Goku no podía entender como demonios había sucedido eso…
Habían pasado semanas desde el día en que Vegeta comenzara las clases y desde aquel simple y accidental roce de sus manos y la huida del príncipe, el joven no había vuelto a dirigirle la palabra…
Y era literal…
No había vuelto a dirigirle la palabra…
En las clases era puro silencio…
Ni siquiera le preguntaba nada a su profesor, si no que se limitaba a hacer su tarea con gran rapidez y a entregarla sin ni un solo error para que un impresionado Goku la revisara…
El muchacho poseía una gran inteligencia, al punto en que Goku llego a pensar si no seria alguna clase de súper dotado, ya que incluso los temas mas difíciles los resolvía con gran rapidez…
Pero ese no era el punto… Si no la frialdad con la que trataba a Goku…
“No” pensó Goku “Si me tratara con frialdad me sentiría afortunado… pero ni siquiera me trata! No existe lazo alguno entre nosotros!”
Por otro lado había comenzado a acercarse más y más al Rey quien lo trataba como si fuera su amigo y lo invitaba a cenar con ellos todos los días… cenas en las cuales Vegeta ni siquiera lo miraba…
-Y bien… trajo la tarea del día de hoy?- pregunto Goku a su alumno aquel día, el príncipe no se digno a contestarle, y como toda respuesta, apoyo sobre su pupitre de madera, su cuaderno de siempre…
Goku lo tomo sin decir palabra, vigilando las expresiones del joven, pero en su rostro no había nada… ni siquiera el desprecio cruel del principio…
Goku comenzó a revisar la tarea, sorprendido, aunque ya comenzaba a acostumbrarse de no encontrar allí error alguno…
El príncipe por otro lado, fingía no darle la mas minima atención a su profesor, mientras miraba exasperado por la ventana entreabierta. El sol de primavera ya comenzaba a calentar la tierra de aquel planeta que no era el suyo, dándole a todo el paisaje de lejanas montañas y verdes praderas, un tono paradiasico que Vegeta no se sentía capaz de disfrutar… ahora solo podía desear que las clases terminaran de una vez…
No quería estar allí con ese extraño terrícola al cual en un primer momento había pensado que podía llegar incluso a agradarle…
Ahora solo deseaba estar solo…
La impotencia que solía dominar su corazón lo mantenía por completo aplastado, encerrado en esa tierra extranjera, añorando un lugar que, a pesar de que ni siquiera tenia un registro de el en su memoria, extrañaba con locura…
Allí en Vegita su vida hubiera sido tan diferente…
Hubiera entrenado y se hubiera convertido en un gran saiyan… en el mas grande que jamás hubiera existido… hubiera sido el orgullo de su raza…
Pero ahora todo estaba perdido, y su raza… extinta…
-Freezer… desgraciado insecto…- murmuro el príncipe mirando con rencor toda aquella libertad de la que jamás seria participe, apretando un puño y sintiendo como aquella vieja rabia volvía a invadirlo…
Goku creyó escucharlo murmurar algo por lo que levanto la vista de la tarea que estaba examinando y fijo sus ojos negros en aquel muchacho tan enigmático…
El profesor no pudo evitar sorprenderse al descubrir en el joven, una mirada que le congelo el corazón… una mirada llena de impotencia… de odio… de rencor sin limites…
No parecía la mirada de un muchacho de apenas 15 años… Parecía la de alguien mucho mayor, alguien que hubiera sufrido un dolor inimaginable…
Goku se sintió algo asustado, y carraspeo para llamar la atención de su único alumno…
-¿Esta bien Vegeta?- pregunto con una voz un tanto temblorosa que ni el mismo reconoció…
De inmediato el joven príncipe cambió su expresión amargada por una fría y desprovista de todo sentimiento, expresión que Goku últimamente le había visto muy seguido…
En respuesta a la pregunta de su profesor el joven saiyan solo se limito a negar con la cabeza, haciéndole un leve ademán con la mano que le indicaba que, si ya lo deseaba, podía comenzar con la clase…
Goku intento borrar la extraña sensación que había quedado impresa en su corazón al ver aquella mirada oscura en Vegeta y comenzó con su clase, buscando por todos los medios que el joven príncipe volviera a dirigirle aunque mas no fuera una palabra…
Pero pasaban las horas y no consiguió nada…
Vegeta seguía mudo, aunque de a ratos, y sin que Goku lo mirara, sus ojos del color del carbón lo examinaban de arriba a abajo y una sonrisa triste se dibujaba en los labios de aquel rostro endurecido…
“No puedo ser tu amigo insecto terrícola” pensó el príncipe mientras Goku escribía en el pizarrón, dándole la espalda, unos cuantos problemas matemáticos… “Aunque nunca lo sabrás… soy el príncipe de una raza casi extinta… y no sabes el peso que llevo sobre mis hombros”…
De nuevo la mano del príncipe se apretó en un puño, que convirtió en polvo el frágil lápiz con el que había estado escribiendo… No… ningún vinculo podría existir jamás entre el y el humano… Ahora solo debía apegarse a los planes de su padre… si es que algún día ambos pretendían vengar la destrucción de Vegita destrozando al lagarto espacial…
Finalmente la clase concluyó, sin que el príncipe hubiera abierto la boca ni una sola vez en todo el tiempo que estuvieron juntos, Goku no podía dejar de sentirse aturdido y confundido… ¿Es que acaso aquella extraña chispa que había creído ver en el príncipe y que encendía su propia alma había sido solo una ilusión?...
