Las vacaciones de invierno habían terminado o bueno estaban por terminar, era la última noche de las vacaciones, iba paseando encima de mí Al, y nos detuvimos cerca de donde estaba el sauce boxeador, en las limitantes de este, nos recostamos en la nieve y nos tomamos las manos, nos dimos varios besos, pero seguía preguntándome ¿Cómo que los ojos verdes de los Potter? Claro Al, tenía los ojos verdes, pero nadie más que yo conociera los tenia, por lo menos ni James, ni Lilly y eran los únicos otros Potter que conocía. ¡OH! Espera ¿Quién es de la edad de mi padre y también se apellida Potter? Claro el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras ¡Harry POTTER!
- Oye Al ¿de quién sacaste tan hermosos ojos? – le pregunte a mi león.
- Pues según mi padre, de mi abuela Lilly Evans, una bruja hija de muggles, que murió defendiendo a mi padre cuando él era un bebé - ¿qué? ¿de su abuela y no era una Potter? – pero mi padre es muy modesto, porque el igual que yo tiene los ojos verdes ¿Por qué, amor?
- Es que hubo algo que me dijo mi padre, en Noche Buena, que me dejo con una duda – dije pensativo.
- ¿Ah sí? ¿Qué te dijo? – pregunto muy curioso mientras se volteaba para ponerme más atención.
- Que yo había heredado de él el amor por los ojos verdes Potter – se puso un poco tenso pero comprendió.
- Entonces… - dijo mi novio - ¿crees que mi padre y el tuyo tengan algo?
- Ajá – dije algo preocupado por su expresión de pensaré algo.
- Espera aquí un minuto – y salió corriendo y regreso con el Mapa del Merodeador.
- JURO SOLEMNEMENTE QUE MIS INTENSIONES NO SON BUENAS – y el mapa se mostró después de la peque introducción.
- Busquemos a nuestros padres – dijo pero escondió el mapa porque una voz nos espantó.
- ¿A quién espían con el mapa? – nos dijo Rose.
- Ah Rose me diste un susto de muerte – dijo Al – y buscamos a nuestros padres, Scorp llego a la conclusión de que entre ellos 2 hay algo, entonces tenemos que averiguarlo.
- JAJAJAJA ¿enserio? – dijo Rosalie – yo ya me lo imaginaba, según mis padres, desde que iban en la escuela se llevaban muy mal, pero cuando entraron a dar clases, jamás se pelearon, ni una sola vez.
- Bueno, entonces veamos el mapa… - dijo Al volviendo a sacar el mapa y mostrándonoslo – están en el aula en desuso de pociones, que esta en desuso desde que el profesor Longbottom la hizo estallar cuando eran alumnos y están juntos.
- ¿Vamos? – pregunto Rose, a lo que los tres sonreímos de manera maligna y salimos corriendo por la capa de Al.
POV
Si lo sabía, ya éramos adultos, pero ambos teníamos la fantasía de hacerlo en esta aula, todos la habían usado menos nosotros, jamás entramos a esta aula a menos que tuviéramos un castigo, yo me había encargado de cerrar con magia, tenía a mi rubio sobre una de las mesas, ya solo teníamos los bóxer que se le veían exquisitos y quería arrancárselos.
- Harry – gemía descontrolado mi rubio, que me volvía loco – no me toque ahí que me dan ganas de matarte de placer.
- ¿Dónde? – decía mientras le tocaba el abultado paquete y le daba besos en el cuello -¿te gusta huroncito?
- Maldito seas Potter… - uff la cosa estaba caliente, solo me maldecía cuando estaba punto de rebosar de placer, habían pasado alrededor de 4 meses de que habíamos iniciado como pareja, pero siempre éramos interrumpidos, por los elfos, los fantasmas, los cuadros, McGonagall, pero hoy no iba a pasar eso.
Seguí tocándolo, besándolo, con amor y pasión, le baje el bóxer que me estorbaba y sin pensarlo dos veces comencé a lamer su precioso miembro, era exquisito, no lamia y saboreaba, hasta que en un gemido exploto en mi boca, bebí todo su néctar y lo volví a besar.
