Mi padre y mi tío nos cargaron hasta la cama esa noche. Y por la mañana el padre de Scorp un hombre alto delgado y rubio, tomo al niño y se fue de la madriguera.
Hacía más de un año desde la gran cena de navidad, Scorp no pudo acompañarnos la siguiente navidad, su padre no lo dejo en paz todas las vacaciones, hoy de nuevo nos dirigíamos a la estación 9 3/4, este año iniciamos el tercer curso, había elegido adivinación como clase optativa, mi prima y yo recibimos regalos especiales de nuestros padres, Rose recibió el Apagador de tío Ron y yo recibí dos cosas que había jurado no decirle a nadie y mucho menos a mi hermano, pero tenía la capa de invisibilidad y el mapa del merodeador.
Entré en el tren después de despedirme de mis padres e inmediatamente tenía como era costumbre a Scorp colgado de mi espalda.
- Hey Scorp, mínimo deja llevar mi equipaje al vagón – dije con sarcasmo sabiendo que no se bajaría de ahí hasta que lo llevara a donde el quería – me asome por la ventana con Scorp aun colgando de mi y ambos nos despedimos de nuestros padres, que tenían una expresión rara.
- Los adultos son raros. vamos Al nuestro vagón es el siguiente – dijo Scorp al ver la cara de nuestros padres.
Fue un largo viaje, pero nada aburrido, mi prima me había puesto todas las vacaciones a leer como un verdadero Ravenclaw y a razonar como un verdadero Slytherin por lo que podía intervenir en sus conversaciones.
Después de la canción del Sombrero Seleccionador y la selección de los de primero mandando a Hugo y a Lilly a Gryffindor, tuvimos una noticia, no había profesor de defensa contra las artes oscuras, ni de pociones. La directora McGonagall nos pidió que después banquete fuéramos a nuestras habitaciones a descansar pues al siguiente día sería algo agotador.
Scorp y yo escribimos una carta a nuestros padres informándole los hechos de no haber profesores y que esperábamos por mi parte que estas vacaciones Scorp pudiese ir y parte de él que le permitieran ir conmigo. Nos fuimos a dormir ya que al día siguiente a las 7 am tendríamos clase de adivinación.
La mañana llego con mucha rapidez para nuestro gusto, nos vestimos de una manera impecable y salimos hacia al Gran Comedor y unos murmuros llamaron nuestra atención.
- ...como oyes, el será el profesor de pociones...- decía una Hufflepuff de cuarto.
- ...no es posible que él sea el profesor de defensa...- comentaba un Gryffindor de sexto.
- ¿Tú sabes quienes serán los profesores? - pregunte a Scorp que Oh sorpresa iba en mi espalda.
- No lo se, según mi horario después de Adivinación hay Pociones y después Defensa, ya lo averiguaremos – no sabia porque pero algo me olía mal.
Tomamos un desayuno rápido y salimos hacia el aula de Adivinación, según decían la profesora estaba loca y el profesor era un centauro, pero que juntos enseñaban de maravilla.
- Buenos días – dijo la profesora Trelawney.
- Nosotros somos sus profesores de adivinación – dijo el profesor Firenze, que era increíblemente alto comparado con la anciana profesora de ojos saltones aun más grandes por sus lentes de fondo de botella.
- Hoy veremos la lectura de hojas de té – dijo la anciana.
- Beban de él, pensando y anhelando algo – dijo el centauro.
- Después intercámbienlo al terminar con sus compañeros y vea que dice su futuro – concluyo la anciana.
Mientras bebía una extraña sensación recorrió mi cuerpo y algo me llevo a pensar en papá, en mamá y por ultimo en Scorp, me atasque con mi té, ya que casi bebo una hoja y Scorp soltó una risita a lo que respondí con una mirada inquisitiva y una sonrisa.
- Veamos que tiene el señor Potter – dijo el profesor, yo solo extendí la taza.
- Vaya, vaya, amor... - dijo la profesora – un amor difícil, pero no imposible, ¿lo ves cariño? Un corazón un poco roto y le falta un pedazo. el que me había comido.
