[Gaara Pov]
No sé si golpearlo, o llamarle a Sasuke para que él mismo le rompa la cara.
Tsk, no hago nada. Tengo que contenerme porque sé que eso no me corresponde. Quizá hubiera sido mejor que el hermano de Sasuke no hubiera interferido y dejara que el azabache acabara con Sai a golpes.
¡Mierda...!
Sé que tampoco soy yo el que debería estar enojado hasta el punto de sentir los celos arder en mi interior, rogándome de una vez por todas que mate a Sai, pero es que no puedo evitarlo. Aquella escena se mostró frente a mí en cámara lenta y con una dramática música imaginaria de fondo. Ahí estaba el chico que quiero, siendo sujetado por los brazos de Sai, que descaradamente se atrevían a hacer que sus cuerpos se juntaran mientras él le brindaba al rubio un beso jugoso y desesperado. Primero, pensé que eso no podía ser verdad. Me aseguraba a mí mismo que había perdido la poca cordura que me quedaba, que ya no tenía cabeza, pero por más que me tallaba los ojos, ellos seguían besándose. Luego, Sasuke apareció junto a su hermano y la novia rubia de este. A decir verdad no pude evitar sonreír al saber la sorpresa que Sasuke se llevaría, pero como a mí tampoco me emocionaba la idea de que Sai besara a Naruto, volví a mi semblante forzadamente inexpresivo y traté a toda costa de ignorar al pelinegro.
Pero la curiosidad y el deseo que sentía por ver al Uchiha hirviendo en un mar de celos, terminaron siendo más fuertes que yo.
Cuando volteé y miré un aura demoniaca salir del cuerpo de Sasuke, pensé que él le daría su merecido a Sai, y bueno, eso para mí estaba bien. Así Sai saldría de nuestras vidas por siempre sin que yo tuviera que mancharme las manos. Pero, bueno, cuando Sasuke estaba a punto de echársele encima, Itachi lo detuvo y se lo llevó a rastras mientras el idiota actuaba como un niño de tres años tratando de zafarse del agarre de su hermano. Yo suspiré resignado y solté un gruñido leve ¿Por qué mierda me habían dejado a mí todo el trabajo sucio?
No tuve más remedio que separarlos bruscamente y dejar que Naruto se fuera tras su novio. Estaba dispuesto a largarme de ahí después de eso, pero por una impotencia que no sé describir, me llevé a Sai conmigo.
Ahora aquí estoy, viendo al chico que besó a Naruto, con mis ojos fulminantes, como si tratara de devorarlo con la mirada. No niego, tengo muchas ganas de hacerlo. Porque sentí algo que nunca antes había experimentado cuando vi el beso. Era un dolor agudo que se encajaba en mi pecho y me hacía sentir incómodo, horrible. Además tenía los ojos húmedos y mis párpados se hacían pesados. Yo... Estaba triste... Furioso...; enojado con Sai por atreverse a tocar a quien más me importa en la vida... Impotente, por Sasuke, porque el idiota sólo se quedaba ahí parado como estúpido, mirando la escena con una cara descompuesta y extraña. Pero más que nada, sentía una punzada estrujarme el corazón horriblemente, porque Naruto no se separaba del beso. Sus mejillas estaban sonrojadas y sus ojos cerrados, como si hubiera estado disfrutando el contacto.
¿Por qué con Sai?... ¿Por qué con Sasuke?.... ¿Por qué no... Conmigo?
Aprieto la mirada y doblo la cabeza a un costado. Me maldigo internamente ¿Cómo es posible que Naruto me haga perder la cabeza de esta manera?
—Gaara-kun, yo...
— ¡Cierra la boca!— le grito a Sai y le lanzo una mirada demoniaca. Él sólo retrocede un paso y traga saliva nerviosamente.
Él... Se ve realmente extraño. Está un poco más pálido de lo normal y eso sólo hace que el color rosa de sus mejillas se vea más intenso. Sus ojos tiemblan repetidamente... Quiere llorar. No me importa... ¡Que lo haga! Después de todo es su maldita culpa.
