-¿Y ahora como se supone que viviré sin ti Vegeta…?- murmuró el profesor en el silencio de aquella habitación...
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Y mientras Goku se hacia aquella pregunta, muy lejos de allí, un joven de cabello negro y alborotado, se preguntaba lo mismo…
“¿Cómo viviré sin ti profesor?” pensaba Vegeta, resistiéndose valientemente a la angustia que luchaba por invadirlo…
Para colmo debía soportar a la molesta de Bulma y al Dr. Brief junto con su padre, todos allí hablando tan felizmente del casamiento que para Vegeta no era mas que una condena a muerte…
Y para colmo le preguntaba cosas a las cuales Vegeta no sabía que responder, ya que no estaba dando ni la mas minima atención…
¿Es que acaso no se daban cuenta de que su mente estaba en otro sitio… que su corazón estaba con otra persona? En verdad eran tan ciegos??
-S-saben… creo que iré a dormir una siesta…- dijo de pronto Vegeta, interrumpiendo la conversación de todos los presentes…
Tres pares de ojos se volvieron para mirarlo…
-P-pero Vegeta… estamos discutiendo los detalles de Tu boda…- dijo el Rey levantando una ceja…
-Ya los discutiremos luego, en la cena, yo me voy a dormir…- remarcó el príncipe, levantándose de su lugar en la mesa ante la mirada disgustada del Dr. Brief y la mirada resignada de Bulma…
El príncipe no aguardó a que hicieran ningún comentario más y se fue a pasos rápidos por las escaleras…
Pero no iba a su habitación…
Iba a la habitación de su profesor…
Siempre había sabido cual era la ubicación del cuarto de Goku… pero siempre que lo encontraba sonámbulo, prefería llevarlo al suyo propio… para poder mirarlo… para poder dormir a su lado…
Era algo tan vergonzoso que al príncipe le costaba demasiado admitirlo…
Entró en ese cuarto, aspirando el aire que aun quedaba impregnado en la habitación…
El olor del perfume de su profesor…
El príncipe sintió que se derrumbaba por dentro, avanzó unos pasos vacilantes… y sin mas se dejó caer sobre la cama, enterrando el rostro en la almohada para aspirar el aroma que quedaba en ella…
Era simplemente delicioso… en esa cama había dormido la persona que mas había querido en su vida…
-Siempre… siempre fue imposible…- suspiró el príncipe, mas lleno de rabia que de dolor…
No supo cuanto tiempo estuvo así, pero fue un buen rato… hasta que finalmente decidió levantarse de arriba de aquella cama, e ir al armario donde estaban los trajes de su profesor…
El príncipe abrió las puertas, preguntándose así mismo cual era el objeto de toda aquella tortura a la cual se sometía, cuando, en el fondo del armario, divisó una vieja maleta…
Un recuerdo golpeó su mente… Esa maleta… todavía sucia y desgarrada… con ella había llegado el profesor Son a su casa… ¿Por qué la habría dejado allí?
