[Itachi Pov]
¿Acosador?... Soy un... ¿Acosador?... Últimamente esa loca idea ha estado ocupando todo el espacio de mi mente, y simplemente no me la puedo creer. Yo no soy un acosador, yo sólo me preocupo por mi estúpido hermano menor... ¿Acaso eso está mal? Discretamente, poso mi mirada sobre mi Ototo, él camina junto a mí, ausente, como perdido en su propio mundo. Suspiro y aparto la vista de él.
Pronto llegamos a casa. Sasuke sube las escaleras directamente a su habitación... Y yo... Y yo lo sigo. Aunque esté abierta, doy tres golpes a la puerta, él voltea y posa su mirada en mí.
— ¿Qué quieres?— pregunta desganadamente mientras se deja caer sobre su cama. Me acerco, sin encender las luces; porque sé que eso a él no le gusta. Me siento sobre la cama y él me mira desde su posición.
Ahh, mi estúpido hermano menor...
— ¿Te molestaste?— le pregunto seriamente. Él arquea una ceja y forma una delgada sonrisa.
— ¿Por qué? ¿Por evitar que iniciara una pelea con el mapache rojito?— dice mientras se acomoda en su lugar, aún con sus ojos fijos en mí. —. No te preocupes, otro día que no estés ahí continuaré lo que dejé pendiente.
No puedo hacer más que reír. Conociendo a Sasuke, estaba seguro de que se molestaría conmigo; pero no fue así. ¡Gracias a Dios!
— ¿Necesitas algo más, Itachi?— su voz me saca de mis pensamientos. Reacciono inmediatamente y vuelvo a sonreír.
—No. — digo mientras me levanto de la cama y me dirijo a la salida.
— Ahh, ¿no? Pensé que querrías saber cómo me fue con Naruto hoy— ¡Por poco se me olvidaba!
Rápida y discretamente (sí eso se puede, jeje) regreso toda mi atención hacia él. Mi hermano me mira con una sonrisa quisquillosa formada en sus delgados labios.
— Me fue bien, a pesar de que Sai y Gaara estuvieran espiándonos todo el tiempo. Ellos dos son unos acosadores, ¿sabes?— ¿Acosadores? Umm, creo que no soy el único. Me pregunto... ¿Qué traerán entre manos ese pelirrojo y el otro chico que se parece tanto a mi hermano?
— ¿Es por eso que te ibas a pelear con ellos?— pregunto tratando de camuflajear mi curiosidad con mi típico semblante frío e indiferente.
—Fue por eso... O por qué le dije al mapachito que algún día terminaría casado con su pálido amiguito... No estoy seguro, pero creo que por eso me golpeó— ¿Qué? ¿Ese pelirrojo golpeó a Sasuke? Ahh, lo tendré muy bien vigilado...
—Ten más cuidado de con quién te metes— le digo mostrando una débil sonrisa. Sasuke suelta una animada risita. Se levanta rápidamente de la cama y se coloca frente a mí. Ahh, aún es muy pequeño.
—No te preocupes— dice frunciendo el ceño y sonriéndome ampliamente —. No me pasará nada si te tengo ahí vigilándome todo el tiempo.
Así que se dio cuenta ¿ehh? Bueno, después de todo es un Uchiha... Es mi estúpido hermano menor.
Reprimo el sonrojo estaba por aparecer en mis mejillas y noto como él amplía su sonrisa. Yo por mi parte trato de mantener mi rostro libre de cualquier expresión.
—Entonces crees que yo también soy un acosador— no, no fue pregunta, fue más bien una afirmación.
— ¿Acosador? Jaja, tú eres mi hermano; siempre has sido así. Como en mi primer día de clases, ¿te acuerdas? Te quedaste todo el día pegado a la ventana del salón sólo para verificar que yo no estuviera llorando hasta que Iruka-sensei te sacó a patadas de la escuela— ¿Me tenía que recordar eso? Jeje... Ahora no creo poder ocultar mi sonrojo...—. O la vez que insististe en dormir conmigo después de ver "Juego macabro" porque creíste que me despertaría llorando a la mitad de la noche...
—Pero la cama amaneció mojada el día siguiente.
— ¡Oye!— infla sus cachetes formando un puchero bastante tierno. Jaja esta vez él es el que está sonrojado.
—Como sea— digo dándole la espalda y caminando hacia la puerta —Ya es muy noche, ya duérmete, Sasuke.
—Itachi...— me llama y yo detengo el paso, mirándolo de reojo. —. Tú no eres ningún acosador, eres mi hermano mayor y se supone que siempre debes estar ahí para mí.