Goku no sabia que creer… por lo visto así era, ya que frente a si no había nada mas que un muchacho caprichoso e insensible…
-¿Vegeta, lo veo en la cena?- pregunto Goku deteniéndose en el umbral de la puerta del cuarto de estudios, ya era la hora del té, momento en el cual se daban por finalizadas las clases del día, pero Vegeta jamás asistía a tomar el té en la sala, con su padre y su profesor…
El príncipe no le respondió, manteniendo esa expresión ausente en su mirada, Goku ya sabia que no le iba a contestar así que se marcho, dejando solo al joven, que nada mas verlo irse lanzo un fuerte suspiro…
Habían pasado tres semanas desde la llegada de Goku a la mansión y Vegeta sentía que a cada día que pasaba su animo se deterioraba más y más… ¿Por qué rayos había tenido que llegar ese terrícola a complicar aun más su ya muy complicada vida?... y lo peor de todo… por que le daba tanta importancia??
Desde el día en que él había susurrado su nombre, parados frente a la ventana con aquella puesta de sol de fondo y perdidos el uno en los ojos del otro, Vegeta no había podido quitárselo de la cabeza…
El príncipe se acerco a la ventana, aun faltaba un rato para que anocheciera, pero tenia ganas de ver la puesta de sol aquel día…
Abrió ambos cristales, dejando que el cuarto de estudios se llenara del suave aroma de los cerezos en flor del jardín de su padre y que la suave brisa de mediados de primavera alborotara sus cabellos…
El joven se sentó en el marco de la ventana con las rodillas recogidas sobre el y observando el tono rosado que de apoco cubría el cielo, pero allí faltaba algo… o mas bien alguien… alguien que en ese momento tomaba el té con el Rey de una poderosa raza casi extinta…
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-Y que tal se porto hoy mi hijo?- preguntó el Rey, atento como siempre, a un distraído Goku que solo se dedicaba a contemplar el vacío fondo blanco de la porcelana de su taza de té…
-eh? Ah si… bien como siempre… es solo que…- Goku se cayó, no deseaba suscitar ningún problema en aquella familia…
-Puede decirme con confianza Son Goku…- insistió el Rey bebiendo de a sorbos su propio té, Goku suspiro sin poder evitarlo…
- No es nada… es solo que Vegeta últimamente a estado algo distraído… y me preguntaba… que problemas… tendría…- murmuro Goku, bajando la vista, era imposible no sentirse intimidado frente a un Rey, y mas cuando se le hablaba de su impertinente y rebelde hijo…
-Vaya- murmuró el Rey un tanto disgustado, pero enseguida, justo cuando Goku creía ver algo extraño bajo aquella bella mascara de amabilidad que aquel hombre siempre le mostraba, una sonrisa volvió a iluminar su rostro –Seguramente no será nada, ya sabe como son los adolescentes Son Goku, siempre magnifican cualquier insignificancia… pero ya hablare con él- prometió el Rey sin dejar de sonreírle a Goku, quien por un momento se sintió un poco atontado por esa magnifica sonrisa que le dedicaban…
“Es un hombre muy guapo” pensaba el profesor sonriéndole también y sin dejar de tomar el té que la sirvienta que había junto a ellos les había vuelto a servir “Pero no creo que jamás se interese en mi… al menos no para algo serio… aunque no puedo ni imaginarme la cara que pondría el príncipe si se enterara que me tendría de padrastro a mi…”
El Rey, ajeno a estos pensamientos, solo podía mirar a Goku y pensar en lo idéntico que era a Bardock, aquel leal guerrero que había dado su vida para protegerlo…
El Rey sabia que pronto seria el momento de cumplir con aquella vieja promesa y decirle a Goku quien era en realidad y de donde venia… Pero… ¿Seria capaz de hacerlo? ¿Cómo explicarle a un “terrícola” que en realidad era un extraterrestre venido de un planeta aniquilado por una asquerosa lagartija espacial?
