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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

*****Hola****he tardado un poquito –pero sean pacientes que pronto terminaran las maratones de exámenes en la Universidad y tendré tiempo para continuar con el fic.

Debido a un petitorio que hizo mi hermana y varias lectoras he subido este capítulo. Mi hermana puede llegara a ser muy tierna y dulce, pero a veces olvido que es mi editora en jefe. Así que exige y exige…. Aún así la quiero mucho (^_^)

Créanme que leo todos vuestros comentarios tanto en la página de facebook como en amor-yaoi. Ahora dedicare algo de mi tiempo a responder todos los RW. Mil gracias por todo vuestro apoyo a este fanfic.

 Os dejo un link para musicalizar este capítulo. La canción me parece que va deacuerdo al capítulo: http://www.youtube.com/watch?v=UJ1phXeh7mY

Bueno, lean este capítulo y luego me dicen que os pareció.

 

 

Deposito a Soo Young en la camilla que los paramédicos prepararon para trasladar a los heridos al hospital. Él  miró con ojos compasivos a la mujer. Mil veces se había preguntado el motivo porque su padre le había dejado aquella carta confesando un amorío con otra mujer. Tal vez Soo Young era ese motivo, su padre le había dejado esa carta para que el la rescatase, la salvase de esa locura. Ella después de la muerte de su madre había sido internada en una clínica de salud mental, donde nadie sabía lo que ella vivió en ese lugar. Una niña encerrada en una jaula  con locos. Cuanto había crecido  su locura en ese lugar, una niña que cargaba con el suicidio de su madre. Yoochun  sabía que Soo Young no era mala, solo era una niña perdida en una realidad distinta. Compasión, ese sentimiento era el indicado, pero también culpa. Yoochun jamás la buscó porque su madre se lo impidió, su madre quería protegerlo de entrar al mundo de los Yakuza. Su madre nunca lo hubiese perdonado si él intentaba buscar a su media hermana. Ahora era él quien no podía perdonarse.

 

Con ternura paso su mano por la frente de Soo Young, en silencio pedía disculpas por no rescatarla como fueron los deseos de su padre.

 

Junsu miró a Yoochun, quien lucía realmente devastado. No parecía el hombre seguro de sí mismo y triunfante ante su victoria. Tristeza, eso era lo que él veía en sus ojos.  La  principal función de la tristeza consiste en ayudarnos a asimilar una pérdida irreparable como la muerte de un ser querido o un gran desengaño. La tristeza provoca la disminución de la energía y del entusiasmo por las actividades vitales. Junsu conocía perfectamente ese sentimiento y Yoochun ahora lo estaba experimentado.

 

Yoochun volteo a su costado  al sentir a Junsu a su lado. Una mirada del más joven y sus emociones despertaban. Cuan estúpido fue al fingir que ese joven no removía sus sentimientos. Ahora lo entendía, pero el tiempo no podía retroceder. No había forma de reparar sus errores.

- ¡Hermano! - gritó ella y Yoochun volteo para verla. Ella con ingenio arrebató  el arma al oficial que custodiaba su traslado a la ambulancia. Ella estaba decidida a acabar con Junsu, no tenía nada que perder. Los Yakuza ya no la protegían, eso ella lo sabía. Nadie fue en su búsqueda y sabia lo que Siwon le haría al enterarse de su accionar contra Minho –  No tengo nada que perder – su mira cambio a Yoochun.

 

- Dispara – esbozo Yoochun al ver que la mujer estaba empezando a llorar. Su maquillaje estaba corrido y sus lágrimas eran negras como el petróleo.

- Acabare con todos los Park – ella no podía dejar de llorar. Ahora entendía el odio del esposo de su madre hacia ella. Ella no sabía quién era, su mente estaba en blanco. Su reino había caído.

- Hazlo – miró a Soo Young con total serenidad –  Te he hecho daño a ti y a muchas personas – volteo a ver a Junsu – Si alguien debe pagar, soy yo.

 

Junsu  no sabía cómo reaccionar ante la lastimosa mirada en Yoochun. Los oficiales se habían percatado de la situación y apuntaban contra Soo Young, pero Yoochun les ordeno que depusieran  las armas. <<-Está Loco>>, pensó Junsu.

