[Sasuke Pov]
¡Qué fastidio!
Lo sé, estoy hablando como el idiota de Shikamaru, pero enserio... El día de hoy ha sido un fastidio completo. Estoy aburrido y cansado, lo único que quiero es llegar a mi habitación y tumbarme sobre la cama.
Aviento mi mochila a quien sabe dónde y hago lo que me proponía. Dejo azotar mi cuerpo contra el colchón y largo un suspiro. Cierro mis ojos con lentitud y me dispongo a descansar un poco.
Pero no me dura mucho el gusto...
—Sasuke... ¿Estas dormido?— escucho la voz de mi hermano mayor llamándome desde la puerta. Abro los ojos y lo miro de mala manera.
—No, Itachi, estoy súper despierto— digo con sumo sarcasmo — ¿¡Qué no era obvio que sí!?— rompo el sarcasmo y lo enfrento con el ceño fruncido.
Él sólo suelta una risita y se sienta en la cama. Yo permanezco acostado y lo miro desde mi posición.
— ¿Por qué tienes las luces apagadas? Te puedes dañar la vista...— Oh, no ¡Ahí va con su papel de hermano sobreprotector otra vez!
— Estaba dormido, Itachi. Normalmente la gente apaga las luces antes de irse a dormir— ¡Por lógica!
—Oh, así es... ¿Verdad?— ¿Es idea mía? O hoy mi hermano está más raro de lo normal...
La mirada que mantenía distante a mí, se vuelve a posar sobre mi figura. Sus ojos me observan de forma... ¿Preocupada?
— ¿Vas a salir con ese chico?— dice casi en un susurro, desviando la mirada de mí.
...... ¡¡!!
Oh, claro ¡Se me había olvidado por completo!... ¡Qué demonios! ¡Se me había olvidado siquiera presentarme!
Supongo que ya saben quién soy. Es decir, si se regresan hasta arriba podrán leer algo que dice: "Sasuke Pov" eso significa que yo estoy narrando lo que en este momento estoy viviendo, y además mi hermano pronunció mi nombre hace un momento... Pero por si aún hay dudas... Yo soy Sasuke Uchiha, sí, el chico frío de la escuela; sí, el que manda a la mierda a todas las mocosas que me acosan; sí, el que es antisocial y sólo cruza palabra con los maestros y con mi hermano; sí, justamente del que Uzumaki Naruto está enamorado.
Seguramente están pensando que son un emo, o algo por el estilo. Así que será mejor dar una pequeña descripción de mí (claro, si no les molesta)
Se podría decir que soy frío e insensible, y la verdad es que no puedo evitarlo, he sido así desde que tengo memoria. No logro entender porque la mayoría de las chicas -estúpidas- se enamoran de mí, si siempre las mando al carajo. Una de esas es una tal Sakura (¡de quien sinceramente ya estoy harto!) Pero bueno, en fin...
A la única persona a la que le sonrío es... ¡Adivinaron! A mi hermano. Aunque no lo parezca, y a veces sienta ganas de matarlo (no es literal) tenemos una gran relación. Sí, soy muy apegado a él, a pesar de que él sea más sociable que yo.
Volviendo a lo importante... Naruto Uzumaki está enamorado de mí. Ustedes se preguntarán... ¿Qué es lo que pienso yo? ¿Acaso lo que le dije a Gaara es cierto? ¿Sólo planeo jugar con el rubio un rato? ¿No siento nada por Naruto?
Bueno, respondiendo a todo eso: Pienso que está bien, supongo; ¡Y no! Lo que le dije al pelirrojo sólo fue para molestarlo, es divertido ver a ese chico enojado; ¡Y tampoco! (¡Por dios! ¡No!) Puede que sea frío, antisocial y todo eso, pero yo no utilizo a la gente como juguete sexual -el sexo no es bueno si no sientes nada por la persona con quien lo haces- Finalmente... No estoy seguro, ¿siento algo por Naruto? Él es lindo, sus ojos son hermosos, además adoro la manera en la que me espía desde la ventana de su habitación... Es ¿adorable? Bueno, no estoy enamorado de él (aún) pero me gusta... Ese rubio me gusta mucho.
—Sí— contesto doblando mis labios en una sonrisa que apenas y se alcanza a notar.
Itachi gira la cabeza y clava sus ojos en mí. Sus ojos están abiertos como platos, y sus pupilas tiemblan (por alguna razón) Sus labios están entreabiertos.
— ¿Qué pasa?— ahora sí me está preocupando.
— No, nada, es sólo que, ¿Enserio te gusta ese chico? Es decir, ni siquiera lo conoces.
— Me gusta, por eso me tomaré el tiempo de conocerlo.
Mi hermano traga saliva y desvía la mirada.
— Como sea, más le vale que no te lastime— dice con resentimiento en sus palabras.
—Itachi...— Sabía que era sobreprotector, ¿pero tanto?
Él se levanta y se dirige a la puerta. Antes de salir dobla la mirada hacia mí y podría jurar que está sonriéndome. Yo me quedo boquiabierto.
—Ya duérmete, Sasuke, ya es tarde— sale y cierra mi puerta.
Yo... Yo no entiendo qué fue eso. Nunca había sido protector conmigo, pero bueno, no importa, está bien, supongo, no creo que Naruto me lastime.
