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Rescatame por alexriden02

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Notas del capitulo:

 

4/10/2014

Hola lectoras!!!

Bueno ando muy ocupado, pero aquí os dejo otro capítulo de este “apasionante” fanfic que algún día se convertirá en libro – según las palabras de mi hermana- Ella lo dijo creo porque pronto nos  acercaremos a los 100 capítulos.

En este capítulo iniciara el verdadero misterio tras un pasado familiar que conectara la vida de todos los personajes. Aparecerán personajes que solo se mocionaron en la primera temporada, pero que ahora tomaran protagonismo en esta historia. Pero también el titulo refleja un poco de este capítulo, así que espero que os guste y os sorprenda mucho.

Ok, pasen y leean!!!

 

La melodía desaparecía con los suaves acordes  y el último paso de baile se hacía presente. Al fin el ensayo había terminado. No había duda que su comeback seria espectacular. Él se observo en los cristales del espejo, su reflejo se veía genial. Sus amigos sonreían felices ya que pronto seria el día de su presentación ante las cámaras. Volverían buscando la gloria.  Pero su mirada rápidamente decayó al recordar ese tipo de eventos. Changmin no estaría presente, ese era el problema. ¿Por qué se había ido sin siquiera despedirse?

 

– Te vez muy bien con esa ropa – irrumpió la melodiosa voz de Taemin. Sacando a Minho de ese pozo depresivo que cada vez entraba con más frecuencia.

– Tu también, al principio me parecía algo extraño usar esta ropa militar – sacudió el dobladillo de su saco.

– General, permiso para hablar – dijo Taemin llevándose la mano a la sien. Minho lo miró devolviéndole el gesto con una sonrisa.

– Hable, Capitán Lee – respondió divertido.

– Los pantalones del cadete Kim son cortos, ¿eso no es extraño? – preguntó inclinado de manera burlona la cabeza hacia donde Ki Bum estaba observando con suma atención su reflejo en el cristal.

– Supongo que quiere mostrar que se ha afeitado las piernas – respondió Minho con una risa burlona. ¿Estaba ciego? No, no se había percatado de que los pantalones de Key eran más cortos. Ahora que los veía no podía dejar de reír.

 

Ki Bum los había escuchado y con una profunda mirada se acercó hasta ambos jóvenes. Se cruzo de brazos y espero paciente a que ambos dejaran de reírse.

 

– Para su información – dijo con una mirada seria hacia Minho y Taemin que se habían cubierto las bocas para dejar de reír – Me dieron este vestuario porque todos saben que quien tiene las mejores piernas soy yo. Las de Taemin son como fideos, y fideos sin forma.

 

Minho y Taemin se miraron y luego vieron las piernas de Ki Bum. Luego se volvieron a mirar y de manera cómplice se regalaron una sonrisa.

 

– Key, tiene razón – Minho dijo así animar el ego de Ki Bum, pero tenía una pequeña broma para éste – Oh no, JongHyun ha salido de la mano con una de nuestras asistentes.

– ¡Que! – Ki Bum salió a toda prisa de la sala de ensayos.

– No creo que fuera una buena broma – dijo Taemin preocupado – Los celos de Hyung son muy peligrosos. Casi siento lastima por JongHyun.

–  Vamos – sonrió Minho dirigiéndose hacia la salida – Ellos siempre están peleando, y después al día siguiente están a los besos por todas las habitaciones. Hasta temo que han usado nuestra habitación para hacer sus cosas.

– ¿Lo crees?

– Encontré los pantalones de Key bajo mi cama – explicó Minho saludando con una reverencia a sus asistentes que le entregaban una toalla y una botella de agua.

– Ah, eso – robo la botella de agua de las manos de Minho – Es mi culpa – abrió la botella y la bebió.

– ¿Eh? ¿Qué hacían los pantalones de Key en nuestra habitación? – preguntó con cierta molestia en su tono de voz. Era indignante pensar que entre Taemin y Key sucedió algo.