Vegeta la tomó con algo de asco ya que estaba muy sucia y llevado por la curiosidad, la abrió…
No eran más que un montón de papeles viejos, antiguas evoluciones presumiblemente de su otra escuela, un libro de poesía viejo y gastado, y unas gafas con un cristal roto…
Por lo visto esas eran todas las posesiones con las que Goku había arribado a la mansión…
El príncipe se sentó en la cama, pensando en que todo aquello no valía nada… pero que aun así, de un modo u otro tal vez lo conservara… Como recuerdo…
Revisando papel por papel, encontró un viejo sobre que de seguro alguna vez contuvo una carta… Con una dirección de la ciudad…
El corazón de Vegeta latió con fuerza… Esa dirección… tal vez… tal vez ese hubiera sido el lugar donde Goku había vivido… y al que podría haber vuelto…
“Que estoy pensando… ya se fue… debería dejarlo irse en paz…” pensó el príncipe con la cabeza llena de dudas…
“Pero… si pudiera verlo tan solo una vez mas… creo que seria capaz de afrontar cualquier cosa…”
Sin embargo, el príncipe no se atrevía… cerró la vieja maleta y la metió debajo de la cama… Tal vez… algún día… se la fuera a llevar…
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Fueron pasando los días… lentos y crueles… y luego las semanas… y a pesar del tiempo, Goku no podía olvidar a Vegeta… y el príncipe no podía olvidarle a él…
Estaba anocheciendo y ese día Bulma volvería a cenar con ellos en la mansión, cosa que enfermaba a Vegeta… El príncipe no veía la hora de casarse con la mujerzuela aquella para tener la nave y luego mandarla al infierno… Lastima que ya seria muy tarde para volver por Goku…
“Arghh maldita sea!! Tengo que dejar de pensar en él!!!” se ordenó mentalmente el príncipe, yendo hacia la cocina…
Estaba tan distraído, que sin querer tropezó con una sirvienta, mandándola al suelo…
El príncipe solo se tambaleo un poco, pero enseguida se enfureció a pesar de que la culpa había sido suya…
-Por que demonios no miras por donde caminas??? Que mujer tan inútil!!!- gruñó el príncipe, dispuesto a seguir de largo sin siquiera ayudarla a levantarse…
Pero entonces notó que la mujer traía algo en sus manos, era una vieja maleta que a él se le hacia muy familiar…
-De donde sacaste eso??- preguntó el príncipe señalando el objeto en cuestión…
La mujer lo miró atemorizada, se levantó del suelo y de inmediato le hizo una reverencia…
-E-estaba en una de las habitaciones… debajo de la cama príncipe… es algo tan viejo y en tan mal estado q-que lo iba a tirar…- susurró la mujer, mirándose los zapatos…
-Y quien te dio permiso a ti de tirar lo que encuentras en este casa?? Me importa un demonio si esta que se cae de podrida, primero vienes y me avisas a mi…- le advirtió el príncipe, con una voz que casi hizo salir huyendo a la pobre sirvienta…
El príncipe le arrancó la maleta de las manos, sin ninguna delicadeza y luego la empujó levemente hacia otro lado…
-Anda, vete a seguir con tus tareas mujer, y recuerda bien lo que te dijo…- dijo amenazante el príncipe, la mujer no se hizo repetir la orden y desapareció de inmediato…
Vegeta se quedó solo en la cocina, sosteniendo aquella maldita maleta entre sus manos… Casi parecía como si el mismísimo destino quisiera impedirle que se olvidara de aquel hombre…
-Bien… entonces… hoy me desharé de ella…- murmuró Vegeta casi para si… subió a su cuarto corriendo, con el corazón latiéndole mas fuerte que nunca…
Una vez en su cuarto, el príncipe se aseguró de cerrar la puerta y abrió de par en par su ventana…
Ya era noche cerrada, pero Vegeta no se detuvo a admirar la belleza de las estrellas ni de la luna, simplemente se encaramo en el alfeizar de la ventana, sosteniéndose con una mano y sujetando la maleta con la otra, antes de tirarse por ella y salir volando directo hacia la ciudad, pensando en la dirección que había memorizado en su cabeza…
