::::::::17 AÑOS ATRÁS (EN VEGITA)::::::::
-Estas listo para la misión???- preguntó el joven Rey Vegeta por segunda vez, al hombre maduro y de pelos alborotados que tenia delante…
La armadura de este guerrero era azul y verde, y llevaba un rastreador sujeto detrás de su oreja…
-Si señor…- respondió formalmente el guerrero de aproximadamente unos 30 años…
-Bien Bardock… entonces te estaré esperando cuando regreses…- dijo el joven Rey, que apenas tenía poco más 17 años…
Bardock partió aquel día junto con su escuadrón de saiyajins a vaciar lejanos y distantes planetas, mientras un joven Rey sentía que lo extrañaría a cada minuto…
“No… no debo pensar esas estupideces…” se reprochó el Rey mentalmente, mientras encaminaba sus pasos de regreso a su palacio, alejándose de la plataforma de despegue de las naves… “Él no es mas que un guerrero de clase baja… aunque tengamos cierto tipo de amistad… Pero eso no cambia nada… Yo sigo siendo el Rey y él mi soldado…”
Y así fue el joven Rey hacia el palacio, sin que su mente dejara de dar vueltas en torno al rostro y al nombre de Bardock…
Cuando ya atravesaba el salón donde se imponía su regio trono, uno de sus sirvientes salió a recibirlo…
-Su majestad, el consejo ya esta reunido en la sala mayor…- le informó con voz temerosa su sirviente, voz con la cual se dirigían a el todos los habitantes de Vegita…
-Bien, ahora mismo iré…- respondió el joven Rey…
Sus pasos se encaminaron esta vez hacia la sala mayor, que era donde se celebraban todas las juntas del consejo de guerreros de Elite del planeta Vegita y que eran los encargados de aconsejar al joven y relativamente reciente Rey…
Y detrás de unas puertas que comunicaban con el salón del trono, que era donde se concedía audiencias a los líderes de los escuadrones mas importantes, el Rey finalmente llegó a la sala mayor…
Una enorme mesa de madera se encontraba en el centro de la habitación, que siempre le había parecido al Rey que poseía un ambiente oscuro y deprimente…
Todos los hombres que estaban allí sentados eran antiguos guerreros de los mejores, que habían servido al padre del actual Rey e incluso a su abuelo, lo único que molestaba al Rey Vegeta es que muchas veces todos esos hombres se creían con el derecho de decirle concretamente que era lo que tenia que hacer en lugar de tan solo aconsejar y dar sus opiniones…
Todos los guerreros se pusieron de pie nada mas ver entrar al Rey, e inclinaron las cabezas respetuosamente en su dirección…
El Rey no dijo nada por supuesto y se sentó en la cabecera de la mesa, recogiendo su larga capa…
-Y bien… Para es que solicitaron tan urgentemente reunirse conmigo?- preguntó el Rey con esa voz fría de siempre, que había adquirido desde que, tres años atrás y cuando tenia solo 14 años se viera forzado a tomar el trono tras la muerte de su padre…
Todos los guerreros de la elite se miraron entre ellos, mientras tomaban sus respectivos asientos, sin que ninguno se atreviera a decir ni una palabra...
-Si no van a hablar me marcharé, tengo cosas mas importantes que mirar sus caras…- les advirtió el Rey, empezando a perder la paciencia…
-Bien… Milord…- comenzó el mas anciano de todos, era un hombre alto y de cabello un tanto corto y negro, al igual que sus ojos, cosa que era común en todos los saiyans…
-Dime Corya…- le instó el Rey, viendo que aquel viejo que había servido incluso a su abuelo no parecía decidirse a hablar…
-Pues… con el consejo estuvimos deliberando… Acerca de la necesidad… De que la familia real se agrande…- comenzó el anciano, haciendo una pausa para ver si el Rey Vegeta tenia algo que decir, pero este permaneció en silencio por que ya se imaginaba por donde venia el asunto…
-Lo primero que debe hacer un Rey al subir al trono, sin importar su edad, es asegurarse de encontrar a alguien digno de él, casarse y continuar con su linaje… De otro modo, el trono corre el riesgo de caer en manos indeseables si a usted le sucediera algo…- prosiguió Corya, temblando levemente ya que había visto como la mirada del Rey se congelaba…
-Me están diciendo… que me llamaron a esta reunión… solo para decirme… que debo casarme???- preguntó el Rey con voz contenida…
-Así es…- dijo otro de los guerreros que se sentaba al lado de Corya… -Es indispensable que el Rey forme una familia… o si no podríamos buscar a un hombre que pertenezca a una generación de Fukuros… Es lo mismo, lo importante es que se continúe su linaje Milord…-
Todos asintieron con la cabeza a las palabras del soldado que habia tomado la palabra… -Creemos que un Fukuro es la mejor opcion… sobre todo si se trata de continuar el linaje del Rey… De esa manera el niño seria fuerte y poderoso como usted…- dijo otro de los soldados, pero al Rey no le interesaba ni un poco tener un hijo, aun se sentía demasiado joven y no estaba listo…
-Eso pasara el día en que yo lo decida… y les prohíbo a todos volver a tocar el tema… bajo pena de destierro…- dijo el Rey, dando por concluida aquella conversación…
-Ahora, tenían otro tema que tratar conmigo?- preguntó el Rey…
-Si su majestad…- respondió Corya de nuevo, que era quien lideraba el consejo después del Rey…
-Es acerca de las acciones del emperador Freezer en cierto planeta que…-
-¡¡¡¡He dicho mas de mil veces que no lo llameis así en mi presencia!!!!- explotó el Rey, dando un golpe en la mesa que la hizo temblar…
-L-lo siento mi Rey… s-solo decía que Freezer… ha llevado a cabo acciones hostiles en un planeta que era aliado nuestro…- dijo Corya con voz algo temblorosa…
Los otros diez hombres que estaban allí presenciando la junta, parecían tan sorprendidos como el mismo Rey, ya que por lo visto era solo Corya quien conocía esa información…
-Que planeta??- preguntó el Rey, comenzando a acariciarse la barba nerviosamente, cosa que hacia siempre que se hablaba del bastardo de Freezer…