— ¿Qué?, ¿Vas a ponerte a chillar como niñita?— me cruzo de brazos y ensancho una sonrisa burlona. Él baja la mirada —. ¿Sabes? Te lo mereces por besarlo, eso y hasta más. Te lo dije, tienes mucha suerte de que Itachi se haya llevado a Sasuke.
Me quedo callado un momento, mirando como él se abraza a sí mismo y aprieta los labios con fuerza. Supongo que no sólo lo hace por el frío.
— Lo siento.
¡No!, ¡Mierda, no! No me digas a mí que lo sientes. No actúes como si hubiera sido yo a quien lastimaste. ¡Ahh! Yo no tengo nada que ver en esto.
— A mí no me debes ninguna disculpa. Además, ¿Crees que con un "lo siento" arreglarás todo? — sus ojos, que anteriormente temblaban ante mi mirada, se desvían y chocan contra el verde pasto — Naruto ya no querrá ser tu amigo. Por tu estúpido deseo, arruinaste su relación con el Uchiha...
¿Qué es eso?... ¡No! No llores frente a mí. Sé que hace un momento dije lo contrario, pero, ¿Qué demonios crees que estás haciendo? No está bien demostrar tus sentimientos a cualquiera, Sai. Deja de llorar... Qué estúpido eres.
Frunzo el ceño. Dejo salir un gruñido ahogado, me acerco a él y lo tomo de la camisa de manera brusca. Sus ojos quieren evitar los míos, pero lo obligo a mirarme.
— ¿Qué mierda crees que haces llorando de esa manera? Así no vas a arreglar nada, idiota— él ahoga los gemidos de su llanto. Yo no puedo seguir soportando esta estupidez.
Suspiro pesadamente.
—Oye, lamento eso que te dije de que Naruto ya no querrá ser tu amigo, pero sabes que es verdad. No te voy a negar que siento unas enormes ganas de desfigurarte el rostro en este momento, pero ya te lo había dicho, eso no me corresponde a mí.
Lo suelto y doy media vuelta alejándome de él. Estoy dispuesto a irme y desahogarme con lo que sea. Tsk, mi vida no puede ser más horrible.
— ¡Idiota, no te comportes como si fueras el bueno en todo esto!
¿Qué fue lo que dijo? Paro en seco y me giro para verlo. Sus ojos aún están rojos, pero él mantiene el ceño fruncido, tratando de erguirse para estar a la par conmigo.
— ¡Tú también hubieras hecho lo mismo! Lo deseas mucho para dejar pasar la oportunidad de besarlo— ¿Pero quién se cree que es gritándome de esa manera? Frunzo el ceño y lo miro apretar los puños mientras el aire nocturno choca contra su cabello negro—. ¡Estábamos solos y él no paraba de decirme incoherencias! Que si yo, que si tú; que él había hecho todo por nosotros porque se le metió a la cabeza la estúpida idea de que tú me gustabas. ¿Qué demonios querías que hiciera?, ¿Que le mintiera diciéndole que estaba enamorado de ti? — ¿Qué? ¿E-Enamorado de mí?, ¿Sai? —. Se me acercaba cada vez más y yo no podía evitar pensar en lo lindo que se veía. No quería que se hiciera una idea equivocada; quería que supiera lo que yo siento por él, que lo amo... Sé que tú hubieras hecho lo mismo, estoy seguro de ello.
No... No sé qué responder. Aunque hubiera estado llorando, Sai se ve realmente molesto. En parte, tiene razón. Yo amo demasiado a Naruto como para dejar pasar la oportunidad de besarlo, pero no sería capaz de ello. Es verdad que yo quiero tenerlo para mí solo, pero odio verlo sufrir. Si yo lo besara, seguramente lo lastimaría mucho.
Sai... Las lágrimas caen de su rostro a flor de piel. Se ve tan frágil y débil, como si en cualquier momento se fuera a romper. Las cosas que dijo, no las comprendo del todo. Yo...
¿Qué es esto que estoy sintiendo?
[Sai Pov]
— Besar a Naruto sería lo peor que le pudiera hacer.