Ambos hermanos se miraron fijamente, los ojos de Yoochun estaban llenos de culpa y frustración, los de Soo Young estaban llenos de dolor y odio. Ella vio por última vez el cielo, las estrellas, sabía que después de su estupidez no tendría escapatoria. Mejor acabar con todo y  su propia vida. Soo Young cambio la dirección de la mira del arma, ahora apuntaba en posición perpendicular a su cabeza.

- Nunca fui amada, ni mi propia madre me amo. Ni él me amo. Ya no tengo salida.

- Soo Young, espera – advirtió Yoochun intentando acercarse hasta ella.

- Al menos demostrare mi fidelidad a mi familia, los Yakuza. Soy y seré siempre Hime-sama – sus lagrimas corrían por sus mejillas. Su cuerpo temblaba, su mirada estaba pérdida y acabada – Yoochun – dijo ella antes de tomar una salida rápida a tanto dolor.

 

Solo bastó escuchar un disparo, un tiro certero que puso fin a todo. La gente corría asustada, los paramédicos iban hacia ella. Sangre, sangre y gritos de horror.

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

-      Si continuas viendo de ese modo a esa carta le saldrán ojos –  dice el sr Kim con un tono burlón ante la forma en que su hijo miraba a ese sobre blanco.

-       No es una carta - inflo sus mejillas como niño pequeño. Avergonzado y molesto con el comentario de su padre.

-      Tres días y aun no has abierto esa "carta" - el señor Kim puso cizaña en su última frase.

-      Appa! que no es una carta

-      No has abierto ese sobre, así que no sabes si es o no  una carta

-      Aigoo! - exclamo una dulce voz con pesadez. Obligando a Jae y su padre dejar su discusión sobre la carta y ver a la señora Kim con la mirada pegada al televisor viendo las noticias de último momento. Rápidamente Jae y el señor Kim se acercaron hasta ella. Jaejoong  contemplo el noticiero con la misma expresión atónita de su madre. 


"Nadie imaginó que durante el show una fanática atentase contra la vida del cantante Max Changmin. La mujer fue rápidamente reducida por el personal de seguridad después de efectuar un fallido disparo contra el cantante. Una simple distracción basto para que el cantante Max Changmin fuera secuestrado."

El corazón de Jaejoong  se paralizo horrorizado ante la noticia.


"El secuestrador intento despistar a la policía con una falsa huida en auto. Pero la central contó con el apoyo del reconocido inspector Park Yoochun. Quien fue un ex policia de la central de inteligencia que logro capturara con sagacidad al cania de Seúl."


Jaejoong  se le estremeció el corazón y sintió una sensación tan angustiante al escuchar el nombre de su amigo. 


"Teniente Park -la reportera arrimo el micrófono - ¿Puede detallarnos un poco sobre este operativo que usted comando?"


Yoochun  estaba pálido y antes de responder tomo un poco de aire y miro hacia la cámara

“-Solo preste mi ayuda para este operativo -dijo con seriedad - Fue un trabajo de equipo, mi participación fue ser un mejor estratega que... -Yoochun no pudo terminar la frase, sus ojos casi desbordaban en lagrimas."


"Teniente Park, un país estuvo presente en lo que casi fue la muerte del cantante Max Changmin. Ahora las cámaras captaron como la señorita Soo Young se levanto empuñando un arma contra usted. ¿Es ella la mente maestra tras los atentados contra el cantante? Si es así ¿Cuáles fueron los motivos que la condujeron a eso?"


"Yoochun tomó un respiro - El operativo fue satisfactorio. Logramos rescatar al cantante Max Changmin y el cantante Minho…"

Yoochun no quería hablar más, todo era  doloroso. Tan doloroso que sólo Jaejoong veía aquel sufrimiento.

"Esto es un triunfo en su carrera -dijo la reportera con una sonrisa- Sin duda es un heroe ante un país ya que salvo al cantante más amado por Corea y me atrevo a decir el mundo"

"Solo hice mi trabajo -respondió algo nervioso."

"Comandante Lee - otro reportero se arrimó al comandante Eunhyuk – ¿puede detallarnos lo sucedido luego de que la modelo Soo Young atentó contra sí misma?"

 

"La astucia del teniente Park salvo a la famosa estrella Max Changmin. Sobre la señorita Soo Young no daremos comentario alguno"

 

Jaejoong  vio como el hombre de rostro delgado y joven se llevo a Yoochun fuera del alcance de las cámaras.