Me quito el bóxer y en una súplica me tomo la mano y lamio mis dedos y sin pensarlo más, le metí uno, lentamente, viendo su expresión, no pensaba lastimar a ese ángel, más de lo que tenía que ser lastimado, le metí el segundo y una lagrima resbalo por su mejilla, la atrape con un beso y el sabor salado me inundo la boca, cuando metí el tercero, soltó un gritito de dolor, entonces los saque, estaba listo, vi su cara de reproche pues ya lo empezaba a gozar.
- Esto te gustara más – le dije y puse coloque mi miembro en su entrada, que si no era atendida pronto me recriminaría el resto de mi vida y como la pasión y la lujuria nos ganaron a ambos entre de un solo golpe.
Soltó un leve gritito y comencé con el vaivén que tanto había anhelado, no podíamos ocultar nuestro placer, soltábamos gemidos que se podrían escuchar por todo el castillo, de no ser porque había hechizado la habitación para que nada se escuchara.
En un último golpe estalle dentro de mi amado rubio, y el dejo salir un suspiro cuando lo hizo en mi abdomen, verlo así sonrojado, acostado y viéndome con placer se me hizo la imagen más tierna del mundo, así que lo levante, lo limpie con un hechizo y lo bese como si no hubiera un mañana.
- Draco – las palabras se a galoparon en mi boca y todo lo que pude hacer fue soltarlas – te amo – el me miro y sonrió y de repente comenzó a llorar - ¿qué paso amor? ¿dije algo malo?
- No amor, solo que fue maravilloso, te amo mucho mi león – dijo abrazándome.
- Bueno nos tenemos que ir, alguien podría venir y me refiero a nuestros hijos – sonrió, y después puso una cara aterrada - ¿qué pasa?
- Tenemos que clausurar esta sala ¿Qué pasara cuando nuestros hijos sean mayores y hagan lo mismo? – solté un risa y lo bese.
- Amor, de todos modos, ellos comparten habitación y además – sonreí de nuevo – aún son unos niños, no debemos de preocuparnos por eso hasta dentro de uno o dos años, pero aun así tenemos que hablar con ellos, de métodos anticonceptivos…
- Cosa que no usamos… - dijo él.
- Que lo deben de hacer en lugares, donde no puedan ser encontrados…
- Estamos en un aula…
- Y todo lo que nosotros no hicimos hoy, que bueno los métodos están de más, son 2 chicos – ambos reímos y nos besamos ya totalmente vestidos – salgamos- lo tome de la mano y cuando abrí la puerta me encontré cara a car con mi hijo, mi sobrina y mi yerno – chicos – comencé a ponerme nervioso – ¿Qué hacen aquí?
- Mmm… nada papá, solo nos preguntábamos que hacían aquí, tú y el profesor Malfoy, solos, encerrados con magia – dijo mi hijo. Trague saliva.
- Y también ¿Por qué salieron agarrados de la mano, con la ropa medio mal puesta, sudados y se pusieron nerviosos al vernos aquí? – dijo el novio de mi hijo, un pequeño huroncito.
- Este… amm bueno… yo nosotros… - intentamos dar una explicación razonable, pero los chicos solo soltaron una risotada, hasta casi llorar de la risa.
- Jajajaja… tranquilo papá – dijo Al – creo que ya lo sabemos todo – volviendo a reír – y por mi nuevo padrastro – dijo mirando a Draco – solo le digo, que cuide mucho a mi padre, no quiero que lo lastime como hizo mi madre, necesita alguien con quien pasar su vejez, y no me gustaría nadie más que usted – y salieron corriendo como los niños que aún eran, no sin antes gritarnos – adiós papa, adiós papi – y una Rose completamente roja regreso y nos dijo.
- Los felicito señores Potter – se acercó a mí y me susurro – cuídalo tío, se ve que es alguien especial
- Así lo hare Rosie – así lo hare, por mucho tiempo.
- ¿así harás que? – pregunto mi Draco levantando una ceja y tomándome de la mano.
- Cuidarte como a nadie en el mundo entero – dije besándolo – porque te amo – lo que no sabía era que un chico pelirrojo, me estaba viendo y se había puesto furioso por lo que había pasado.