-El ultimo día que estuvimos juntos dijiste que te había gustado que te besara…- susurró el Rey con pasión, sin soltar el cuerpo de Goku ni un segundo…
-Entonces lo volveré a hacer una y mil veces mas…-
Y antes de que Goku pudiera decir nada, los labios del Rey se unieron a los suyos, en un apasionado beso…
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-Quédate conmigo esta noche…- susurró el Rey tras separarse de los labios del profesor…
Goku levantó la mirada hacia aquellos ojos negros, eran casi iguales a esos que él amaba… Iguales… aunque no pudiera hallar en ellos ninguna de las cosas que veía en los de Vegeta…
-Mi Rey…- murmuró Goku, enrojeciendo involuntariamente, los brazos fuertes del Rey todavía lo rodeaban, acercándolo mas hacia si…
-No tienes que decir nada…- dijo el Rey, acercando de nuevo sus labios a Goku…
Esta vez el profesor le correspondió el beso, pasando sus propios brazos por el cuello del Rey…
De los ojos cerrados de Goku se escaparon, silenciosas, un par de lagrimas…
Ese no era Vegeta…
Su Vegeta no le quería…Su Vegeta amaba a Bulma…
Su Vegeta… que ni siquiera era suyo… que jamás lo había sido ni lo seria…
Entonces…
¿Por qué él no tendría derecho de intentar ser feliz?
Sabía que necesitaba olvidar al príncipe, pero también sabía que Vegeta necesitaba a alguien que cuidara de él…
¿Acaso existía un método mejor?
Si se quedaba con el Rey tal vez sus heridas sanaran… y a la vez podría cuidar a Vegeta…
Que más daba si el príncipe llegaba a odiarlo por esto…
Al menos podría estar a su lado…
-Vamos adentro…- murmuró el Rey, separándose del profesor, sus ojos estaban llenos de pasión…
Goku no pudo responderle más que con un asentimiento de cabeza…
El Rey lo tomó de la mano y comenzó a caminar a paso rápido hacia la puerta abierta de la mansión, mientras Goku se dejaba guiar por él como si estuviera ausente…
Nada mas llegar al interior de la mansión, el Rey cerró la puerta y volvió a fundirse con Goku en un apasionado beso…
El profesor ya sabía lo que seguía a continuación, después de todo, no era poca su experiencia con los hombres…
Y sin embargo aquella noche sus sentidos parecían como embotados, como si en su cuerpo solo quedara registro del contacto que había tenido con Vegeta y todo lo demás se hubiera borrado de su mente… Como si el príncipe siempre hubiera sido el único a quien había amado…
Las caricias del Rey encendían su cuerpo, pero no llegaban a su corazón, ni lograban traspasar las barreras de su mente, que parecía hallarse muy lejos de aquel lugar…
Lentamente, con sus besos, el Rey lo fue llevando hacia el sofá del salón…
Goku se dejó caer allí automáticamente, abrazando al Rey… pero sin sentirlo…
Su alma se sentía vacía… hueca…
Goku intentó con todas sus fuerzas borrar esas impresiones…
Sin duda… con el tiempo… llegaría a amarlo…
Claro que si…
Solo debía esforzarse un poco…
El profesor deslizó sus manos por el cabello del Rey, cariñosamente, mientras que las manos del monarca se perdían ya entremedio de su camisa, acariciando su piel desnuda…
El Rey se sentó sobre Goku, quien a su vez estaba sobre el sofá, y acercó sus labios ansiosos al cuello del profesor, lo que provocó que Goku suspirara suavemente, echando la cabeza hacia atrás en el respaldo del sofá…
El Rey fue dejando un rastro húmedo por el cuello de Goku y enseguida comenzó a desabotonarle la camisa… y mientras lo hacia contemplaba a Goku… aunque solo viera a Bardock…
Poco a poco, ambos hombres, maduros y experimentados, fueron quedando desnudos el uno frente al otro, sin sentir ningún tipo de vergüenza…
Pero entonces el profesor vio algo, color café, peludo y largo, asomando desde detrás de la espada del Rey…
-Huhh??? Q-que es eso???- preguntó Goku, señalando la cola del Rey, que hasta ese momento había permanecido perfectamente oculta entre sus ropas…
El Rey se le agarró y sonrió un poco… De haber sido otro el momento tal vez le hubiera dicho toda la verdad a Goku, pero definitivamente, aquel no era el momento…
