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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

21/06/2014

Hola mis lectoras/es.

Bueno, el partido ha culminado.

Os dejo este nuevo capítulo de Rescatame. También os dejo una de las canciones  que me ha inspirado para escribir este capítulo. Es de BoA   http://www.youtube.com/watch?v=YnTwUjgVLvg

 

Bueno como siempre, gracias por vuestra paciencia. Nos leeremos muy pronto.

Un beso. Eso era lo que Yunho estaba sintiendo. Él parpadeo intentando asimilar aquella reacción inesperada de Jaejoong.  

 

-  ¿Sabes lo que acabas de hacer? – preguntó Yunho viendo la atemorizada reacción de Jaejoong al romper el beso.

 

Jaejoong mordió sus labios, intentó esconder la mirada. Claro que él sabía lo que había hecho, pero desconocía porque lo había hecho.

 

Los ojos de Yunho brillaron con la esperanza de escuchar una respuesta de los labios de Jaejoong.  A pesar de la imagen de frialdad bajo Yunho, él agarró por la muñeca a Jaejoong y lo atrajo hacia sí.

 

-  ¿Sabes lo que esto significa? ¿Esto es lo que quieres? – preguntó Yunho con suavidad.

 

Jaejoong no tuvo que pensarlo más.

 

-  Sí – dijo sin aliento.

 

Yunho lo besó en la boca. No fue un beso suave y unilateral como el que Jaejoong le dio, era más pasional, con lengua, participativo, profundo y duro, un beso que exigía respuesta. Jaejoong se la dio, incapaz de hacer otra cosa se dejó guiar por la boca apasionada de Yunho. El más alto deslizó una mano en la seda oscura del pelo de Jaejoong y bajó la otra por su espalda.

 

 

Yunho le agarró la barbilla y le inclinó la cabeza a un lado. Ambos cayendo en la cama. Lo besó y se negó a apartarse ni siquiera un poco. Sus dientes chocaron con fuerza. Aunque Jaejoong gimió, Yunho no se apartó. Siguió besándolo hasta que Jaejoong estuvo sin aliento, tembloroso, arqueándose contra él, gimiendo y volviendo a gemir.

 

 

-  ¡Yunho! – golpeo la puerta Heechul mientras gritaba el nombre de su amigo – Yunho, el vuelo sale en media hora. Debemos irnos.

 

 

Por segunda vez ambos se separaron intentando recuperar el aliento. Jaejoong tenía encima a Yunho respirándole muy cerca del rostro, una mínima distancia los separaba. Sus pechos estaban pegados, conectados intentando recuperar el aire.

 

 

Heechul volvió insistir y la mirada de Yunho se centro en Jaejoong. Estaba a la espera de una  palabra de Jaejoong, algo que cambiara sus planes de viaje. Pero Jaejoong se quedo viéndolo con las mejillas sonrojadas, avergonzado.

 

 

Yunho tragó saliva y se levantó para ir a la puerta. Pero Jaejoong lo detuvo. Le cogió la manga del traje. Jaejoong quedo en silencio, Yunho le examinó el rostro. Recorriendo todo el rostro de Jaejoong, exigiendo una respuesta a lo que sus ojos veían.

 

 

-  Yunho – susurro Jaejoong como si dijese una plegaria.

 

 

Escuchar su nombre en los labios de Jaejoong  fue tan agradable, fue como un conjuro que lo hechizo. No pedía nada más, ahora sabia la respuesta de Jaejoong.

 

 

-  Cancela todo – respondió Yunho a los insistentes gritos de Heechul.

 

-  Pero… Yunho – reclamó Heechul detrás de la puerta.

 

-  Cancela todo, no iré a ninguna parte – Yunho acuno el rostro de Jaejoong con la delicadeza de un cristal, tan sensible al tacto que podría quebrase. Y así se sentía Jaejoong, tan frágil frente a Jaejoong – ¿Quieres que me quede?

 

La pregunta era tan repentina, Jaejoong apenas logro  asimilarla. Si. Él quería que Yunho se quedara, pero sus labios no podían pronunciar aquellas palabras.