Seguro sonaría a invento… Así que debía esperar el momento mas propicio, dejándole ver a Goku ciertas cosas extrañas hasta que ya no le cupiera duda de que el y su hijo eran extraterrestres… y entonces, cuando el joven profesor supiera eso, el Rey le diría que eran del mismo planeta…
“Bardock… juro que tu hijo lo sabrá todo… y entonces… cuando yo este listo… asesinare a Freezer en Tu Nombre” pensó el Rey sin dejar de mantener aquella sonrisa algo fingida en su rostro…
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Después del té de aquel día, Goku decidió irse a dormir una corta siesta, ya que últimamente no estaba pudiendo dormir bien, y el Rey se quedo solo en la sala, no pasaron ni dos minutos de la marcha del profesor, cuando el monarca se levantó y fue a buscar a su hijo, que seguía en el cuarto de estudios…
Ya había anochecido del todo y el joven Vegeta había podido recrearse por un momento en la belleza del paisaje, había podido observar como, en el momento preciso del ocaso, la nieve en los picos de las distantes montañas se había encendido, como si estuviera cubierta de fuego rosa, e incluso como, cuando la noche ya había caído sobre el jardín de Sakura, ese lugar lejano seguía iluminado…
Nunca se había atrevido a ir hasta allí volando, tenia la extraña impresión de cuando observara toda esa magnifica belleza de mas cerca esta perdería todo su encanto…
Por otro lado no tenia motivos verdaderos para salir de su prisión, solo salía a hurtadillas cuando quería estar con sus amigos, unos niños ricos e insolentes como él que, en el fondo, Vegeta despreciaba…
Ahora en medio del cielo nocturno comenzaban a despuntar las estrellas, y del sol no quedaba más que una mancha entre lila y violeta que se difuminaba con gran rapidez, el príncipe siempre que miraba las estrellas pensaba en su hogar… En el polvo interestelar de su planeta que sin duda aún estaría flotando por el espacio…
Pero justo en ese momento, entro el Rey en el cuarto de estudios, interrumpiendo sus reflexiones…
-Que quieres?- pregunto molesto el joven, haciendo que su padre torciera el gesto de pura exasperación… -Vine por que tu profesor me dijo que andas algo distraído- dijo el Rey con voz contenida, pero Vegeta solo se encogió de hombros –No se como puede opinar eso si ni siquiera le hablo- murmuró Vegeta volviendo a concentrarse en las lejanas estrellas…
El Rey no se sorprendió por esto, su hijo solía ser así con casi todos los profesores, de hecho Goku era el que más lo había soportado y el que más tiempo había permanecido en la mansión…
Pero de todos modos le preguntó… -Por que no le hablas?-
-Por que no me interesa sociabilizar con los insectos de aquí, ese es tu trabajo no?- dijo el príncipe con bastante burla…
-No se trata de sociabilizar… es tu profesor… dime, al menos haces la tarea?- pregunto el Rey con el ceño fruncido…
-Si, y déjame decirte que a ese idiota se le pasa un poco la mano, me esta enseñando cosas de universidad…- murmuro Vegeta cruzándose de brazos…
-Eso es bueno, tiene que exigirte, ya que eres el príncipe de los saiyans se supone que debes ser mas inteligente que todos tus amigos no?- dijo el Rey, buscándole la vuelta a su primogénito por el lado del orgullo…
El joven príncipe sonrío un poco –Es cierto, soy mil veces mas inteligente que mis amigos, pero eso no significa que pueda perder mi tiempo haciendo montañas de tareas-
El Rey suspiró, su hijo siempre, de un modo otro, buscaba la manera de tener la razón, así que decidió cambiar de tema…
-Tendremos visitas a cenar…- le comunico sin querer mirarlo siquiera, sabía muy bien cual sería la reacción de su joven hijo…
El príncipe se alteró de inmediato, -¿Quien?- fue lo único que logró susurrar
-Ya sabes quienes- respondió el Rey algo molesto –Así que quiero que te vistas con lo mejor que tengas y que seas cortés de acuerdo? No quiero que arruines todos los esfuerzos que he puesto en esto…-
