió por detrás fuertemente la cintura de Soo Young y respiró sobre el delicada nuca de la hermosa mujer – Estas al borde de la muerte.

-   Oppa, siempre estoy al borde de la muerte – dijo con sensualidad mientras sentía chocar su espalda con el pecho de su primo

-   Veo que solo tienes de ángel el rostro, porque tu alma es la de un demonio – dijo Siwon en tono serio susurrando al oído de su joven prima – ¿No te atormenta cargar con esas muertes?

Soo Young sonrió de costado con satisfacción.

-   ¿atormentar? – rio divertida como si todo fuera un chiste – Querido primo, no me atormenta cargar con la muerte de nadie. Recuerda que cargo con la muerta de mi madre.

-   ¡Tú no tuviste la culpa, eras muy pequeña!

-    Qué más da, ahora es muy tarde para retroceder –por un instante su mirada se torno melancólica y tomo un respiro para volver a su habitual encanto angelical – Además vine en busca de Han-Jung  – ella se volteo rápidamente y enredo sus frágiles brazos alrededor del cuello de Siwon. La mirada de aquel hombre era tan intensa que era capaz de derretir un glaciar y hasta doblegar la voluntad de Choi Soo Young.

-   ¿Qué quieres decir? – preguntó Siwon mientras con su manos recorría el largo de la espalda de la mujer. Ante cada roce acercaba su rostro, casi al borde de rosar los carnosos labios de su hermosa prima.

-   La madre de Han-Jung me llamó especialmente para ser su nueva modelo en esta campaña de vestidos – mordió su labio sintiendo como deseaba que Siwon le plantase un beso y la tomase en ese mismo instante – Además ella organizara mi boda.

 

Siwon detuvo su avance a la boca de Soo Young y la alejo de sus brazos. Después le dio un pequeño golpe en la frente.

-   Somos primos – dijo Siwon señalando a ambos.

-   Lo sé – sonrió divertida – Pero aún así podemos jugar un poco.

-   No me interesan tus jueguitos. Cásate con quien se te dé la gana  – tomo por el cuello a su prima, pero no la estrujo, sólo la sostuvo por unos segundos – Pero si te atreves a hacerle daño a él, no me importaran nuestros lazo familiares y te matare con mis propias manos.

-   Veo que ese cantante sigue ocupando tu corazón – sonrió burlándose de la actitud de él.

-   Tan solo ponle una mano encima –miro desafiante ante la soberbia mujer – Y no le daré tiempo a Han-Jung de matarte porque  yo mismo rebanare tu cuello.

Soo Young no pudo evitar reírse con una sádica sonrisa que borraba sus rasgos angelicales de su rostro.

-  Tranquilo – mordió su labio inferior haciendo una sonrisa cómplice – Solo quiero divertirme, te prometo no lastimar a tu pequeño hermano el bastardito  – sacudió su hombros inocentemente con aquella sonrisa demoniaca.

-  Vuelves a decir que es un bastardo y te cortare la lengua – dijo Siwon frunciendo el entrecejo con furia. Si fuera por él, rebanaría el cuello de cisne de Soo Young, pero debía controlarse por el bien de su familia.

– Vale, no le diré bastardito a tu querido hermanito Minho – sonrió de costado con total impunidad – Mi objetivo es otra patética estrellita de música. 

Siwon bebió un sorbo de soju, conocía perfectamente los planes de Soo Young, pero lo que desconocía era aquel odio infrenable hacia la estrella de rock más importante de corea.

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

El perfume a cítricos era algo que Yunho detestaba, casi vomita al ingresar a la habitación y ver a la mujer sentada en la esquina de la cama con las piernas cruzadas. Ella al verlo dibuja un escueta sonrisa en su pálido rostro, ladea las piernas esperando que él se acercase hasta ella. Pero Yunho se detiene y queda mirándola, viendo como esas  piernas largas y esbeltas  se ladean como el péndulo del un reloj, no podía negarlo aquella mujer era muy exquisita para su vista, pero algo nublaba su libido.

<<Jaejoong>> bufo en sus pensamientos el más alto.