 

- ¿A dónde vas? – preguntó el señor Kim viendo a Jae correr hacia la puerta.

- No puedo dejarlo sólo, es mi amigo – dijo Jae y salió corriendo a la salida. Él debía  ver que Yoochun estuviera bien. Ahora comprendía las suplicas de Yoochun para no asistir al show de Max.

 

El amanecer llegaría y Yoochun sintió un reconfortante abrazo. Necesitaba tanto estar en los brazos de alguien que lo amaba. Jaejoong  le susurro palabras de aliento y alivio al verlo con vida.

- Jae, es mejor que regreses a tu casa – dijo separándose de su amigo. su aspecto estaba más calmado pero seguía  abatido. Su padre le había encomendado rescatar a su media hermana y todo estaba mal – Debo ir a otro lugar.

- Iré contigo –  dijo intentando seguir a Yoochun, pero este lo freno.

- Es muy tarde – agito la mano para llamar a un suboficial. el Suboficial se acerco y Yoo le susurro algo. Después le hablo a Jaejoong – Él es el oficial Shindong, el te llevara a casa.

 

Yoochun no le dio tiempo a Jaejoong  de réplica. Volvió sobre sus pasos y se marcho en su BMW. Ahora debía ver a alguien más, Jaejoong  estaría bien.

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

Jaejoong había dormido escasas horas, preocupado por Junsu decidió llamarlo. Pero cuando Junsu respondió le explicó todo lo sucedido, tranquilizándolo. Intentó llamar a Yoochun, pero su amigo le dijo que quería estar solo, que necesitaba pensar.

 

No podía dejar de pensar en lo sucedido en aquel recital, como los medios de comunicación daban diferentes versiones de lo ocurrido. Pero no mucho conocían que la culpable de la muerte de esos tres jóvenes, la responsable de los atentados contra Max Changmin  era la media hermana de Yoochun. No. Esa verdad era confidencial.

 

-  Yoochun debe estar bien, él es realmente fuerte – acaricio la señora Kim la mejilla de su hijo – Veo que aún no has abierto esa carta – cogió el sobre blanco de la mesa.

-  Yoochun… - su depresiva expresión cambio cuando notó que su madre tenía aquel sobre en su poder – Omma!

-  No es una carta – sonrió la señora Kim volteando el sobre como si tuviese vista de rayos X.

-  Claro que no es una carta – bufo Jaejoong algo decepcionado, se había olvidado de abrirla. Pero la verdad era que temía ver el contenido de ese sobre. Si era una carta de Yunho, eso él lo desconocía.

-  Efectivamente hay algo en este sobre, pero no es una carta. Hay un cheque en su interior – dice confiada entregando el sobre a su hijo – Cámbiate, debes ir a la universidad – besó la mejilla de Jaejoong y se marchó a preparara el almuerzo.

-  ¿Cheque? – elevó una ceja y su curiosidad despertó. Sin piedad abrió el sobre. Sus ojos se abren como platos al ver el contenido del sobre – No es una carta.

 

Jaejoong sostuvo ese trozo de papel rectangular en sus manos, una deprimente sensación invadió su mirada al ver la cantidad de ceros que tenía ese cheque. Días muriendo con la incertidumbre y su madre había adivinado que aquello contenía un cheque. Un insipiente cheque que estaba a su nombre por una suma millonaria. Ver todos esos ceros en la cifra no era impresionante, sino ver que quien le entregaba todo ese dinero era “Han-Jung Yunho”. Él sabía que no podía esperar más de alguien como Yunho, pero la pregunta era ¿Por qué? La respuesta la halló viendo el reverso del cheque donde había unas palabras.

 

Esto es suficiente para compensarte. Hemos terminado. Es el adiós.”

 

-  ¡Eres un idiota! – frunció el entrecejo leyendo una y otra vez aquellas palabras – Crees que con dinero puedes reparar todo.

 

Jaejoong cogió su abrigo y rápidamente salió de su casa dando absurdas explicaciones hacia donde se dirigía. No le tomo mucho tiempo llegar a donde en verdad quería llegar. Ese edificio había sido en donde todo inicio y si algo debía terminar ese era el lugar indicado. Él atravesó la puerta principal a zancadas dirigiéndose hasta el piso superior. No tuvo problemas para que lo dejasen pasar ya que los custodios del edificio lo reconocieron. Jaejoong fue recibido con amabilidad por todos. Él sin preámbulos pidió ir a la oficina de Yunho.

