-Sé… sé muy bien que nada de lo que diga te hará cambiar de opinión respecto a irte… Así que… si ni siquiera por mi eres capaz de olvidar esa venganza… entonces esta vez seré yo quien te siga a ti…- le susurró Goku, aun con una sonrisa…
Vegeta se quedó inmóvil al escuchar esas palabras, casi parecía como si el tiempo se hubiera detenido a su alrededor…
El sonido del agua dejo de oírse… La luz rosada del atardecer pareció tornarse mas oscura e incluso pareció que los pájaros ya no cantaban…
-Ya he tomado mi decisión yo también…Cuando vayas a vengarte de Freezer… Iremos juntos…- concluyó Goku…
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-No…- apenas pudo susurrar el príncipe, dándose cuenta de que su peor temor se había hecho realidad…
-Has dicho algo mi amor?- preguntó Goku, aun sin soltar su tierno abrazo…
-Tu no puedes venir con nosotros…- respondió Vegeta aclarándose la voz y dándose vuelta para mirar a Goku a los ojos…
-Iré…- fue la firme respuesta del profesor…
-He dicho que no!!! Tu no puedes venir! Tú no tienes nada que hacer contra Freezer!!- exclamó Vegeta frunciendo el ceño con rabia…
-Que no tengo nada que hacer contra ese monstruo?? El destruyó mi planeta! Así que esta venganza es también asunto mío! Además… Debo protegerte…- replicó Goku
-No entiendes a quien nos enfrentamos!! No puedes hacer nada contra él… No puedes protegerme… no esta vez…- la voz del príncipe fue perdiendo intensidad a medida que hablaba, como si su voz y sus fuerzas estuvieran a punto de fallarle…
-Si no puedo protegerte entonces me sentiré dichoso de poder morir a tu lado… - la voz de Goku era tan serena y decidida, que Vegeta comprendió que nada haría cambiar de opinión a su profesor…
-No… Tú no puedes morir… Tu debes vivir… no importa el precio…- susurró Vegeta para si, y sus palabras se perdieron en el viento antes de que Goku pudiera escucharlas…
-Vamos Vegeta… debes confiar en mi… Se que si estamos juntos podremos contra todo…-
Goku esbozó una de sus enormes sonrisas de siempre, y le tendió la mano a Vegeta… mano que el príncipe miró dudosamente…
En verdad Goku seria capaz de estar a la altura de él y de su padre?? Seria capaz de ayudar en una batalla?? O solo estorbaría???
La duda prevaleció en la mente del príncipe hasta el final, pero finalmente tomó una decisión…
-Bien… confiaré en ti…- aceptó Vegeta, tomando la mano que le ofrecían… -Y estos dos meses que faltan para mi casamiento, tu y yo los emplearemos entrenando….-
Goku asintió seriamente con la cabeza, pero enseguida se llevó la mano libre a la nuca y rió un poco –Pero te advierto que no soy tan débil como crees… Entre con el maestro Roshi así que estoy muy preparado para el tipo de entrenamiento que sea…-
-Bien. Ya veremos.- respondió el príncipe sin ni un atisbo de sonrisa en su rostro serio y preocupado…
-Bien… Ahora ya es momento de volver a casa…- anunció Goku, mirando el horizonte en el cual los últimos rayos de luz de día se esfumaban con rapidez, reflejándose en aquel hermoso río transparente y llenando con un poco de luz mortecina, ese paraíso que de ahora en mas solo le pertenecía a ellos dos…
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Los tres días que faltaban para la gala de compromiso, ambos decidieron tomarlos como una especie de descanso y preparación mental para el entrenamiento que se vendría después del compromiso…
El Rey ya estaba enterado respecto a los planes de Goku a acompañarlos para vengarse de Freezer, y la idea le había parecido estupenda…
Vegeta por un momento había guardado las esperanzas de que su padre se negara y le prohibiera a Goku ir, pero eso no había ocurrido, y el Rey mismo se había ofrecido a ayudar a entrenar a Goku luego de la fiesta del viernes en la noche…
Ya todo parecía decidido, hasta el más mínimo detalle… Pero no todo seria tan fácil…
Goku paso esos días terriblemente angustiado, preguntándose como soportaría tener que sonreír y fingir mientras el amor de su vida se comprometía con otra persona…
Y por culpa de esto, las dudas volvieron…
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-¿¿Me quieres??- preguntó Goku esa ultima noche antes del día del compromiso… Acababan de hacer el amor con Vegeta y los dos apenas si habían recuperado la cadencia normal de sus corazones y de sus respiraciones, pero esa necesidad de que su príncipe le dijera que lo amaba era mas fuerte que cualquier otra cosa…
Vegeta solo se quedó en silencio en la oscuridad de la habitación, molesto, por que detestaba que Goku le hiciera esa pregunta…