Dicho esto, el Rey se marcho del cuarto de estudios, dejando solo a un irritado Vegeta, sin duda aquella seria una noche muy larga…
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Después de dejar a su hijo, el Rey se marcho a la habitación de Goku, sabía que debía estar durmiendo, pero tenía que avisarle de las visitas de aquella noche y preguntarle si cenaría con ellos…
El Rey golpeó la puerta del cuarto de Goku un par de veces, pero al no obtener respuesta tuvo que insistir. Finalmente, al décimo golpe, la puerta se abrió…
Un Goku con rostro de dormido se presentó ante el Rey, con una camisa blanca toda arrugada y desabotonada, que dejaba ver su pecho musculoso, y unos pantalones negros igual de arrugados, estaba descalzo y despeinado y había abierto la puerta bastante dormido, sin ser conciente de que aquel no era un aspecto digno para presentarse ante a un Rey, pero por suerte al Rey Vegeta poco le importaba su aspecto, incluso se atrevería a decir que con ese aspecto informal se veía mucho mejor que de costumbre…
-Hola… Milord…- susurro Goku bostezando sin poder evitarlo, el Rey soltó una leve risa y como de costumbre le colocó una mano en el hombro…
-Disculpe que interrumpa su siesta Son Goku, pero venía para informarle que hoy en la cena tendremos invitados, llegarán en más o menos dos horas y me gustaría que nos acompañara…- dijo el Rey con su acostumbrada elegancia…
Goku pestañeo confundido, sin saber a que clase de invitados se refería, sin embargo, por el brillo en los ojos del Rey al pedírselo, se notaba que debía ser algo importante para él, así que Goku aceptó sin pensárselo…
-Por supuesto Milord, pero como deberé vestirme?-
-Oh un traje cualquiera estará muy bien… además… usted siempre luce toda la ropa que lleva- dijo el Rey con una sonrisa, retiró la mano del hombro de su empleado y se marchó de allí sin decir nada más, mientras Goku lo observaba embobado alejarse…
“Usted siempre luce toda la ropa que lleva” repitió Goku en su mente… acaso… acaso eso había sido alguna clase de cumplido? “No… imposible… solo fue por pura cortesía…” se dijo Goku a si mismo, sacudiendo la cabeza para librarse de esos pensamientos, pero aun así no pudo evitar que su corazón latiera muy rápido y sus mejillas se sonrojaran un poco…
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La hora de la cena llego demasiado rápido para el príncipe, quien por supuesto no se tomo la molestia de arreglarse para la cena ni nada por el estilo, sabia que debía ir a la fuerza y seguir el plan pero de pronto se sentía tan cansado de toda aquella farsa que debía representar, que estuvo a punto de no ir…
Afortunadamente se tropezó con Goku justo cuando estaba por dar la media vuelta e irse, y el profesor, intuyendo sus intenciones, señalo la dirección en que quedaba la sala y dijo –Vegeta, los invitados ya deben haber llegado, vamos-
Vegeta refunfuño algo incomprensible pero no tenia mas opción que ir, ese estupido profesor… siempre aparecía en el momento más inoportuno…
Ambos llegaron juntos a la sala, pero los invitados aun no estaban presentes, solo el Rey, sentado a la cabecera de la mesa en su silla de alto respaldo de madera tallada, el rostro del monarca aparecía lleno de preocupación, su ceño estaba fruncido y no dejaba de acariciarse la barba nerviosamente con los ojos fijos en la mesa, pero nada mas verlos llegar, compuso una sonrisa para ellos…
Buenos, mas bien solo para Goku, ya que al ver a su hijo se dio cuenta de que el muchacho había desacatado su orden y se había puesto cualquier ropa excepto el traje que el había ordenado que se pusiera para la cena…
Sin embargo el Rey no quería montar ningún espectáculo así que espero a que Goku se sentara y le indico discretamente a su hijo que acudiera a su lado.
