POV Draco.
El dichoso día llego, Granger, era mi abogada y ya teníamos planeado lo que íbamos a decir para defendernos y lograr que la bruja no se saliera con lo la suya, aun así no podía dejar de sentir que algo malo iba a suceder ¿Por qué lo sentía?
Entramos a la sala de auditorías, donde estaba Astoria con su abogado, en una posición estoica pero derramando sus hipócritas lágrimas de serpiente que era, cuando me vio me mando una sonrisa de maldad y continúo con su teatro, pero solo yo lo note, la conocía demasiado bien como para saber que algo así sucedería.
- Señores, estamos reunido hoy para el caso, donde el señor Draco Lucius Malfoy, es acusado de negligencias en la educación de su hijo y de la señora Astoria Anastasia Greengrass – comenzó a alegar Umbridge, con la edad, la papada se le había colgado más y si antes parecía un sapo, ahora parecía un sapo croando, que irritante era esa mujer - ¿cómo se declara el acusado? -
- Inocente – contesto Granger con una voz dominante, que jamás le había escuchado – las acusaciones contra el señor Malfoy, son una sarta de calumnias – los murmullo llenaron el recinto.
- Caballeros, escuchemos lo que la defensa tiene que decir – mando callar el juez.
- Muy bien, leí el caso y lo que la señora Greengrass, demanda estaba bajo argumentos sin fundamentos – menciono Granger - ¿Quiera escuchar lo que la fiscalía tiene por decir? – agrego retirándose – el estirado abogado de Astoria se levantó de su silla.
- Bien, tenemos pruebas de que el Señor Malfoy además de no dar los recursos necesarios, para sustentar la vida de un menor, da malos ejemplos y pone en peligro la vida de su hijo.
- Muy bien señor Buckermat, diga sus argumentos - menciono el anciano juez mientras que la vuelapluma volaba anotando todo lo que se decía, pero había algo extraño en él, algo que conocía de algún lado, que sentí que había visto en otra persona,
- Los ingresos del señor Malfoy han disminuido considerablemente, desde que dejo sus negocios para ser profesor del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, dando que estos sean insuficientes para mantener a un menor – decía – además de que da un mal ejemplo al menor sosteniendo una relación con el señor Harry Potter – los murmuros se volvieron a diseminar, por Salazar, parecían una bola de muggles de tendedero o al menos eso habría dicho Harry – y lo pone en peligro permitiendo que un hipogrifo viva en su mansión – dijo el hombre – no hay nada más que decir su señoría – y tomo asiento.
- ¿qué puede decir señor Malfoy? – dijo el hombre mientras yo seguía intentado descifrar que le sucedía.
- Bueno, es cierto, que desde que entre a trabajar como profesor mis ingresos disminuyeron, pero les debo recordar que la fortuna Malfoy es suficiente como para mantener a unas 200 familias por 5 generaciones, además de que también contamos con los ingresos de mi prometido el señor Potter – dije mirándolos con cara de no querer salir de los estribos – relación de la cual está al tanto mi hijo y está totalmente de acuerdo – ok mi tono diciendo eso fue un poco exagerado – y el hipogrifo – dije tratando de calmarme – es una animal que está totalmente domado, y hay un documento redactado por el profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas de Howgarts el Señor Hagrid, donde avala esto.
- Señor Malfoy no le permitiré que le hable así a la corte - ¿Qué? Me había pasado un poco de tono, pero no era para tanto hasta Granger se asombró por el comentario. Voltee a ver a Astoria, no quitaba los ojos del juez y sonreía con satisfacción. La vi mover los labios mientras el juez comenzaba a decir – me he cansado, le concederé un año de prueba a la señora Astoria, en que usted tiene que terminar su relación con el señor Potter o perderá completamente la custodia.
- Pero su señoría… - intento rebatir Granger pero no se le permitió.
- Pero nada Señora Granger, esa es la decisión final – sentenció y el juicio más corto y extraño del mundo había terminado.
- Muy bien, esto era lo que querías ¿no? – dijo mi ex esposa a mi lado - ¿qué te quitará a Scorpius a la fuerza?
- Astoria no sé lo que hiciste, pero hubo algo que no estaba bien en esta auditoría, cuando lo averigüe, sabrás de que soy capaz – conteste antes de salir.
POV Albus.