– Es una larga historia – dijo Taemin con una reverencia alejándose del más alto para ir tras Onew.

– ¿Eh? No me importa si es la historia sin fin, quiero escucharla – intentó persuadir al más joven, pero éste solo le dedico una risa cómplice alejándose junto al líder.

 

Minho no tuvo más opción que dirigirse hacia el vestuario para cambiarse de atuendo.

 

– Taemin y Key, debo estar loco – se dijo a si mismo mientras intentaba apartar esa ideas de su mente.

– Minho-shi

 

El más alto escucho aquella voz y volteo rápidamente. Sin más que decir hizo una reverencia en señal de respeto.

 

– Veo que te encuentras mejor de ánimos. Estaba muy preocupado por ti.

– Se lo agradezco – hizo una leve reverencia con la cabeza – Solo ha sido por el cansancio.

– Es bueno oír que estas mejor – sonrió el manager al ver que Minho estaba de un buen humor.

– Manager, ¿Puedo preguntarle algo? –  dudó al hacer la  pregunta, pero no tenía a quien más preguntar.

– Si, por supuesto. ¿Algún problema?

– Changmin-hyung ¿Sabe donde está él en estos momentos?

– De viaje, según KangTa él fue a visitar a una de sus novias extrajeras con suma urgencia  – respondió cortante – Si no tienes algo importante que preguntarme es mejor que siga con mi trabajo – Minho no sabía que responder, la mirada de ese hombre le era una clara negativa a hablar de su sunbae. Pero el escuchar “una de sus novias” fue el peor golpe que recibió ese día. No solo tenía que soportar la maldita usencia de Changmin sino escuchar de sus malditos romances con alguna extranjera estadounidense. Llevó su mano a la cabeza, después apretó la toalla entre sus manos para luego lanzarla con furia al suelo. << Nadie olvida a quien quiere ni sustituye un amor. Desearía poder hacerlo, en verdad desearía sustituirte Shim Changmin… pero no puedo. Desgraciadamente no puedo>>

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

Las paredes pintadas de celeste  eran aterradoramente nuevas. El olor a formol y desinfectante abundaba por cada rincón. El eco del pasillo hacia resonar muy fuerte sus pisadas. Sus finos y largos tacones hacían eco por todo el pasillo mientras era escoltada por la enfermera a la habitación donde estaría su hermana. Desde su llegada de Milan, Mi-Rah había pospuesto su visita a la clínica de reposo mental. Más de dos años sin verla a su hermana, Mi-Rah se preguntaba como estaría su hermana quien siempre había sido la joya de la familia y ahora era un cascaron sin vida. La hermosa y perfecta flor de loto que se había marchitado por la locura.

 

La enfermera cuidadosamente abrió la puerta de la sala de entretenimiento que se le permitía usar a los pacientes menos peligrosos. En esa habitación los pacientes podían ver televisión, dibujar, jugar con los juegos de mesa, rompecabezas, ajedrez, etc.

 

Con repulsión Mi-Rah atravesó el umbral, varios pacientes estaban en sus juegos de mesa, otros viendo televisión y otros simplemente viendo por la ventana el paisaje blanco que regalaba el jardín. De entre todos ellos la mirada de Mi-Rah buscaba a su desalineada hermana mayor.

 

–   Ahí está – señalo la enfermera a una mujer con el pelo largo pasando la cintura sentada en una silla dibujando en una mesa con crayones.

 

Mi-Rah inflo el pecho, una sensación escalofriante le vino a la piel al ver a su hermana mayor. Unos años más grande, solo una par de años. Recordando su última visita a ese lugar, ese día llovía y su hermana estaba drogada ya que tenía fuertes crisis nerviosas y quería huir del lugar. Ahora lucia más calmada, más tranquila, tanto que le habían permitido el uso de la sala de entretenimientos.

