- Scorp ya les dije que estoy bien – dijo por millonésima vez mi amado Al, estaba preocupado por él, así que le pedí a Madame Punfrey que lo revisara, a lo que contesto que solo necesitaba descansar que estaría bien para la cena que sería ya la de navidad.
- Madame dijo que tenías que descansar – le conteste con voz severa y protectora. Me lanzo una mirada asesinamente tierna, que le devolví sacándole la lengua.
- Está bien, pero déjame sentarme, puedo descansar sentado, además mi padre si se encuentra mal – dijo levantándose y rápidamente corrió a ver a su padre.
Se encontraba algo mal estaba muy cansado después de varios cruciatus, cualquiera lo estaría, por lo que deje que fuera a verlo, Lilly llego unos minutos después con Hugo como siempre detrás de él.
- Papi ¿estás bien? – corrió y abrazo al profesor Potter.
- Si cariño estoy bien, solo un poco adolorido – contesto el profesor.
- Tío… - dijo el tímido niño que siempre seguía a Lilly – alguien más vino a visitarte.
- ¿ah sí? ¿Quién? – dijo pero su pregunta fue contestada rápidamente.
- Vaya, vaya – dijo una voz – ni como profesor evitas estar en la enfermería.
- Déjalo Ronald – dijo una voz más conocida por mí - ¿Cómo te encuentras Harry?
- Ron, Hermi ¿Qué hacen aquí? – pregunto el profesor al ver a sus viejos amigos, ya eran unos hombres hechos y derechos, pero según me había contado Al, habían estado muchas veces ahí, por cosas parecidas, según me había dicho mi padre, el famosos Trio Dorado de Gryffindor, eran un imán para los accidentes, el Trio Plateado que era el de mi padre, siempre los estaba molestando, porque a pesar de faltar a las normas, siempre salían librados y con puntos a su favor. Mi madrina Parkinson y el tío Blaise, me contaban miles de historias de Hogwarts que siempre terminaban en una pelea con el Trio.
- Pues venimos a visitarte – dijo otra voz femenina, con la que las caras de Lilly y Al se iluminaron y corrieron – no es obvio Harry, Al, Lilly como han crecido mis amores ¿Dónde está James? – pregunto justo cuando iba entrando.
- ¿Mamá? – dijo el mayor y corrió a abrazarla.
- Cariño, eres todo un hombrecito, estas muy guapo – dijo abrazando a sus tres hijos, lo que me hizo pensar en mi madre, tenía mucho que no la veía, recibía diario cartas de ella, pero no la había visto hace más de 2 años.
- El señor Potter, ya se puede ir todo está bien con él – dijo la enfermera, que había llegado – solo le pido que no se esfuerce mucho – y salió de la habitación.
El profesor se puso de pie y se fue caminando hacia sus amigos y exesposa a las cuales abrazo y fuimos saliendo poco a poco de la enfermería, Al se quedó al final y me vio, me dio un besito y salió corriendo junto a sus hermanos, solo me lleve la mano a los labios y sonreí y corrí a subirme a su espalda, subí y todos me miraron con un sonrisa pues era una costumbre. Después de eso nos dirigimos al Gran Comedor y las Señoras Weasley, se dirigieron al comedor a ayudar a los elfos con la cena.
POV
Los aurores ya habían llegado por mi padre y los escolte a la salida con mi padre atado y furioso, lo iban a poner en una prisión de máxima seguridad y le iban a extraer su magia, sería un squib a partir de ahora, me sentía mal por él, pero no pude hacer nada por él.
Me dirigí al Gran Comedor, pues necesitaba algo de alimento, pero antes pase a mi despacho, a recoger los regalos de navidad que le había comprado a Harry, a mi hijo y a su amiguito. Los tomé y los revise, para ver si estaban bien, como vi que si les puse un hechizo para que a media noche llegaran a las habitaciones pertenecientes de cada uno.
Vi a todos los chicos corriendo a sus habitaciones para arreglarse y fui a ver a mi Harry y me sorprendí al verlo con la comadreja Weasley.
- Buenas tardes señor Weasley – dije con tono cortes y le lance una mirada de amor a mi león – señor Potter – me sonrió.
- Malfoy – dijo la comadreja – así que te encuentras aquí.
- Soy el profesor de pociones y me quede a petición del señor Potter – dije volviendo a sonreírle.
- Por Merlin, Malfoy Harry, dejen de fingir – dijo la voz de la sangre sucia.
- Disculpa, Hermione – dijo Harry con voz confundida.
- Claro Harry – dijo la comadrejita – se nota que tú y Malfoy tienen algo – lanzándole un sonrisa pícara.
- ¿Algo? – dijo esta vez poniéndose nervioso.
- Ay, por Merlin, somos tus mejores amigos – dijo la comadreja – y se ve que ambos tienen ojos de borrego a medio morir por el otro, y así era desde la escuela – todos incluso yo soltamos una risa.
- Está bien – dije yo, viendo como mi amor se daba por vencido y me tomaba del mano – si tenemos algo, verdad mi león.
- Así es, mi huroncito – dijo el dándome un besito.
- Puaj… que empalagante – dijo la ex de mi Harry – pero bueno, me alegro por los dos, no quería dejar a Harry totalmente solo. Ahora váyanse a cambiar, nosotros haremos lo propio en la sala de menesteres y llamen a los niños a las cena ya son las 9 – Merlin el tiempo sí que había volado.
POV
Nos encontrábamos en la sala común de Slytherin, comenzamos a arreglarnos, yo entre a la ducha después de Scorp, cuando salí con solo una toalla enredada en la cintura lo vi, con un pantalón de vestir negro, algo ajustado, una camisa verde esmeralda, sus zapatos perfectamente lustrados, una corbata negra y un cheleco negro, su cabello sin peinar. Solo pude soltar un suspiro al verlo, se veía hermoso. Lo abrace por atrás y le dije al odio.
- Alguien te ha dicho que pareces un ángel amor –
- No, y aun no soy tu amor, no me los has pedido como se debe – dijo muy secamente, se lanzó un hechizo al cabello para peinarlo y salió, dejándome solo, demonios debería de pensar una buena manera de pedirle que fuera mi novio y solo pensé en una, sonreí y me vestí en tiempo record y me veía perfecto. Mi pantalón de vestir plateado y una camisa color negro, mis zapatos lustrados y una corbata igualmente plateada.
Salí corriendo a la sala común de Ravenclaw y me detuve enfrente a la estatua, y escuche el acertijo que me tenía.
- En la mañana se me cayó un anillo al café, cuando lo saque estaba seco ¿Cómo fue que lo logre? – este estaba totalmente fácil, era muy obvio.
- Lo logro, porque el café al que se le cayó su anillo, no era café líquido – dije y la estatua se movió dejándome entrar a la torre.
El árbol de navidad estaba en su lugar, con su sinfín de esferas azules y los regalos debajo de este, la sala común no era muy amplia pero si muy acogedora además de que tenía muchos pisos. Llame a mí prima que bajo de inmediato, con un vestido azul celeste muy hermoso que jamás le había visto, seguida de su amiga Ari con uno rosa también muy hermoso, se veían realmente radiantes.
- ¿Qué pasa Al? – pregunto mi prima con mucha curiosidad – y por Merlin, que bien te ves.
Les explique el plan, mi prima saco su celular y en un bip alguien había aparecido por la chimenea dejándome lo que necesitaba, le agradecí con una sonrisa y salimos al patio a preparar todo para media noche. Esto sería perfecto.