 

-  El señor Yunho no está ¿Quién lo busca?– dijo alguien de voz profunda saliendo de la oficina de Yunho.

 

La sorpresa de Jaejoong fue enorme, si bien quien estaba frente suyo no era Heechul, era alguien cercano a Yunho. Recordaba que ese sujeto había ido con Yunho el día que él fue secuestrado en la fiesta de Max Changmin.

 

-  Señor Bang – dijo uno de los custodios – Él es Kim Jaejoong – señalo a Jaejoong que parecía intimidado con la mirada de Bang Yong Guk – Vino a hablar con el señor Yunho.

-  Ya dije que no está – volteo cerrando con seguro la oficina de Yunho. Dándole la espalda a Jaejoong. Claro que Bang reconocía a Jaejoong, pero no podía perder tiempo.

-  ¡Necesito hablar de manera urgente con él! – exigió Jaejoong interponiéndose rápidamente en el camino de Bang.

Bang Yong Guk observo atentamente a Jaejoong. La duda lo invadió y preguntó – ¿Para qué?

Los labios de Jaejoong temblaron, la mirada de Bang parecía perforarle el alma.

 

-  Es importante que lo vea ahora – esbozo como un suave susurro. Ni él mismo sabía qué demonios hacia en ese lugar suplicando hablar con Yunho.

-  Es imposible – Bang se le acercó despacio – Él se marcha hoy a la tarde a un viaje de negocios fuera del país.

 

Al escuchar esas últimas palabras el rostro de Jaejoong perdió confianza tornándose confuso. Yunho se marcharía. Cuando eso sucediera, ya no obtendría respuestas. Su mente estaba confundida y todo era culpa de Yunho, quien estaba huyendo de él. No. Jaejoong se negaba a dejar que Yunho creyese que todo se solucionaba con dinero y éste podía huir con total tranquilidad.

 

-  ¿Dónde está ahora? – preguntó con expresión desesperada, Bang se sorprendió al ver como el rostro del muchacho parecía suplicarle - ¿Dónde?

-  En… en su casa – respondió desconcertado. No sabía porque había respondido inmediatamente al ver la expresión en los profundos ojos de Jaejoong.

-  Por favor es muy urgente que lo vea antes de que se marche – suplico Jaejoong cambiando su fría expresión por una más sumisa. Debía cambiar de actitud si quería llegar hasta la casa de Yunho, la cual desconocía.

-  Eso es imposible – añadió Bang – No llevo a extraños a la casa de mi jefe – se volvió dándole la espalda a Jaejoong y dirigiéndose al elevador para marcharse.

Bang ignoró a Jaejoong dándole la espalada. 

-  Líder – dijeron en coro los custodios viendo como Jaejoong estaba por llorar ante la impotencia que lo invadía. Todos ellos apreciaban a Jaejoong, por ende lo ayudarían – Jaejoong no es un extraño, trabajo para el señor Yunho. Si él quiere hablar con el señor Yunho debe ser algo muy serio.

 

Yong Guk volvió sobre sus pasos, pudo ver el rostro de Jaejoong tan lleno de impotencia que hasta le dio lastima.

 

-  ¡Por favor Lider! –  varios custodios dijeron en coro haciendo una reverencia de súplica ante Bang - ¡Ayude a Jaejoong!

-  De acuerdo – dijo con desagrado. No quería ayudar a Jaejoong, pero un buen líder sabe escuchar a los demás y mostrarse benévolo – Tengo que llevar unos papeles a su casa, ven conmigo.

 

Jaejoong hizo una reverencia ante sus antiguos compañeros prometiéndoles una agradable cena por haber persuadido a Bang Yong Guk.

 

Durante todo el camino Jaejoong guardo silencio. La mirada de Bang era muy intensa y apenaba a Jaejoong. Observó el camino, Jaejoong no reconocía donde estaba. No había más que arboles y un horizonte verde. Meses atrás Jaejoong hubiese querido huir de Yunho, pero ahora todo era diferente. Saber que Yunho se marcharía le era doloroso, algo desde el fondo de su corazón le decía que no podía permitirlo y no debía permitirlo.