Mis ojos se abren como platos y siento como mi corazón da un latido profundo. ¿Qué es lo que quiere decir con eso? No lo entiendo.
Es muy extraño. Gaara tiene una mirada confusa, casi inexpresiva e indescifrable. Odio cuando es así, él sabe que no desperdiciaría la idea de besar a Naruto por nada del mundo. Es obvio que Gaara lo ha amado por mucho tiempo, nunca se despega del lado de Naruto y sólo con él sonríe. Además tenía celos de Sasuke... ¡Que no me diga que no haría nada por hacer que Naruto se dé cuenta de sus sentimientos! ¡Por Dios! Se supone que cuando amas a una persona no te importa nada más que estar a su lado, poder cuidar de él y protegerlo, brindarle todo tu cariño y no dejar que nadie lo lastime... Evitar hacer cualquier cosa que pudiera dañar a la persona querida...
...
¿Así que es eso?
Ahora lo entiendo...
¿Gaara enserio quiere demasiado a Naruto como para hacerlo sufrir de la manera en la que yo lo hice?... Quiere verlo feliz, aunque no sea con él. Y está consciente de lo mucho que sufriría Naruto si Sasuke se alejara de él...
No puedo creer que yo haya sido tan tonto como para no ver eso.
—Debes creer que soy un idiota— mi mirada se mantiene en el piso. No soy capaz de mirarlo.
—Eres más que un idiota.
¿Qué? ¡No! Ya no quiero llorar... ¿Por qué lo sigo haciendo? Cierro los ojos con fuerza ¡Mierda! Nunca antes me había sentido tan inútil, tan miserable. Yo no merezco la amistad de Naruto..., eché perder su relación con Sasuke por mis estúpidos sentimientos, ¿¡Qué clase de amigo hace eso!? ¡Ahh! Ni siquiera merezco tener de rival a alguien como Gaara, él... Se merece más a Naruto de lo que yo lo hago, quizá hasta más que Sasuke.
Abro los ojos de golpe y Gaara está frente a mí. Trato de parar las lágrimas, pero no puedo. Ellas escurren de mi rostro a montón mientras mis ojos hinchados se centran en el pelirrojo frente a mí.
Se queda mirándome por unos segundos más y luego veo sorprendido como su mano pálida sube hasta posarse en mi mejilla con algo de inseguridad. Yo me sobresalto... ¿Qué? ¿Qué es lo que está haciendo?
Él no cambia la expresión de su rostro. Sus pupilas aguamarina penetran en las mías como si quisieran decirme algo, sin embargo, él se queda callado. Siento el roce de sus dedos acariciar mi mejilla y llevarse consigo mis lágrimas.
¿Por qué me está limpiando el rostro?
—Te ves horrible cuando lloras. Sal de mi vista antes de que cambie de opinión y te golpee.
Por alguna razón...., todo se queda en silencio.
[Deidara Pov]
Él me mira con cierta ternura mezclada con ansiedad y una suave sonrisa decorando su rostro. Sé qué es lo que quiere. Que lo haga, después de todo yo puedo regresar solo a casa.
—Anda ya, ve y alcanza a tu hermanito antes de que haga una estupidez, un— le digo comprensivamente. Él suelta un suspiro largo, como si tratara de decirme: Hey, muchas gracias, me alegro que no te hayas enojado.
— Te llamaré después, lo prometo— me dice suavemente y yo sólo asiento ante sus ojos rubíes.
Pasan unos segundos, pero Itachi no se va. Se ve nervioso y desvía la mirada de mis ojos; puedo notar como un color rosa pastel adorna sus mejillas morenas. En otra persona podría verse demasiado cursi... Pero en él... Se ve ¿lindo...? ¡¡Ahh!! ¿Pero qué estoy diciendo? No logro imaginarme a mí mismo hablando de cursilerías como esas.
— ¿Itachi?
Entonces lo veo acercarse a mí y siento como me quedo sin habla. Sólo lo miro con los ojos entrecerrados. Su beso me invade intensamente, yo correspondo mordiendo levemente su labio inferior y después de eso nos separamos. Me quedo estático y observo su pequeña sonrisa que hace un lindo contraste con sus rojas mejillas.