El príncipe fue donde su padre con una pequeña sonrisa de suficiencia en el rostro, imaginandose la reprimenda que se le venia…
-Te digo que vengas formal y te apareces vestido asíl!?- le susurró el Rey furioso al oído, la ropa del príncipe era una camisa blanca y una chaqueta de tela escocesa roja y negra (ya saben como) unos jeans azules de marca y unas zapatillas de lona…
El príncipe se veía como el adolescente atractivo que era y su ropa era de mucha calidad, pero no era la adecuada para una cena formal…
-Y se puede saber que demonios pensaba que me pondría?- le susurro el príncipe a su padre al oído, su voz era tan burlona que al Rey le dio ganas de darle una buena bofetada… -Ya te dije que nunca me pondré uno de esos trajes de gala con los que te has complacido llenándome el armario, yo no soy un terrícola hipócrita que necesita fingir nada… el único traje que deberíamos llevar seria el de saiyans!!! Cuando éramos guerreros de verdad! Y no la mentira que somos ahora! No se que es mas vergonzoso! Si ser los esclavos del mal nacido de Freezer, o ser los perritos guardianes de la basura terrícola!!!-
-No levantes la voz- le ordeno su padre, mirando de reojo a Goku en la otra punta de la larga mesa, que hacia como que no se enteraba de la discusión que ellos mantenían en ese momento…
Pero era más que obvio y aunque el profesor no captaba las palabras de ambos, lo veía en sus caras molestas…
-Entonces tu no me fastidies mas- respondió el insolente príncipe, comenzando a alejarse para tomar su asiento, pero la mano firme del Rey sujetándolo por la muñeca lo detuvo –A mi no me hables así jovencito… además tu no sabes nada de cómo fueron las cosas en Vegita bajo el mando del inmundo de Freezer, no todo eran las glorias que te contaba de niño, ya creo que tienes edad suficiente como para saberlo… y no quiero hablar mas de esto… ve a cambiarte de inmediato- ordeno el Rey, decidido a que su voluntad se cumpliera, pero para desgracia suya, justo en ese momento, le anunciaron que sus invitados estaban en la entrada de rejas del principio de la mansión…
-Háganlos pasar- suspiro el Rey, derrotado, y viendo como su insolente hijo le dedicaba una sonrisa de triunfo y se sentaba en su lugar a la mesa que ese día era junto al de Goku, con esas ropas de escándalo…
Y a los dos minutos, la puerta de entrada se abrió y aparecieron los elegantes personajes, guiados por el anciano mayordomo…
El Rey se levanto enseguida para recibirlos con una sonrisa y su amabilidad de siempre…
Eran dos personas, un anciano vestido de traje y cabello de color entre blanco y lila, y una jovencita de cabellos color azul verdoso casi turquesa…
Goku no los había visto jamás en su vida, pero eso no le sorprendió demasiado ya que el no tenia motivos para conocer a las personas de la alta sociedad…
-Brief!! Mi querido amigo!- exclamo el Rey dándole un abrazo al anciano de cabellos liliáceos que fue correspondido por el otro hombre de igual manera –Que gusto verle de nuevo Vegeta!- dijo el anciano cuando se separaron –A pasado casi un mes! Disculpe que no pudimos venir antes pero tuvimos un congreso por toda Europa y ya sabe como demoran esas cosas!-
El Rey asintió con una gran sonrisa y luego se dirigió a la jovencita que aguardaba detrás del anciano, con expresión algo incomoda…
Goku a pesar de que las mujeres nunca le habían llamado la atención demasiado, no pudo evitar notar lo hermosa que era aquella joven, estaba vestida con un elegante vestido negro a la rodilla y traía una cartera y zapatos a juego, se veía como toda una dama…