 

Bang resopló.

-  ¿Por qué quieres hablar con el señor Yunho?

 

Jaejoong volteo temeroso al escuchar la pregunta del más alto. Humedeció sus labios y fijo sus ojos en el camino.

 

-  La verdad… esa misma pregunta es la que me estoy haciendo – confesó Jaejoong con pesadez – Pero debo hablar con él, esa es la única verdad.

-  Eres extraño – dijo Bang elevando una ceja – Ese día casi moriste en manos de los Yakuza, ahora vuelves a la boca de un lobo capaz de robarte el alma.

-  Entonces me reconociste desde el primer momento – agregó Jaejoong viendo a Bang - ¿Por qué dijiste que era un desconocido?

-  Para mi eres un simple desconocido al cual mi jefe fue a rescatar – objetó Bang – Ese día el hermano del señor Yunho suplico que él te ayudase. Así que para mi sigues siendo un desconocido.

-  ¿Junsu le pidió que me rescatara? – preguntó Jaejoong para cambiar de tema. Algo decepcionado de saber que Yunho no fue por su propia voluntad a rescatarlo. Eso era decepcionante. <<Porque te quiero>> las palabras de Yunho aún retumbaba en su mente. Ahora él dudaba que fuera verdad. Todo en Yunho era una mentira.

-  Si – respondió Bang bajando la velocidad de su vehículo. Se maldecía a sí mismo por haber accedido a llevar  a Jaejoong a la mansión de Yunho. Desconocía si aquello enfadaría o no a Yunho.

 

Jaejoong no siguió preguntando ya que Bang estaciono el auto frente a un portón  resguardado por varios custodios. A lo lejos se veía un camino repleto de vegetación. Jaejoong se preguntaba si Bang lo había llevado al lugar indicado. 

Una vez que Bang enseñó su identificación volvió a poner en marcha el auto. El camino estaba rodeado por vegetación casi primaveral, arboles que poco a poco perdían el verde de sus hojas, pero el verde del césped seguía intacto. Jaejoong sentía que estaba dentro de alguna pintura, no había visto paisaje más hermoso. Un paraíso. A lo lejos Jaejoong  vio un lago, varias mansiones y sirvientes saliendo de ellas.

-  ¿Cuál de todas esas mansiones es la de Han-Jung? – preguntó Yunho viendo galopar a los caballos de lo que parecía un establo privado.

-  ¿Cuál? – preguntó burlándose de Jaejoong con una carcajada – Todo esto pertenece a la familia del señor Han-Jung – Jaejoong le devolvió la mirada con más asombro que al inicio –  La propiedad es inmensa, tanto que es posible visualizarla satelitalmente.

Jaejoong aún no salía de su asombro, no podía ver donde empezaba o terminaba la propiedad de Han-Jung. Él sabía que Yunho era millonario, pero no imagino que su fortuna fuera tan grande. Jaejoong esperaba una mansión y muchos custodios de rostros malvados, pero se encontró con un paisaje hermoso y empleados a los alrededores. Un paraíso en Seul.

 

-  Tuve tu misma expresión la primera vez que vine a este lugar – dijo Bang dirigiéndose a la mansión central.

-  ¿Eh? – dudo Jaejoong en responder, pero su vista se perdió en una punto de aquella propiedad. Junto al lago había muchos empleados de la construcción. Jaejoong no era tonto, aquello era la construcción de otra mansión, así que no valía la pena preguntarle a Bang.

-  El señor Yunho mando a construir una mansión para él – dijo ganándose toda la atención de Jaejoong – Supongo que está planeando vivir solo… o con al quien más.

 

 

La mandíbula de Jaejoong  casi se desploma contra el suelo al abandonar el auto de Yong Guk. Su vista quedo obnubilada al ver la mansión central de la familia Han-Jung. Majestuosa fue lo único que se le ocurrió a Jaejoong para definir lo que veía.

Yong Guk miró a Jaejoong y con la mirada le indico que debía seguirlo. Jaejoong se encogió de hombros. No tenía ni idea de cómo lidiar con tanto lujo ante sus ojos. Si el exterior lo dejo asombrado, ver el interior le hizo creer a Jaejoong que estaba en el interior de un castillo. Todo era tan lujoso, pero Jaejoong apenas pudo admirar el lugar ya que una vos familiar lo llamo con desprecio.