-Dime… ¿¿me quieres??- repitió el profesor con un evidente nudo en la garganta…
-Para que quieres que te diga lo que ya sabes?- respondió el príncipe de mala gana, y su voz sonó tan fría en esa oscuridad que invadía la habitación alejada que habían elegido esta vez para amarse, que el nudo en la garganta de Goku creció hasta casi sofocarlo…
-Me gustaría que me lo dijeras…- dijo el profesor abrazando un poco mas a su príncipe…
-Yo no digo esas cosas a nadie…- replicó el príncipe con bastante mal tono…
Él también venia teniendo muy malos días desde que Goku había decidido que iría con ellos a intentar derrotar a Freezer… A veces tenía tanto miedo que se sentía paralizado… Incapaz de actuar… incapaz de pensar con coherencia… Cuando era solo su vida la que estaba en juego no le había importado ni un poco… Pero ahora era la vida de Goku la que dependería del resultado de ese encuentro… Y eso lo llevaba casi hasta el borde de desear renunciar a todo y quedarse en la tierra para siempre…
Pero no… Freezer tenía que pagar… Y él debía vengar a su raza… Era un deber que le reclamaba la mismísima sangre que corría por sus venas…
-¿¿No dices esas cosas a nadie?? Pensé que yo era la excepción a los demás…- susurró Goku, molesto por esa aparente indiferencia del príncipe…
-Vamos a dormir…- respondió Vegeta de un modo bastante cortante…
-Bien…- murmuró Goku, soltando su abrazo y dándole la espalda al príncipe…
Vegeta apenas si notó esto, y ni siquiera se le pasó por la cabeza interpretarlo como un acto de fastidio por parte de su profesor, dentro de su mente asuntos mucho mas importantes lo reclamaban…
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Y al día siguiente ya era viernes… El día tan temido y odiado por Goku, y el día que era poco más que un simple trámite para el príncipe y el Rey…
El cielo durante la mañana era soleado y perfecto, pero a medida que el día avanzó, se fue tornado gris, oscuro y frío… Casi como un mal presagio…
Y eso mismo se encargó de señalarle Goku al príncipe esa tarde, mientras este se preparaba para la fiesta…
Vegeta lo miró con algo de irritación…
-Se puede saber que te pasa?? Últimamente andas insoportable…- comentó mientras disponía todo para darse una buena ducha antes de empezar a vestirse…
-Insoportable??? Es solo que me molesta tener que estar presente durante una farsa…- respondió Goku casi tajantemente…
-No volveremos a discutir esto…- replicó Vegeta sintiendo que su poca paciencia comenzaba a agotarse…
-Ya lo creo… tu has tomado la decisión y yo debo plegarme a ella sin poder decir siquiera una sola palabra de protesta…-
-Nadie te pidió que me sigas… Eres libre de irte…- respondió el príncipe sin querer mirar el rostro de su profesor, mientras una parte de él deseaba con intensidad que Goku se marchara… Al menos así estaría a salvo de Freezer…
-No lo haré…- respondió Goku tranquilamente…
Ambos estaban en la habitación del príncipe, y Goku se hallaba estirado sobre la cama de Vegeta como si no pasara nada… Como si no se estuviera muriendo por dentro de dolor e impotencia…
Vegeta no dijo nada mas, y entró en el baño para darse una larga y relajante ducha… Estaba tan estresado últimamente, encima Goku no cooperaba… Su profesor parecía enrabietado todo el tiempo, y Vegeta no tenia idea de cual sería el motivo…
“No importa… sin duda cuando toda esta farsa de fiesta pase y mi casamiento también, todo se pondrá mas tranquilo entre él y yo…” pensó el príncipe, desnudándose dentro del cuarto de baño y preparando la bañera con agua tibia…
Mientras tanto, Goku reflexionaba…
Y sus reflexiones no eran nada agradables…
Bien. Vegeta se casaría. No es que el príncipe quisiera a la terrícola, simplemente se casaría por que debía hacerlo para poder conseguir la nave que les permitiría ir a buscar a Freezer… Entonces, si él ya había entendido eso, por que cada vez que le daba mas y mas vueltas al asunto sentía como si enormes heridas se abrieran en su pecho??
El profesor dio un par de vueltas en la cama, sumido en oscuros pensamientos…
¿Quién le hubiera dicho, aquel lejano día en que conoció al Rey, que acabaría perdidamente enamorado del hijo de este? ¿Quien le diría que algún día estaría estirado en la cama de un príncipe como si él mismo fuera un príncipe, y esperando para verlo casarse?? ¿Quien le diría que algún día tendría que soportar ver el enlace de la persona que más había amado con otra persona que no era él…?
