La temporada de Quidditch al fin había iniciado y todos estaban muy emocionados, yo no había sido seleccionado, para el equipo, pero Al sí y estaba muy nervioso, sobretodo, porque iba a ser contra Ravenclaw y tenían un excelso buscador, Markus, Albus había sido seleccionado como buscador igual, por lo tanto tendría que tener un muy buen desempeño, claro le gustaba la velocidad, pero no había duda de que los Raven eran muy buenos.
Bajamos a desayunar y cuando entramos al Gran Comedor y vimos a James, pensar que Albus estaba nervioso parecía ridículo, tenía la cara pálida y su plato de cereal, su jugo y su pedazo de pan estaban completamente intactos.
- Hermano ¿estás bien? – pregunto Albus cuando llego a donde estaba.
- ¿Qué? – dijo el aludido aun perdido viendo su plato.
- ¿Qué si estás bien? Pedazo de tarado – dije haciendo que medio reaccionara, en otras circunstancias hubiera lanzado un insulto, pero solo se limitó a asentir con la cabeza y volteo a ver a la mesa de los cuervos.
- Oh, ya recordé – dijo mi Al – mi peor amenaza en el partido se convertirá en mi cuñado hoy – y estallo en una carcajada.
- Cállate, Al – dijo – estoy muy nervioso.
- ¿por qué leoncito? – pregunto el rey de roma. El tarado de James solo atino en salir corriendo - ¿alguien sabe que le pasa?
- Recuerda que día es hoy… - le dije poniéndole poca importancia.
- Oh cierto – dijo Markus tomando unas frutas – no se preocupen, todo saldrá bien, le llevare esto a Jamie, no comió y eso me preocupa – un suspiro brutal de las Hufflepuff y de las Gryffindor se escuchó en el comedor, al parecer admiraban lo galante que era Markus, pero yo pensaba que había algo más, si el chico era dulce, tierno, encantador y romántico, pero Al también lo era y no tenía a media escuela babeando por él, solo a la tonta mi prima y un chico de Gryffindor al que ya había puesto en su lugar, por haberle coqueteado, pero aun así, no lograba identificar que era tan especial en ese chico, pero ya lo averiguaría.
POV.
Después del desayuno, los besos de Scorp y sus tantas palabras de suerte, aquí me encontraba a minutos de salir a un campo de juego, donde ganar dependía no solo de los cazadores, que eran excelentes y ya no hacían trampa, los golpeadores que no dejan de atinar con la bluddger, y del guardián, si no de mí, un muchachito, el más joven del equipo y que se encargaba de atrapar la bola con más puntos y con la que daba fin el partido, y que además me enfrentaba al equipo con el buscador más veloz de la temporada.
- Nervioso, Potter – me dijo el capitán, nuestro cazador central.
- Un poco, capitán – dije tragando saliva.
- Pues olvídate de eso y da lo mejor de ti, y créeme, podemos ganar – me dijo y monto su escoba y salió cual cohete.
Nos pusimos en alineación y Rose, la comentarista comenzó con la narración, la profesora Hooch, se puso en el centro con la quaffle en una mano y la snitch en la otra y una bluddger, contenia en el piso, nos recordó que quería un juego limpio y pito el silbato, soltó la snitch que se perdió rápidamente en el cielo y lanzo la quaffle, yo me concentre en buscar la snitch.
POV.
El partido llevaba ya media hora, y el marcador iba muy parejo, Slytherin 120, Ravenclaw 110, mi hermano había encontrado dos veces la snitch, pero se le había escapado, una vez por esquivar a un cazador de Ravenclaw y la segunda, por no golpearse contra la grada de los profesores.
Markus era muy hábil, había estado a punto de atraparla pero, la bluddger casi le rompe el brazo en el intento, yo estaba muy nervioso, y ansioso a la vez, cuando carajos, me pediría que fuera su novio, llevaba pensando en eso casi 15 minutos y ya habían empatado cuando los cazadores de Ravenclaw robaron la quaffle y habían hecho una formación un tanto extraña, el guardián dejo la portería y los golpeadores se pusieron a jugar con la bluddger ¿Qué demonios estaba pasando?
Entonces Markus se puso al frente de la formación y sacaron sus varitas y lanzaron un hechizo hacia el cielo, y otro y uno más y con fuegos artificiales iban dando la vuelta a la cancha, hasta que llegaron a la tribuna donde estaba. Oh no, mierda ¡mierda!
Me comencé a poner rojo de la vergüenza, estaban cerca de mí y los fuegos artificiales comenzaban a tomar forma de letras, yo agache la cabeza, no lo podía creer, esto era muy romántico.
- Leoncito, levanta la cabeza – dijo Mark, tomándome de la barbilla.
- No, me da pena – dije.
- Vamos, ¿si no, como me responderás? – dijo él, y le hice caso y vi que decía, leoncito, ¿serias el novio de este cuervo idiota que te ama?
Abrí la boca, para responder, pero solo balbuceaba, entonces recordé que leía mi pensamiento, y pensé SI, SI, SI, mientras balbuceaba. El rio y me subió a la escoba y me beso, frente a todos, correspondí el beso, que tanto había esperado estos días, pero me puse demasiado rojo.
- ¿sabes qué te acabas de convertir en el Gryffindor más odiado? – me pregunto.
- ¿por qué? – quise saber.
- Más de la mitad de las chicas, quieren estar en tu lugar – se rio y me beso y me beso y nos fuimos volando hasta el límite del bosque prohibido.
POV.
En cuanto vi lo que había ocurrido, sonreí satisfecho de la buena decisión de mi hijo, Markus si lo amaba, eso estaba muy claro, pero a los dos segundos de que declararan ganador a Slytherin, por el abandono de su buscador, llego la profesora McGonagall a llamarme a mí y a Draco a su oficina, tenía un aspecto de seriedad que jamás había visto en su rostro. Sin más, la seguimos hasta su despacho.
- ¿qué sucede directora? ¿Por qué nos trajo con tanta urgencia? – mi huroncito, siempre tan impaciente.
- Profesores, tenemos que hablar, del joven Grandy y de su hijo – dijo la directora con una voz sombría.
- ¿Qué pasa con James? – dije muy exaltado.
- Esto, es serio – y trajo el pensadero al centro de la sala, con su varita, saco uno de sus recuerdos –pero para que lo comprendan tenemos que regresar un poco en el tiempo – y los tres hundimos la cara en el pasado.