 

–   ¿Cómo ha estado? – preguntó fría y sin la más mínima compasión al ver en ese lugar a su hermana mayor.

–   Ha mejorado en este último año,  sus crisis nerviosas son menos frecuentes, sobre todo después de la visita de su hijo el mes pasado.

–   ¿Heechul vino a verla? – la enfermera asintió a su pregunta. Mi-Rah quedo pensativa, Heechul odiaba a su madre y no entendía como había accedido a verla.

–   Vino con el señor Kim a verla. Desde ese día ella ha estado más calmada.

–   ¿Mi cuñado también la visitó? – preguntó con suma curiosidad. Kim Dong Wan, era un hombre muy frio desde lo sucedido a su hermana y no había accedido a verla aún siendo su esposa. Él la odiaba y se preguntaba cuando ese odio se transformó en compasión.

–   El señor Kim Dong Wan, ayer le trajo flores – informó la enfermera – Cada mes desde hace dos años  viene a visitarla y le trae flores.

–   Ya veo – dijo sin gustarle la idea de que su cuñado visitara a su hermana. Caminó hasta tomar asiento frente a su hermana mayor. Sung Ryung dibujaba un paisaje verde con el cielo azul – Siempre has tenido talento para dibujar – agregó Mi-Rah y Sung Ryung elevó la vista.

 

Los ojos de Sung Ryung eran vacios, sin brillo, sin vida. Mi-Rah no podía leer aquella mirada, su hermana sabia donde estaba, ¿sabía quién era ella o su mente seguía perdida en su locura? Sin el menor interés Sung Ryung siguió pintando el azul del cielo con trazos suaves.

 

–   Tu pelo sigue siendo tan hermoso – escupió con una fingida sonrisa al ser observada por la enfermera – Salvo tu mente, es lo único sano de tu cuerpo.

 

Sung Ryung volvió a ver a Mi-Rah y una escueta sonrisa se le escapó de sus labios.

 

–   Te pareces a alguien que conozco – dijo Sung Ryung viendo de costado a Mi-Rah – Eres muy hermosa, ¿Cuál es tu nombre?

–   Eso no importa, solo soy una conocida – sonrió Mi-rah al cerciorarse que su hermana seguía perdida en un laberinto, que había olvidado todo, el pasado y hasta el presente.

–   ¿Conoces a mi hijo? – preguntó Sung Ryung dejando de lado el color azul cielo para dibujar una mariposa naranja.

 

 Mi-rah se tenso ante la pregunta de su hermana, casi horrorizada fingió mantener la calma.

 

–   Heechul es un buen muchacho – respondió viendo como su hermana dibujaba una mariposa más grande junto a una mariposa más pequeña.

–   Mi Heechul es un buen muchacho, muy alegre, pero… - sus manos temblaron al finalizar de dibujar la mariposa pequeña – Pero… mi niño pequeño esta perdido, lejos de mi.

 

Los ojos de Mi-Rah se ponen en blanco. Su respiración se agita y la calma de su rostro desaparece, su hermana no había olvidado todo ni a todos.

 

–   Mi niño pequeño – dijo acariciando la mariposa más pequeña – Mi niño pequeño esta perdido, yo quiero salir a buscarlo.

–   Tu único  hijo es Heechul – escupió Mi-rah intentando calmarse, no era ella la loca sino su hermana mayor.

 

Sung Ryung hecho la cabeza hacia atrás mientras observaba a Mi-Rah y pensaba las palabras dichas  por la mujer del abrigo blanco. Su mirada volvió al dibujo de las mariposas, en especial sobre la pequeña.

 

–   Heechul está bien, él es grande y no quiere decirme mamá – su voz se oía  triste viendo como una soberbia sonrisa se dibujaba en su hermana menor – Tal vez mi niño más pequeño… tal vez él  me diga mamá y me quiera. Yo… yo tengo que encontrarlo, tengo que salir de este lugar.