Pero nada de eso era lo peor de todo… Lo peor de todo era pensar que cuando Vegeta se casara debería cumplir con sus obligaciones de esposo…
Goku sabía muy bien que sería lo que finalmente pasaría entre el príncipe y Bulma el día de su noche de bodas…
Y Después de eso… ¿Qué sucedería si Bulma quedaba embarazada?...
-Ahhhhhhhh!!! Tengo que dejar de pensar en estas cosas!!!- exclamó el profesor, sintiendo como en su pecho se formaba una gran bola de ira contra aquella mujer y contra la vida misma que los había llevado a esa situación…
Los minutos fueron pasando, cada vez estaba mas cerca la hora del arribo de los invitados y también de la futura esposa de Vegeta… En el piso de abajo el Rey había ordenado que se preparara el enorme salón de baile, con mesas, una orquesta para tocar vals y decenas de sirvientes a disposición de los invitados…
Goku sabía que el Rey era quien mas emocionado estaba por todo el asunto, y no solo por que lograría tener su nave y cumplir su venganza, si no por que en realidad Bulma le agradaba y le parecía una buena compañera de vida para su hijo… Y cuando había oído esas palabras dichas por el mismísimo Rey, Goku había estado a punto de echar bilis por la boca…
Y estaba el profesor pensando en todas estas cosas espantosas, cuando un Vegeta recién salido de la bañera se apareció antes sus ojos, con una toalla blanca anudada a la altura de la cadera…
El príncipe evitaba la mirada de su profesor, y se fue derecho a buscar el traje que tenia para ponerse aquella noche…
-¿Nervioso?- preguntó Goku casi con sarcasmo que no paso desapercibido para el príncipe…
-¿¿Por que debería estarlo??- preguntó Vegeta con indiferencia…
-Por nada… puedes venir aquí un momento por favor? Necesito decirte algo…- susurró Goku con la mirada perdida y abandonando todo su sarcasmo…
El príncipe fue hacia la cama donde estaba su profesor, preguntándose que podría querer decirle… Pero todo eso no había sido más que una artimaña de Goku para atraerlo a su lado…
-Siéntate…- indicó el profesor, haciendo un espacio en la cama, donde el príncipe se sentó…
-¿Que quieres? Ya debo comenzar a prepararme…- dijo el príncipe con acento molesto…
Goku también se sentó en la cama, y se lo quedó mirando…
-Simplemente quiero recordarte a quien estas unido en realidad…-
-Umm?- apenas pudo murmurar Vegeta, antes de encontrarse sujeto entre los brazos de su profesor…
Goku atrapó aquellos labios suaves entre los suyos propios, robándole el alma al príncipe en un solo beso, que lo hizo temblar hasta lo mas profundo de su ser…
-N-no… no hay tiempo para esto…- intentó negarse débilmente Vegeta, pero Goku no lo dejó terminar, por que de un solo y rápido y movimiento, le arrebató la toalla con la que el príncipe se cubría y lo dejó desnudo sobre la cama…
La piel del príncipe todavía estaba tibia gracias al baño que se había dado recién, y su piel tan tersa y perfecta se hallaba cubierta de gotitas de agua que parecían diamantes… Goku besó cada centímetro de esa hermosa piel, bebiendo y secando el agua con sus labios, Vegeta era incapaz de negarse ante aquellos labios y antes esos besos llenos de amor y pasión, ante esa lengua que sabía justamente donde tocarlo para hacer que su cuerpo entero temblara de placer…
Unos suspiros muy suaves escapaban desde la boca abierta de Vegeta, mientras que su mirada aparecía perdida en la nada, como si ya no fuera su mente la que estaba al mando, si no tan solo su cuerpo... Goku terminó acomodándose encima de él, sin dejar de cubrirlo de besos apasionados y comenzó a acariciar su intimidad como solo el sabía hacerlo…
-Ahhhhhh… S-sigue…- suspiraba el príncipe sintiendo como la mano de su querido profesor se encargaba de darle placer…
Goku siguió masturbándolo muy despacio, con toda la intención de hacerlo venirse, pero cuando eso estaba por suceder, Vegeta quitó la mano de su profesor y se encargó de empezar a desnudar a Goku también…
Esta vez fue el profesor quien recibió los besos por todo su cuerpo y fue su turno de estremecerse por completo…
El príncipe comenzó a masturbarlo también, pero mucho más rápido, por lo que el profesor sintió que no aguantaría mucho más…
Obligó a Vegeta a soltar su miembro y de nuevo volvió a montarlo, esta vez atrapándolo entre sus brazos con fuerza…
-Quiero hacerte el amor…- le susurró el profesor al oído, mientras sus pieles compartían un calor abrasador sobre aquella cama…
El príncipe su ruborizó intensamente y asintió con la cabeza, demasiado excitado como para hablar…