- ¿y tu Scorp? ¿qué tienes? - dije si yo tendría amor el podría tener algo similar, cuando vi, note un sol, no sabía su significado - ¿qué significa el sol?-
- FELICIDAD, enorme y profunda – respondieron y dieron por terminada la clase.
Ambos nos miramos con miradas picaronas y sonreímos, algo bueno pasaría este año. La profesora nos mira con ternura y paso a otro.
- Tú, tu no terminaras el curso, te sucederá algo horrible que te obligara dejarlo todo…
Ese truco ya no asustaba a nadie pero la profesora lo seguía usando era muy antiguo, todos sabíamos que pronosticaba la muerte de alguien.
Al terminar la clase corrimos como posesos de la parte más alta de la escuela, a la parte más baja, las mazmorras, aquel salón nunca me gusto, era oscuro y frio.
Para fortuna nuestra el salón aun estaba vacío y nos dio la oportunidad de sentarnos hasta el frente, ya estaba acostumbrado a aquel habito, a Scorp le gustaba poner atención y yo me veía arrastrado por el hasta el principio de el aula.
El profesor un no llegaba, nos pusimos cómodos mientras los demás compañeros se sentaban. De pronto la puerta del anexo se abrió, y un cabello rubio se mostro, mi pulso se detuvo y mis ojos se agrandaron hasta su límite, me puse rígido como piedra y creo haber olvidado respirar. Pero si mi reacción fue exagerada la de Scorp fue peor, pálido como un fantasma comenzó a sudar fio y de sus labios morados solo salió la palabra.
- ¿Papá?
El “profesor” no contesto.
- Buenos días jóvenes, yo seré su profesor de pociones Draco Malfoy.
La clase paso rápido, o muy lento, no estoy seguro, lo que si se es que si hubiera durado más, estaría en la enfermería, Scorp me apretaba la mano sudada y fría tan fuerte que creí me rompería algo.
- Pueden retirarse, y recuerden hay examen diagnostico mañana, y tienen una semana para conseguir el libro de texto.
- Adelántate – dijo mi compañero – yo me quedare a charlar con el profesor quedan diez minutos para la otra clase. Ve – dijo en tono de orden.
Lo conocía bien, y ese tono solo quería decir “sino haces lo que yo digo, lo pagaras caro”
Tome mis cosas y Salí del aula. Además de Scorp no tenía más amigos. Decidí encaminarme a defensa.
Al llegar al salón me encontré con los muchachos de quinto que cuchicheaban.
- El profesor es genial.
- No puedo creer que lo tengamos a él como profesor.
- Sí, lo sé.
-Es él que… mato al señor tenebroso.
Mi corazón se paro y un escalofrió me recorrió la espalda. Tan pronto salió el ultimo estudiante corrí hacia adentro, y cerré la puerta con llave. Era cierto, mi padre seria mi profesor.
- ¿Papá que haces aquí?
- Oh hijo – dijo calmado – dando clase. Seré tu profesor.
Que acaso no entendía el asesinato social que había provocado.
- Si ya se pero… ¿porque?
- La directora me llamo, necesitaba un profesor y pagan mejor que el ministerio.
- No puedes ¿cómo?
- Bueno. Cuando fui al ministerio me llego una carta de la escuela, donde la profesora me había invitado a venir. Al llegar me encontré con Malfoy (padre) frente a la estatua de la gárgola al parecer necesitaban un profesor y tadaa, contratado. El problema es que al saber que yo me quedaría como profesor Malfoy accedió al puesto que primero iba a rechazar.
- No puede dejarlo profesora- dijo el padre de Scorp.
- Puedo señor Malfoy, soy la directora y necesito un profesor de defensa.
- En ese caso me ofrezco como profesor de pociones, soy pocionista no será problema.
- ¿Puede? – pregunto la anciana.
- Claro por mi hijo lo que sea.
- Eso no quita el hecho de que el señor Potter dará defensa señor Malfoy.
- Me miro con cara amargada, pero acepto. Y heme aquí - Dijo mi padre con una sonrisa.