-No es nada malo…- le aseguró… -Es algo común en la familia de la cual provengo…-
Goku asintió, sorprendido…
-Yo también tenia algo parecido… pero mi abuelito la corto… ahora no recuerdo muy bien…- murmuró Goku, con los ojos entornados e intentando recordar…
Sin embargo el Rey era muy conciente de que Ese no era precisamente un buen momento para ponerse a hablar…
-Mejor me lo cuentas después…- murmuró el Rey con voz apasionada, antes de volver a tomar los labios de Goku por asalto…
Los besos del Rey eran certeros y delicados y poco a poco, el profesor consiguió que su mente se entregara al placer que aquel hombre le proporcionaba…
Con suavidad el Rey acostó a Goku sobre el sofá, mirando su cuerpo desnudo y masculino… soñando que era Bardock…
Muy despacio el monarca abrió las piernas de Goku y lamió su largo dedo índice, que luego comenzó a deslizar dentro del cuerpo del profesor, preparándolo para lo que venia…
Un suave grito escapó de la boca de Goku al sentir esa invasión y el Rey se detuvo de inmediato…
-¿Quieres que me detenga?- preguntó el Rey, pero Goku sacudió la cabeza en señal de negación…
-N-no… siga por favor…- murmuró el profesor…
El Rey prosiguió de inmediato, aunque con mucho cuidado, y cuando Goku finalmente estuvo listo, el Rey comenzó a deslizar su miembro dentro de él…
Nuevos gemidos de dolor salieron de la boca del profesor, mientras que el Rey solo bufaba muy bajito antes de comenzar a embestirlo, conciente de que teniendo en cuenta el lugar en el cual se hallaban (el salón) podían ser descubiertos en cualquier momento…
Goku se aferró con fuerza a la espalda del Rey, intentando ignorar el dolor de su cuerpo y de su alma, a la vez que luchaba por no perder el placer que le provocaba tener sexo después de tanto tiempo…
Lo mismo le ocurría al Rey… hacia tanto tiempo desde la última vez que había estado con alguien de aquel modo, que su cuerpo apenas si recordaba las sensaciones…
El monarca comenzó a acariciar rítmicamente la intimidad de Goku, haciendo que esta vez fueran de ambos los gemidos de placer…
El Rey ya no aguantaba más, así que comenzó a profundizar las embestidas hasta llegar finalmente al orgasmo, casi al mismo tiempo que Goku…
Los cuerpos de ambos hombres estaban cubiertos de sudor, mientras que el Rey se desplomó sobre Goku para darle un tierno beso después del hermoso momento que acababan de compartir…
Goku por otro lado, sentía como si toda su energía y toda su vida se hubieran agotado mientras hacia el amor con el Rey…
Jamás un placer tan dulce le había sabido tan amargo…
El Rey lo miró a los ojos con una bella sonrisa adornada por su barba…
-Quiero que te quedes conmigo Goku…- susurró sin dejar de sonreír y comenzando a salir lentamente del interior del profesor –Quiero que seas mi amante… mi novio… siempre…-
Goku sonrío con algo de tristeza al escuchar esas palabras…
-Por supuesto… nada me haría mas feliz…- suspiró con nostalgia –Pero quiero pedirte algo…-
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“Al Día Siguiente”…
Vegeta daba vueltas en la cama, pensando en que cuando abriera los ojos lo golpearía la resaca del día anterior peor que mil demonios enfurecidos…
Por otro lado, el príncipe se preguntaba también que motivo hallaría aquel día para levantarse y seguir con aquella farsa que era su vida…
No tenia ni idea de cómo había llegado a su cama, pero si estaba seguro de que al levantarse lo esperarían unos regaños bien feos de su padre…
Había pasado una noche llena de sueños… llena de pesadillas… Una noche inquieta y confusa…
Por su mente se deslizaban fragmentos de sucesos imposibles…
Sucesos que no podían ser más que sueños…
Había soñado con su ex-profesor… Había soñado que volaba entre sus brazos… apretado contra su pecho…
Pero eso era imposible…
Imposible y vergonzoso…
¿Cómo se le ocurría a su maldita mente soñar semejantes idioteces?