-El planeta Gly-S-405… Teníamos una alianza con los habitantes de ese planeta, como quedaba en una situación muy estratégica en la galaxia, les habíamos prometido su libertad a cambio de usar ese lugar como base y de que ellos se encargaran de cuidar las instalaciones… Allí estaban nuestras naves, y muchos soldados saiyajin… Era el punto donde nos abastecíamos y…-
-YA SE que lugar es Gly-S-405… ahora por que no me dices que demonios fue lo que le sucedió???- espetó el Rey en bastante mal tono…
-Freezer arrasó con todo…- comunicó Corya con voz muerta, al mismo tiempo que un montón de susurros preocupados comenzaban a resonar por toda la habitación…
-C-como que arrasó con todo???- preguntó el Rey sin poder creerlo…
-Así es… mando a unos guerreros suyos que son conocidos como “Fuerzas Gynew” y también a sus lambiscones de siempre, Dodoria y Zarbon… Ellos… ellos limpiaron por completo el planeta… Pero… después de eso… Freezer dijo que en realidad no le servia para nada…. Y lo destruyó… Gly-S-405 ya no existe…- susurró Corya… y unas lagrimas rebeldes quisieron salirse de sus ojos…
-Lo siento su majestad… Mi hijo Toes estaba allí…- se disculpó Corya…
-Lo siento mucho soldado…- respondió el Rey. Esa era otra de las cosas por las que no quería tener hijos… Estos siempre representaban una debilidad… Jamás en toda su vida había esperado ver al duro de Corya lagrimear de esa manera…
-Pero como puede ser que ese hijo de puta mate saiyajins así como así!! Tráiganme el comunicador!!! Necesito hablar con el de inmediato!!!- ordenó el Rey, a punto de explotar de pura furia…
El mismo sirviente de antes al oír esa orden salio corriendo y volvió con un extraño aparato con pantalla…
El Rey presionó un par de botones de la consola y la pantalla hasta ese momento negra, se vio, de pronto, iluminada por la cara sonriente y perversa de Freezer…
-Saludos mi querido amigo Vegeta…- dijo el emperador del universo nada mas ver quien se presentaba ante sus ojos…
-Hola Freezer…- respondió el Rey casi en un gruñido… -Se puede saber por que destruiste el planeta Gly-S-405???-
La lagartija pareció pensárselo por un minuto…
-Mmmh… Gly-S-405? Me suena Me suena… Ah si! Ya lo recordé! Simplemente por que tuve ganas…- respondió Freezer, mientras detrás de él se escuchaban unas risitas sarcásticas que solo podían ser de Zarbon y Dodoria…
-En ese lugar… En ese lugar estaban nuestras naves… Y muchos saiyans…- dijo el Rey, en un intento de contenerse para no pulverizar la pantalla…
Freezer giró la cabeza y miró a un punto que quedaba fuera de la visión del Rey…
-Zarbon, Dodoria… Capitan Gynew… alguno de ustedes vio saiyajines mientras purgaban el planeta Gly-S-405??- preguntó Freezer…
-Claro que si amo, y vaya que nos divertimos…-contestó Zarbon, y su respuesta fue claramente audible para todos en la sala mayor…
Freezer se volvió hacia el Rey, esbozando una de esas asquerosas sonrisas suyas...
-No. Mis soldados dicen que allí no había nadie.- respondió Freezer, prácticamente burlándose en la cara del Rey, ya que sabía a las claras que la respuesta de Zarbon había sido audible para todo el mundo…
Pero con eso le daba a entender al Rey que no tenía más opción que cerrar la boca…
El Rey Vegeta lanzó un suspiro…
-De acuerdo… Gracias por aclarármelo…- respondió con voz derrotada el Rey…
-De nada… Por cierto, tengo en mente un planeta que me interesa mucho… Y desearía que tus soldados fueran a vaciarlo para mí… Es el planeta Kanassa… queda relativamente cerca de Vegita, es el único planeta que orbita una estrella moribunda llamada K-24… encárgate de tenerlo listo pronto… Aunque te advierto que sus habitantes poseen ciertos poderes de cuidado…- le informó Freezer, con algo más de seriedad…
-De acuerdo, lo haré…- respondió el Rey, dando por finalizada la comunicación y cortándole en la cara al asqueroso de Freezer, privilegio que muy pocas veces se había dado…
La reunión del consejo duró por un rato más, pero el Rey se sentía tan cansado de todo aquello que sentía que lo único que quería era volver a ver a su amigo Bardock…
Y al final de la noche, se encontró solo, recostado en sus aposentos reales, pensando en todo lo que había pasado…
Al principio su mente divagaba respecto a Freezer, pero enseguida otras cosas lo fueron distrayendo…
En cierto modo sabía que el consejo tenia razón…
Tenia que ser padre lo antes posible… Para asegurarse que nadie ajeno a la casa real quisiera apropiarse del trono después de su muerte…
En Vegita había muchas mujeres hermosas que estarían más que dispuestas a ser Reinas… Y muchos hombres saiyajins que estarían dispuestos a prestarle sus cuerpos al Rey para concebir a un futuro príncipe…
Pero ese era el problema, los hombres capaces de concebir hijos eran muy escasos…
Todo dependía de las posiciones de los planetas, de las lunas y de la galaxia. Cada veinte años ciertos grupos de cuerpos celestes entraban en un perfecto alineamiento durante un mes, y los niños que fueran concebidos durante ese mes, eran capaces de llevar niños en su interior… A estos hombres se los conocia como “Fukuros” que significaba “Bolsa” en el idioma saiyajin… Eran unos hombres muy especiales, capaces de alojar bebes en sus cuerpos, sin que los niños que salian luego compartieran sangre con ellos… Esos niños que salian de los Fukuros, tenian un unico padre… Casi se podia decir que el Fukuro era lo que su nombre indicaba, poco mas que una simple “bolsa”… Estos eran los hombres mas codiciados cuando se trataba de asegurar el linaje de una casa real, pero el control en Vegita había dejado de ser eficaz hacia mucho tiempo, y hoy en día no se tenía ni la menor idea de cuales hombres pertenecían a la camada de Fukuros que aparecian cada veinte años y cuales no…
Por lo que lo más sencillo era conseguirse a una mujer saiyan y casarse… Pero… El Rey no deseaba esto…
Y mientras el joven monarca pensaba en estas cosas, su mente, poco a poco se fue distrayendo hasta que sin darse cuenta, estaba pensando en Bardock…
¿Qué estaría haciendo? ¿Estaría bien?