–   ¡No! – escupió Mi-rah perdiendo la calma, su loca hermana mayor estaba haciéndole perder el juicio. Una punzante mirada se fijo en ella por parte de la enfermera. Al ver la reacción de la enfermera se calmo y sonrió amablemente mientras acariciaba el sedoso pelo negro de Sung Ryung.

 

La enfermera estaba a punto de acercarse hasta Sung Ryung, pero fue irrumpida por otra enfermera que le solicitaba ayudarla con un paciente de otra habitación.

 

Cuando la enfermera salió de la habitación, Mi-rah dejo de acariciar el pelo de su hermana mayor. La miró con mucha atención, su hermana lucia una piel pálida, casi de porcelana, los años en ese lugar la habían mantenido joven y hermosa. Pero ya solo era un cascaron de la gran mujer conocida como la hermosa flor de loto. Belleza que ahora ella poseía, Mi-rah no tenía nada que envidiarle a su hermana.

 

–   Tu no saldrás de este lugar, porque estás loca – susurro Mi-rah cerca del odio de Sung Ryung fingiendo darle un beso en el pelo – Tú no tienes ningún hijo pequeño, es solo una mentira que inventaste para dar lastima, pero conmigo no funciona.

 

Sung Ryung estrecho con fuerza el crayón en sus manos, apretó con tanta fuerza que quebró el crayón. Como un animal salvaje salto sobre Mi-rah, cayendo ambas en el suelo. La mirada de Sung Ryung era feroz, como el de una bestia sin alma.

 

–   ¡Loca! – ladro  Mi-Rah intentando alejar las manos de su hermana de su cuello – ¡Apártate te de mi!

–   ¡Mi Sook-ah!¿Dónde está mi hijo? ¿Dónde está mi niño? – preguntaba con la mirada en blanco mientras zarandeaba a Mi-Ra por el cuello de su tapado blanco – ¡Mi hijo si existe! – escupió antes de que unos enfermeros la sujetasen por las manos y la alejasen de Mi-Ra.

 

Mi-Rah se levantó con ayuda de la enfermera que la había llevado hasta su hermana. La enfermera lucia realmente confundida por la repentina actitud de su paciente.

 

–   ¿Qué sucedió? – preguntó consternada la joven enfermera a Mi-rah.

–   Intente hablar con ella y convencerla de que no tiene más que un solo hijo – aclaró Mi-rah acomodándose el flequillo a un costado – Me duele que ella siga buscando a un hijo que no existe – dijo entristeciendo su mirada al ver como su hermana gritaba para que la soltaran y suplicaba que la liberaran para ir a buscar a su hijo.

–   Su mejoría ha caído, debemos sedarla – la joven enfermera hizo una reverencia disculpándose con la hermosa mujer.

–   Por favor cuide muy bien de ella – dijo Mi-Rah con una dramática actuación de hermana devota – Intentare visitarla cuando este mejor.

–   Eso sería bueno – dijo la joven enfermera con una fría mirada con la hermosa mujer del abrigo blanco. Hizo otra reverencia corriendo para ir a sedar a Sung Ryung, esperando que aquella mujer no volviese porque algo le decía que la crisis de su paciente se debía a la visita de Mi-rah. Pero quien era ella para prohibir la entrada a los familiares de su paciente.

 

Mi-Rah fingió una  mueca de tristeza, pero cuando la enfermera se perdió de su vista ella camino hasta la mesa donde su hermana estaba dibujando. Cogió el papel con el dibujo de las dos mariposas, analizó cada trazo y hasta el más mínimo detalle del dibujo. Con delicadeza acomodo su pelo y el colgante de diamantes en su cuello. Su hermana la había llamado Mi Sook, la había reconocido de eso no tenía dudas. No muchos la llamaban por su verdadero nombre. Arrugo el dibujo en sus manos con rabia.