-Mi querida Bulma! Acaso estas mas bonita desde la ultima vez que te vi o es mi imaginación?- dijo el Rey besándole la mano caballerosamente y haciendo que la muchacha se sonrojara –Muchas gracias Señor Vegeta…- susurro la joven, mirando por encima del hombro del Rey al joven príncipe, que desviaba la mirada molesto, cruzado de brazos y sin molestarse en levantarse…
-Y ese muchacho quien es? No lo había visto jamás… es algún pariente suyo? Son muy parecidos!- dijo Brief sonriéndole a Goku, quien se paro nervioso para presentarse, pero por suerte el Rey le ahorro la vergüenza…
-Dejen que los presente- dijo el Rey cuando Goku llego donde estaban los tres personajes… -Este es Son Goku, el maestro particular de mi hijo y también nuestro amigo, le he pedido que esta noche cenara con nosotros para así poder presentárselo…- dijo el Rey alegremente –Son Goku, ellos son el Dr. Brief y ella su preciosa hija Bulma, pero te advierto que esta comprometida, mas bien casi a punto de casarse- dijo el Rey con una sonrisa tirante en su rostro al ver como Goku se quedaba mirando a la encantadora joven que debía tener unos 18 años mas o menos… Pero Goku no la miraba por que le gustaba, si no por que la chica en ningún momento había dejado de espiar el lugar donde el príncipe se sentaba poniéndose toda colorada…
“Argh… pero si esta comprometida que hace fijándose en ese chiquillo… que mujer extraña” pensaba Goku, sintiendo algo extraño removiéndose en su interior al ver el interés que aquella parecía tener en el príncipe…
-Ehh… mucho gusto- dijo Goku recuperándose y tendiéndole una mano al Dr. Brief quien la estrecho con amabilidad al igual que la joven de pelo verde…
-Bien! Ya que todos hemos sido presentados o nos conocíamos de antes, vayamos a la mesa, la servidumbre ya debe estar por servir la cena- indico el Rey con su locuacidad habitual, indicando la mesa, mientras Goku se preguntaba por dentro, como hacia ese hombre para ser tan encantador…
-Cuanto tiempo joven Vegeta- dijo el Dr. Brief, al ver allí al príncipe –Que onda- respondió Vegeta como el adolescente que era, haciendo sonreír a Goku y molestando al Rey,
-Que tal si saludas como corresponde querido hijo?- pregunto el Rey apretando los dientes…
-Hola Dr. Bruf, hola Pulma- saludó el muchacho bastante sarcástico…
-Es Brief- dijo el Doctor un tanto incomodo –Y yo soy Bulma- susurro la muchacha con algo de tristeza…
-Si como sea- murmuro Vegeta, y el Rey indico a sus invitados que se sentaran, dispuesto a ignorar a su hijo…
Goku se encontraba mucho mas receptivo para una conversación así que comenzaron a molestarlo a el en lugar de a Vegeta, mientras el príncipe sentado a su lado lo miraba compadecido y algo burlón…
-Y bien, como fue que usted termino siendo el profesor del joven Vegeta?- pregunto Brief, bastante interesado, mirando a Goku…
-Pues fue una simple casualidad…- comenzó el profesor, pero fue interrumpido…
-las casualidades no existen!- filosofo de pronto el doctor, y el Rey asintió
-Es cierto mi buen amigo! Somos prisioneros del destino… nada ocurre por que si!-
-Así es- suspiro el Doctor –míreme a mí, empecé siendo un pobre doctor y un científico al que muchos consideraban loco y ahora soy el dueño de la corporación tecnológica más importante del mundo…-
-Entonces… Usted es… el Brief de Corporación Capsula??- pregunto Goku sorprendido, ya se imaginaba que el Rey debía tener amigos muy distinguidos, pero no tanto!
