[Gaara Pov]
¡Odio mi vida!
¿Y qué acaso no tengo derecho a hacerlo? La única persona que me interesa, a la que amo con locura demente, por la que daría mi vida sin pensarlo dos veces; está enamorado de un bastardo como Sasuke. ¡Qué mierda! Cualquiera odiaría su vida si estuviera en mis zapatos.
Y ahora yo tengo que ayudar a Naruto para que ese idiota salga con él. ¡Más jodido no puedo estar! Todo mi mundo se desplomó en cuestión de segundos cuando Naruto dijo que le gustaba Sasuke, y después ¿Qué es lo que me pide? Que lo ayude a que el Uchiha se enamore de él. ¡Mierda! ¡No lo puedo soportar! Ni siquiera sé porque demonios le dije que sí. Hubiera mandado a la mierda todo y salir corriendo de ahí, pero no lo hice... Porque simplemente no le puedo dar la espalda a Naruto, aunque quisiera no puedo, él es... ¡Mierda! ¡Ya no sé ni lo que es!
Me duele la cabeza, no estoy seguro de que hacer cuando el tipo ese aparezca por aquí. Espero que Sai tenga algo en mente, porque yo no pienso cruzar palabra con el Uchiha. Fijo mi mirada en Sai y noto que esta igual de perdido que yo. Tiene la mirada baja, hundido en su propio mundo como siempre; o quizá ya tenga algo planeado para decirle a Sasuke. Será mejor preguntar, si no cuando llegue nos vamos a quedar parados como idiotas retrasados enfrente de él.
— ¿Qué le vas a decir?— pregunto apartando mi mirada de él. Sai me voltea a ver con cara de confusión. Creo que lo saqué de su mundo de caramelos.
— ¿¡Qué!?— ¡Upss! —. ¿¡Cómo que qué le voy a decir!?— Jaja, nunca había visto a este chico tan exaltado. Es bastante gracioso.
—Es una pregunta muy simple, Sai, ¿Te la pregunto más lento para que me entiendas?... ¿Qué... le vas... a decir... al idiota de Sasuke?— Sai frunce el ceño y hace un puchero. Yo por mi parte lo ignoro y sigo esperando su respuesta.
— ¿Por qué debo de ser yo quien le hable?
—Porque yo no quiero cruzar palabra con él.
— ¿Y yo sí?...— dice con evidente sarcasmo. Pff, ruedo mis ojos y suspiro. Algo se me tiene que ocurrir. ¡Yo no quiero hablar con Sasuke!
—Por Naruto...— Sai cambia drásticamente la expresión de su rostro y me clava a mirada.
—Eso se llama chantaje.
—Oye, si no querías ayudar a Naruto, ¿Entonces por qué le dijiste que sí?
—No lo sé, respóndeme tú la pregunta.
¡Diablos! ¡Me atrapó! Pero no importa, ya es demasiado tarde. Sasuke viene caminando a paso lento justo hacia nosotros. Algo le tiene que decir Sai. Tiene que pensar en algo ¡Ya!
Seguimos caminando hasta que quedamos a sólo unos pasos de Sasuke. Yo dejo de caminar y me quedo parado ahí. Sai imita mi acción. Ambos miramos al Uchiha acercarse a nosotros. No viene solo, su hermano está con él. Es un chico mayor, creo que va a la Universidad o algo así, eso explica porque Sasuke toma otro camino de regreso a casa.
Y los hermanos detienen el paso, quedando a la par con Sai y conmigo. Bien, Sai ¡Haz tu entrada!
Espero, espero, espero, y Sai no suelta ni un suspiro, sólo se les queda viendo como estúpido. ¡Ambos los vemos como estúpidos! ¡Mierda! Sai es un idiota, me va a dejar todo el trabajo a mí, pero no caeré en su juego. Yo no voy a decir nada, tarde o temprano él lo tendrá que hacer.
Y mientras espero apunto toda mi atención al aludido bastardo que se robó el corazón de mi Naruto. En realidad no sé qué le ve, digo, no digo que yo sea más guapo (ni siquiera me considero atractivo) pero hay mejores que Sasuke, supongo. Aunque... Sé que cuesta admitirlo, no es tan feo. Quizá a Naruto le atrae su apariencia, tan seria y fría; o su mirada, que se contrasta con un ligero tono rojizo mostrando sólo unos ojos vacíos y penetrantes, justo de la manera en la que me mira ahora... Un momento... ¿Me está retando con la mirada?
Oh, lo hace. Sus ojos me estudian de pies a cabeza como si quisieran comerme con la mirada. Es un idiota ¿Enserio cree que me puede aguantar la mirada? Sí, sus ojos penetran en los míos como taladros, pero yo no me quedo atrás, nunca lo hago y no dejaré que ese idiota se salga con la suya.