El profesor le separó las piernas un poco mas y mientras una de sus manos seguía ocupándose de darle placer a la erección de Vegeta, la otra se dirigió hacia su entrada, donde comenzó a jugar con sus dedos, entrando y saliendo, lo que provocaba una sensación enloquecedora en el cuerpo del príncipe…
-Ahhhhh!!! N-no voy a aguantar mucho mas…- dijo el príncipe en una mezcla de suspiro y gruñido, por lo que Goku se apresuró a retirar sus dedos y comenzó a acomodar su miembro en la entrada del príncipe…
De a empujones muy suaves, el profesor se fue introduciendo dentro de su amado Vegeta, quien no dejaba de resoplar y de gruñir con un poco de dolor, aunque el placer era miles de veces mayor…
“Que pensarías Bulma… si supieras que le estoy haciendo el amor de esta manera a tu futuro esposo??” pensaba Goku mientras comenzaba a mover sus caderas suavemente para entrar y salir del príncipe delicadamente…
La cara de Vegeta estaba distorsionada de placer y sus mejillas totalmente ruborizadas… Era una expresión perfecta, una que llenaba de placer y seguridad a Goku… Su príncipe gozaba a su lado…
El profesor siguió embistiéndolo suavemente hasta que sintió como su orgasmo llegaba, por lo que comenzó a acelerar el movimiento de su mano sobre la erección de un excitado príncipe que no tardó mucho en venirse…
Un fuerte gruñido que Goku no le había escuchado jamás brotó de su garganta, era fuerte y poderoso… Masculino… Y en respuesta, uno similar escapó también de su boca mientras su esencia comenzaba a derramarse dentro del príncipe…
-Ahhhrghh!!!! Te amo Vegeta….- exclamó Goku en ese momento tan sublime y exquisito, pero como siempre el príncipe no le respondió…
Sus cuerpos cayeron agotados y sudados, uno arriba del otro… Al cabo de un minuto, lentamente, Goku se salió del interior de Vegeta y se quedó mirando el abdomen sucio del príncipe…
Antes de que Vegeta pudiera decir nada, se bajó hasta allí y lamió el semen del príncipe hasta dejarlo bien limpio, lo ocasionó un fuerte sonrojo en su propietario…
-Que pervertido eres…- comentó Vegeta con una sonrisita especial que hizo temblar el alma de Goku…
-Mira quien habla… él que recién gemía pidiéndome más amor…- bromeó Goku, con una sonrisa igual de hermosa en su rostro y sintiéndose mucho mas relajado…
-Ya cállate…- murmuró Vegeta, mientras sus mejillas volvían a encenderse…
Lamentablemente, después de ese hermoso momento que ambos habían compartido, llegó la hora de volver al mundo real… De comenzar a prepararse para la velada de aquella noche…
Esta vez fue Goku quien se metió en el baño del príncipe y dejó a este comenzando a ponerse el esmoquin que debería utilizar esa noche…
Pero cuando Goku terminó con su largo baño, el príncipe aun no había conseguido ponérselo del todo…
-Mierda con estas malditas basuras terrícolas…- gruñó justo cuando Goku salía del cuarto de baño…
El príncipe estaba parado frente a un espejo de cuerpo entero, intentando acomodarse el moño del esmoquin pero no podía hacerlo, por lo que al final Goku sintió pena y decidió ayudarlo…
-A ver, vamos, quítate, déjame que yo lo haga…- suspiró el profesor, parándose delante de Vegeta y ayudándolo a colocarse el moño correctamente…
Vegeta no decía nada, pero se notaba muy a las claras lo irritado que estaba por la situación…
Y por otro lago Goku… Goku simplemente se sentía triste…
Jamás en toda su vida se había afrontado a la idea de que algún día tendría que estar preparando, él mismo, a la persona que amaba para entregársela a otra…
Era un pensamiento doloroso y que el profesor intentaba ignorar con todas sus fuerzas, pero era la verdad y nada podía cambiarla…
Él, con sus propias manos, estaba ayudando a su príncipe a vestirse para que luego él bajara y fuera reconocido ante todo el mundo como el futuro esposo de Bulma…
-Ya está…- dijo Goku con voz cansada, cuando su tarea concluyó…
-Bien…- murmuró el príncipe dándose vuelta para mirarse en el espejo… El esmoquin estaba impecable y el moño en su lugar, ya no faltaba nada…
-Espérame abajo… Yo ahora me visto y voy…- dijo el profesor…
Vegeta asintió y se marchó, dejando a su profesor solo para que se cambiara…
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En el piso de abajo aun no había nadie, según pudo comprobar Vegeta cuando bajó… No había ni atisbo del Rey y tampoco de los invitados, pero claro, estos últimos comenzarían a llegar recién a las nueve de la noche y ahora apenas eran las ocho…
El príncipe aguardó pacientemente al pie de las escaleras, y entonces, por fin, Goku bajó, vestido con su traje de gala…
Nada mas verlo el príncipe se quedó con la boca abierta…