El Rey Vegeta tirado en la soledad de su lecho casi se mordía las uñas pensando en esto…
Y en eso, escuchó un fuerte estruendo, proveniente de las pistas de aterrizaje de las naves que quedaban bastante cerca de su palacio…
Era algo extraño, que él supiera esa noche no regresaba ningún escuadrón…
Instintivamente el Rey decidió levantarse de la cama, saliendo al exterior con una bata y en pantuflas…
Era imperdonable que el Rey se presentara de esa manera ante sus súbditos, pero estaba tan distraído que ni se dio cuenta de colocarse la armadura real…
Y no se arrepintió de hacerlo, allí afuera había aterrizado la nave del escuadrón de Bardock…
-Bardock??? Pero que demo… Se suponía que no volvería hasta dentro de dos días…- murmuró el Rey, casi para si, aunque no por eso dejaba de sentirse contento…
De la nave bajó en primer lugar Bardock, que venia riéndose, seguido de esa mujer Fasha y bromeando con ella…
De inmediato el Rey sintió un doloroso pinchazo de celos…
No le gustaba ver a Bardock riéndose con nadie, mucho menos con una mujer…
Detrás de ellos bajaron el resto del escuadrón, todos se veían cansados y hambrientos…
-Que ocurrió Bardock??- preguntó el Rey yendo hacia ellos…
Automáticamente Bardock dejó de hablarle a Fasha y apoyó una rodilla en tierra, inclinándose ante su Rey…
-Terminamos el trabajo antes de lo esperado su majestad… Y en lugar de quedarnos descansando en el planeta vacío decidimos volver cuanto antes…- respondió Bardock…
“Será… será que volvió… por que me extrañaba?” se preguntó de pronto el Rey, pero de inmediato sacudió la cabeza intentando aclarar sus pensamientos…
-Muy bien soldados… entonces pueden ir todos a descansar… pronto les informaré de su nueva misión…- respondió el Rey, comenzando a marcharse, pero Bardock de inmediato fue tras él…
-Allá va… será posible que Bardock nos haya echo volver antes solo por que quería estar con el Rey…- preguntó Toma llegando donde estaba Fasha…
La mujer de cabellos oscuros y cortos le miró con enojo…
-La verdad es que no me interesa…- replicó la saiyajin antes de marcharse dejando solo a su compañero de escuadrón…
Toma la observó marcharse y suspiró, no podía negar que desde hacia un buen tiempo, su mejor amigo y líder de su escuadrón le parecía totalmente perdido por el joven Rey…
“Y eso no es nada bueno… sobre todo teniendo en cuanta que Bardock es…” el pensamiento de Toma no llegó a su fin, ya que el saiyajin solo se limitó a suspirar y a marcharse de la pista de aterrizaje al igual que los demás…
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-Se puede saber por que me sigues soldado?- preguntó el Rey, mientras los pasos apresurados de Bardock iban detrás suyo…
-Es solo… es solo que quería preguntarte si estabas bien…- dijo Bardock, hablándole con esa familiaridad que el Rey solo le permitía a él y solo cuando estaban a solas…
-Lo estoy, por que lo preguntas?- dijo el Rey…
-Es que me enteré en el planeta al que fui con los demás que Freezer había destruido Gly-S-405…- le comunicó Bardock, mientras seguían atravesando el palacio rumbo a las habitaciones reales…
El Rey se detuvo y lo miró de frente…
-Si. Y no hay nada que podamos hacer…- un suspiro cansado escapó de los labios del Rey y sus rodillas por un instante se doblaron, lo que hizo que Bardock tuviera que sostenerlo…
-Te ocurre algo?? Cuantas noches hace que no has dormido??- preguntó el soldado de clase baja a su Rey…
-Suéltame…- espetó el Rey orgullosamente, soltándose del agarre de Bardock –Y en respuesta a tu pregunta, no lo se… he perdido la cuenta…-
-Vamos adentro…- lo instó Bardock, acompañándolo a la habitación real…
No era la primera vez que Bardock entraba en ese lugar, pero inevitablemente el Rey comenzó a sentirse demasiado nervioso…
¿Qué era esto?
¿Por qué le sudaban las manos y su corazón latía tan rápido?
¿Era posible acaso que fuera por que se encontraba a solas con Bardock en su cuarto, en mitad de la noche?
No… definitivamente no era por eso…no podía ser por eso
Bardock lo dejó sentado en la cama y se quedó de pie frente a él, indeciso de marcharse o no…
-Necesitas algo???- preguntó al fin el soldado de clase baja…
-Si… ven, siéntate…- le ordenó el Rey, sin saber por que demonios decía eso…
Bardock por supuesto acató la orden y se sentó arriba de la cama del Rey, junto a este mismo…
Se miraron un minuto en silencio, y era imposible decir cual de los dos estaba mas ruborizado que el otro…
-Oye Bardock… háblame de esa mujer… Fasha… es muy amiga tuya verdad?- soltó el Rey de pronto, haciendo que Bardock se echara hacia atrás de la pura sorpresa…
-P-pues si…- respondió el soldado, mirando a su Rey…
-Y dime… sabes si esta comprometida con alguien??- inquirió el Rey…
-Mmhh… No… no que yo sepa…- dijo Bardock…
-Sabes si es una buena mujer? Es fuerte??- siguió preguntando el Rey…
-Creo que lo es, y si, es bastante fuerte… Pero, ¿Por qué?...-
El Rey pareció pensárselo pero un momento, pero después de todo a pesar de que Bardock era un guerrero de clase baja casi podía decir que era su amigo…
-Hoy mis consejeros me dijeron que debo casarme y tener un hijo lo más pronto posible… Y si tú crees que Fasha es una buena mujer tal vez sea ella a quien elija…-
Bardock se quedó sorprendido…
-Fasha?? P-pero…- a Bardock no se le ocurría nada bueno para objetar…
-Si no también me dieron la opción de buscar a un hombre que haya nacido durante el periodo de los Fukuros… Pero seria casi imposible encontrar a uno, sobre todo por que tiene que ser un guerrero de la elite… Ya sabes que los niños se nutren de poder cuando estan dentro del Fukuro y no puedo permitir que un hijo mio absorba el poder de un gusano miserable de clase baja- prosiguió el Rey…
Bardock se sintió de inmediato apenado…
Él, en secreto, pertenecía esa generación de Fukuros de la que hablaba el Rey… Pero… ya tenía mas 30 años y su periodo de Fukuro estaba prácticamente terminado… su cuerpo ya no era capaz de servir de “bolsa” para nadie mas y aunque no fuera así… Él solo era un guerrero de clase baja…
-Así que supongo que Fasha es mi mejor opción…- decía en ese momento el Rey, ante un Bardock sumamente deprimido…
El Rey se quedó pensando en todo esto, sin darse cuenta del silencio en el que se había sumido su soldado…
-Oye Bardock… te sucede algo??- preguntó el Rey, notándolo al fin…
Pero Bardock continúo en silencio un par de minutos mas, comenzando a asustar al Rey…
-Es solo… es solo que yo no quiero que te cases con Fasha…- dijo de pronto Bardock, con voz algo apagada…
-Por que??? Para ti seria bueno que una amiga tuya fuera Reina… O acaso… me has ocultado que entre ella y tu haya algo??- preguntó el Rey, comenzando a sentirse furioso de solo pensar en esa posibilidad…
-No es eso… Es solo…- Bardock dio un gran suspiro, sabía que se estaba condenando a muerte por decir estas palabras, pero sentía que ya no las podía callar mas, o terminarían por ahogarlo… -Es solo que yo no quiero verte en brazos de nadie mas…- soltó al fin, esperando ser rápidamente echado del cuarto del Rey y tal vez hasta incluso, desterrado…
Pero desde el otro lado, el Rey parecía haberse quedado en blanco…
¿Qué era lo que había dicho Bardock?