Hacia un buen tiempo que el príncipe no volaba, así disfruto de aquella agradable experiencia mientras volaba rumbo a la ciudad…
Las luces se veían lejanas, pero el príncipe volaba tan rápido que no tardo casi nada en llegar…
Cuando llegó a la ciudad descendió y comenzó a caminar, un poco molesto de tener que andar entre los terrícolas y entre las aceras llenas de basura…
Por suerte la dirección y no quedaba lejos, y el príncipe entró en la posada como si fuera el dueño, siendo recibido de inmediato por una anciana de aspecto desagradable…
-¿¿Que quieres mocoso??- le preguntó la mujer, haciendo que Vegeta la mirara primero sorprendido y luego totalmente enojado…
-A quien le dices mocoso vieja bruja?? Soy un príncipe!!- exclamó Vegeta…
-Ja ja ja… y yo una Reina entonces, que demonios quieres, no me hagas llamar a mi marido para que te de unos buenos palos!!!-
-Puedo matar a tu marido con un solo dedo estúpida terrícola- respondió Vegeta, indignado –Ahora dime ya mismo donde esta la persona que busco…-
-Vete al infierno…- respondió la vieja, por lo que de inmediato el príncipe sacó un billete de cien dólares de su bolsillo y lo agitó frente al rostro arrugado y lleno de verrugas de la vieja… Eso le cambio la cara de inmediato pasando de ser la mas asquerosa bruja a la mas adorable abuelita…
-Oh por que no me dijiste antes que buscabas a alguien hijito…- dijo la anciana sin separar los ojos del billete…
-Ya lo dije…- dijo Vegeta con sarcasmo, pensando en como era posible que su profesor hubiera terminado en este lugar de mala muerte de nuevo y con semejante vieja bruja…
-Tienes que hablar mas alto hijito, que estoy un poco sorda…- respondió la anciana con inocencia…
Vegeta puso los ojos en blanco, claro, pero para insultarlo no había estado nada sorda…
-A quien busco es al profesor S…- la mujer no lo dejó continuar, asintiendo con la cabeza de inmediato…
-Si si, ya se a quien hijito, en conmigo, te llevare a su habitación-
Vegeta asintió y siguió a la vieja por las escaleras de la posada, intentando no pensar en que aquellas sombras que había visto moviéndose por el zócalo debían ser ratas…
El ambiente de la posada ahora que había llegado la noche, resultaba bastante oscuro y tétrico, y en el ambiente se percibían olores extraños, algunos de ellos desagradables, y que Vegeta no tenía muchas ganas de averiguar a que se debían…
De algunas de las puertas cerradas se escuchaban gritos, maldiciones, risas psicópatas que en verdad comenzaban a preocupar al príncipe… ¿Por qué Goku había vuelto a ese espantoso lugar?...
-Bien aquí estamos… llamare a la puerta…- dijo la viejecita, antes de que Vegeta pudiera hacer algo para impedirlo…
-N-no…- susurró Vegeta…
Él no quería volver a encontrarse con Goku, ni que este supiera que había estado por ahí…
Tan solo deseaba espiarlo, dejar la maleta y marcharse…
Luego Goku podría pensar lo que quisiera respecto a la repentina aparición de la maleta…
Dentro de la habitación se escucharon ruidos, el corazón del príncipe ya no daba mas, en su interior se libraba una lucha monstruosa entre lo que debía y lo que quería hacer…
Pero al final prevaleció lo que Debía hacer…
-Recordé que se me hace tarde…- murmuró Vegeta, entregándole la maleta a la anciana y el billete… -Déle esto…-
Y dicho eso, el príncipe salió corriendo de allí a toda velocidad, justo cuando la puerta del cuarto de Goku se abría…
El profesor no llegó a verlo, solo vio allí a su casera, con su vieja maleta que ya había dado por perdida…
La mujer enseguida se guardo el dinero y le tendió la maleta a Goku…
-Esto es suyo…- dijo la anciana, comenzando a marcharse…
-E-espere… q-quien lo trajo…?- preguntó Goku, lleno de curiosidad…
La anciana se dio vuelta, y en su rostro apareció una taimada y desdentada sonrisa…