Jamás había visto a Goku con un esmoquin, pero lo lucía de maravilla… El profesor era un hombre alto y de porte distinguido, por lo que esas prendas le quedaban fantásticas…
Las mejillas del príncipe se colorearon enseguida cuando Goku terminó de bajar las escaleras y lo miró con esa media sonrisa enloquecedoramente hermosa…
-Olvidaste tu boca abierta…- señaló Goku con una risita, y entonces por fin, Vegeta se acordó de cerrar la boca…
-Te ves bien…- comentó el príncipe como si nada, aunque eran otras las palabras que querían escapar de sus labios…
-Gracias, tu también…- respondió Goku algo lacónicamente…
-Bien, vamos…- indicó el príncipe, y ambos se fueron hacia el salón que el Rey tan amorosamente había ordenado preparar…
Cuando llegaron allí, el salón estaba totalmente desierto, a excepción de algún que otro integrante de la orquesta que al Rey se le había ocurrido contratar…
La superficie del piso era enorme y lustrosa, casi como un espejo, y en la distancia, estaba dispuesta una enorme y larga mesa donde comerían los futuros novios y sus mas allegados, cubierta por un fino mantel blanco, y alrededor de esa mesa, las demás mesas satélites para los otros invitados…
Goku se quedó observando todo esto con melancolía… Apenas si podía hacerse a la idea de que en poco más de una hora todo ese lugar estaría lleno de gente fina que le robaría la atención de su príncipe…
-Y bien, ¿ahora que hacemos?- preguntó Goku con voz algo sombría como sus pensamientos…
-No lo sé, supongo que esperar…- respondió Vegeta, tirando un poco del nudo de su moño que parecía querer ahogarlo…
-¿Estas nervioso?- pregunto Goku, notando ese gesto…
-Algo. Tendré que bailar un maldito vals con esa mujer y no tengo idea de cómo se hace eso…- comentó Vegeta, mirando insistentemente hacia la orquesta, casi como si fuera un demonio salido de sus peores pesadillas…
-Lo hubieras dicho antes…- dijo Goku, y sin previo aviso sujetó a Vegeta por la cintura…
-O-oye que demonios haces?? Nos pueden ver!- exclamó el príncipe, tratando de zafarse de ese agarre pero sin verdadera fuerza…
-Y??? Solo soy un profesor que enseñara a su alumno a bailar…- respondió Goku con una sonrisita algo triste…
-Tu?? Si tú no sabes bailar… Además no hay música y…- pero el príncipe no pudo terminar de quejarse por que el profesor le hizo una seña a la gente de la orquesta, y de pronto, un suave vals comenzó a sonar, inundando todo el salón…
-Vamos…Confía en mi… siempre quise bailar contigo…- dijo Goku, comenzando a moverse mientras sostenía a un torpe príncipe…
-Argh!! Rayos!!! Te he dicho que no se bailar estas porquerías!!- exclamó Vegeta, pero de todos modos se fue dejando llevar por el ritmo que Goku le marcaba, y antes de darse cuenta, ambos estaban bailando juntos…
Y mientras se movían, el mundo pareció dejar de existir por un instante…
Allí solo estaban ellos y nadie más… Compartiendo un vals… y no solo eso… Compartiendo la misma alma…
La mirada de Vegeta estaba ya atrapada por la de Goku y viceversa, mientras ambos se movían al ritmo de esa melodía tan dulce y romántica…
-Uno… dos… uno… dos…- murmuro Goku sonriendo, mientras sus ojos seguían fijos en Vegeta…
-Si no dejas de repetir eso, te golpearé…- lo amenazó el príncipe, un poco en broma y un poco enserio…
-Tienes razón… te conozco tanto que hasta puedo guiarte sin hablar…- y en efecto, Goku sabía como guiar al príncipe, por lo que no tuvieron ni un solo incidente, y no dejaron de dar vueltas por todo el salón si no hasta que la orquesta cesó de tocar y se escucharon unos pasos poderosos resonando en las cercanías del salón, eran los pasos del Rey… Goku y Vegeta se separaron, aun mirándose con anhelo… Y los pasos de otras personas se escucharon también, seguidos de alguna que otra discreta risa… Los invitados acababan de llegar…
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Después del desfile interminable de damas ricas y caballeros distinguidos, de saludos y platicas vanales, finalmente a eso de las diez de la noche, y cuando ya estaban todos los invitados reunidos, al fin llegó la princesa de la velada…
Todo el mundo se quedó en silencio y todos se apartaron para abrirle paso a la futura heredera de Corporación Capsula y futura esposa del príncipe Vegeta…
Goku estaba al lado del príncipe cuando ella llegó…
En ese preciso momento, el profesor se dio cuenta de que jamás en toda su vida, había visto a una mujer más hermosa que aquella… Y eso de nuevo le cerró la garganta…
¿Cómo era posible que siquiera intentara competir contra ella?