“Es solo que yo no quiero que estés en brazos de nadie mas…”
-Bardock… tu sientes por mi algo mas que este lazo amistoso que nos une?- preguntó el Rey con una voz extraña y lejana que no podía ser indicio de nada bueno…
Bardock comprendió que le estaban dando la oportunidad de retractarse tal vez, pero todos los sentimientos que inundaban su corazón desde hacia tanto tiempo eran incontenibles…
-Si!!! Desde hace mucho tiempo que usted mi Rey me… me gusta…- confesó Bardock espontáneamente, volviendo al trato formal de siempre…
El soldado estaba por agregar algo mas, cuando de pronto se vio envuelto entre dos calidos brazos, cayendo arriba de la cama…
Bardock no podía creer lo que estaba pasando, el Rey Vegeta estaba arriba suyo en esa cama…
-Tu también me gustas soldado…- dijo el Rey, antes de unir sus labios en un apasionado beso…
Lentamente el Rey comenzó a quitarle toda la ropa a su soldado, mientras este también se encargaba de quitarle la suya…
El uniforme de saiyan de Bardock cayó junto a la bata y el piyama del Rey a un costado de la cama y finalmente ambos estuvieron desnudos, mirandose el uno al otro…
El hermoso cuerpo de Bardock tenia algún que otro raspón producto del intenso día que había vivido vaciando planetas, y el Rey mismo se encargó de besar cada pequeña herida, hasta que el soldado sintió como su cuerpo entero temblaba y se rendía ante ese placer…
Los dos sabían lo que hacían, así que Bardock se entregó a su Rey sin preocuparse de nada mas, confiando en que su periodo de utilidad Fukuro había acabado en el momento justo en que había cumplido los 30 años…
El Rey por otro lado no tenía ni idea acerca del secreto que escondía Bardock, así que lo dio vuelta suavemente sobre su cama y comenzó a introducir sus dedos por la entrada de Bardock, quien cada tanto daba un gemido muy suave y aprobatorio…
Cuando lo sintió listo, el joven Rey comenzó a introducirse dentro de su soldado mientras estiraba una mano y lo masturbaba lentamente, lo que volvía a ambos locos de placer… El Rey siguió moviendo sus caderas con suavidad y luego mas rápido, sintiendo que no había mejor placer en el mundo que aquel… Bardock en realidad le gustaba mucho y ahora al fin lo estaba haciendo suyo… Pero… para el Rey jamás seria nada mas que un simple guerrero de clase baja… O al menos así seria hasta que lo perdiera para siempre…Cuando ambos llegaron al orgasmo, el Rey se quedó dormido al instante tras venirse dentro Bardock, a causa de todas las noches que había estado sin dormir, y los dos pasaron esa noche, la primera y única que compartirían, juntos… Felices por el momento que los había unido… Aunque no fuera mas que un efímero suspiro…
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-Estoy esperando un hijo tuyo…-
-Q… que has dicho…?- apenas pudo susurrar el Rey…
Bardock estaba allí, de pie frente a él…
Habían pasado más de dos semanas desde aquella noche en que hicieran el amor y la experiencia no había vuelto a repetirse…
Todo por que el orgulloso Rey tenia miedo…
Si… Miedo…
Sabía que el amor lo volvería débil… Ya lo había comprendido a la perfección el día en que viera a su soldado más fuerte llorar por la muerte de su hijo… Y el Rey no podía tener ese tipo de sentimientos por nadie… Por que el amor, fuera el tipo de amor que fuera, volvía a las personas débiles…
Y un Rey no puede ser débil…
Por eso mismo había tomado distancia de Bardock… Lo mejor para ambos era olvidar lo sucedido… Por que si seguían viéndose… si seguían estando juntos tanto tiempo… Entonces corrían serio peligro de enamorarse…
Pero ahora… Ahora Bardock se presentaba ante él… diciéndole… que esperaba un hijo suyo…
-Lo que oíste… Yo pertenezco a la generación de Fukuros… Yo… yo no te dije nada por que se supone que el periodo util de un Fukuro es hasta los 30 años y… y… y…- Bardock estaba tan angustiado que apenas si podía hablar…
El Rey le dedicó una mirada realmente irritada, ya que odiaba cuando las cosas se salían de sus planes…
Por otro lado… un hijo era un hijo… Pero… ¿¿De alguien de clase baja??
Si los demás saiyajines se enteraban jamás respetarían al príncipe que estaba por nacer… y encima… y encima hasta tal vez fuera probable que el niño que naciera de Bardock fuera un debilucho…
Debían hacer algo…
Entonces en ese momento, al Rey Vegeta se le ocurrió hacer “El Pacto”…
“Ese endemoniado pacto…” como lo llamaría muchísimos años después y cuando ya no hubiera vuelta atrás para enmendar sus errores…
-Escúchame bien Bardock… Esto es lo que haremos…- dijo El Rey, levantándose de la mesa donde había estado desayunando hasta ese momento…
-Ese niño que llevas allí dentro… será un príncipe… y algún día será el Rey de este lugar… pero nadie jamás podrá saber que tú eres el Fukuro que lo lleva dentro… Le diremos a todo el mundo que te he mandado solo a una misión de exploración por el universo… Y te quedaras escondido aquí, al cuidado de los tsufuros… Ellos saben todo acerca de nosotros… según tengo entendido en los hombres Fukuro la gestación no dura mas de tres meses, pero por culpa de los cambios que sufrirá tu cuerpo deberás permanecer acostado todo ese tiempo… Ahora vamos… te llevaré hacia allí…-
Bardock no dijo ni media palabra, y dejó guiar por el Rey hacia la enfermería tsufuro, donde de inmediato acomodaron a Bardock, quien se veía bastante asustado ya que era la primera vez que pasaba por semejante experiencia…
-Está de mas decir que esto es un secreto absoluto, bajo pena de muerte…- le advirtió el Rey al medico encargado de atender a Bardock…
Y de ese modo sucedió todo…