-Nunca espere que me llamaras – dijo ella recostándose en la cama, quedando boca arriba.

-Nunca espere que volviéramos vernos – dijo Yunho acercándose hasta la mujer y tomando lugar junto a ella - ¿A qué volviste a Seúl? – susurro la pregunta cerca del cuello de la hermosa mujer que parecía jadear al sentir su respiración tocarla.

-Tu madre me pidió que viniese a desfilar – dice ella volteando hasta quedar frente a frente con la masculina boca de Yunho - ¿Me llamaste para hablar del pasado o para pasar una noche inolvidable?

El silencio predomino en la habitación después de la pregunta de Soo Young. Él no estaba dispuesto a responder,  cogió de la cintura a la hermosa mujer. Esa noche estaba dispuesto a olvidad a Jaejoong en brazos de una bellísima mujer. Soo Young no era como Jaejoong, ella siempre estaba dispuesta a satisfacer a Yunho y eso era lo que a él le agradaba.

Levanto las piernas de Soo Young hasta abrirlas e introducirse en esa región que su miembro conocía. Cada embestida hacia gemir a la mujer, cada grito hacia que el libido de Yunho se encendiera. Había comprobado que aún seguía siendo un hombre a pesar de tener ese enfermizo interés en hacer lo mismo con Jaejoong.

Cuando se descargo saco su miembro junto con el  látex que lo cubría. No había llegado hasta ella para embarazarla y que esa mujer lo atase. Ambos se recostaron en cama para recuperar el aliento. Ella volteo para ver porque Yunho estaba tan silencioso. Ese modelado torso, la encendía para continuar siendo follada toda la noche, pero Yunho parecía perdido con la vista en el rascacielos. Un tanto molesta ya que Yunho no respondía como ella deseaba se levanta de la cama para sentarse y ver mejor a ese hombre  que la ignoraba con tanta determinación.

-¿En qué piensas? – preguntó celosa de no estar en la cabeza de Yunho. Éste volteo a verla con una mirada perdida, como si su mente volase en otros campos fuera de esa suite de hotel cinco estrellas.

-Intentaba recordar el día que te conocí – dice Yunho volviendo su vista hacia el rascacielos. <<Ese día también estabas llorando>>

Ella sonríe con una débil carcajada, como si Yunho le hubiese dicho algo irónico y difícil de creer. Soo Young se levanta de la cama cubriendo su denudes con la fina seda de la cama y se pasea por la habitación.

-Fue en Tokio… yo estaba por negocios en esa ciudad y visitando a un amigo – dice Yunho recordando el día que la conoció. Al decir la palabra amigo logro toda la atención de la hermosa mujer que miraba como si quisiera escuchar más  - Ese día fue la primera vez que te vi llorar…

-Lo recuerdo perfectamente – dice ella con un tono que no parecía su habitual algarabía, su voz zona más apagada y melancólica. Como podía olvidar el día que lloro por el rechazo de un miserable hombre. Después de ser rechazada corrió por los pasillos del hotel y se topo con la perfecta imagen de Yunho. Éste la invito a tomar un café y terminaron en la cama del mismo hotel donde ella fue rechazada – Tu siempre actuaste como un salvador y más cuando mencione que fue  Changmin quien me rechazó… Te discúlpate por él – bufo con ironía en su mirada – Intentaste borrar el rechazo de  Changmin dándome regalos y atenciones especiales… ese día me rescataste de cometer un suicidio.

<<-Casi lograste que me enamorara de ti Jung Yunho>> pensó Soo Young, pero solo había un maldito hombre al  que ella  amaba. Él era su obsesión y no pararía hasta tenerlo.

Yunho levanto la vista rápidamente hacia Soo Young, pero era tarde ella había entrado al cuarto de baño. Volvió a recostarse en la cama pensando en las ultima frases de esa mujer <<Ese día me rescataste de cometer un suicidio>> Cerró los ojos, pero a su mente vino el rostro de Jaejoong con la mirada triste y pesada, él había logrado lastimarlo. Había herido a Jaejoong de la manera más ruin. El sueño estaba a punto de vencerlo, cuando a su mente vino la imagen de Jaejoong con Junsu, junto a su hermano el cocinerito sonreía y a su lado solo tenía una gélida expresión siempre a la defensiva. La recalcitrante mirada de Jaejoong fue su último pensar antes de caer en un profundo sueño, anhelando que alguna vez lo mirase como miraba a Junsu.