Y además, ¿¿¿Por qué Vegeta se había quedado mirándola tan fijamente???
¿Acaso… Acaso la hallaba atractiva…?
La peliverde venia escoltada por su padre, quien lucia muy elegante esa noche al igual que todos los invitados, y traía un vestido, que, aunque era discreto, denotaba toda su fineza y elegancia… El vestido era de color caramelo, sin mangas y largo hasta el suelo, de fina seda y gasa, con detalles de perlas y ribetes dorados… En verdad parecía toda una princesa…
El Rey fue el primero en acercarse a saludarla, pero ella solo tenia ojos para Vegeta, quien en ese momento estaba parado junto a una persona que parecía haberse quedado petrificada…
La peliverde intercambio los saludos de rigor con las personas que estaban más cerca de ella, y de inmediato se recogió las faldas del vestido y avanzó hacia su príncipe…
Vegeta por supuesto tomó la mano que ella le extendía y se la llevó a los labios para besarla, pero Bulma no pareció satisfecha con eso, así que saludó a su príncipe con un corto beso en la boca, mientras Goku los observaba…
Eso fue como una estocada en el corazón del profesor, quien no pudo moverse ni decir nada… Después de todo, no tenía derecho alguno a entrometerse…
Sin mas, el profesor se fue a sentar en a la mesa, desapareciendo del foco de atención rápida y silenciosamente, de modo tal que Vegeta ni siquiera lo notó…
Todo el mundo rodeando a los novios se veía entusiasmado, incluso el propio Vegeta aparecía emocionado ante los ojos de un profesor que ya no sabía si el príncipe solo era un buen actor o en verdad estaba emocionado por la situación…
“Y es que Bulma es tan perfecta…” pensó Goku, escondiendo el rostro entre las manos y frotándose un poco los ojos… “Es hermosa… es digna de un príncipe como Vegeta… Es una buena mujer, y es de su clase… ¿¿Como puedo yo competir contra eso??”
Y los pensamientos del profesor fueron aun peores, cuando vio como los novios compartían el mismo vals que él había bailado con Vegeta hacia tan solo unas horas atrás… Ahora Vegeta parecía haber aprendido a moverse a la perfección junto con la peliverde, y todo el mundo los observaba con sonrisas aprobatorias en sus rostros, era un vals como debía ser, de un caballero y una dama, no de un hombre ya maduro con un adolescente que era su alumno… Y esos pensamientos siguieron clavándose como hondas y afiladas cuchillas en el alma de Goku, en su mente y también en su corazón…
De ese modo la noche se fue escurriendo ante los ojos de un deprimido profesor, que no dejaba de vigilar a los novios con la mirada…
Pero todo era para peor, cada vez que los veía o estaban del brazo, o bien parecían muy ocupados hablando de cosas que Goku ni siquiera imaginaba, lo que acrecentaba la desconfianza del profesor…
Finalmente llegó la hora del banquete y el Rey se acomodó en un asiento justo al lado de Goku, mientras que Vegeta se sentaba del otro lado con Bulma en el asiento contiguo…
Goku suspiró, incomodo de verse entre el padre y el hijo, pero no estaba dispuesto a abandonar su posición al lado de Vegeta…
Todos los invitados comenzaron a acomodarse entre suaves murmullos y conversaciones de aristócratas, y cuando ya todos estuvieron sentados, se dio por iniciada la verdadera fiesta…
Goku estaba sumido en sus propios pensamientos, por lo que apenas si se dio cuenta de cuando el Rey tomó la palabra para hacer el brindis…
-Queridos amigos…- comenzó con esa voz elegante y pomposa de siempre, levantándose de su asiento y alzando la copa de champagne que tenia en la mano… -Primero que nada… muchísimas gracias a todos por haber venido a esta noche tan importante en la vida de mi hijo y de la Señorita Brief… Y para que mentir, también en la mía… Es extraño para un padre saber que su hijo pronto será un hombre casado, pero no puedo quejarme, por que mi futura nuera es la mejor mujer que he conocido, y sé que será una fiel compañera para mi querido hijo… Así que… Por ti Bulma Brief…- concluyó el Rey, mirando a la peliverde con una sonrisa y alzando la copa en su dirección…
Bulma se sonrojó tontamente y le agradeció la atención con una sonrisa igual de grande…
-Y ahora… Creo que mi hijo también quiere decir unas palabras…- dijo el Rey, mirando al príncipe…
Vegeta alzó la mirada hacia su padre con algo de sorpresa y de molestia ya que eso no estaba planeado… Y ahora todas las miradas estaban puestas en él…
Todos esos rostros vacíos de expresión… Aguardando las palabras que el príncipe no quería decir…