El medico le explicó a Bardock que debía permanecer acostado al menos el ultimo mes antes de que diera a luz, por una simple cuestión de que los órganos en su interior se estaban reacomodando a cada momento para permitir que el bebé que llevaba dentro creciera hasta estar listo para salir…
Bardock soportó el encierro y la postración, durante todo ese tiempo… Hasta que finalmente llegó el día…
Esa mañana unos dolores muy fuertes comenzaron a sacudir todo el cuerpo de Bardock, que le hacian sentir casi como si lo estuvieran cortando por dentro…
Los dos médicos tsufuros encargados de atender a Bardock se comunicaron de inmediato con el Rey, y este fue corriendo hacia allí…
Pero para cuando llegó, Bardock ya estaba inconciente y los médicos habían comenzado a abrirlo…
-Quédese detrás por favor su majestad…- le dijo uno de los médicos, y por primera y única vez en su vida, el Rey acató una orden…
Estaba tan nervioso por Bardock y por su hijo…
Pero cuando unos chillidos y gritos de recién nacido comenzaron a sonar por toda la sala de operaciones secreta que había bajo el palacio, el Rey comprendió que ya todo había pasado… el niño había nacido sano y con buenos pulmones y Bardock estaría bien según lo que dijeron los médicos…
En ese momento el Rey se acercó a ver su hijo que los doctores ya habían limpiado y pesado…
Era un bebé pequeño, que lloraba mucho, sus pelos en punta similares a una llama eran iguales a los del Rey…
Los médicos le entregaron el bebe al Rey y salieron de allí discretamente, dejándolos solos…
-Tu serás el príncipe Vegeta…- le susurró el Rey a su hijo recién nacido, sintiendo de un modo extraño, que ya lo quería…
El niño lloró un poco más, pero al fin, entre los brazos de su padre se calmó…
Al cabo de un rato, despertó Bardock, sintiéndose espantosamente débil… Pero cuando vio enfrente suyo a su Rey con su hijo recién nacido en brazos, la alegría superó cualquier otra molestia…
El Rey vio que Bardock ya estaba despierto, así que le dirigió una sonrisa titubeante…
-Has hecho un buen trabajo…- lo felicitó el Rey, mostrándole al niño que ahora dormía entre sus brazos…
-Gracias… Me alegra de que sea tan parecido a ti…- susurró Bardock, mirando al pequeño Vegeta… -Anda, déjame cargarlo un minuto…- pidió el soldado de clase baja, pero el Rey negó con la cabeza…
-Es mejor que no te encariñes… Recuerda que tu y este bebé no comparten sangre alguna… Tu solo fuiste la bolsa y has prestado un gran servicio a la corona real pero este niño es un príncipe y tu…- el Rey no supo como seguir la frase…
Bardock bajó los brazos de inmediato y miró hacia otro lado… Sus ojos negros, luminosos hasta ese momento, parecieron opacarse de pronto…
-Y yo basura de clase baja…- concluyó Bardock con algo de amargura…
El Rey no le respondió…
-Recuerda nuestro pacto…- dijo en cambio… -Y apenas puedas reincorpórate a tus servicios…-
Dicho esto, el Rey se fue de allí con el nuevo príncipe de Vegita… Dejando a Bardock solo…
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Nadie entendía nada de cómo un día el Rey se apareció así sin mas, con un heredero, pero de inmediato todos le juraron lealtad al nuevo príncipe, sin atreverse a preguntar mas detalles…
Y en esa tranquilidad sucedieron un par de meses mas, hasta que el inmundo tirano de Freezer le volvió a recordar al Rey que deseaba que conquistaran el planeta Kanassa de una buena vez…
Recordando este asunto, el Rey decidió que seria una buena misión para que Bardock se reincorporara con su escuadrón y fueran todos juntos a conquistar ese planeta…
Bardock preguntaba todos los días por el príncipe Vegeta, pero el Rey solo le respondía evasivamente, recordándole que esa ya no era su problema…
De apoco Bardock se fue volviendo mas taciturno… Mas callado… Mas malvado… Y decidió que la idea del Rey de incorporarse de nuevo a su viejo escuadrón era buena… Iría y conquistaría el planeta Kanassa para su Rey…
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Esa noche el Rey Vegeta lo observó partir junto con su escuadrón, desde una de las ventanas del palacio, mientras él aun sostenía a su hijo en brazos…
La decisión había sido difícil… Pero era lo mejor para todos…
Bardock y él simplemente no podían estar juntos… Era impensable siquiera la unión de un Rey con un soldado de clase baja… y mucho mas su reproducción con él… Por suerte ya se había evaluado el Ki del príncipe y para gran alivio del Rey, su Ki era ya alto y poderoso, digno de todo un príncipe, incluso a pesar de haberse gestado dentro de un guerrero de clase baja… Ahora que la sucesión de la casa real estaba asegurada, Bardock ya no tenia nada mas que hacer allí… Su trabajo había terminado…
Y eso mismo iba pensando Bardock, mientras su nave se alejaba del planeta Vegita… Su mente no dejaba de pensar en su Rey… y también en su hijo… pero no era momento de pensar en eso… debía vaciar su mente de pensamientos y su corazón de sentimientos… Era hora de volver a ser el mismo guerrero saiyajin despiadado de siempre…
La invasión del planeta Kanassa fue muy fácil…
Sus habitantes eran bastante débiles, por lo que nadie del escuadrón saiyajin comprendía que podía querer Freezer de un lugar como ese…
Y así, todos, convertidos en enormes y monstruosos ozarus, destruyeron una civilización entera y a todos sus habitantes, ocupándose de dejar con vida a un par de individuos como había ordenado Freezer, para llevarlos en presencia del gran tirano…
Los integrantes de escuadrón saiyajin de Bardock estaban algo asustados, jamás habían visto a su líder actuar con tanta ira, con tanto odio… jamás habían visto a un Bardock tan sanguinario… por lo que se preguntaban… ¿Qué seria lo que le habría pasado en esos últimos meses en los que había estado desaparecido, explorando lejanos confines del universo como el Rey había dicho?