 

-   Parece ser que en esta relación seré el único que hable – Jaejoong lo miró con la intensidad de mil soles, sus ojos no eran feroces cual felino sino tan cálidos. Yunho no necesitaba más respuestas -  Vale, no me molesta tu silencio – Jaejoong no parecía comprenderlo – Esta bien – dijo resignado -  Mientras me permitas estar a tu lado – Yunho sonrió Viendo como Jaejoong se sonrojaba <<– Tan lindo, ¿Cómo puede ser así de lindo?>> se preguntó Yunho al ver la tierna expresión infantil en Jaejoong. Incluso si comparaba a Jaejoong con cualquier mujer, Jaejoong superaba en belleza a cualquier mujer.  

 

¨*¨*¨**¨*¨*¨*¨*¨*

 

Totalmente angustiado volvió a marcar su móvil. Pero él no contestaba, la asquerosa voz del contestador era lo único que escuchaba. Him Chan estaba por odiar esa voz y lanzar su celular contra la pared. Después de ver a Yoochun ser entrevistado en ese reportaje hace algunas horas no paró de llamarlo, él estaba preocupado por Yoochun. Pasaba del mediodía y estaba desesperándose. Cuando estaba a punto de salir del departamento de Yoochun escuchó el sonido de la puerta. Esta estaba abriéndose. Él alzó la vista rápidamente con la esperanza de ver a Yoochun. Había visto tristeza en los ojos de Yoochun, lo que Him Chan desconocía era el motivo de esa tristeza. Él quería saberlo, quería saber que era tan doloroso para Yoochun ahora que su carrera había tomado vuelo en todo el país. Que era lo que lastimaba al héroe de Seúl.

 

Yoochun entro cabiz bajo, deprimido. Todo había sido tan estresante y tan doloroso.  Pasó la mano por su cabello, despeinándolo. Cogió su rostro con ambas manos, el dolor era insoportable.

 

-  Yoochun – susurro Him Chan una vez que estuvo cerca de Yoochun. Éste no parecía querer responder, más bien no estaba escuchándolo. Era como si el alma de Yoochun se hubiera extinguido – Yoochun – volvió a repetir con preocupación.

 

Él levanto la vista y notó a Him Chan parado enfrente. El más joven estaba observándolo con preocupación. Yoochun no dejo que Him Chan preguntase nada. Estiro sus brazos y estrecho a Him Chan. Él necesitaba el contacto de otro cuerpo, necesitaba afecto y Him Chan no dudo en responder.

 

El más joven correspondió al abrazo de Yoochun. Sin esperarlo sintió unas cálidas gotas golpear el costado de su cuello. En ese instante Yoochun lo estrecho con más fuerza hundiendo su rostro cerca de la clavícula de Him Chan. Fue en ese instante que el corazón de Him chan se acelero, abrazó a Yoochun pues no quería soltarlo. No. No quería que Yoochun lo soltara, quería que Yoochun lo necesitara. Him Chan quería permanecer juntó a Yoochun no importaba cuanto tiempo, él solo quería consolar el alma lastimada de Yoochun. Tal vez.

 

Un dulce aroma despertó a Yoochun de su letargo sueño, fregó ambos ojos intentando asimilar al ver por la ventana que la tarde estaba finalizando y la noche caería. El aroma de comida recién horneada golpeaba su sentido del olfato. Perezoso caminó hasta el comedor para saber el origen de tan delicioso aroma.

 

Él se encontró con Him Chang guardando comida recién preparada en uno envases de plástico que Yoochun usaba para guardar las sobras.

 

El más joven inmediatamente se percató que los pasos de Yoochun se aproximaban hasta él. Con una amable sonrisa Him Chan hablo a Yoochun.

 

-  Pensé que dormirías más  – acomodó los envases en el refrigerador – Lamento si te desperté.

 

Yoochun no dijo nada sólo pudo hacer una débil mueca, dormir ya no podía más. Temía que hasta los sueños lo traicionaran para tener pesadillas. Bostezó. Meneo la cabeza hacia un lado y no pudo evitar detener su interés en la puerta de entrada. Junto a la puerta estaban unas maletas cuidadosamente alineadas una al lado de la otra.