•_•
Hoy es sábado por la tarde. Ayer en la noche Gaara se apareció en la puerta de mi casa y me preguntó dónde esperaría a Naruto. Después de hacerlo enojar un poco (¡porque es divertido!) le dije que lo esperaría en el parque de la cuidad (¡no se me ocurrió un mejor lugar!)
Así que aquí estoy. Traté de verme bien, pero tampoco exagerar tanto como si me fuera a casar. Me puse una camisa blanca, abierta hasta el pecho y unos ajustados pantalones negros con unos converse del mismo color. Suspiro. La hora de encuentro era a las seis y media de la tarde... ¡Son las siete y cuarto! ¿Acaso me habrá dejado plantado?
Oh, no, pero ahí viene, corriendo hacia mí con una sonrisa de oreja a oreja. Sonrío. Se ve muy atractivo.
— ¡Ho-Hola, Sasuke!— dice mientras se soba la nuca nerviosamente — ¡Siento haberme tardado! Es que mi madre no me dejaba salir porque....
No mentiré, no lo estaba escuchando, sólo me limitaba a mirarlo y mantener un rostro inexpresivo. Lo confirmo, me gusta. Me gusta mucho...
—No te preocupes— digo y lo tomo de la mano. Él se sonroja notoriamente y baja la mirada. Yo le sonrío ligeramente.
— ¿A dónde quieres ir?— le pregunto.
Naruto se lleva una mano al estómago y empieza a reír nerviosamente —Jeje, tengo hambre... ¿Te gustaría ir por algo de rámen? — dice.
—No conozco ningún restaurante de rámen— yo normalmente no como eso ¡Ni siquiera lo he probado!
Él me sonríe.
— ¡Vamos! ¡Te llevaré al mejor puesto de rámen que hayas conocido! ¡Te gustará, Dattebayo!— y me dejo llevar por su mano.
Nos dirigimos a un puesto modesto, pero agradable. Naruto pide su tazón de rámen con extra carne de puerco y yo pido uno sencillo.
— ¡Itadakimasu!
Debo admitirlo, es delicioso. No puedo creer que haya vivido toda mi vida sin probar este delicioso platillo. En fin, terminamos y estoy a punto de sacar del dinero de mis bolsillos cuando...
— ¿Cuánto es, viejo?— Naruto se adelanta y saca un monedero en forma de sapo, muy chistoso. Da el dinero, se despide y me jala.
Un momento, se supone que soy yo el que debió haber pagado. ¡Diablos! Me siento como una niñita mimada, no me gusta depender de la gente, será mejor que haga algo antes de que yo quede como Uke.
Estamos en medio de una calle vacía, son aproximadamente las nueve de la noche. ¡Esta es mi oportunidad! En un movimiento algo brusco acorralo a Naruto contra la pared.
—Sa... Sasuke...— atrapo sus muñecas y comienzo a besarle el cuello. Mi lengua saborea esa deliciosa piel canela dejando varios chupetones sobre esta. Es delicioso. Comienzo a subir hasta empezar a jugar con el lóbulo de su oreja. Él suelta un pequeño gemido con mi nombre como título.
—Eres muy delicioso— le susurro de manera sensual, porque lo es ¡Y mucho!
Acorto la distancia con el y lo beso. Le muerdo el labio inferior obligándolo a que abra la boca, y no dudo en introducir mi lengua en su húmeda cavidad. Su lengua responde al estímulo de la mía y comenzamos un beso fogoso y salvaje.
Nuestros cuerpos están tan pegados que parecemos uno mismo. Y de pronto siento como algo despierta en su entrepierna. ¡Ohhg! Su erección roza mi miembro despertándolo también. Ese roce me excita tanto...
Pero somos humanos, y a nuestros pulmones se les escapa todo el aire. Nos separamos y soltamos suspiros agitados. Sus mejillas están sonrojadas (creo que las mías también lo están)
Quiero tomar su miembro, quiero que él tome el mío, pero este no es buen lugar, ni buen momento. Quiero enamorarme de él antes de hacerlo mío. Y todo está saliendo bien. Creo que...
—Me gustas mucho, Naruto— le digo abrazándolo. Él aún se siente nervioso, sus latidos son tan fuertes que los puedo escuchar bien. Corresponde al abrazo y me dice que yo también le gusto, que le gusto desde la primera vez que me vio.
Sonrío.
Seguimos nuestro camino y lo dejo en su casa. Nos despedimos con un corto beso en los labios y él entra.
Me quedo esperando más de lo necesario fuera de su casa. Me gusta mucho ese chico, creo que es la primera vez que siento algo así por alguien que no sea de mi familia. Estoy a punto de irme cuando...
Siento una mirada... ¡No! Son dos...
Giro mi cabeza y logro ver hasta el fondo de la esquina de la calle dos sombras. Una es de cabellera obscura, delgada; la otra es inconfundiblemente roja, brilla con el contraste de la luz de la luna. Es obvio, esos dos son Gaara y su amiguito pálido (lo siento, no sé su nombre) Pero... ¿Qué demonios hacen? ¿Acaso nos estaban espiando a mí y a Naruto? Pff, ¡Acosadores!
— ¡Oigan ustedes dos! ¡Salgan de ahí de una buena vez!— grito provocando al pelirrojo y al pelinegro.
Oh, no señor, no dejaré que se interpongan entre Naruto y yo. Enserio me gusta ese rubio y no dejaré que unos celosos obsesivos como ellos lo alejen de mí.