Pero solo Bardock sabia que era lo que en realidad le había pasado…
No había sido más que el cuerpo encargado de contener al futuro Rey del planeta Vegita… ese niño que jamás sabría de donde había salido…
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Amaneció en el planeta Kanassa…
Y hasta donde llegaba la vista, todo era destrucción…
El planeta estaba vacío, y la misión cumplida…
Ahora el escuadrón saiyajin se agrupaba alrededor de una fogata, comiéndose algún que otro animal autóctono que habían cazado…
Toma estaba sentando junto a Fasha, y los dos miraban fijamente a su líder Bardock, como preguntándose por que el siempre parlanchín y alegre de Bardock tenia ahora esa cara y estaba tan cayado…
Pero Bardock estaba pensando en su hijo…
Sabia bien que no era su hijo…. Que no habian lazos sanguineos que lo ataran al nuevo principe… Pero su naturaleza de Fukuro lo hacia sentirse el padre de la criatura… En Vegita todo siempre habia estado dividido por clases, Bajas y Altas… Cuando dos hombres se unian y si uno de ellos era Fukuro y tenian un hijo, el hijo era criado entre ambos, como si llevara la sangre de los dos… Pero este caso que Bardock afrontaba era unico… Un Rey jamas hubiera usado a un Fukuro de clase baja… y ahora por culpa de esto, Bardock se veia separado de esa criatura que el consideraba su hijo…Si al menos hubiera podido tenerlo en brazos una vez… Ahora no sentiría todo este dolor e impotencia que se negaban a abandonar su corazón… Pero ahora… ahora se sentía vacío… Como si le hubieran arrebatado el alma de un solo golpe…
Primero Kakarotto se había marchado… Eso había podido soportarlo… Despues de todo lo habia concebido con una mujerzuela que se habia encontrado por ahí cuando regresaba de una mision… Pero Vegeta… el hijo que había tenido con el hombre que amaba y que había llevado dentro suyo… Era algo por completo distinto…
-Oye Bardock, en que piensas?- le preguntó Fasha, siendo la única en atreverse al fin a preguntarle eso al líder…
-En nada…- respondió este secamente…
Pero en ese momento, todos escucharon una extraña risa detrás de ellos…
Era de uno de los habitantes del planeta que habían arrasado…
Los cinco saiyans del escuadrón se pusieron en pie, con Bardock, Fasha y Toma delante, ya que eran los mas fuertes…
-Pensé que los había matado a todos…- dijo Bardock con voz fría, preparándose para destruir a aquel ser…
-Te equivocaste apestoso saiyajin…- respondió la criatura…
-Jajaja has oído como nos llamó ese idiota? Acábalo Bardock…- dijo Fasha, sacudiendo la mano con desden en dirección hacia la criatura…
Pero el Kanassiano tenía otros planes…
Antes de que nadie pudiera verlo, la criatura dio una extraña voltereta por el aire y extendió una de sus garras, que pinchó la nuca de Bardock, enviándole una extraña corriente eléctrica que sacudió hasta lo más profundo de su cerebro…
Extrañas voces y sueños giraron como remolinos por su mente, seguidos de imágenes que no comprendió…
-Ahora tu tendrás visiones… y podrás ver como tu planeta corre el mismo destino que este que acabas de destruir…- dictaminó el kanassiano, mientras Bardock caía al suelo de tierra…
Los ojos de Bardock se pusieron en blanco, mientras una expresión confusa deformaba su rostro lleno de cicatrices…
De inmediato Toma destruyó a la criatura con una bola de energía y todo el escuadrón saiyajin se apresuró a socorrer a su líder, quien estaba inconciente…
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-¡Rápido! ¡Rápido! ABRAN PASO!!!- gritaban los médicos del planeta Vegita mientras socorrían a Bardock…
El escuadrón había llegado bien a Vegita, pero Bardock no parecía ir a despertar…
Los médicos lo examinaron pero no comprendían nada… Así que lo pusieron en una cámara de recuperación…
Nada mas saberlo, el Rey abandonó todos sus compromisos y fue a verlo…
Bardock estaba detrás del cristal, conectado a ese respirador y con esos cables en la cabeza… Y lo peor fue que cuando el Rey preguntó que sucedía nadie le podía responder nada…
-Bardock… Bardock… He sido un idiota… Pero… pero tu y yo no podemos estar juntos…- susurraba el Rey, con una mano apoyada en el cristal…
Pero Bardock no podía escucharlo…
Al cabo de un buen rato, el Rey se marchó de allí, deprimido, y fue a ver a Toma, que en ausencia de Bardock era el nuevo líder…
-Toma… necesito que tu y el escuadrón vayan hoy mismo al planeta Meat… es importante que lo limpien cuanto antes… Freezer dijo que lo necesita ya…-
-P-pero mi Rey… sin Bardock…- intentó decir Toma, pero el Rey lo silenció en el acto…
-No me discutas soldado!! Y reúne a tu escuadrón!!- y Toma no tuvo mas opciones que obedecer la orden….
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Bardock pasó todo ese día en la cámara de recuperación, hasta que, como por arte de magia, el soldado de clase baja, recuperó la conciencia…
Su sueño había estado lleno de imágenes raras y que no comprendía, pero al menos su cuerpo ya estaba del todo recuperado…
Se vistió rápidamente, preguntando a la vez donde estaba su escuadrón…
El medico que lo atendía no sabía así que, rápidamente, Bardock salió corriendo de ese lugar, rumbo a las pistas de despegue y aterrizaje de todas las naves…
Allí uno de los encargados de cuidar las llegadas y salidas, le informó que sus camaradas se habían ido rumbo al planeta Meat…
Sin pensarlo mas, Bardock subió a una de las naves, sintiendo como una extraña y mala premonición se formaba dentro de su mente…
Las horas hasta llegar al planeta Meat se le hicieron eternas… Y a mitad de camino le sobrevino una extraña visión…
Había sangre por todas partes… y un dolor y un poder intensos recorrían su cuerpo… Veía los rostros de sus amigos… cubiertos de polvo… y sangre…
La visión fue tan repentina como breve, y dejó al soldado aun mas preocupado… ¿Qué demonios era esto? ¿Acaso sus manos estaban temblando?
Bardock intentó tranquilizarse, pero cuando la nave en forma de esfera que había elegido para ir hacia el planeta Meat aterrizó sobre la superficie de este, sus nervios de acero ya se encontraban casi a punto de ceder bajo el extraño miedo que invadía su mente…
La superficie del planeta Meat se veía hostil y desolada, y mientras Bardock buscaba el Ki de sus amigos con el rastreador que llevaba colocado en su cara… Se dio cuenta de que no percibía a ninguno de ellos…
¿Era posible que ya hubieran terminado con el trabajo y se hubieran marchado?
No lo creía…
Un oscuro presentimiento comenzó a apoderarse entonces de Bardock… justo al mismo tiempo en que captaba un lejano y débil Ki proveniente del norte de su actual posición…
El saiyajin de clase baja no lo pensó más… Salió volando hacia allí, sintiendo como el nudo en su garganta comenzaba a crecer más y más…
En la distancia divisó un montón de escombros y rocas caídas… Y entonces… vio al primero…
Fasha…
La mujer de pelo azabache y corto, yacía caída sobre el suelo… sin moverse… y desde su cuerpo inmóvil no se sentía ningún Ki… El rastreador que llevaba siempre en su bonito y feroz rostro de mujer saiyan ya no estaba… Y ahora su expresión casi adolorida la hacia aparecer como una niña dormida que estuviera teniendo una pesadilla…
Y junto a ella… Toma… Quien parecía casi como si hubiera estado a su lado en un intento de protegerla…
Más allá estaba Shugesh… y también Borgos… Todo el escuadrón de Bardock… todos… aniquilados sobre el suelo de ese planeta árido e inhóspito…
Bardock sintió que enloquecería…
Quien…? Quien podría haber derrotado de ese modo a su escuadrón???