 

-  ¿Esas maletas? – preguntó cambiando su perezosa mirada buscando que Him Chan le aclarar la duda sobre esas maletas.

-  Son mías – respondió Him Chan cogiendo el abrigo que dejo en la cabecera del sillón. Un rápido movimiento y él ya tenía el abrigo en su cuerpo.

-  ¿Te vas? – preguntó con cierta incomodidad y tristeza en su tono de voz.

-  Cinco días – respondió Him Chan enseñando su mano como lo había hecho Yoochun hace cinco días atrás.

-  ¿Conseguiste donde mudarte? – preguntó al  ver como Him Chan tomaba posición en la puerta. El más joven parecía gritar no querer irse, pero lo escondía bajo esa falsa sonrisa que Yoochun ya reconocía.

-  No – respondió con sinceridad dándole la espalda a Yoochun. Him Chan no quería ser un estorbo para Yoochun, mientras veía como el mayor dormía después de llorar por horas. Él  entendía que tal vez, solo una vez el debía marcharse antes de enamorarse por completo de aquel atractivo teniente de la policía. También sentía que su pasado era una carga que no estaba dispuesto a compartir con nadie, y menos con Yoochun. Éste tenía suficiente dolor como para que él aumentara ese sufrimiento con su pasado.

-  Quédate – dijo Yoochun cogiéndole la muñeca a Him Chan así impedir que este se alejara – De alguna forma te debo una al haberme ayudado en este caso, no puedo dejarte a tu suerte – Him Chan agrandando su ojos como si no creyera estar escuchándolo – No te vayas – susurro Yoochun viendo los ojos de Him Chan.

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

Él observó como el más alto dormía profundamente. Después de responder un sinfín de preguntas por la policía, Minho agradecía ir rumbo a su departamento. Aunque prefería quedarse en cualquier lugar porque Onew estaría insoportable con sus preocupaciones y regaños. La camioneta era de la compañía y Kangta la había puesto a disposición de ambos cantantes. Minho volvió a ver a Changmin para admirara  como el más alto descansaba su cabeza en el hombro del teniente Junsu.

 

Junsu sentía como Minho le clavaba una mirada penetrante, casi parecía perforarlo. Odio, esa mirada estaba cargada de odio y reproches cuando Changmin deposito la cabeza en su hombro derecho. Junsu se frotó los ojos alterado por la penetrante mirada de Minho. Esos ojos saltones eran difíciles de ignorar.

 

-  Tu nombre es Minho, ¿verdad? – preguntó casi susurrando al chico de los ojos saltones.

-  Choi Minho – dijo sin gustarle oír su nombre en la boca de la persona que su Changmin amaba. Miraba a Junsu y no podía ver que era tan espectacular en ese teniente para que Changmin lo amase. No era alto, sus mejillas eran como los panecillos redondos, un cuerpo moderadamente bien, tampoco espectacular. Entonces qué era lo que Changmin amaba en ese sujeto. <<-Soy más alto, talentoso, divertidos, súper lindo, mi cuerpo es perfecto… ¿Qué vio en ti?>> pensó Minho achicando la vista como si buscara algo en el rostro de Junsu.

-  Changmin siempre habla de ti – dijo Junsu notando como el más joven cambiaba su expresión al oírlo.

-  ¿Hyung habla de mí? – preguntó incrédulo de oír que Max Changmin hablaba de él con Junsu.

-  Si – sonrió Junsu sintiendo que Minho dejo de verlo de mala gana y ahora sonaba más interesado en escucharlo.

<<- La sonrisa de un ángel>> casi exclamó Minho, pero guardo silencio. Esa sonrisa era tan perfecta, tan cálida y amable. ¿Era eso lo que enamoro a Changmin?

-  Me dijo que su amistad nació poco a poco porque ambos eran los más altos de sus grupos y por ese motivo siempre terminaban con la misma modista para arreglar sus vestuarios.

-  Si – dijo Minho intentando no sonar ilusionado. Esos días en el vestuario fueron el inicio de su amistad y su unilateral amor por Changmin – aún somos conocidos por nuestra altura.