 

– Años encerrada en este lugar – achico la mirada con desprecio – Y así seguirás, loca y buscando a un hijo que  nunca más volverás a ver –  escupió con severidad en su tono de voz mientras una escueta sonrisa se dibujaba en sus labios.

 

Abandonando la clínica y esperando no volver jamás, su teléfono celular sonó insistente.

– Dime Heechul – dijo ella entrando a su lujosa limosina blanca – ¿Una junta de emergencia entre los socios de la compañía? – preguntó sorprendida – ¡La destitución de Yunho como presidente! – exclamó alarmada – Claro que lo evitare – dijo dándole la señal a su chofer para ir a la compañía de la familia Han-Jung - ¿Dónde está Yunho? – pauso molesta por la respuesta – ¡Eso es inaudito! – gruño ella como una fiera suelta de su jaula – Ya atenderé ese asunto luego – intentó calmarse – Ahora debo evitar que Yunho se quede fuera de la presidencia.

 

 

¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*¨*

 

 

– ¿Por qué estas tardando tanto? – preguntó Yunho frunciendo el ceño al entrar a la cocina y ver a Jaejoong amasando algo similar a un bollo de harina. Un bollo muy grande.

– No me gusta los fideos secos y estoy haciendo pasta fresca – respondió Jaejoong sin perder el interés en la masa entre sus manos – Quiero preparar una sopa de mariscos con pasta fresca.

– Por mi está bien, pero tengo hambre ahora – dijo como si estuviese frente a una de sus empleadas. Y de esa misma forma esperaba que Jaejoong se comportara como una de ellas y saliese corriendo a comprarle comida, pero estaba a miles de kilómetros de la ciudad.

– Si quieres que las cosas se apresuren, ¿Por qué no me ayudas? – dijo Jaejoong alzando una ceja.

– ¿Estás de broma? – soltó una carcajada inquietando la calma de Jaejoong – Yo no nací para hacer ese tipo de cosas, naci para ser servido. Que dirían mis ancestros al verme cocinando como un simple campesino – lo último lo dijo sin pensar. Cuando vio la oscura mirada de Jaejoong sobre él, se percato de su error.

– Así que campesino – frunció el ceño lanzando un puñado de harina a la pulcra ropa de Yunho – Ups, este campesino es muy torpe.

 

Yunho observó como Jaejoong fruncía más aún el ceño. Su nariz se arrugaba y sus labios formaban un puchero bastante aterrador.

 

– ¡Que! ¿Me cortaras la cabeza como hacían el rey a los campesinos en la era joseon? – escupió desafiante, algo que Jaejoong odiaba en Yunho era esa maldita arrogancia y superioridad.

– No, no estamos en esa vieja época – dijo Yunho cogiendo un puñado de harina en su poder y lanzándosela a Jaejoong. Puntería excelente, había dado en la pálida  tez de Jaejoong haciéndola más blanca.

 

Jaejoong cogió más polvo blanco en sus manos lanzándole a Yunho, pero éste había esquivado el golpe de harina. Con una victoriosa sonrisa, Yunho no tardo en llegar hasta Jaejoong y cogerlo por ambos brazos.

 

– Tienes una pésima puntería – dijo al ver a Jaejoong frente a frente.

– Esquivaste el golpe – dijo molesto al sentir que no podía zafarse del agarre de Yunho – Ahora deja de distraerme o en vez de almuerzo tendremos una cena – agacho la mirada esperando que Yunho lo soltase.

– Está bien – respondió sereno,  soltando los  brazos de Jaejoong – Pero antes debo hacer algo – cogió el rostro de Jaejoong en sus manos y sin perder el tiempo empezó a sacudir la harina que había cubierto toda la tez de Jaejoong.

 

Jaejoong sintió que toda la sangre de su cuerpo se agolpaba en su rostro. Sin verse en el espejo, Jaejoong sabía que su rostro era casi tan rojo como un pimiento.