La mente de Bardock estaba en shock… pero de inmediato notó que el débil Ki que lo había guiado hasta allí, aun seguía siendo medido por sus censores…
Era el Ki de Toma…
Sin pensarlo mas, Bardock voló hacia su mejor amigo y se arrodilló a su lado, comenzando a cargarlo al igual que a Fasha…
Sin embargo, cuando se estaba por llevar los cuerpos de todos sus amigos, una potente explosión resonó muy cerca suyo, arrojándolo junto con los demás al suelo…
De inmediato el soldado de clase baja se puso en pie, colocándose en posición de defensa, hasta que identificó la procedencia del ataque…
Allí arriba, en el cielo… Estaba Dodoria…
-Q-que…? P-pero por que…?- apenas pudo susurrar Bardock al ver la asquerosa cara del monstruo…
Y no estaba solo… estaba rodeado de extraterrestres de igual aspecto asqueroso y que por lo visto todos eran vasallos de Freezer…
-Vaya vaya… parece que se nos escapó uno…- comentó Dodoria a sus amigos…
-Déjame matarlo a mi! por favor!!- gritó un monstruo morado a espaldas de Dodoria…
-Mmmh… esta bien ocúpense de él…- dijo Dodoria, haciendo un gesto de desprecio hacia Bardock…
Pero el saiyan de clase baja estaba tan furioso, que no seria tan fácil para ellos acabar con él…
-Por que!!!!? Por que han hecho esto???!!!- gritó Bardock fuera de si, esquivando uno de los ataques del monstruo morado…
En cierto momento la criatura se descuido, por lo que fue rápidamente atravesada por el brazo de Bardock, lo que ocasionó que la mano del saiyan quedara llena de sangre color morado…
-Por que!!!? Por que!!!!- aullaba Bardock en el colmo de la desesperación…
Aunque acababa de ganarle a uno sabía que eran demasiados para él…
-Por que???.. Bueno… ya que morirás aquí no tiene sentido ocultarte la verdad…- comentó Dodoria con voz burlona, sin preocuparse en lo mas mínimo por la muerte de uno de los suyos…
-Lord Freezer planea destruir tu inmundo planeta, mono… así que nos mandó a nosotros a exterminar a todos los saiyans que estuvieran fuera de Vegita para asegurarse de que no se salve ninguno…- comentó Dodoria, mientras Bardock se quedaba literalmente boquiabierto…
Destruir… Vegita…
Ahora comprendía por que Freezer había destruido el planeta Gly-S-405 hacia algunos meses… por que sabía que era una base saiyajin…
Y ahora Freezer pensaba acabar con su planeta…
Y no solo con el planeta…
Si no también con el Rey…
Con Su Rey…
Y con su hijo Vegeta…
-Yo… Yo… YO NO LO PERMITIRE!!!!!- gritó Bardock fuera de si…
Todos los monstruos que lo rodeaban retrocedieron ante ese estallido de poder, y por un momento se pudo ver con total claridad, como el cabello de Bardock pasaba de un color negro intenso, a uno rubio dorado…
El color iba y venia… pero el Ki de Bardock parecía absolutamente fuera de control…
-Que esperan idiotas!! Mátenlo!!!- gritó Dodoria, comenzando a asustarse…
En ese momento todos los extraterrestres se lanzaron sobre Bardock… Pero el soldado de clase baja parecía haberse vuelto tan poderoso, que todos acabaron con el estomago atravesado o bien decapitados por su poder…
Dodoria estaba confuso y lleno de miedo… y cuando vio que el último de sus soldados estaba a punto de perecer bajo el poder de Bardock, lo miró con los ojos llenos de odio…
-No importa lo que hagas!!! Tu planeta… Tu mundo!! Ya esta condenado al fin!! Al igual que toda tu orgullosa raza!!!- le gritó, antes de desaparecer volando a toda velocidad…
Bardock acabó finalmente con ese último soldado, lanzándole una poderosa ráfaga de bolas de energía que lo pulverizaron…
Luego de eso su primer instinto fue ir detrás de Dodoria… Pero cuando vio a sus compañeros, tirados allí en el piso seco y árido de Meat, su Ki disminuyó de a poco y su pelo se quedó en su color negro de siempre…
Toma aun seguía con vida… Pero no parecía que esto fuera a ser así por mucho tiempo más…
Bardock se arrodilló a su lado, y tomo su mano… lo que provocó que Toma abriera los ojos entremedio de toda la sangre de su rostro…
-Bardock…- susurró su amigo mas leal, ya agonizando… -Bardock… tienes que volver… a Vegita… y advertirles a todos…- susurró Toma…
-No puedo dejarte aquí… vamos… te cargaré…- dijo Bardock casi en tono de suplica… Pero Toma ya negaba con la cabeza…
-Debes irte… lo antes posible…- susurró Toma, mientras Bardock sacaba un pañuelo blanco de uno de sus bolsillos y limpiaba con él toda la sangre que cubría la cara de Toma…
El pañuelo blanco se tiñó de rojo mientras Bardock lo sostenía, observando como la vida escapaba del cuerpo de su mejor amigo…
-El destino de nuestra raza… esta en tus manos…- fueron las últimas palabras que susurró Toma antes de morir…
Bardock le sostuvo la mano por un segundo mas, reprimiendo todo el dolor que amenazaba con paralizarlo…
El soldado se puso de pie, apretando con fuerza ese pañuelo lleno de sangre… Finalmente lo llevó a su frente, y allí se lo ató… el pañuelo con la sangre de su único amigo…
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La llegada de Bardock de vuelta a Vegita fue hecha con mucho tumulto, y nada más salió de su nave, el soldado corrió hacia el palacio…
Pero no lo dejaron entrar…
-Lo siento Bardock… el Rey ha dicho que tu no tienes autorización para entrar en los aposentos reales…- le comunicó el soldado, mientas Bardock sentía que su cabeza explotaría en cualquier momento… Estúpido Vegeta!!! Como se le había ocurrido hacer dar orden!! Y todo por que no quería que el príncipe estuviera cerca suyo!!!
Antes sus ojos pasaban atisbos de visiones… veía a Freezer… veía a millones de saiyans enfrentándolo pero… ¿Seria eso suficiente?