Un gruñido escapó de la boca del príncipe mientras pensaba esto, pensando también que la luz que se colaba por la ventana de su cuarto ya era demasiada como para seguir durmiendo…
-Arghh… no volveré a beber jamás…- murmuró Vegeta, abriendo los ojos con lentitud y comenzando a sentir las primeras punzadas de una jaqueca histórica…
El príncipe esperó a que sus ojos se acostumbraran un poco a la luz, y lentamente comenzó a levantarse de la cama, ignorando los mareos que sufría…
Su boca estaba reseca y con mal sabor, pero al menos su estomago estaba bien…
Después de todo era el estomago de un saiyan, capaz de soportar kilos y kilos de cualquier comida…
Además sabía que podría consolarlo…
Un buen balde de helado de fresa…
El príncipe se terminó de levantar de la cama, apenas notando que seguía vestido con las mismas ropas del día anterior solo que ahora estaban todas arrugadas por haber dormido con ellas, y salio de su habitación, mirando el suelo…
Iba pensando en todas las cosas que daban vueltas en su mente, su próximo casamiento, su padre, su profesor, cuando de pronto tropezó con algo y estuvo a punto de caerse…
Supuso que seria alguien de la servidumbre, así que levanto sus ojos coléricos con el insulto a punto de salir de su boca, pero cuando vio de quien se trataba, las palabras murieron en sus labios…
Allí, como un espejismo…. Estaba Goku…
El profesor se le aparecía con un elegante traje y su expresión habitualmente relajada, aunque había un extraño trasfondo de dolor en lo profundo de sus ojos negros…
Pero él no podía estar allí realmente… Acaso todo ese seria parte de un sueño???
Para comprobarlo el príncipe se dio un pellizco en el brazo… dolía… así que tenia que estar despierto…
-Buenos días príncipe…- saludó algo formalmente el profesor, haciendo que Vegeta se sobresaltara al escuchar de nuevo su voz…
-Como… como es posible que… estés aquí???- balbuceó el príncipe, retrocediendo un paso y con el rostro mas pálido que si hubiera visto a un fantasma…
-He vuelto para enseñarle… para ser su profesor hasta el día de su casamiento…- respondió Goku tranquilamente, de modo tal que hasta parecía un hombre totalmente distinto…
-P-pero… como???? Por que????- susurró Vegeta, mas para si que para su profesor…
-Su padre me lo pidió…- mintió Goku, recordando la charla que había tenido la noche anterior con el Rey…
Goku le había dicho que se quedaría en la mansión, pero que quería seguir siendo el profesor de Vegeta, al menos hasta que el joven se casara…
Al Rey le había parecido extraño, pero de todos modos había accedido…
Y allí estaba… de nuevo como al principio, parado frente a aquel insolente principito, diciéndole que seria su profesor…
Bueno las cosas habían cambiado algo desde aquel lejano primer día, pero la situación era parecida…
-Mi padre…- susurró Vegeta, aun demasiado shockeado como para entender nada…
Por un lado se sentía inmensamente feliz por la presencia allí de su profesor, pero también le preocupaba no ser capaz de resistirse mucho tiempo si Goku intentaba algo…
-Bien príncipe… vaya a buscar sus cosas, yo lo estaré esperando en el cuarto de estudios…- dijo Goku, antes de darle la espalda y marcharse de allí a paso seguro, como si no le importara en lo mas mínimo aquel muchacho que ahora dejaba detrás suyo…
Vegeta se quedó paralizado un buen rato, intentando asimilar todo esto…
Goku había vuelto…
Que impacto tendría esto en su vida??...