 

-  ¡¿Qué demonios haces aquí?! – preguntó con desagrado Heechul al ver a Jaejoong. Después su vista cambio a Bang – Tu lo trajiste, sácalo de aquí.

Bang dudo en responder a los pedidos de Heechul, jamás había visto que el mejor amigo de Yunho reaccionara de forma tan violenta.

-  ¡Vete! – gritó Heechul mientras empujaba a Jaejoong - ¡He dicho que te vayas! ¡No fue suficiente para ti! ¡Por tu maldita culpa Yunho casi muere!

-  ¡No fue mi culpa! – reprocho Jaejoong devolviendo el empujón a Heechul. Estaba cansado de ser culpado de cosas que no había hecho – ¡Apártate de mi vista que no vine a hablar contigo!

Heechul frunció el entrecejo ante la insolencia de Jaejoong. Nadie le había levantado la voz y no permitiría tal insolencia. Él agarró por el cuello de la camisa a Jaejoong para verlo frente a frente. Había un brillo casi maniaco en sus ojos. Ahora haría aquello que Sebastián le impidió hacer el hospital.

 

-  ¡Que es todo este ruido! – apareció Yunho bajando por las escaleras. Realmente estaba sorprendido al ver como Bang estaba alejando a un histérico Heechul contra la pared. Pero su asombro fue más grande al ver a Jaejoong tirado en el suelo intentando levantarse – ¿Qué sucedió?

-  Nada – dijo Heechul empujando a Bang para apartarlo de su lado –  Solo estoy sacando la basura que Bang trajo.

-  ¡No soy ninguna basura! – exclamó Jaejoong intentando no sonar nervioso al ver como Yunho se aproximaba hasta él. Su cuerpo temblaba de solo volver a ver a Yunho.

-  ¡Nunca te perdonare por lo que le hiciste a Yunho! – gritó Heechul a Jaejoong.

-  ¡Basta! – exige Yunho a Heechul quien como una orden guarda silencio. La atención de Yunho estaba en Jaejoong. Sus ojos aún no creían verlo ahí, frente a él. Jaejoong desvió la mirada ya que estaba nervioso, sentía que Yunho intentaba leerle la mente – Tu, ven conmigo – cogió la mano de Jaejoong y lo arrastro hacia las escaleras.

-  Pero… Yunho el vuelo sale en unas horas – intento persuadir a su amigo – Debemos irnos.

-  Bang lleva esos papeles a mi oficina y puedes retirarte – dijo sin soltarle la mano a Jaejoong – No quiero que nadie me moleste.

Heechul quedo atónito, no comprendía a Yunho. Trago saliva maldiciendo la estupidez de su amigo. Él conocía a Yunho, pero ahora no podía descubrir que es lo que su amigo tenía en mente al llevarse a Jaejoong de esa manera.

 

 

Jaejoong nuevamente era arrastrado por Yunho. Subió las escaleras con el más alto dirigiéndose hasta un pasillo muy extenso. El lugar era lujoso, pero Jaejoong solo podía ver el suelo, su vista estaba perdida en sus pisadas y las de Yunho.  Si solo hubiese hecho caso a Heechul, si se hubiese ido todo estaría bien. Yunho se iría y él seria libre, pero Bang tenía razón. Él solito había vuelto a la boca del lobo y se sentía tan estúpido por eso.

Yunho abrió una de las tantas puertas de aquel extenso pasillo e introdujo en la misma a Jaejoong. Una vez en el interior soltó la mano de Jaejoong y lo miro fijamente a los ojos.

 

-  Piensas quedarte callado – dijo Yunho cruzándose los brazos – ¿A qué viniste?

Jaejoong tomó aire, el poco que tenía se le estaba acabando. Su corazón latió frenéticamente ante la mirada de Yunho. Junto todo el valor que pudo y sacó de su bolsillo el sobre que Sebastián le había entregado en el hospital.

-  ¿Qué significa esto? – lanzó el sobre a Yunho y enseñó el cheque.

-  Es un cheque a tu nombre  – elevó una ceja con obviedad – La suma es muy poca ¿quieres más?