-  Ambos actuaron – agregó Junsu – Él siempre habla de eso, dice que has mejorada mucho en todos los campos artísticos: actuación, canto, baile – contó con los dedos – Changmin siempre está hablando de sus traines, pero de ti habla con mucho cariño.

-  ¿A ti no te molesta que hable de mí? – preguntó cerrando con fuerza los ojos.

-  No – negó con amabilidad – Él es mi mejor amigo y me alegra escuchar que tiene tanto cariño por su trabajo y sus amigos.

-  Solo… ¿solo son amigos?

-  Bueno, prácticamente hermanos – aclaró Junsu con una sonrisa – Nuestros abuelos fueron amigos en el pasado y sin quererlo nosotros también nos hicimos amigos. Crecimos juntos y somos como hermanos.

 

Antes de que Minho siguiese preguntando la camioneta aparco en uno de los edificios de la SM. El conductor le indicó a Minho que bajase porque su representante lo estaba esperando.

 

Minho miró por la ventana de la camioneta y efectivamente su representante y un grupo de hombres lo estaban esperando. Él sabía que esos hombres eran custodios que la compañía había enviado para protegerlo.

 

-  Hasta luego, despídeme de Changmin – dijo Minho bajando de la camioneta – Por favor cuida de él – dijo antes de marcharse.

 

Junsu no era un mala persona, eso Minho lo sabía, estaba equivocado si creía que podía odiarlo.

 

 

-  Puedes dejar de hacerte el dormido – dijo Junsu empujando a Changmin lejos de su hombro.

-  Estaba dormido hasta que escuche que hablabas de mi – fregó sus ojos mientras se desperezaba y su vista quedo en la ventana de la camioneta – Ha oscurecido muy rápido.

-  Es invierno – agregó Junsu revisando las noticias online desde su celular.

-  Deberías llamarlo si estas tan preocupado por él – murmuro Changmin mientras bostezaba.

-  No estoy preocupado por nadie – dijo bloqueando la pantalla de su celular. En ese instante Changmin le arrebató el aparato móvil y desbloqueo la pantalla para ver qué era lo que Junsu leía con insistencia.

-  ¿esto significa que no estás preocupado por él? – enseñó la ultima pestaña que Junsu había abierto. La noticia era sobre Yoochun, el héroe de Seúl como los medios de comunicación lo llamaban.

 

Junsu no dijo más nada sólo atino a recuperar su móvil de las manos de Changmin.

 

-  No puedes seguir negando que no sientes nada por Park, es tan obvio. Lo amas.

 

Junsu apretó los labios. No había razón para decirle que no a Changmin. Pero esa no era su preocupación, ahora él debía resolver un asunto con su amigo. Aún recordaba lo que aquella mujer dijo, y le parecía ridículo imaginar que su mejor amigo lo amase de una forma distinta al amor de hermanos. Debía salir de esa duda.

 

-  Changmin… sobre lo que dijo ella… sobre eso… - apenas podía seguir hablando, estaba tan avergonzado.

 

Changmin miró a Junsu, él podía deducir lo que su amigo intentaba decirle.

 

-  Claro que te amo – dijo con total tranquilidad sin ver como el rostro de Junsu se ponía de todos colores – Eres mi mejor amigo, te amo y porque te amo quiero que dejes de sufrir.

-  Yo… yo… no…

-  Al principio intente odiar a Yoochun, pero él es tan maravilloso que solo logre admirarlo más.  Incluso hablo conmigo antes de que se fuera de la Central – Junsu lo miró asombrado al escucharlo – Me pidió que cuidara de ti, que él no se interpondría en nuestra relación. Ambos son unos idiotas – repesó Changmin molesto por la necedad de ambos hombres.

-  ¿Estás molesto? – parpadeo sorprendido.

-  Él se interpuso entre un arma para salvarte la vida. Él te quería proteger a toda costa – dijo recordando lo sucedió hace horas atrás – Park Yoochun es un hombre muy orgulloso y no cede con facilidad. Pero él te fue a ver al hospital el día que secuestraron a Jaejoong, ese día fue la única vez que vi esa expresión de desesperación en el rostro de un hombre que había dejado todo su orgullo.