— ¿Qué quieres?— pregunta de una manera tan indiferente. ¡La sangre hierve dentro de mí fugazmente! ¿Cómo es posible que a Naruto le guste ese idiota?
Frunzo el ceño y gruño. ¡Al diablo todo! Ya no me importa si Sai le va a hablar o no. Acabemos con esto ya mismo antes de que empiece a pensar como un psicópata.
Me acerco a él y tomo su camisa entre mis puños atrayéndolo hacia mí. Él no quita esa mirada inexpresiva de su rostro. Me duele la cabeza, me duele mucho. Mis manos quieren enredarse en su cuello y aplastarlo. Quiero ver la sangre que alimenta su ego salir de su cuerpo dejándolo vacío. Quiero ver su cara horrorizada pidiendo piedad. Quiero hacerle tantas cosas, pero... Sé que eso sólo lastimaría a Naruto y, no soportaría ver a Naruto llorar... Es mejor que me tranquilice.
Sólo diré lo que vine a decir.
—Escucha idiota, por alguna razón a Naruto le gustas, y quiere tener una cita contigo. ¿Aceptas?
Espero su respuesta. Mi mirada se posa en su hermano mayor, quien sólo observa a escena, callado, sin importarle la manera en la que tengo sujeta a Sasuke.
—¿Quién es Naruto?— devuelvo mi mirada al Uchiha menor y frunzo en ceño. ¡Este estúpido ni siquiera conoce a Naruto! —. ¿Te refieres al niño rubio que vive en esa casa?— señala la casa de Naruto, (por si no lo había dicho, estamos justo enfrente de la casa de mi rubio) Yo intensifico mi mirada afirmando lo que dijo —.Es muy lindo, creo que podría divertirme con él un rato — sonríe maliciosamente.
Me dan ganas de matarlo, y si no fuera por Naruto de veras lo haría. No importa cómo pero no dejaré que este bastardo se atreva a jugar con los sentimientos de Naruto.
Lo atraigo más hacia mi rostro y nuestros ojos inexpresivos penetran los otros con la misma intensidad.
—Si te atreves a jugar con los sentimientos de Naruto... Te voy a matar— Hasta para mí, eso se escuchó muy melodramático. El amor a veces te hace decir cosas tan estúpidas. Ahora cabe la posibilidad de que me convierta en un asesino por un sentimiento que años atrás ni siquiera sabía que existía. Estoy loco.
—Inténtalo— dobla los labios en una sonrisa burlona. ¿Qué lo intente? Como no.
Lo suelto y estoy dispuesto a soltarle un puñetazo en la cara, pero él toma mi muñeca y ejerce presión contra mi cuerpo, yo hago lo mismo. Vuelve a sonreír y está apunto de decirme algo, pero...
—Sasuke— Una voz grave hace que el Uchiha cambie su expresión a una de disgusto. Fue la voz de su hermano —. Deja de perder el tiempo, te vez como un estúpido— Sasuke me suelta y se para a lado de su hermano —.Camina, que vamos a llegar tarde casa— El mayor lo empuja y hace que camine, por su parte Sasuke rueda los ojos y lo obedece.
¿Qué fue eso?
—Dile a Naruto que acepto. Me muero por estar a solas con él— añade mientras se aleja de mí junto al mayor de los Uchihas.
Oh, mi cabeza ¿Ahora qué voy a hacer? Es claro que lo único que quiere Sasuke es follar a Naruto. Nada más jugará con él y eso no lo puedo permitir, pero ¿Qué hago? Si le digo a Naruto las intenciones de Sasuke seguramente creerá que estoy celoso... No quiero eso, no quiero que se dé cuenta de mis sentimientos aún... ¡Mierda! ¿Qué voy a hacer?
— ¡Bien hecho!— grita Sai eufóricamente mientas levanta el dedo pulgar de sus puños —. ¡Eso fue genial, Gaa-chan!
— ¡Tú ni siquiera ayudaste!, ¡Te quedaste ahí parado como baboso y me dejaste hacer todo el trabajo!— Un momento... ¿Acaso me llamó... "Gaa-chan"? ¡Que no sea hipócrita!
—Lo siento, estaba a punto de hablar, pero tú te adelantaste, y no interrumpí porque lo estabas haciendo muy bien— sonríe sobándose la nuca.
Una gotita se resbala por mi sien.
—Estaba a punto de pelearme con Sasuke, pudiste haberme ayudado ¿Sabes?
Sai se da media vuelta y se aleja despidiéndose con la mano.
—Será para lo próxima, Gaa-chan— dice haciendo énfasis en "Gaa-chan"
¿Qué más da? Me largo a mi casa.
Abro la puerta. Mis hermanos aún no llegan. Supongo que Temari está con su novio, el flojo de Shikamaru, y Kankuro... Bien, Kankuro seguro fue a emborracharse con Kiba y Neji.