 

Con rabia Jaejoong se sintió ofendido y planto una bofetada en la mejilla derecha de Yunho.

Yunho cogió su mejilla derecha intentando recuperarse del golpe de Jaejoong.

 

-  ¡Crees que con dinero todo se resuelve! – gritó Jaejoong con rabia mientras luchaba contra el impulso de llorar – ¡Eres un estúpido! – sus temblorosas manos enseñaron el cheque y frente a un Yunho desconcertado rompió ese papel.

-  Tu eres el estúpido – dijo Yunho – Nunca volverás a ver tanto dinero junto.

-  No me importa si no vuelvo a ver tanto dinero junto – las lagrimas no tardaron en caer de los ojos de Jaejoong – Pero… pero – a Jaejoong le costaba hablar mientras lloraba.

Yunho luchó contra el impulso de secar las lágrimas de Jaejoong.  

-  Esa noche en el hospital me di cuenta de cuánto daño te he hecho –  su voz sonaba tan culposa. Yunho no era de los hombres que pedía disculpas, pero ver llorar a Jaejoong entristecía su alma – Soy capaz de destruir todo a mí alrededor, pero no quiero hacerte daño. No a ti. Jaejoong – intentó calmar al más bajo pero no debía acercársele o no podría continuar con su plan – No quiero lastimarte así que me marchó, por favor cuida de Junsu.

-   Eres un mentiroso – logró decir Jaejoong intentando dejar de llorar, pero sus lagrimas se intensificaron – Dices que no quieres lastimarme, pero justo ahora me estás haciendo mucho daño.

-  Por favor, deja de llorar – acarició el rostro de Jaejoong para limpiar las lagrimas.

-  No puedo.

-  Ahora que me marchó puedes ser libre, si quieres amar a Junsu hazlo. No me interpondré.

-  Planeas huir después de que confundiste mi mente, claro que amare a Junsu. De eso puedes estar seguro– dijo Jaejoong apartando la mano de Yunho – ¡Vete, huye!

-  Hazlo – dijo sentándose en la cama de su habitación – Ve tras Junsu – eso lo dijo con todo el dolor de su alma. No quería que Jaejoong se fuera, pero así debían ser las cosas. Amor, amor, no podía volver a sufrir por amor. Él no quería sufrir y menos dañar a Jaejoong. Ese viaje era su escapatoria y la salvación de Jaejoong, no podía retroceder.

Jaejoong volteo para salir por la puerta, pero se detuvo. Se odiaba a sí mismo por decir aquellas palabras, pero Yunho lo hería pidiéndole que fuera tras Junsu. Posó su mano en la perilla y segundos antes de girarla volteo a ver a Yunho.

 

Yunho fingía no importarle nada, pero aún guardaba la vaga esperanza de que Jaejoong le pidiese que se quedara. Pero era pedir mucho. Jaejoong debía odiarlo. Y lo confirmó cuando Jaejoong volteo a verlo con la mirada llena de reproches.

 

Él se acercó a lacama y se paró frente a Yunho. El hermoso muchacho agito una mano en el aire. Yunho solo imaginó ser nuevamente abofeteado, pero Jaejoong nuevamente lo sorprendió. Con firmeza Jaejoong rodeo sus brazos por el cuello de Yunho y entrecerró los ojos. Inclinó su cabeza hasta que sus labios chocaron con los de Yunho. 

Notas finales:

 

Bueno Jaejoong dio un paso muy importante, fue en busca de Yunho. Apuesto que ni vosotras  se imaginaban que Jaejoong haría algo así. Vale, mi hermana saltó de alegría al leer el capitulo. Casi que se pone a llorar, wooo~ nunca la vi tan emocionada. Entiendo cuanto amáis al Yunjae, así que espero que este capítulo os gustara.

Ahora que he culminado con la etapa policial vendrá muchos cambios en el fanfic. Os agradezco por apoyar la página en facebook: https://www.facebook.com/Alexriden.fanfic.Rescatame

Vale a mis lectoras, mil gracias por su apoyo incondicional. Nunca imagine que desde tantos países del mundo ~porque nunca lo imaginé~ una historia de mi autoría fuera leído con tanto cariño. Solo puedo darles las gracias y decirles que daré lo mejor de mí para que os siga gustando Rescatame.

Saludos!!!

Hasta la próxima!!! 


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