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

“HAS LLEGADO MUY LEJOS, TU ESTUPIDEZ SERA TU PERDICION. ERES MUY DESCONCIDERADO CON LOS SENTIMIENTOS.

TE HAS DIVERTIDO SHIM? YO SI. AHORA ME DIVERTIRE NO SOLO JUGANDO CON TU VIDA, SINO CON LA VIDA DE LAS PERSONAS QUE TE RODEAN. TODAS Y CADA UNA DE ELLAS TERMINARAN COMO ESOS JOVENES. NO ES DIVERTIDO?”

 

Él no pudo más que horrorizarse al leer la nota, sus largos dedos le temblaban y no podía controlarlos. Sentía una fuerte opresión en el pecho. Intentó beber un poco de agua de la jarra que descansaba a la cabecera de su mesita de noche, pero le fue imposible sus manos temblaban tanto que dejo caer el vaso. Necesitaba tranquilizarse pero no hallaba calma. El sonido de su teléfono celular lo asustó tanto que palideció al solo escucharlo.

Temió contestar, se asomo a ver el identificador de llamadas

“Choi Minho” decía el fondo de su pantalla.

Paso sus largos dedos por su cabellera y miro por la ventana. La tarde caí y aparecía la penumbra de la noche. Miro los alrededores y se sintió perdido, ese lugar había sido su habitación en esa semana pero no parecía reconocerlo. Sentía como las paredes de la lujosa habitación se encogían.

Nuevamente el sonido de su teléfono celular lo despertó de aquella sensación de asfixia.  Nuevamente reconoció el lugar, la mansión de Yunho.

Él estaba dispuesto a contestar, pero recordó lo que decía la nota que había encontrado entre sus partituras, y apago el teléfono. Aún temblando por los nervios decidió no llamar a nadie. Buscó incesante entre los cajones de la cómoda de algarrobo, hasta hallar lo que buscaba. Un diminuto frasco sin rotular. Abrió el frasco y saco su contenido. Solo una de esas diminutas pastillas bastaba para tranquilizarlo y hacerle olvidar de todo.

Shim Changmin era un persona recta  e ingenua, pero había caído muy bajo y nada podía ayudarlo salvo esa diminuta pastilla que tenia entre su mano. Antes tomo un profundo respiro. Asomo su cabeza hasta los custodios que resguardaban su puerta. Les pido no ser molestado pues estaría ensayando con la música muy fuerte para su próximo concierto. Los hombres acataron ciegamente sus órdenes.

Bajo el sonido de la canción de Shinee, Ring Ding Dong. Tomo la pastilla entre sus manos y la trago sin problemas. Pronto los efectos empezarían y todos sus problemas desaparecerían.

 

Notas finales:

 

Se preguntaran porque he actualizado tan tarde, bueno os responderé:

Como nadie comentaba  decidí no actualizar ~jejejeje mentira, sucedió algo más…. como decirlo “gracioso” e “inesperado”.

  Además de que estuve ocupado en el viaje, las 12 horas de vuelo, el cambio de horario, hospedándome en otra casa ~ creedme que es muy duro acostumbrarse~, administrando un segundo fic   y a todo eso sumáis  otro inconveniente.  En mis vaivenes con el viaje y el pasaporte le pedí amablemente a mi hermana que guardara el archivo de Rescatame en mi nuevo ordenador portátil (U.U), pero  no se qué sucedió que el archivo jamás se guardo. Así que en estos días estuve esperando a que Nii-chan me enviase los archivos por mail. Así que hoy 3/04 él al fin pudo enviarlos.

Una vez aclarado todo, intentare actualizar lo más pronto que pueda. Saludos!!!

 

 


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