—Bueno, nos vemos— dice y se aleja de mí, siguiendo el camino que dibujó Sasuke.
No sé que hacer. Desde que empezamos a salir, esta es la primera vez que me besa, y... No quiero decir que no me haya gustado, pero me sentí extraño. Fue un beso pequeño, pero tierno, de alguna manera. ¡Ahh, por Dios, Deidara! ¡Deja de hablar como niñita enamorada!
En fin, tengo que llegar a casa antes de que Tobi haga un desastre en la cocina. Realmente no entiendo por qué estoy viviendo en el mismo departamento que él. Bueno, sé que es mi mejor amigo, pero a veces me dan ganas de matarlo...
Camino tranquilamente por la calle oscura. Lo que acaba de pasar hace un rato fue demasiado dramático. Ja, fue como si hubiera estado metido dentro de una telenovela de esas que ve mi abuelita. La verdad, creí que el pálido chico pelinegro estaba enamorado de Gaara, pero cuando lo vi besando a Naruto, sentí que mi mandíbula azotaba contra el suelo, de verdad, eso me tomó por sorpresa. Y, como en toda buena telenovela para abuelas, Gaara estalló de los celos y los separó llevándose a Sai consigo. Jaja, hubiera llevado palomitas... Me pregunto qué estará pasando entre ellos dos ahora mismo.
Cómo sea, doblo a la izquierda y...
...
¿Él es... Sasori Danna?
Paro en seco. Es él. Esos mechones rojizos que se mecen al compás del viento son inconfundibles... De pronto, siento como si mi cuerpo se desconectara de mi cerebro y me impidiera mover las piernas. Me quedo como idiota viéndolo caminar desde mi posición.
¿Pero qué mierda pasa conmigo? ¿Por qué siempre me pasa esto cuando él está cerca? Tsk, esto es una mierda, tengo que llegar a casa pronto... Pero... Hace mucho que no hablo con él, o más bien, que él no me habla. Últimamente, me ha estado ignorando en la universidad, como si simplemente se hubiera olvidado de mi existencia, y no entiendo por qué. Si hice algo que le molestara, yo no lo sé...
Supongo que tengo que arreglar las cosas con él porque...
... ¿Por qué?...
¡Ah, sí! ¡Porque él es mi maestro! No, bueno, mi compañero; pero realmente lo admiro mucho, así que eso lo convierte en mi maestro, ¿No? Tsk, ya ni yo me entiendo.
—Sa... ¡Sasori Danna!— grito sin siquiera darme cuenta ¿Pero qué acabo de hacer? Ahh, no. Espero que no me haya escuchado. Desvío la mirada rápidamente y doy media vuelta. Tengo que regresar con Tobi rápido. El idiota no puede estar más de cinco minutos solo, y seguramente Zetsu ya se fue de ahí. ¡Tengo que ir...
— ¿Deidara?
...me? ¡Mierda, me vio! No me queda más remedio que voltear hacia él.
Su mirada se mantiene inexpresiva y él sólo está ahí parado -sin moverse- a unos tres metros de mí. No hay otra opción... Si quiero arreglar las cosas, tengo que hablar con él.
Me acerco indecisamente, con las tentadoras ganas de salir corriendo de ahí.
— Ésta noche está haciendo mucho frío, un — ¿Pero qué mierda acabo de decir? Tsk, odio cuando mi boca habla sin pedirme permiso... Vamos, Deidara, di algo inteligente —. La verdad no creí encontrarme con usted por aquí, un.
... ¡Estúpida boca que tengo!
¿Por qué te quedas callado, Sasori? No hagas que me vea más ridículo...
Pff, de todas maneras ya sé cómo es. Normalmente no habla mucho con la gente y casi nunca cambia ese semblante inexpresivo de su rostro. Pero eso lo hace ser... Interesante.
— ¿Dónde está Itachi?— pregunta ignorando todo lo que dije. Bueno, por lo menos me dio un tema del cual podemos hablar.
