No lo podía creer, estaba realmente furioso, de nuevo todos se han olvidado de mamá, quería matar a mi padre, corrí y corrí hasta que llegue al bosque prohibido, ahí seguí corriendo hasta que encontré un pequeño claro en el que me tendí y comencé a llorar como si no hubiera un mañana, llore y llore hasta que me quede dormido.
Había pasado como media hora de que me había quedado dormido cuando unos ruidos me despertaron, me puse alerta y tome mi… demonios deje mi varita en mi habitación, tendría que pelear a puño limpio, los ruidos iban acercándose casa vez más a mí, piensa algo James, piensa algo.
Entonces lo vi un enorme centauro que iba a todo golpe paso frente a mí y me tiro, después otro y otro más ¿qué demonios pasaba? Los centauros son criaturas muy pacificas algo debía de andar mal por aquí. Uno de los últimos se detuvo,
- Joven ¿qué es lo que hace por aquí? – dijo viéndome a los ojos.
- Estaba, caminando y me perdí – mentí, ya que sabía muy bien lo que hacía, vine a dejar salir mi enojo, por lo que había pasado.
- Debe de salir lo más pronto posible – contesto la criatura – algo malo está ocurriendo en el bosque – desde la guerra los centauros accedieron a vigilar el bosque por si algo malo pasaba.
- Está bien – voltee y me di cuenta de que realmente estaba perdido – disculpe ¿hacia dónde está el castillo?
- No se preocupe joven, lo acompañare, no puedo permitir que le pase nada malo – y sin ninguna discreción me tomo de los hombros y me arrojo a su lomo. Cuando me sujete salió disparado ¿Qué demonios pasaba ahí? Todas las criaturas estaban como locas, varios hipogrifos salieron volando, las lechuzas estaban completamente descontroladas, incluso algunos unicornios salieron como huyendo de algo o alguien.
- ¿qué sucede señor? – pregunte un poco avergonzado, pues había olvidado mis modales.
- Algo muy malo, unas criaturas, están invadiendo el bosque, pensamos que quieren atacar el castillo, pero las hemos estado reteniendo, por eso nadie puede venir – dijo el centauro y se detuvo pues ya habíamos llegado a los límites del bosque – por favor, no vuelva a venir, y mantenga a todos alejados, la profesora McGonagall, ya está al tanto, pero es de vital importancia que nadie venga, menos si es un joven mago.
- ¿Por… - pero antes de que le preguntara, corrió a todo galope hacia el bosque. Di un bufido y me dirigí al castillo, entonces recordé, había quedado de verme con Mark hacia unos minutos.
Ya había llegado al castillo cuando vi a mi hermano y su novio, de verlos recordé a mi padre y a ese maldito, entonces todo el enojo volvió, no pude más que ignorarlos completamente y salir corriendo de nuevo, iba pasando cerca del Gran Comedor, cuando los escuche, mi padre y ese tipo, riendo y hablando como toda una feliz parejita.
- Ay, mi huroncito, te ves tan encantador – dijo mi padre.
- Potter, en verdad eres odioso – dijo el profesor, que usaba un ridículo gorro con forma de hurón.
- ¿En serio lo soy? – contesto mi padre dando un beso.
- Odioso, pero encantado - dijo devolviéndole el beso, me puse furico.
- ¿en serio lo soy? – dije con voz ridícula, entrando donde estaba mi padre y el tipo…
- James ¿Qué sucede hijo? – me contesto mi padre, con una verdadera cara de confusión pero con una sonrisa, una que no le veía en mucho tiempo, pero no importaba, estaba demasiado enojado, entonces explote y comencé a decirle todo lo que me pasaba.
- Nadie me pone atención, tú con tu estúpido novio, mi madre con el suyo, Hugo y Rose, son unos mocosos, no puedo estar con los abuelos, Rose, no se despega de Al y Al no se despeja de ese maldito rubio – comencé a llorar – Teddy ahora se va a casar, no tengo amigos, todos en mi casa me detestan.
- James – dijo con la voz de padre protector y me abrazo, pero yo lo empuje.
- No papá, no todo se va a solucionar con un abrazo – le dije – no me hagas creer que te importo, a nadie le importo – me di la vuelta pero choque con alguien.
- A mi si me importas, Jamie – me dijo alguien que conocía – tal vez no se de tu casa, ni de tu familia, pero tú me importas mucho – dijo abrazándome.
- Mark… - supere, lo abrace y seguí llorando ¿en qué momento me había vuelto tan débil?