 

Junsu no creía eso, pero Changmin jamás mentía. Nunca.

 

-  Horas atrás él volvió a dejar su orgullo de lado suplicándome, casi rogándome porque te hiciera feliz. Que merecías ser feliz, que él se marcharía muy lejos para no seguir lastimándote.

-  Esto debe terminar así, él siempre se marcha dejándome – dijo Junsu mientras se le formaba un nudo en la garganta.

-  Ahora lo entiendo a él – Junsu le clavó una mirada recriminadora ¿Cómo que entendía a Yoochun? – Presenciar el suicidio de tu propia hermana es muy duro. Park me dijo que al verla hacer aquello  pudo imaginar y sentir lo que tu intentaste hacer el día que él te dejo. Dijo algo como “Dile que no me debe nada, que me disculpe por ser un cobarde. Por favor dale todo el amor que no pude darle”

 

 

Algo muy triste creció en el pecho de Junsu, sabía que era un estúpido al haber intentado quitarse la vida. Pero la locura de perder a Yoochun era tan grande que prefería la muerte a dejar de verlo.

 

Changmin cogió la mano de Junsu y la estrechó con cariño.

 

-  Le pregunte si alguna vez te amo – pasó la mirada por el rostro de Junsu. Tan hermoso, como no amar algo tan bello – Él solo dijo que eso ya no importaba porque tu dejaste de amarlo – él sintió como la mano de Junsu tembló   y su rostro cambiaba de expresión – Son unos idiotas. Ambos se aman. Él no tiene la culpa de que tu madre sea una mujer sin corazón que lo mando a volar  lejos de ti. Ahora todo cambio.

-  Nada cambio – las lagrimas se hicieron presente, el dolor volvía – ¡Él nunca me amo, él nunca me amara por eso se fue! ¡Yoochun siempre amo a Jaejoong! ¡Siempre!

-  Eso es lo que ambos usaron como excusa – dijo Changmin cogiendo un pañuelo para secar las lagrimas de Junsu – Si aún lo amas no lo dejes ir – sabio consejo, pero como le dolía decirle eso a Junsu. Era perfecto que Yoochun se marchase, pero no quería que su amigo fuera infeliz. Si había una posibilidad para que Junsu fuera feliz, Changmin estaba dispuesto a todo por lograrlo. Aún si eso significaba llorar por el hecho de jamás ser correspondido con el amor de Junsu. Aún si eso significaba tragarse sus sentimientos. Él lo haría. Haría  todo por Junsu. 

 

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

Sintió una mano acariciar su mejilla. Él no quería despertarse, quería seguir durmiendo. Pero esa mano pellizco sus mejillas causándole un dolor agudo.

 

-  Oppa, despierta – escuchó Jaejoong y abrió los ojos. Estaba recostado en una mesa del restaurante. Parpadeo para ver quien lo había llamado de esa forma y vio a Ji Yeon observándolo  con una divertida sonrisa. Ahora Jaejoong recordaba que se había quedado dormido esperando a la joven muchacha para acompañarla hasta la parada de  buses.

 

Jaejoong se giró sobre su silla y cogió su abrigo ante una apresurada Ji Yeon. Ambos salieron del restaurante en dirección a la parada de buses.

 

-  Oppa, mientras dormías hacías caras extrañas – la chica soltó una risita – Parecía que estabas besando a  alguien – Jaejoong se sonrojo al escucharla.

-  No… no – rasco su cabeza, señal de su nerviosismo.

-  Jaejoong-oppa debió soñar que besaba a su novia – dijo en tono burlón imitando la acción del beso que Jaejoong hacia.

 

Él rechinó los dientes con enfado mientras el calor le invadía las mejillas. ¿Ji Yeon se estaba burlando? No recordaba el sueño, pero tampoco quería recordarlo si hacia esas ridículas caras. En momentos así Jaejoong agradecía no tener hermanas.

 

-  Oh, ese de ahí no es tu amigo – señalo la muchacha la otra vereda con una enorme sonrisa en sus labios.

-  Creo que olvide algo – dijo Jaejoong intentando retroceder, pero Ji Yeon lo cogió fuerte del antebrazo impidiendo su huida.