Lleno de desesperación el soldado de clase baja decidió ir corriendo a avisarle a sus demás compañeros, no tenia tiempo de obligar al guardia de la puerta a dejarle pasar… y si conseguía que todos los saiyans se unieran a él, tal vez tendrían una oportunidad contra el tirano…y mientras tanto, en el espacio… Freezer se aproximaba…
Pero ningún saiyajin quiso creerle a Bardock las palabras que decía… Nadie creía que el final de Vegita ya tenia fecha y hora para dentro de pocos minutos… Nadie ayudó a Bardock aquel último día… Aquel día que seria el último para todos…
Y entonces Bardock lo comprendió…
Todos esos saiyans no le importaban… a él solo le importaba proteger a su Rey… y al príncipe Vegeta…
Sin decir ni una palabra mas y con las risas de sus compañeros aun resonando detrás de él, Bardock salió al exterior en plena desesperación… Pensando en que acondicionaría una nave para escapar él y su familia de ese lugar…
Pero cuando estaba por hacerlo un fuerte y poderoso trueno pareció desgarrar en dos la atmosfera del planeta Vegita…
Había comenzando el Fin del mundo…
Allí estaba la nave de Freezer… y delante de ella… el mismísimo tirano en persona… sonriendo por adelantado…
Como precaución, Freezer disparó una pequeña pero poderosa bola de energía, pulverizando las pistas de despegue de las naves saiyans…
En ese momento Bardock estuvo a punto de perder la vida…
Por suerte pudo escapar hacia otra dirección… Pero ya era muy tarde… todas las naves habían sido destruidas…
“No…” solo pudo pensar el saiyajin, mientras veía como la posibilidad de abandonar ese matadero se esfumaba ante sus ojos…
-Queridos amigos saiyajines… Me complace anunciarles que hoy será el fin de toda vuestra raza…- comunicó Freezer con una voz poderosa y potente, que resonó en cada rincón de Vegita…
En la punta de su dedo, Freezer comenzó a acumular una pequeña bola roja de energía, que temblaba a causa del poder que contenía…
Bardock por un instante se sintió totalmente impotente…
No podía hacer nada…
Todos morirían allí…
El cielo sobre sus cabezas se tiñó de un intenso color rojo sangre… Tan rojo como la diminuta esfera que Freezer sostenía en la punta de su dedo índice…
La tierra entera de Vegita comenzó a temblar, como si la sacudiera el mismísimo demonio… Y el sonido de miles de construcciones al comenzar a derrumbarse, inundó los oídos de un aturdido Bardock…
Muchos saiyajines ya habían comenzado a salir al exterior a ver que sucedía… Y nadie comprendía nada…. Nadie excepto Bardock…
El aterrado soldado miró a sus espaldas… detrás suyo se alzaba el palacio del Rey… Pero ahora estaba en ruinas…
Tal vez… Tal vez el Rey y el niño hubieran muerto allí…
Ojala, se dijo Bardock… Ojala, así al menos no tendrían que presenciar el fin de todo… El fin de su planeta… El fin de todo aquello que habían conseguido tras tantos años…
Pero cuando ya Bardock daba todo por perdido… en la distancia vio al Rey… y traía con él al pequeño príncipe Vegeta, sujeto entre sus brazos con fuerza, venia corriendo, sin duda para que Freezer no lo viera…
Justo en ese momento, Bardock divisó una de las naves en forma de esfera individual que se había salvado de la destrucción que momentos antes ocasionara Freezer… y fue hacia ella…
La reviso rápidamente… Estaba en buenas condiciones aun…
Una sonrisa triste se formó en su cara en ese momento… Una sola nave… Pero era suficiente… Allí en lo alto Freezer seguía acumulando poder en la punta de su dedo… deleitándose por las expresiones aterradas de los saiyans que poco a poco comenzaban a entender lo que se les venia…
Velozmente, Bardock tecleó en aquella nave individual, las coordenadas del planeta tierra… que era el lugar de destino al cual había partido su otro hijo Kakarotto…
En ese momento el Rey al fin llegó hacia él…
-Bardock!!!! Planeabas escaparte tu solo!! Eres un cobarde!!!- gritó el Rey, casi sin aliento…
-Entra en la nave Vegeta…- dijo Bardock, mirándolo a los ojos…
La expresión de furia del Rey cambió a una de sorpresa en ese momento…
-Pero…- intentó decir el monarca…
-Sube ya a la nave!!!- gritó Bardock, desesperado…
El Rey obedeció en silencio, intentando calmar al pequeño príncipe que no dejaba de llorar entre sus brazos…
Bardock los miró a ambos con ternura por un instante… y acaricio el cabello negro y en punta de su hijo… lo que pareció calmar un poco al niño, incluso aunque el ruido de fondo que anunciaba el final del planeta y de la tierra que ya se resquebrajaba en mil pedazos fuera insoportable…
-Las coordenadas de la nave están puestas para el planeta Tierra… Busca a mi hijo Kakarotto… y dile quien es… que sepa de donde viene… y que tiene un hermano…- le dijo Bardock …
Los ojos del Rey estaban llenos de lágrimas por primera vez en su vida, estaba por negarse a la estúpida petición de Bardock, estaba a punto de decirle que el pequeño príncipe y Kakarotto no eran realmente hermanos… Pero no pudo… En ese ultimo momento no fue capaz de negarse a él…
-Y tu que harás??- susurró sin apenas poder hablar…
-Yo aquí me quedo… Tu cuídate mucho Vegeta… y cuida también al pequeño príncipe… Adiós…- la última palabra de Bardock sonó quebrada, al mismo tiempo que en su rostro aparecía aquella sonrisa que perseguiría al Rey muchos años después de que todo hubiera terminado…
Y ya no había vuelta atrás…
Y ya no habría una segunda oportunidad…
Bardock cerró la puerta de la nave… Pero sus ojos y su sonrisa se quedaban dentro del alma del Rey… La nave salia volando de allí a toda velocidad, casi imperceptible, como un punto en medio de la noche… Mientras aquel soldado de clase baja se elevaba en el aire dispuesto a ir a enfrentarse a su destino…
Fue el único saiyajin que se atrevió a enfrentar a Freezer… pero el tirano solo se rió de él… Y cuando Bardock quiso atacarlo, su ataque fue desviado con suma facilidad…
Pero al guerrero ya no le importaba morir…
Había protegido aquello que era lo más importante para él… Y aun cuando Freezer lanzo esa monstruosa bola de energía sobre el agonizante planeta, arrasando con todo, Bardock no pudo más que sentirse tranquilo… Su vida no había sido grata… condenado a estar separado del Rey que amaba y de sus propios hijos, ahora solo había paz en su alma… La sensación de que su última misión ya estaba cumplida…
El calor abrazador ya comenzaba a calcinar su piel, y entonces… Ante sus ojos… apareció una última visión… Lo ultimo que vería antes de desaparecer…Kakarotto… Su hijo de sangre… Y Vegeta, el niño que habia llevado dentro suyo… peleando contra Freezer… codo con codo…
“Ellos te derrotarán Freezer… yo se que lo harán…” pensó Bardock, mientras aquel mundo junto con todos sus integrantes se desvanecía en el espacio para siempre…
Y en aquella oscuridad… El Rey observaba desaparecer su planeta junto con el hombre que mas había amado en su vida… y al cual jamás había sido capaz de decirle lo que sentía…
El polvo se disolvió en la enormidad del universo, con un último destello súbito, como el de la llama de una vela antes de apagarse definitivamente… “Cumpliré la promesa Bardock… juro que lo haré… y nuestros hijos sabrán de ti… lo prometo…” juró en ese momento el Rey, mientras aun, detrás de sus parpados… podía ver esa ultima sonrisa aliviada y resignada… Esa que lo acompañaría por el resto de su vida…