—Pues...— suelto mientras me sobo la nuca. — Tuvo que ir corriendo tras su hermano, un.
Espero alguna reacción de él, pero la expresión de su rostro no cambia; aunque puedo notar que sus grandes ojos miel se abren un poco -sólo un poco-
— ¿Por qué?
No quiero ser un chismoso, pero no me queda de otra.
—Porque Sasuke vio a Naruto besándose con Sai y...
— ¿Y Gaara?— me interrumpe. Se escucha algo ansioso al mencionar a su primo. Seguramente está preocupado.
— ¿Ehh?
— ¿Qué hizo Gaara?
—Se... Se llevó a Sai consigo.
— ¿A dónde?
Créeme, yo también tengo curiosidad por saberlo...
— No lo sé.
No me dice nada, da por terminada la conversación y se voltea dispuesto a continuar su camino. ¿Pero qué...? No puedo dejar que se vaya, no aún. Sólo quiero saber por qué demonios se volvió tan distante conmigo.
— ¡Danna!— corro hasta llegar a su lado y empiezo a caminar junto a él. Su mirada filosa se clava en mí, provocando que un escalofrío helado me recorra el cuerpo.
— ¿Qué quieres, mocoso?
...
Normalmente me vale una mierda cuando alguien me habla de esa manera, pero con él... Por alguna razón siento que me duele.
Me obligo a bajar la mirada, mordiéndome el labio inferior. Es difícil, pero logro acomodar las palabras que quiero decirle.
— Yo... Sólo quería hablar con usted— confieso en voz baja, sin mirarlo a los ojos, porque seguramente volvería a desviar la mirada.
— ¿Qué estás haciendo entonces?, ¿Hablándole al viento o qué?
No... no puedo soportarlo. Me volteo de manera brusca hacia él, clavando mis ojos en los ceniza de él.
— Pero no me habla como antes— reclamo aumentando el volumen de mi voz y con el entrecejo algo presionado.
— ¿A qué te refieres?
¿Por qué siempre tiene que ser tan difícil?
— Antes a usted le gustaba discutir conmigo acerca de mi arte, ahora ya ni siquiera me dirige la palabra— hablo rápidamente, sintiendo como las palabras se atoran en alguna parte de mi garganta. No me importa, las obligo a salir hasta desahogarme —. Si hice algo que lo molestara, me disculpo; si es por mi arte, ya sabe lo que pienso con respecto a eso, para mí, a diferencia de usted, el arte es efímero y...
— Lo siento— interrumpe y me obliga a callarme —. Tengo que irme— dice con simpleza, restándole importancia a todo lo que dije. Yo lo miro con los ojos temblorosos. No me había dado cuenta, pero estamos frente a su casa. No puedo hacer nada más que asentir y mirar como él atraviesa la puerta de su casa.
¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué de un momento a otro me ignora de esa manera? Al principio, todo parecía estar tan bien. Me hablaba todos los días, aunque fuera sólo para iniciar una discusión sobre el arte, o para simplemente decirme "Mocoso" Todo estaba bien... ¿Por qué de un momento a otro me ignora por completo? ¿Qué fue lo que hice mal?
Está empezando a llover; no puedo quedarme aquí.
Llego a mi departamento y abro la puerta resignado después de soltar un gran suspiro. Me siento extraño, como si algo no estuviera bien acomodado dentro de mí. No lo entiendo, me la pasé demasiado -muy, muy- bien con Itachi, el que me besara de esa manera hizo latir mi corazón a mil... Pero de alguna forma, Sasori hizo que mi autoestima bajara sin siquiera tomarse la molestia.
— ¡Deidara-sempai! Llega tarde. Tobi no sabe cómo hacerse su cena, ¿podría ayudar a Tobi a prepararse un poco de ramen instantáneo por favor?— Tobi está hablando, pero realmente no le estoy prestando atención — ¿Deidara-sempai?, ¿Está bien?
[Sasuke Pov]
¿¡Cómo mierda pudo hacerme esto!?
No voy a seguirlo, ¡No! Ni crea que voy a ser su juguete. ¡Que vaya a follar con Sai todo lo que quiera! No me importa. Hay muchos chicos más lindos que él allá afuera. No lo necesito.....