 

– ¿Te sientes enfermo? – preguntó Yunho al ver el rostro de Jaejoong.

– No – respondió Jaejoong intentando esquivar la inquisidora mirada del más alto.

– ¿Seguro que no tienes fiebre? – preguntó bastante preocupado de que Jaejoong se enfermara de nuevo. Pasó su mano por la frente del más bajo para cerciorarse de que la temperatura no fuera muy alta – Iré por un termómetro.

– No, estoy bien – dijo Jaejoong alejándose de Yunho fingiendo que nada sucedia cuando todo estaba sucediendo – Es solo que la estufa está muy alta – dijo y siguió masajeando la masa.

– Ah, menos mal  – dijo Yunho bostezando por la falta de sueño.

– El almuerzo tardara un poco –dijo Jaejoong notando el cansancio en la voz de Yunho – Porque no duermes un poco. Prometo despertarte ni bien este el almuerzo.

 

Yunho no quería irse, pero era no mejor o se dormiría de pie y eso no era atractivo. Froto sus ojos que ya estaba por ser vencidos por el cansancio. Bostezo nuevamente.

 

– Dormiré un poco – dijo yendo a las escaleras para ir a su habitación – Pero quiero que me despiertes como en los cuentos de hadas – dijo subiendo las escaleras sin que Jaejoong pudiese responderle.

– ¿Cómo los cuentos de hadas? – se preguntó Jaejoong y a su mente cayeron todas las respuestas de todos los cuentos de hadas llegando a una sola conclusión: un beso. En la mayoría de los cuentos de hadas el príncipe despertaba a la doncella con un  beso y rompía el hechizo. Jaejoong se indigno con la idea presionado sus pálidos dedos sobre la masa. Él estaba lo suficientemente avergonzado por lo sucedido con Yunho que moriría de vergüenza con el solo hecho de tener que besar por sus propios medios al más alto. << ¡No! ¡Definitivamente no lo hare!>>

 

Yunho llego hasta su vieja habitación y se tendió en la enorme cama. Hundió su rostro en la almohada y aspiro el suave perfume de Jaejoong. Aún después de cambiar todo el edredón, el perfume de Jaejoong parecía intacto. Así Yunho no podría dormir. Se repuso y camino a la otra habitación. La habitación principal de la casa. Se recostó sin ningún problema y en tan solo segundos quedo bajo el hechizo de Morfeo.

 

 “Yunnie” Yunho siente  que alguien acaricia su rostro una y otra vez. “Yunnie” otra vez esa melodiosa voz golpeaba los tímpanos de Yunho. Él respira por la boca y mira con el rabillo del ojo. “Yunnie” Yunho no puede más que sorprenderse al verla. Cuando ella capta la mirada de Yunho sonríe abiertamente acariciando la frente de Yunho. ¿Era un sueño o más pura realidad? Ella nuevamente esta frente a sus ojos. Hermosa e inmaculada, perfecta ante sus ojos. Yunho menea la cabeza casi con enojo. ¿Qué demonios sucedía?

 

Notas finales:

 

¿Qué os pareció este capítulo? Como dije antes, este fanfic no será predecible, y adoro hacer cada capítulo más expectante y emocionante. Debieron ver la cara de mi hermana al leer sobre la madre de Heechul (Sung Ryung) y la madre de Yunho (Mi-Ra/Mi Sook), o el final del capítulo.

Como en mi trabajo he subido un escalón más – por así decirlo – tengo más responsabilidades y menos tiempo libre, así que sepan entender si tardo por varios días. Pero os prometo hacer emocionante cada capítulo. Mil gracias por leer y dejar vuestros comentarios mis fieles lectoras. Lamento no poder responderos a todas en tiempo y forma. Cualquier cambio o posible retraso os  informara mi hermana por la página de facebook

https://www.facebook.com/Alexriden.fanfic.Rescatame

  Nos leemos pronto!!!


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