Había fingido demasiado tiempo durante aquella noche, y sentía que su paciencia ya estaba al límite…
Todas esas personas… Todas esas miradas huecas y vanas… La mujer que sostenía su mano a un lado y que él no quería ni un poco por que su corazón le pertenecía a su profesor, también intentaba obligarlo con la mirada a que dijera cosas que él no deseaba decir…
Tantas caras… Y ni una sola mirada que valiera la pena…
Pero aquella era su obligación, era momento de tragarse su orgullo y seguir actuando para esas personas…
El príncipe tomó su copa y se levantó también, justo al mismo tiempo en que un Rey de sonrisa satisfecha retomaba su asiento…
El príncipe carraspeó un poco, para aclararse la garganta y luego suspiró, comenzando ya a tramar las falsas palabras que diría…
Pero justo en ese momento, una presencia se removió a su lado, y sus ojos inevitablemente tropezaron con los ojos tristes de Goku…
Esa mirada… Esa mirada era la única que valía la pena entremedio de toda esa gente… Y ahora se veía triste… Triste y solitaria…
Y entonces Vegeta por fin comprendió que toda esa situación no solo era difícil para él… si no también para el hombre que había elegido como su compañero… Se dio cuenta de que para Goku era incluso mucho más difícil que para él…
Tener que estar allí, representando una obra de la que ni siquiera era protagonista, si no tan solo un personaje de relleno… Por eso aquella tarde le había dicho “No quiero que olvides a quien estas unido en verdad…” Pero… como podría olvidarlo? Si sus almas se habían enlazado en una sola desde el mismo momento en que se habían conocido…
Y las palabras que Vegeta iba a decir murieron en sus labios…
Todo el mundo esperaba impacientemente, y la expresión de Goku ya se había tornado opaca y resignada, casi ausente, como si el profesor ya se estuviera preparando para cerrar sus oídos y no escuchar nada de todo aquello…
-Vegeta… que ocurre??- le masculló la peliverde entre dientes, al ver como su futuro esposo se había quedado de pie y paralizado…
-No…- apenas susurró el príncipe…
Y Goku, sentado a su lado, lo escuchó a la perfección…
Los ojos del profesor brillaron interesados y preocupados, pero Vegeta no podía salir de su conmoción al comprender todo el sufrimiento por el que había hecho pasar a la persona que mas amaba…
-No…- repitió el príncipe, esta vez con mas claridad, y dirigiéndose a todo el mundo…
-Todo esto es una mentira…- prosiguió, mirando a todo el mundo de frente, mientras el Rey ya comenzaba a alarmarse…
-Yo no amo a esta mujer… Yo… yo no quiero casarme con ella…-
Goku esta vez miraba a su príncipe con la boca abierta, al igual que el resto de las personas que ya habían comenzado a cuchichear entre ellas…
-P-pero que dices Vegeta?? Jeje, ya te subió el champagne a la cabeza…?- dijo el Rey en un intento de salvar la situación, pero cuando la mirada furiosa de su hijo revoloteó hacia él, no pudo hacer mas que cerrar la boca…
-Que demonios estas haciendo Vegeta???- Susurro Bulma furiosa –Si esto es una broma te digo que no es nada graciosa!!....-
-Ten por seguro que esto no es ninguna broma mujer…- replicó Vegeta con indiferencia y lo suficientemente alto como para que todos lo oyeran…
-Yo no me voy a casar… Así que cuando lleguéis a vuestras casas, romped las invitaciones que tenéis para mi boda…- anunció el príncipe, y se volteó ligeramente hacia Goku, sonriendo un poco…
-O si lo prefieren, pongan en ellas el nombre de este hombre…-
Esta vez el silencio que reinó en la sala fue total, mientras el Rey comenzaba a asimilar las palabras que su hijo acababa de decir…
-La única persona que quiero y querré por siempre a mi lado eres tu, Son Goku…- y se volvió hacia todos con una mirada mas que desafiante… -Este hombre y yo… estamos juntos!...- exclamó, justo al mismo tiempo en que Bulma se desmayaba y el Rey se levantaba de su asiento con los ojos chispeantes de cólera…
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-Parece que el príncipe es gay…- se escuchaba entremedio de los murmullos de la gente, mientras el Dr. Brief intentaba reanimar a su hija que había perdido la conciencia al enterarse de la verdad…
-Si… y parece que anda con su profesor que es doce años mayor y de una clase inferior a la suya propia!- replicaban otras voces, conmocionadas…
-Es una escándalo!- exclamó alguien…
-Que indignación!!-
-Pobre Bulma!- exclamaba alguna que otra vieja dama rica…
Vegeta colocó una mano sobre el hombro de su profesor, quien aun no salía de su asombro, y allí sus manos se encontraron, apretándose con fuerza… Dándose el mensaje de que estarían preparados para afrontar lo que fuera que viniera…
