El plan del señor Malfoy iba saliendo a la perfección, por lo cual yo estaba comiendo cómodamente en el Gran Comedor, esto era delicioso, llenarse el estómago, era lo mejor de la vida, eso y jugar Quidditch, no podía pedir más, por lo cual estaba atascándome para salir a jugar un rato, además de enviarle una carta a mamá. Estaba dando mi último bocado a mi asado cuando una voz me dijo algo.
- No me podía esperar nada mejor de la joyita de Gryffindor – dijo un chico de quinto de Ravenclaw, bastante… ¿atractivo?, no yo no soy marica como mi hermano, pero me llamo mucho la atención.
- ¿A qué te refieres gavilancito? – no pude dejar de ser altanero con él, por más guapo que fuera, no lo dejaría tratarme como a una víbora arrastrada.
- Vaya, eres el león, mas topo, que he conocido en toda mi vida – dijo con una voz despectiva – por si lo quieres saber, tu padre y tu hermano están en la enfermería – Lucius Malfoy los ataco, ah pero claro, tú debes de saberlo, si ayer, platicabas animadamente con él en Cabeza de Puerco.
- ¿Qué? No sé a lo que te refieres – dije comenzando a enojarme el señor Malfoy me había prometido que no los lastimaría.
- Deberías de estudiar oclumancia, tu mente es un libro abierto – dijo comenzando a alejarse, y gracias por lo de guapo y altanero, tú también lo eres – maldito hijo de… - y mi madre si es eso que piensas, pero no la conozco – dijo casi en un grito saliendo.
Camine hacia la enfermería, lo que el guapo, me había dicho era totalmente ridículo, excepto, lo de que era totalmente guapo, eso era obvio. Cuando llegue a la enfermería, vi a mi padre en una cama totalmente adolorido y a mi hermano, con su mano sostenida por su marica amigo, pero igual se veía muy mal.
- Rose, ¿Qué mierda paso aquí? – le pregunte a mi prima.
- Lucius Malfoy, le lanzo un imperio al profesor Longbottom y se tomó una poción multijugos con cabellos suyos y ataco al tío Harry y a Al – dijo suspirando volteándolos a ver – el profesor Malfoy, lo tiene encerrado y amarrado en la torre de astronomía.
- Maldito hijo de… - y salí corriendo a la torre. Tome mi varita estaba dispuesto a todo, incluso a confesar, solo para poder cruciarlo un buen rato.
- Así que ahora el leoncito, es fiero wow que miedo – maldito Ravenclaw, otra vez el.
- No me importa lo que pienses de mi – le dije al… ¿Cómo se llama? Al tipo.
- Jajajaja enojado, te ves muy sexy – dijo el chico, acorralándome. Pero que le pasaba al idiota. Su aliento golpeo mi nariz y me dejo extasiado, por Merlin, ¿Quién demonios era ese tipo?
- Mi nombre es Markus, leoncito - ¿Cómo puede leer mi mente? – jajajaja interesante pregunta, pero solo puedo hacerlo con pocas personas, y tú eres una de ellas y ni yo mismo lo sé – está loco – claro que si leoncito, pero por ti – y me beso, fue as… espera no es asqueroso, es maravilloso, su labios, tocándome sutilmente, haciendo, que todos los nervios de mi cuerpo se sacudan, que me hagan estremecer, que quiera más, y como si leyera mi mente, espera, lo hace, profundizó el beso, me hizo abrir lentamente la boca y mis manos instintivamente se fueron a su cuello, lo abrace, entrelace mis manos en su cabello negro como la ceniza, que hacia contrate con su piel blanca y temiblemente suave, me comenzó a faltar el aire, me separe, abri los ojos y note sus lagunas negras viéndome y como su deliciosa boca me sonreía, me sonroje, pero le devolví la sonrisa y salí corriendo a matar a esa rata traicionera.
POV
Lo quería matar ¿Cómo pudo cruciar a mi novio así? Pero mi orgullo Black, me lo evitaba, ya no quería ser un Malfoy, debo de actuar a la altura de un Black, suspire por quinceava vez en la tarde, me levante y me dirigí a él. Lo vi con ojos de odio, pero aun así no lo pude evitar, era mi padre, lo abrace y después le solté una cachetada. Él solo me volvió a escupir, me limpie y me le quede viendo directo a los ojos.
- ¿Por qué lo hizo pa… sr. Malfoy? – me corregí al ver su expresión de horror – solo contéstame eso.
- Solo, que no puedo tener un hijo así – dijo con voz seca – eres una deshonra.
- Lo sé, y estoy orgulloso de serlo – conteste – prefiero serlo, a no poder sentir nada.
- Pues muérete, de una vez – se intentó zafar dela silla, pero obviamente no pudo, aun así utilizo magia no verbal y me lanzo un objeto, lo detuve con la varita y lo devolví a su lugar original.
- Basta, lástima que los dementores fueron expulsados de Azkaban – dije con un tonó de enojo.
- Que lastima pero aún tengo mis puños – dijo el hijo mayor de Harry, que le soltó un golpe a mi padre en la mandíbula que le pudo haber tirado un diente, sonreí y murmure “10 puntos Gryffindor”.
- ¿Qué pasa Potter? – dijo mi padre – Teníamos un trato.
- Solo te iba a ayudar a entrar de nuevo, no a dejar que atacaras a mi padre y a mi hermanito – otro golpe a la cara.
- ¿Cómo que un trato? – dije yo poniendo mi mano en la varita, mas enojado de lo que pensé que algún día podría estar.
- Este idiota me engaño, me dijo que entraría a separar a Al de Scorp, que no quería un nieto marica, así que lo ayude, lo siento Profesor, pero no quería que mi hermano anduviera con su hijo – dijo el pelirrojo – pero nunca me dijo que lo atacaría – iba a golpearlo de nuevo pero lo detuve.
- No te preocupes, ya todo está bien – y por algun extraño motivo lo abrace, como si abrazara a mi hijo, y él se rompió a llorar.
POV
Si lo hubiera sabido antes jamás lo habría ayudado, me sentí impotente, pero no pude hacer nada más golpearlo, me olvide de la magia y lo ataque como un muggle, y después de eso me encontré siendo abrazado por el profesor Malfoy, me sentí querido, como si mi madre me estuviera abrazando, me solté a llorar, no deje de sentir que algo me hacía sentir mal, me desahogue y le dije todo a ese hombre, algo me hacía confiar en él demasiado, como si me quisiera, por alguna razón que no comprendía.
“Todo está bien” era lo que me decía una y otra vez, como cuando me caía de la escoba a los 7 u 8 y corría con papá, como cuando Kruncher me rasguñaba y corría con la tía Hermione, como cuando tenía una pesadilla y corría a dormir en los brazos de mamá o de la abuela. Me sentía querido, comprendido y entendí, que el amor, podía llegar de cualquier persona a tu vida.
Me aleje, me limpie las lágrimas, patee al Sr. Malfoy en sus partes nobles y salí diciéndole al profesor que nos veríamos en la cena de navidad, me iba a dirigir a la enfermería, pero antes quería otro beso de ese tal Markus.