... ¡NO LO NECESITO!
¿Entonces por qué me siento así?
Debo tranquilizarme... Pero es evidente que no lo haré. Sigo corriendo tan rápido como mis piernas me lo permiten. Abro la puerta y la azoto fuertemente. Mi madre me habla extrañada, pero la ignoro; no tengo ganas de hablar con nadie. Subo rápidamente las escaleras y dejo un segundo portazo en la puerta de mi habitación.
....
Doy un grito y siento las vibraciones de mi voz torturar mis cuerdas bucales. Tampoco me importa. Con los puños cerrados, doy un golpe contra la pared de mi habitación y respiro pesadamente.
¿Por qué besó a Sai?... ¿¡POR QUÉ!?... ¿Qué no había dicho que me amaba?... ¿Qué no había dicho que los llevaría al estúpido parque de diversiones para que el pelirrojo y el idiota ese se declararan su amor? Sí, como no...
... ¡Maldito mentiroso!, ¿Cómo es posible que me haga sentir de esta manera? Tan... Dolido...
La luz está apagada, no me molesto en prenderla. Siempre me ha gustado la obscuridad; además, no quiero ni ver cómo está mi rostro en este momento. He de parecer un monstruo. No estoy llorando -porque me contengo- pero seguramente mis ojos están hinchados y mi rostro descompuesto en una mueca horrenda.
¿Qué voy a hacer ahora? Estoy confundido, enojado, furioso, lastimado; y no sé qué pensar. Si hubiera podido -más bien, si Itachi no hubiera aparecido- mataría a Sai con mis propias manos por atreverse a tocar a mi Naruto...
¿Mi Naruto?
¡Maldito rubio estúpido! ¿¡Por qué me enamoraste si al final de todo ibas a lastimarme de esta manera!? Eres un...
¿Qué es esto? ¿De quién son estos brazos que me están abrazando?
— Sasuke...— su olor inconfundible penetra mi nariz y me hace soltar un profundo suspiro. Siento como él acomoda su rostro en mi hombro y presiona el abrazo que me brinda...
No..., no me di cuenta en qué momento entró, ni siquiera escuché el sonido de la puerta abrirse y cerrarse; pero para ser sincero, me alegra que Itachi esté aquí...
Tampoco me había dado cuenta de que mi rostro está húmedo y mis respiraciones no están sincronizadas. Estaba llorando..., por Naruto.
—Él..., él— no sé cómo terminar esa frase; decir que Naruto me lastimó profundamente es realmente difícil para un chico tan orgulloso como yo.
—Él es un estúpido.
Sí, claro que lo es... Pero yo amo a ese estúpido.
—Déjame solo— le digo. Estoy bastante confundido; sólo quiero pensar las cosas con claridad. Esto es algo que Itachi no puede entender.
—No quiero.
Siento sus brazos aferrarse más a mí. No necesito esto.
— ¡Lárgate, Itachi! ¡Esto no es de tu incumbencia!— le grito sintiendo como mi garganta se desgarra con cada palabra. Trato de deshacer el agarre que él ejerce contra mí, pero no puedo.
—No creo que ese chico valga tanto la pena para que tú estés así— su voz, sus palabras; es como si simplemente no le importara cómo me siento.
— ¿¡Y tú qué sabes!?— de alguna manera -quizá por mi enojo- logro deshacer el abrazo y le lanzo una mirada filosa a sus ojos carmesí —. ¡No sabes qué es lo que se siente ver a la persona que quieres besándose con otro idiota! A ti nunca te engañan, Itachi. Realmente no tienes ni la más mínima idea de lo que se siente...
Todo se queda en silencio y él sólo me mira... Puedo notar que está presionando su mirada, y sus ojos se desvían.
— ¿Eso crees?— susurra despacio y me vuelvo a encontrar con aquellos ojos…
No digo nada, sólo quiero que se vaya; no puedo permitir que nadie me vea llorar.