Goku se sentía a punto de llorar…
Jamás en toda su vida había esperado que Vegeta hiciera eso por él… Pero el profesor ni siquiera podía imaginar la fuerza del amor que el príncipe sentía por él…
Los cuchicheos horrorizados continuaron por un buen rato mas, hasta que Vegeta finalmente se cansó y volvió a abarcar a todos con su poderosa mirada…
-A sido todo un gusto compartir esta noche con todos ustedes, pero ya es momento de que se larguen…- los despidió el príncipe…
Pero nadie parecía dispuesto a marcharse hasta no saber el desenlace de aquella escandalosa historia, por lo que Vegeta, extendió su mano libre y comenzó a acumular energía en ella…
-Vegeta que vas a hac…- el profesor no pudo decir nada mas por que el príncipe disparó de su mano unas cuantas bolas de energía poderosas, en dirección a las demás mesas de invitados…
Las mesas fueron destruidas y todos los elegantes comensales fueron salpicados con restos de comidas y bebidas, lo que provocó que el príncipe comenzara a partirse de la risa, al igual que Goku…
La gente no esperó para marcharse horrorizada y corriendo de la mansión después de eso con sus elegantes ropas arruinadas, al punto de que en menos de cinco minutos, todo el mundo se había marchado ya, excepto Bulma y su padre…
La peliverde recobró el conocimiento de apoco, y mientras su padre la ayudaba a tenerse en pie, le dio una fuerte bofetada a Vegeta en el rostro, que al príncipe no le movió ni un pelo…
-Eres un idiota!!!- exclamó entre lagrimas…
El Dr. Brief no sabia que decir, así que acompañó a su hija en silencio hacia la salida, mientras el Rey no sabía que hacer ni decir para disculparse, y para asegurar que luego hablaría con Vegeta para aclarar todo aquel malentendido…
Pero el Dr. Brief salió de la mansión rumbo al exterior sin darle ni la menor atención… Fuera, había comenzado a llover, y el aire era tan frío que las manos del Rey temblaban cuando cerró la puerta de un portazo que estuvo a punto de destrozarla y se volvió hacia su hijo y hacia el amante de este…
Los dos estaban tomados de la mano, con miradas firmes y desafiantes… Sin embargo la primera impresión de cólera que había dado el Rey parecía haberse esfumado… Ahora tan solo se veía sumamente preocupado y nervioso…
¿Cómo…?
¿Cómo se suponía que haría para decirles…?
-Ustedes…- apenas susurró el Rey, mirando a su hijo y a Goku… -Como fui tan ciego…?-
Vegeta desvío la vista, pero Goku la mantuvo fija en el Rey…
-Debí darme cuenta… era obvio desde que se conocieron… y yo que pensé… y yo que creía… que podríamos formar una familia… Pero no… no así…- siguió monologando el Rey, de un modo en que comenzaba a poner nervioso a sus dos interlocutores…
-Escúchame bien padre, no tienes mas opción que aceptar esto…- le advirtió Vegeta, apretando con fuerza la mano de Goku…
-No… ustedes dos no pueden estar juntos…- dijo el Rey, mirándolos fijamente a los ojos… ambos ya se esperaban esa respuesta, pero no les importaba…
-Acepta que perdiste… Goku ahora esta conmigo… Y nos amamos…- aclaró Vegeta, dejando bien en claro las cosas…
-Acaso piensas que lo digo por que estoy celoso?- inquirió el Rey …- No… Si tan solo… si tan solo Bardock y yo no hubiéramos hecho ese juramento…Maldito sea el día en que fui tan cobarde…-
El príncipe pareció sobresaltarse al oír ese nombre, casi como si le recordaran algo desagradable…
-Y que tiene que ver esa persona en todo esto??- inquirió Vegeta con voz cortante…
-Como piensas ir a buscar a Freezer?- preguntó en cambio el Rey, tratando de ganar un poco de tiempo…
-P-pues… obligaremos a los humanos a hacer la nave, como debió ser desde el principio y sin todo este circo! Ahora respóndeme! Por que nombraste a “ese” recién?? Que tiene que ver él en todo esto???- inquirió el príncipe, mientras Goku se sentía desorientado ya que no tenia ni idea de quien era Bardock, excepto que el Rey lo había llamado con ese nombre el día en que se conocieron…
El Rey cuadró los hombros y lanzó un suspiro muy fuerte… Luego su mirada se clavó en Vegeta y solo en él, como si Goku no existiera…
-Goku… Goku, cuyo nombre saiyajin es Kakarotto… Es hijo de Bardock… por eso no pueden estar juntos - le anunció el Rey, mientras Vegeta literalmente parecía convertirse en piedra, y sin que Goku comprendiera nada…
-Así es Vegeta… Goku es hijo de Bardock… De tu padre… Ustedes dos son hermanos…- concluyó el Rey fríamente…