-  No huyas, Jaejoong-oppa – añadió la joven como si leyera los pensamientos de Jaejoong – Pensé que dejaron de pelear. ¿Siguen enfadados?

-  No – respondió Yunho con una amable sonrisa a la hermosa joven. Después notó como Jaejoong se sonrojaba e intentaba evitar verlo a la cara.

-  Es bueno saberlo – dijo Ji Yeon a medida que admiraba lo guapo que Yunho estaba – Muy bueno.

-  ¿A qué viniste? – preguntó Jaejoong con una mueca de fastidio. Fingía demasiado bien su disgusto al ver a Yunho.

-  No es obvio – Yunho rió despacio, como si saboreara sus próximas palabras – Vine por ti.

-  No hace falta – agregó muy serio intentando no ver a Yunho.

-  ¡No seas descortés! – ella golpeo a Jaejoong - ¡Sabes lo afortunado que eres al tener a un amigo como él! – señalo a Yunho quien sonreía victorioso.

 

Jaejoong frunció el entrecejo, tan amado era Yunho por las mujeres. ¿Las hechizaba?

 

-  ¿Ji Yeon me quieres? – preguntó Yunho mientras cogía ambas manos de la hermosa joven. Ella se sonrojo y las piernas le temblaban, no era por el frio.

 

Jaejoong gruño frunciendo el entrecejo. Odiaba que Yunho actuara así con todas la mujeres, además que clase de pregunta era esa.

 

-   ¡Qué clase de pregunta es esa! ¡No es una pregunta para una señorita! – Jaejoong cogió el antebrazo de Yunho para apartarlo de Ji Yeon.

-   ¿Celoso? – elevó una ceja ante la actitud tan infantil de Jaejoong.

-  ¿Celoso? – Jaejoong se echó a reír. Pero la expresión de Yunho no cambio – Me estas tomando el pelo ¿No?

 

Yunho movió la cabeza.

 

-  De acuerdo – Yunho sonrió con dulzura a Ji Yeon – Hoy mi chofer se encargara de llevar a tu amiga a su casa. Y tu – cogió del antebrazo a Jaejoong – Vendrás conmigo.

-  ¡No! – negó Jaejoong intentando huir, pero Yunho lo sujetó con fuerza mientras Ji Yeon se subía a la limosina con el chofer de Yunho. 

-  Si sigues negándote te besare  aquí mismo – susurro Yunho al oído de Jaejoong.

 

A Jaejoong se le erizo la piel de solo sentir el cálido aliento de Yunho sobre el lóbulo de su oreja.

 

 

-  No me agrada  este Jaejoong – dijo Yunho doblando en una calle. Jaejoong se negaba a hablarle desde que subieron al auto – Hay más frio aquí  dentro que afuera – volteo a ver a Jaejoong.

-  Si no prestas atención al camino, podemos estrellarnos contra un poste – dijo Jaejoong regañando a Yunho.

-  Al fin – repuso elevando una ceja – Pensé que te quedaste mudo – dijo Yunho sonriendo de costado.

-  ¿Te estás burlando de mí? – preguntó Jaejoong inflando sus mejillas.

-  Nunca – acaricio la mejilla de Jaejoong y éste se tenso de repente. Sólo una débil  caricia de Yunho despertaba todo sus sentimientos en el cuerpo de Jaejoong – Un beso te demostraría que no me burlo de ti.

-  No. Vamos a estrellarnos si pierdes la vista del camino – dijo intentando ocultar su nerviosismo. Aún recordaba el beso que se dieron ese día en la habitación de Yunho. Agradecía la irrupción  de Sebastián antes de que Yunho avanzara con las caricias. Ahora estaba perdido si Yunho decidía avanzar.

-   Eso podemos solucionarlo – aparcó el auto y apago el motor.

 

Jaejoong se tenso al escuchar a Yunho y achico los hombros al sentir próximo el cuerpo del más alto.

 

-  No te entiendo – bufo Yunho cogiéndose la cabeza como si se le fuese a partir – Me besas, me pides que no me vaya y ahora huyes de mí.