- No eres débil, leoncito – dijo poniéndome, una mano en la cara para limpiarme las lágrimas, siempre olvidaba que podía leer mi mente - Ja, si siempre lo olvidas, leoncito – y me tomo por el rostro y me beso frente a mi padre y a su novio.
- Mhmmm – dijo mi padre como aclarándose la garganta.
- Lo-lo ciento señor Potter – dijo Markus separándose de mí y poniéndose nervioso por primera vez desde que lo conozco – soy Grandy, Markus, Grandy – y le extendió la mano
- Un placer – dijo mi padre, sin extenderle la mano ¿desde cuándo mi padre me celaba más de lo que cela a Lilly? Cuando éramos niños y un niñito la tomaba de la mano para jugar mi padre casi quería matar, el niño, cuando cumplió 8 y un niño fue a jugar a casa y le dijo a mi papá que era el novio de Lilly estuvo a punto de matarlo y ahora hace esto ¿conmigo? – váyanse a sus casas, ya es noche y no quiero que se desvíen, o les bajare puntos a ambos.
- Claro, profesor – dijo el chico muy nervioso – hasta luego profesor Malfoy, profesor Potter – yo le iba a extender la mano, pero me dio un beso y me susurro – adiós mi leoncito – me puse más rojo que un tomate y salió corriendo, cuando voltee a ver a mi padre, vi como estaba más rojo que yo pero de enojo y como el profesor Malfoy casi lloraba de la risa.
- Nunca pensé que fueras así de celoso, con tus hijos, Harry – dijo el profesor volviendo estallar en risa.
- No es de tu incumbencia Draco – dijo mi padre enojadísimo – y tu Siruis, acompáñame, yo te llevare a tu casa – vaya que estaba enojado.
Caminamos en silencio un largo rato, cuando íbamos a llegar a la torre de Gryffindor, la escalera dio un cambio brusco y nos dejó muy lejos del retrato de la señora Gorda, perfecto, más tiempo para no hablar con mi padre.
- Papá ¿desde cuándo me celas más que a Lilly? – dije un poco amm no lo ¿enojado? ¿apenado? - ¿y porque a Al no lo celas?
- James, con Al es diferente, Scorp jamás le haría daño, de eso estoy seguro, fue educado por ese hombre – y volvió a sonreír, como cuando Al veía a Scorp, o el tío Ron a la tía Hermi – y Lilly es mi princesita, pero sé que Hugo la cuida de todo el mundo, aunque no lo creas, él es muy celoso de su prima, sé que solo la dejara ir con el chico indicado. Pero tú, eres mi primer hijo, cuando te vi supe que te tenía que cuidar más que a nadie en el mundo, más que Al y más que a Lilly, que a tus tíos, que a Teddy, que a tus abuelos, que a tu madre – claro, y se está revolcando con el profesor de pociones – y ya sé que estás pensando, que como si es que amo tanto a tu madre, ya no estamos juntos – sonrió de medio lado – siempre pensé que amaba a tu madre y que ella me amaba a mí.
- ¿Y no es así? – le dije a mi padre ¿cómo es que se habían casado si no se amaban?
- Claro que si la amo y ella a mí, pero, el amor que nos unía era diferente, nos amábamos, pero no como dos amante, como estoy seguro de que Al ama a Scorp y viceversa, como lo hacen tus tíos o tus abuelos – dijo y prosiguió mientras la escalera volvía a dar un movimiento – nos amamos como Hugo ama a Lilly, como familia, pero no del tipo esposo esposa, sino algo diferente.
- Vaya ¿por eso terminaron? – pregunte.
- Así es, tu mamá encontró a ese amante que necesitaba y yo al mío – dijo mi padre – ¿me prometes algo? – yo solo asentí con la cabeza – si crees que ese tal Markus, en verdad te quiere, no lo dudes, ni por un segundo, entrega todo tu corazón por amarlo, si te lastima, bueno, le enseñare de lo que es capaz, Harry James Potter Evans.
- Claro papá – dije dándole una sonrisa.
- Duerme hijo, mañana tienes clases – sonrió mi padre dándome una beso en la frente y salió hacia su habitación, pero volteo – descansa, JAMIE – y soltó una risotada, que me hizo enfurecer y ponerme rojo de vergüenza, de esta no se libra.
- Papá, dile al HURONCITO, que se veía adorable – y yo solté otra risa y ahora fue él el que se puso rojo.
Entre a mi sala común y me fui directo a mi recamara, me di un baño y me acosté en la cama, pero antes de quedarme dormido, me llegaron dos preguntas a la cabeza ¿qué sentía por Mark? Y ¿Qué demonios había en el Bosque Prohibido?