-Esa información tiene un precio…- dijo la anciana, extendiendo la mano…
Goku suspiró y se metió la mano en el bolsillo para sacar unos pocos dólares y se los dio…
La anciana sonrío contenta, aquel día parecía estar de suerte…
-Fue un mocoso… no tendría mas de 15 o 16 años, con los pelos todos alborotados y negros y que encima se creía un príncipe… preguntó por usted, pero cuando yo golpee la puerta salió corriendo…- dijo la vieja, mirando a Goku con suspicacia…
Goku se quedó boquiabierto… Vegeta… no podía ser otro mas que Vegeta… pero… ¿Por qué?... Y había estado tan cerca de volver a verlo…
-Muchas gracias…- murmuró Goku, cerrándole la puerta en la cara a la anciana casi sin darse cuenta de que lo hacia…
La mujer miró la puerta cerrada de arriba abajo y con una ceja levantada en actitud de desprecio, antes de rechistar y marcharse de allí a guardar todo el dinero que había obtenido aquel día…
Goku se quedó solo en su cuarto, abrazando la maleta con todas sus fuerzas…
Vegeta… Vegeta había venido a traerle eso…
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Mientras tanto el príncipe regresaba a la mansión a toda velocidad, surcando el aire de la noche como un misil casi invisible e imposible de detectar…
Había estado tan cerca de volver a verlo… Pero ahora al menos ya tenía la certeza de donde vivía… Cuando volviera a cobrar valor suficiente entonces… entonces tal vez fuera y le echara un vistazo…
-Aunque no es que me importa lo que haga claro…- se aclaró a si mismo, sabiendo que se mentía…
Apenas había puesto los pies en su habitación, cuando su móvil comenzó a sonar…
-Bueno maldita sea…- murmuró el príncipe atendiendo de esa agradable manera su teléfono…
-Linda manera de saludar eh?- dijo una voz masculina del otro lado de la línea…
-Que pasa Eddie?- gruñó el príncipe con mucho mal humor…
-Hoy íbamos a salir con los chicos de fiesta, te apuntas?? Tenemos que hacer algo para cambiarte esa cara que tienes siempre…- dijo el otro muchacho mientras se escuchaban algunas risitas disimuladas detrás de él…
-La verdad… no tengo ganas…- respondió Vegeta algo cortante, apunto de colgarle…
-Que pasa?? No me digas que tu papi el Rey no te deja…- se burló su colega, de un modo de irritó profundamente a Vegeta…
-Yo no necesito pedirle permiso a nadie, mucho menos al viejo… nos vemos en una hora en el lugar de siempre…- respondió el príncipe, cortando la comunicación…
Solo eso le faltaba… tener que salir de fiesta justo cuando no tenía ganas… Pero nunca dejaría que los idiotas de sus amigos se burlaran de él…
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Mientras tanto, en la ciudad, cierto profesor también recibía una llamada a su viejo teléfono celular… Era una llamada de alguien que no esperaba…
-Krillin???- preguntó Goku, lleno de sorpresa, ya que era muy raro que su amigo lo llamara…
-Hola Goku!- exclamó el calvito del otro lado de la línea…
-Que pasa??? Hace meses que no tengo noticias de ti!!-
-Pues eso es por que jamás vienes de visita a kame house maldito vago, y encima no tengo idea de donde estas viviendo!!- respondió Krillin con una risa, dejando en claro que bromeaba…
-Si… últimamente no he tenido tiempo… tengo muchas cosas que contarte…- suspiró Goku…
-Mmmh… no me gusta como se oye tu voz… definitivamente necesitas animarte…- dijo Krillin del otro lado de la línea…
-Que novedad…- respondió Goku, quien aun seguía tirado en su cama, abrazado a la maleta…
-Bien… iré a verte, dime, donde te estas quedando??-
Goku le dio la dirección, realmente necesitaba que su amigo viniera a animarlo un poco, colgó y se quedó esperando, hasta que en unos 15 minutos, su amigo se apareció en su ventana, volando como si nada…
Goku se levantó y abrió la ventana dejando pasar al calvo que venia con su sonrisa amistosa de siempre…