Estábamos esperando, a que salieran de la corte, los miembros del Wizengamont, comenzaron a salir uno a uno y detrás de ellos salió tía Hermione, papá la volteo a ver esperanzado, pero el semblante de su rostro cambio al ver el rostro y el movimiento de negativa de ella, ¿Qué significaba eso? ¿A caso, no lo había logrado? Después salió el señor Malfoy, que perdiendo todo el estoicismo que tenía corrió y abrazo a Scorp.
- Hijo, lo siento, estoy siendo muy Gryffindor ¿no crees? – dijo el señor Malfoy recuperando su compostura.
- Demasiado Hufflepuff diría yo, al final estaremos juntos – menciono mi novio, pero al ver la expresión de tristeza que ponía Draco y como la tía Hermione intentaba calmar las lágrimas - ¿cierto? – los ojos se le comenzaron a poner brillosos - ¡¿CIERTO?! – sus lágrimas surgieron junto a las mías.
- Lo siento, pero hijo, tendrás que irte un año con tu madre – dijo abrazando de nuevo a su hijo.
- Bueno, te veré en Hogwarts – comento Scorp intentando calmarse.
- No – sentencio la mujer que ahora solo recibía y merecía mi despreció – de ahora en adelante estudiarás en Dumstrang, ahí recibirás la educación que mereces – y tomo su mano y desapareció junto con mi amado Scorp.
Regresamos a la casa, Lilly y yo no dejábamos de llorar, James y Mark se turnaban para consolarnos, mientras papá intentaba consolar al señor Malfoy que aunque no lloraba tenía una cara de tristeza que haría llorar hasta al Señor Tenebroso.
- No lo creo James – decía, mientras me secaba las lágrimas – ya no lo veré.
- Solo será un año, Al – comento – el tiempo pasa volando.
- Pero y si la bruja, le lava el cerebro y lo convence de no volver – tenía miedo, nuestra promesa, no se cumpliría.
- No estés tan seguro de eso, no te abandonará, él te ama, cumplirán su promesa – dijo Markus, había olvidado que podía leer algunas mentes.
- Mira – una lechuza golpeaba la ventana, era la de Scorp. Deje entrar a la lechuza y tome la carta que me extendía, le di uno de sus dulces favoritos y se fue volando. Salí corriendo, no quería que me vieran llorar, no más. Entre en el establo de Buckbeak hice una reverencia que me contesto y me dejo acercarme, el hipogrifo se echó en el piso, mientras lo acariciaba y comencé a leer.
Mi amado Albus:
Sé que debes de estar triste, yo también lo estoy, te necesitaré a mi lado, y a Rose también, solo es un año, 365 días, en los que pensaré en ti, te amaré y anhelaré verte tan pronto me sea posible, prometo llamarte por la red flú y escribirte, mínimo una vez a la semana, y le impregnare a tus cartas, el tono de voz que tú le das. Ese que me enamoro en tercero. Recordare lo cómoda que es tu espalda y como viajar ahí solo me hace sentir más cerca de ti, sentir que encajo, que no soy alguien indeseable.
Mi amado Albus, también te mande la primera foto que nos hicimos juntos, después de comenzar a ser novios, esa en la que dices que te ves horrendo pero que amo porque se nota todo el amor que me tienes.
Recuerda que siempre te amaré, siempre tuyo S.M.
P.D. Cuida a Buckbeak
Mis lágrimas no dejaban de salir, Buckbeak debía sentir que algo andaba mal porque me limpio una lágrima con su pico y grazno muy fuerte.
- Yo también siempre te amaré, Scorp – y con el llanto me quede dormido.
POV Narrador externo.
Astoria llego a una casa en la zona del norte del reino unido donde viviría ahora con su hijo, dando la apariencia de buena madre, aunque realmente quería matarlo.
- Tu cosas están arriba cariño – dijo Astoria – sube, cámbiate y cuando estés listo baja a cenar – le sonrió, a lo que Scorp solo asintió y subió las escaleras – al fin se largó, bueno le pondré esto a su comida – saco un vial de una poción y lo agrego a su jugo de calabaza para que no detectara el sabor – con un poco de esto tendrá suficiente para un mes – y una sonrisa apareció en su rostro. Scorp bajo unos minutos después de haberse lavado la cara y manos y haberle escrito a Al, comenzaron la cena en silencio y cuando termino se tomó su jugo de golpe y cayo desmayado al instante – eso es, eres un buen niño. –