-Si, ese soy yo…- respondió el doctor con algo de orgullo…
-Es un orgullo conocerlo- balbuceo Goku, algo intimidado…
-Bueno pero sígame contando como fue que termino aquí- insistió el doctor con amabilidad, y Goku se reconcentro en relatarle su historia…
-Pues… a la limusina de Milord se le había pinchado una llanta, y yo lo ayude a cambiarla… Así fue como nos conocimos… luego él me ofreció trabajo y aquí estoy…- relato Goku bastante ruborizado, había contado la historia de esa manera un tanto ambigua para no tener que especificar su falta de empleo ni el echo de que el Rey decidiera tomarlo para su servicio aquel mismo día, trayendo a su mansión a un extraño como si nada… Toda esa situación seguía pareciéndole rara… mas cuando recordaba el nombre que el Rey le había dado la primera vez que se habían visto… “Bardock”… lo había llamado “Bardock”…
-He aquí otro ejemplo de lo sujetos que estamos al destino… si tu llanta no se hubiera pinchado Vegeta, hoy no tendrías un profesor para tu hijo- dijo el doctor con una sonrisa y el Rey asintió, mirando a Goku –No sabes cuanto me alegro de que haya ocurrido ese incidente- susurro el Rey sin despegar sus ojos negros y profundos del profesor, quien sintió como si un fuerte escalofrío recorriera todo su cuerpo…
El Rey jamás lo había mirado de aquel modo tan penetrante… casi podía sentir su mirada atravesarlo y pasearse suavemente por las profundidades de su alma…
-sabe… yo a veces creo que las casualidades y el destino se unen para formar el karma- continuo de pronto el Rey Vegeta, sin dejar de mirarlo aunque le hablaba al doctor Brief, -A veces nuestro pasado vuelve para mostrarnos el camino a seguir para nuestro futuro…-
Goku se estremeció ante esas palabras sin saber por que, casi le parecían algo profeticas, aunque no tenia ni idea de a que se referiría el Rey…
-Eso es interesante… aunque sigo creyendo que es el destino el que rige nuestras vidas- comento el doctor…
-Arghh si siguen filosofando me voy a vomitar en todo este bonito mantel blanco- susurro Vegeta al lado de Goku, quien casi soltó la carcajada, volviéndose para mirar al joven, no estaba seguro de que esas palabras fueran para el, después de todo el joven no le hablaba hacia tres semanas, sin embargo esta vez tenia la cabeza ladeada hacia él y lo miraba de reojo…
-Es interesante- le susurro Goku, esperando que solo el silencio le respondiera…
-Ellos no saben nada del destino.- respondió Vegeta, sorprendiendo de nuevo a su profesor…
No tuvieron tiempo de susurrarse nada mas por que en ese momento llegaron los sirvientes con las bandejas llenas de comida humeante que colocaron sobre la mesa…
Pero Goku en lo último que pensaba era en la comida, mientras en su cerebro se entonaba una estupida cancioncilla de victoria “Me hablo!! Me hablo!!! Ha vuelto a hablarme!!!!!” palabras que no dejaron de repetirse en su mente en ningún momento durante la cena, en la cual siguieron las filosofías del Rey y del Doctor, en tanto los ojos de la joven Bulma no dejaban de irse encima del príncipe, cosa que ya comenzaba a molestar a Goku, por que rayos esa tonta tenia que mirar tanto al príncipe??…
-Y bien Vegeta, entonces ya esta listo todo lo referente a ese asunto- pregunto en cierto momento de la noche el doctor Brief, dejando tranquila a la filosofía por un momento…
-Si, ya todo esta dispuesto- dijo el Rey con una sonrisa, Goku no entendía a que se referían, pero creyó que no era de su incumbencia así que continuo comiendo como si nada, sin notar las oleadas de furia e impotencia provenientes del cuerpo de Vegeta, que ya comenzaba a doblar el tenedor con el que comía gracias a la fuerza de su mano…
-Eso es muy bueno… pronto deberemos anunciarlo en la sociedad…- continuo el doctor Brief, bebiendo de su copa de champagne…
-Ellos deberían decidir el día para hacerlo- dijo el Rey bebiendo también de su copa…
Goku los miraba extrañado, ahora si comenzaba a darle curiosidad aquello de lo que hablaban esos dos, y los miraba alternativamente, cosa que el Rey noto enseguida…
-Oh! Seguro se preguntara de que hablamos Son Goku, disculpe nuestra descortesía- dijo el Rey dedicándole otra de sus hermosas sonrisas –Sucede que Vegeta y la Señorita Bulma están comprometidos y aun no se deciden a anunciarlo en sociedad…- dijo el Rey con toda naturalidad, haciendo que Goku casi se ahogara con la comida…
¿Qué?!!!!!!! El muy mocoso de Vegeta estaba comprometido??????!!!!!!! Pero si solo tenía 15 años!!!!! Acaso el Rey estaba loco!!!! O Vegeta lo hacia por que quería???!!!!
No… eso era imposible… el ni siquiera había pronunciado bien el nombre de su “amada”… Goku intento dominar su exagerada reacción, observando la expresión amargada y resentida de su alumno, y entonces, comenzó a preguntarse si el carácter de Vegeta no tendría un motivo después de todo…Y ahora comprendía también el porque de las insistentes miradas de la joven a su prometido y también las palabras del Rey, al advertirle que ella era una mujer a punto de casarse…