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Goku llegó al cuarto de estudios, sintiendo que apenas había disparado la primera bala de una larga guerra contra sus sentimientos…
Ver a Vegeta de nuevo había sido mucho mas fuerte que el día anterior, cuando lo había salvado de las garras de su amigo…
Esta vez el príncipe estaba despierto… esta vez le había hablado siendo conciente de su presencia…
Era casi como el reencuentro tras mucho tiempo…
El profesor se sentó detrás de su escritorio, reflexionando en todo esto al punto de perderse en su propia mente…
Estaba concentrado en todos los sucesos del día anterior, cuando Vegeta al fin llegó al cuarto de estudios, sujetando su cuaderno de siempre y su bolígrafo…
Se sentó en su pupitre, sin decir palabra, pero sus ojos no se apartaban de Goku…
-Dime algo…- dijo al fin Vegeta, haciendo que Goku se estremeciera de solo escuchar al príncipe dirigirle la palabra, incluso aunque aun siguieran frescos los besos del Rey en sus labios…
-Fuiste tu quien me trajo aquí de vuelta ayer a la noche verdad??- prosiguió Vegeta…
Goku asintió con la cabeza…
-Así es, y fue entonces que su padre me pidió que me quedara…- respondió Goku, obviando la parte de que ahora era el novio del Rey…
-Vaya… entonces supongo que debo darte las gracias…- murmuró Vegeta, sorprendido, dándose cuenta de que no todos sus sueños habían sido tal cosa…
Aunque estaba seguro de que Goku no volaba… sin duda esa parte no había sido más que producto de su imaginación…
-No es necesario… me conformare con que estudie…y con que no vuelva a hacer tonterías ni a beber tanto…- respondió Goku con bastante frialdad…
Vegeta no dijo nada mas, conteniendo con todas sus fuerzas la respuesta irónica que subió a sus labios al escuchar a aquel hombre intentando decirle a él, lo que tenia que hacer, y prestó toda la atención que pudo a la clase de Goku, pero su mente estaba tan distraída que no comprendió ni la mitad de lo que decía su profesor…
El príncipe simplemente estaba con el mentón apoyado sobre sus manos, y la mirada perdida, triste y soñadora…
“Yo se por que volviste aquí…” pensaba con dolor, observando a Goku, quien se esforzaba por olvidar los ojos que se mantenían clavados en su espalda mientras copiaba un calculo matemático en la pizarra…
“Yo se por que volviste… pero es imposible profesor, acéptalo…” repetía Vegeta en su mente…
Poco a poco las horas fueron escurriéndose, llenas de tristeza para ambos hombres…
Goku estaba intentando explicarle un problema de matemática a Vegeta quien parecía como en otro universo, cuando la puerta del cuarto de estudios se abrió de golpe y en el umbral apareció un sonriente Rey, quien se veía revitalizado aquella mañana…
Vegeta parpadeó un poco y lo miró con indiferencia, como si su mente ni siquiera fuera capaz de preguntarse que hacia allí su padre…
-Vamos hombrecitos míos… el almuerzo ya esta listo! No hagan esperar a un Rey…- dijo el monarca con alegría, acercándose a Goku…
-Ahora vamos…- murmuró el profesor…
Vegeta no se movió de su asiento, suspirando ligeramente, mientras sus pensamientos aun seguían puestos en Goku…
-Vamos, vamos, mi amor…- dijo el Rey a Goku, sin ninguna vergüenza, haciendo que Vegeta rápidamente se sustrajera de sus pensamientos y mirara a aquellos dos con ojos relampagueantes…
Acaso su espantoso dolor de cabeza y su estomago vacío le estaban jugando una mala pasada y había escuchado mal???
Goku no dijo nada y se levantó de su asiento, siguiendo al Rey, quien le colocó una mano en la espalda con total confianza…
Ambos se detuvieron, esperando a Vegeta…
El príncipe los miraba con el rostro desencajado… ¿De que demonios se había perdido?
-Perdón… me perdí de algo???- preguntó el príncipe, cruzándose de brazos y mirando siniestramente a su padre y a su profesor…
El Rey le sonrío a su hijo como si nada…
-Pues bueno Vegeta… pensábamos decírtelo durante el almuerzo… pero es lo mismo…Aunque tambien tu y yo debemos hablar de lo que sucedió ayer a la noche y que me tiene muy decepcionado…-… El Rey guardó silencio por un minuto, mientras que Vegeta ya comenzaba a sentirse desesperado…
-Decirme que cosa????- preguntó el príncipe, el Rey lo miro de nuevo con tranquilidad, antes de volver a hablar…
-Goku y yo ahora estamos juntos… Él es… bueno… él es mi novio…- confesó el Rey con una sonrisa algo avergonzada…
Vegeta miró a Goku, quien miraba hacia otro lado, con el mentón temblándole casi descontroladamente…
-Que?...- apenas pudo murmurar el príncipe…