¿Por qué... Estoy llorando? Yo... ¿De verdad estoy tan enamorado de Naruto como para llorar por él? La verdad quiero permanecer a su lado, pero no puedo perdonarlo por lo que me hizo; no puedo perder lo que me queda de orgullo...
—Te quiero— Me sobresalto al escuchar aquellas palabras. Por lo menos sé que él las dice son sinceridad —. Si él te lastima, me lastima a mí también; no puedo perdonarlo por lo que te hizo.
Arqueo una ceja y junto mis manos.
—No creo que él necesite tu perdón.
La mirada que me dedica es tan profunda y sincera, que de alguna manera logra tranquilizarme.
—Pero tampoco se merece el tuyo.
Aquello me hace sonreír débilmente. Quizá mi hermano tenga razón, quizá perdonar a Naruto sería lo peor que me pudiera hacer a mí mismo; pero... Yo lo quiero, lo he llegado a querer en tan poco tiempo que ahora se me hace difícil imaginarme la vida sin él.
Itachi se acerca y me vuelve a atrapar entre sus brazos. Yo me sobresalto, pero luego, despacio, cierro los ojos y me acomodo en su hombro.
—Estúpido hermano menor— susurra contra mi oído —. Entiende que nunca dejaré que te lastimen así..., otra vez— de alguna manera, todo se siente tan tranquilo. Suspiro —. No me importa si crees que soy una molestia y llegas a odiarme, nunca dejaré que nada malo te pase y siempre estaré ahí para ti.
Los párpados se me hacen pesados y suspiro contra su hombro.
Estúpido nii-san, se supone que por eso eres mi hermano mayor.
—Yo también te quiero.
No tengo idea de cuánto permanecimos así, pero ahora yo correspondo el abrazo de mi hermano y me relajo con su calor. Me siento realmente afortunado de tenerlo conmigo, pero eso no disminuye el dolor que siento por culpa de Naruto. No quiero llorar otra vez, seguramente me vi como un idiota.
"Toc Toc"
El sonido de la puerta rompe el intenso silencio que sacudía mi habitación.
— ¿Sa-Sasuke?
¡Dios santo! ¡Que esté alucinando! ¡Si no es así haz que la tierra me trague y desaparezca de la faz de la tierra...! Naruto es la última persona que quiero ver ahora.
— Sasuke, lo siento, t-tu madre me dejó entrar— ¡Mierda!, ¿Qué debo hacer? Quiero ignorarlo, gritarle que me deje solo, pero si lo hago, las cosas nunca se arreglarán —. S-Sasuke, por favor, ¿Me puedes abrir?
¿Qué es lo que debo hacer?
[Itachi Pov]
Siento como Sasuke deshace nuestro abrazo y se queda temblando ante la puerta. No puedo permitirlo, no dejaré que se niño vuelva a lastimar a mi... Hermano.
Rápidamente me dirijo a la puerta y la abro en un movimiento brusco, encontrándome con la llorosa mirada azul de aquel que se atrevió a lastimar a Sasuke.
— ¿Qué quieres, idiota?, ¿No crees que ya hiciste suficiente aquí?— cuestiono con un tono de voz feroz y peligroso. Su mirada se encuentra con la mía y da un salto pequeño. Comienza a temblar sin saber qué decir.
—Yo... Sólo quiero hablar con Sasuke— confiesa bajando la mirada. Mi ceño se frunce, no dejaré que este pedazo de idiota siga lastimando a mi hermano, ¿Quién se cree que es?
— Ni lo creas, idiota; él no quiere hablar conti~
—Itachi—escucho la suave voz de mi hermanito y volteo hacia él. Sus ojitos están cerrados y aprieta sus labios con fuerza mientras ejerce presión en los puños. Me duele verlo así... Algún día... Este chico rubio me las pagará... —Sólo... Déjalo entrar, ¿Quieres?
Suspiro con pesadez mientras un horrible nudo trepa por mi garganta. Me vuelvo hacia Naruto y le miro pesadamente por sobre el hombro.
—Más te vale no volver a lastimarlo, ¿entendiste?
Y sólo hazme un favor... Desaparece de su vida por siempre.