-  Estamos iguales – dijo Jaejoong recuperando la confianza en sus palabras al notar el asombro en Yunho – Al principio  querías asesinarme, me nombraste tu esclavo, me rescataste, me humillaste, confundes mi mente – su expresión cambio al recordar aquello – Cuanto más cerca estoy de ti más me duele – cogió su pecho indicando de donde provenía el dolor: su corazón  - Debería odiarte y olvidarte – dijo sin ver como Yunho lucia intranquilo y hasta impaciente  – Pero sería mentirme a mí mismo, no puedo odiarte, no puedo olvidarte porque sigo pensando en ti. Por eso tengo miedo – la mirada firme de Jaejoong había desaparecido y ahora parecía un niño confundid, perdido y con miedo.

 

Yunho suspiró torciendo el gesto.

 

-   Déjame demostrarte que a mi lado puedes ser feliz – confesó Yunho con

una suave voz – Déjame borrar todo el dolor que te he causado.

-  Cuando dices cosas así olvido que debo odiarte – agregó Jaejoong jugando con sus dedos ante el nerviosismo. Su corazón latía tan aprisa  que sentía que saldría de su pecho – Y siento la necesidad de verte – sonríe subestimando sus propias palabras – ¿Entiendes que somos hombres? entiendes que eres un hombre y yo soy un hombre.

-   Si no lo entendiera no estaría aquí, rogándote un beso – suspiró cansado – Me interesas y eso no  puedo evitarlo. A veces me pregunto qué es lo que vi en ti, que es lo que me atrae tanto de ti – sus ojos solo podían ver a Jaejoong, ahora más que nunca sólo existía aquel  joven en su mente.

 

Jaejoong abrió los ojos con una ilusión tan pasional al escuchar las palabras de Yunho.

 

-  ¿Por qué yo? – preguntó Jaejoong, esa pregunta se le había presentado en mil ocasiones y ahora la había planteado sin miedo.

-  No lo sé – volteo a ver a Jaejoong. ambos se quedaron en silencio. Yunho estiro su mano y acaricio la mejilla de Jaejoong con ternura. Sentía a Jaejoong cálido y suave al tacto, olía muy bien, a limón, uno de sus aromas favoritos. La respiración de Jaejoong se aceleraba emitiendo pequeños suspiros que él ansiaba capturar en su boca.

-  Piensas  quedarte viéndome – Jaejoong repuso finalmente rompiendo el silencio.

-  ¿Eso significa que puedo besarte? – Yunho le sonrió.

 

Jaejoong revoleo los ojos algo nervioso ante la cercanía de Yunho. Cerró los ojos a la espera del beso.

 

Yunho no dudo un segundo, estiro el cuello y beso en los labios a Jaejoong. El más joven tardo en responder a su beso, pero cuando lo hizo ambas bocas  se fundieron en un pasional beso.

 

Jaejoong no sabía que pensar, su cuerpo respondía tan rápido al toque de Yunho. Su cuerpo pedía a gritos que Yunho lo acariciase, su corazón rogaba por seguir escuchando la voz de Yunho. Todo su ser quería a Yunho, pero algo no estaba bien. Su maldita desconfianza lo hacía dudar. Se preguntaba cuánto duraría el interés de Yunho por él, ¿cuánto? ¿Aquello era amor sincero? ¿Yunho lo amaba?  ¿Yunho le entregaría el cielo o lo descendería al infierno mismo? Un demonio, eso siempre había sido Yunho para Jaejoong, pero ahora era alguien muy importante en su vida. Tan importante que había dejado su estúpido orgullo por retenerlo. Por seguir estando a su lado. Un suicida, su corazón se lanzó al vacío y Yunho lo atrapo.

 

Notas finales:

 

¿Qué os pareció?

La verdad sé que esperaban algo más, pero  poco a poco iré avanzando con el romance. No me parece muy creíble que todo suceda  tan pronto despues de tantas idas y venidas. Siento que perderia la Verdadera escencia de la historia.

Jaejoong tardo mucho tiempo en admitir  sus sentimientos al igual que Yunho, pero ahora están junto. Yunho ha tomado la decisión de demostrarle a Jaejoong que puede hacerlo feliz, pero lo podrá lograr?

 


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