Subo las escaleras y entro a mi habitación. Lanzo mi mochila a quien sabe dónde y caigo boca abajo sobre mi cama. Estoy cansado. El día de hoy no fue un lecho de rosas. Naruto me dijo que le gustaba Sasuke, Sasuke sólo quiere utilizar a Naruto y, para colmo, tengo que pasar todo el tiempo con Sai para verificar que todo vaya bien en su "relación" Pff, ¿Alguien quiere mi vida? Es gratis...
Además no me puedo sacar este estúpido dolor de la cabeza. Siento que en cualquier momento pudiera explotar y desaparecer de la faz de la tierra.
En fin, si duermo un poco, quizá mis nervios se calmen, así que ¡O-yasuminasai!
•_•
Repentinamente abro mis ojos. Miro el reloj. Son las once de la noche. El dolor en mi cabeza ya desapareció junto con el sueño. Largo un seco bostezo y me levanto con flojera.
Quizá mis hermanos ya hayan llegado, pero no tengo ganas de verles la cara. Será mejor que salga a la azotea de mi casa para tomar aire fresco, creo que lo necesito. Además, siempre voy ahí cuando quiero estar solo; Temari y Kankuro nunca suben, así que se ha convertido como en mi espacio personal; un lugar donde puedo pensar y divagar por los confines de mi mente.
Al momento de abrir la puerta, el aire nocturno choca con mi cara haciendo bailar mis cabellos rojizos. Se siente tan bien... Me gustan las noches como esta.
Me acerco a la orilla de la azotea y me siento a dejar que el viento haga de las suyas conmigo. Cierro mis ojos y lo primero que se me viene a la mente es... Sí, adivinaron... Es Naruto.
Ya había dicho que nunca me he enamorado antes, y cuando me di cuenta de mis sentimientos por él, de alguna manera todo cambio entre nosotros. Por suerte, no para mal; de hecho, creo que sólo cambie yo.
Cada vez que él invadía mi espacio personal, yo le daba un manotazo y gruñía, ahora sólo me sonrojo y me pongo nervioso. Y yo nunca había sido así con nadie. Estaba tan acostumbrado a ser frío, cortante o distante cada vez que alguien me dirigía la palabra. Pero claro, esa regla expiró con Naruto.
—¡Granadita! ¡Sabía que te iba a encontrar aquí!— la voz que más me gusta me saca de mis pensamientos.
Naruto se acerca a mí desde la azotea de su casa. Somos vecinos, y siempre, desde que me mudé aquí, subimos a platicar acá arriba, en plena luz de la noche. Supongo que este es el lugar más preciado que tengo. Aquí fue la primera vez que conocí a Naruto.
— ¿Qué pasa?— trato de ocultar lo mal que me siento por lo de Sasuke.
—Nada, sólo quería verte ¿Quieres que me vaya?— niego con la cabeza ligeramente. Él sonríe de oreja a oreja y se salta a la azotea de mi casa. Se sienta alado de mí.
— ¡Qué bonita luna!— dice señalando la bola blanca del cielo.
—Es luna llena— y sí, es muy hermosa.
De pronto nos quedamos en silencio. Yo miro hacia enfrente, pero puedo ver de reojo que Naruto me está mirando. Dobla sus labios y muestra una sonrisa pequeña.
—Quiero darte las gracias, Gaa-chan— fijo mi mirada en él —. No sabía si hice bien en decirles que me gustaba Sasuke, pero ahora creo que fue lo correcto. Gracias por apoyarme y por haber logrado que él aceptara una cita conmigo.
— ¿Cómo supiste que...
—Sai me lo dijo— suelta una risita traviesa. Debí haberlo sabido, Sai.
—Como sea, me siento muy feliz de tener a alguien como tú en mi vida. Eres mi mejor amigo, Te quiero, Gaa-chan.
Y el silencio nos inunda.
Mi cabeza da vueltas. Él siempre sabe cómo hacerme sentir mejor y peor a la vez. Me ve como un amigo, cuando yo lo quiero como algo más. Eso me duele mucho; pero el escucharlo decir que me quiere de alguna manera compensa todo lo malo que ha pasado en el día.
—Bueno, mañana tengo una cita— se sonroja y empieza a reír nerviosamente —. Será mejor que me vaya a dormir— se levanta y se cruza a la azotea de su casa. Antes de entrar se voltea hacia mí y me sonríe —. ¡Buenas noches, Granadita!
Y lo veo desaparecer por la puerta. Mis ojos se nublan y siento que voy a llorar. Oh, sí, el siempre frío y reservado Sabaku No Gaara está llorando... Esto no puede ser peor.
Quizá sea mejor que yo también me vaya a dormir. Mañana tendré que estar "vigilando" junto con Sai la cita de Naruto y Sasuke. Espero que todo vaya bien; aunque deseo todo lo contrario.
Estoy loco.