-Como estas Goku?- preguntó Krillin, saludando a su amigo…
-Pues… bien…- mintió Goku… -Pero no vas a creer las cosas que me han pasado este último tiempo…-
*Media Hora Después*
-Y así pase los últimos dos meses…- concluyó Goku, ambos estaban sentados en las dos únicas sillas que había alrededor de la vieja mesa de la habitación y Krillin lo miraba fijamente, boquiabierto…
-E-entonces… que paso con ese tal príncipe…?- susurró el calvito…
-Pues nada… se casara… lo que me llama la atención es que hoy se molestara en venir hasta aquí para traerme mi vieja maleta…- suspiró Goku, dejando caer la cabeza entre las manos…
Krillin lo miró compasivamente, antes de levantarse y ponerle una mano en el hombro a su mejor amigo…
-Sabes que haremos esta noche Goku?? Tu y yo… saldremos de fiesta para reanimarte!!!- exclamó el calvo con una radiante sonrisa…
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Goku no podía creer lo que Krillin le obligaba a hacer…
Estaban ya ambos muchachos dentro de la discoteca mas elegante de la ciudad, rodeados de gente llena de clase y bailando al ritmo de la música electrónica…
Al principio Krillin quería ir a la disco de mala muerte a la que ya habían ido un par de veces durante la adolescencia de ambos, pero como Goku tenia mucho dinero aun, decidió invitar a su amigo a un sitio mejor, y ahora se arrepentía…
La música era demasiado estruendosa, las luces comenzaban a marearlo y toda la gente de aquel lugar se veía sumamente desagradable y estirada…
Por otro lado Krillin parecía estarse divirtiendo mucho…
Ambos bailaron un buen rato mas, hasta que un agotadísimo Goku, decidió ir a la barra a pedir algo que calmara su sed…
Krillin lo siguió y ambos se apoyaron sobre la barra, para mirar a la demás gente bailar mientras esperaban que el barman los atendiera…
-Es un lindo lugar…- grito Krillin por encima de la música atronadora… su calva cabeza brillaba cubierta de sudor y Goku sentía su propio traje y su cabello mojados también… Para colmo ese era su único traje… y todo el mundo allí vestía ropa cool…
-Creo que ya nos estamos viniendo grandes para estas cosas!- exclamó Goku, sintiéndose de pronto, un viejo…
-Que dices!! Estamos en lo mejor de la juventud!!!- rió Krillin, pidiéndose un Bloody Mary en la barra…
Goku solo suspiró, mirando a toda aquella gente bailar y divertirse…
Lo mejor de la juventud…
A veces había días en que se preguntaba que hubiera pasado si él hubiera tenido la misma edad que Vegeta y si el chico hubiera sido un adolescente normal en lugar de un príncipe a punto de casarse…
Tal vez así si hubieran podido estar juntos…
Pero tenia que dejar de soñar imposibles…
-Deberíamos buscar unas lindas chicas no crees?- dijo Krillin, dándole un trago a su bebida… entonces miró a Goku de reojo…
-Bueno para ti unos chicos…- aclaró con bastante incomodidad…
Goku se sonrío un poco, a Krillin siempre le había incomodado el tema gay…
-Por hoy yo no buscare a nadie…- respondió Goku… su amigo se terminó el trago de golpe y le palmeó el hombro…
-Como quieras Goku, yo voy a seguir bailando, vienes??- preguntó Krillin…
-No gracias, estoy algo cansado…-
El calvo asintió y se fue a seguir moviendo el esqueleto, cosa que hacia sorprendentemente bien, mientras Goku seguía sumido en sus pensamientos…
El profesor se pidió un trago suave y se dispuso a tomarlo, aburrido de haber ido a aquel lugar…
Estaba sumergido en su mente, cuando vio que la puerta de la disco se abría…
Un grupo de mocoso que se notaba a las claras que eran de las mejores familias de la ciudad, entro con aspecto de creerse los reyes de la discoteca…
Goku los miró sin darles mucha importancia, hasta que entre ellos vio a alguien a quien no había esperado volver a ver en su vida…
-¡Vegeta!- susurró el profesor sintiendo explotar su corazón de emoción y espanto…