¿Estás seguro? Para mí, vigilarte todo el tiempo está mal, pero no puedo evitarlo... Nunca dejaría que algo malo te pasara... Estúpido hermanito.
—Ya duérmete, Sasuke— le digo, sonriendo ligeramente, para después salir de su habitación e irme a la mía.
Me recargo en la puerta de mi cuarto y me resbalo sobre ella, cayendo sentado sobre el piso. Suspiro... ¿Pero en qué estoy pensando? ¿Por qué me molesta que mi hermano se relacione con la gente? ¡Diablos, Itachi! ¡Deja de ser tan egoísta!
Me levanto rápidamente, me pongo una chamarra negra y salgo de mi habitación.
Salgo de mi casa también.
Necesito alguien con quien hablar...
•_•
— Pues yo no te entiendo nada.
Doy otro trago a mi bebida, uno exagerado, creo. Era media yarda y me la acabé en 10 minutos... ¡Quiero otra más!
—No esperaba que me entendieras— contesto, con la voz un poco ronca —. Sólo quería que me escucharas.
—Ya te escuché, ¿y ahora qué?
Pido a la mesera otro trago. Ella me sonríe coquetamente y va por mi pedido moviendo las caderas eróticamente. Jaja, se ve como una puta.
Regreso mi mirada a mi acompañante y recargo mi mentón sobre mis brazos —. Esperaba que me dieras un consejo...
—Hay, Itachi, si no me explicas bien las cosas no podré ayudarte— me responde mientras da otro trago a su bebida. No entiendo, yo ya voy por la tercera ronda mientras él todavía lucha por acabarse la primera...
Aspiro una gran cantidad de oxígeno. Muy bien... ¡Hora de hablar! (Otra vez)
—Espío todo el tiempo a mi hermano porque me da miedo que se relacione con la gente; y peor aún, que tenga novio.— la mesera regresa con mi trago y extiende la mano para que yo lo tome. Acerco mi mano y ella procura rozar sus dedos con los míos. Me guiña un ojo y se retira la muy zorra.
Bebo el líquido con desesperación ¡Diablos! Soy débil...
—Ajá y... ¿Qué fue exactamente lo que pasó hoy?
—Pues... ¡Hip!— Oh, mierda ¡Maldita borrachera! — Me preocupé porque ¡Hip!.. Porque eran más de las nueve de la moche y ¡Hip! Y Sasuke todavía no llegaba de su cita. ¡Hip! Entonces salí a buscarlo y ¡Hip! Lo encontré apunto de pelearse con ¡Hip! Con tu primo ¡Hip!...
—Y...
—Lo detuve y regresó a casa conmigo... ¡Hip!
—Aún sigo sin entender cuál es el problema...— lo miro seriamente, con una gotita resbalando por la cien.
— ¡Mierda, Sasori! ¡Creo que estoy enamorado de mi estúpido hermano menor!— Este chico... ¡Siempre termina sacándome de mis casillas!
—Ahh, — dice tranquilamente, dando el último sorbo a su bebida — Pues por ahí hubieras empezado.
Un tic se apodera me mis ojos... Ahh me dan ganas de matarlo (literalmente) ¿Que quién es este chico? Lo siento, se me había olvidado mencionarlo. Él es Sasori, es mi mejor amigo, la única persona que de alguna manera me logra entender; por eso vine a hablar con él. Necesitaba decirle a alguien mi vergonzoso secreto, y él es la única persona en la que puedo confiar... Pero a veces es tan... ¡Insoportable!
—Entonces... ¡Hip! ¿Qué opinas que deba hacer?— pregunto aún con el tic en mis ojos, esperando que esta vez me dé una respuesta coherente.
— Si Sasuke está enamorado del tal Naruto, entonces déjalo en paz— dice mientras se enrosca sus cabellos rojizos con su dedo —. Además eso que haces no es natural, no seas incestuoso y búscate a alguien de tu edad.
Analizo lo que mi amigo dice; tiene sentido, supongo, pero sólo hay un problema...
— Pero yo sólo atraigo a puras zorras ¡Hip!— se oye mal, lo sé; pero esa es la verdad. Soy un imán para ellas y eso no me gusta.
—Umm...— Sasori se lleva una mano a la barbilla, pensativo — ¿Sabes? Ayer conocí a un chico rubio en la escuela de arte; es un mocoso, pero no está mal. Tal vez él pueda hacer que olvides a tu hermano.
Ahh, por eso quiero a mi estúpido mejor amigo. Sonrío ligeramente y me levanto de mi asiento, dejando el dinero de todos mis tragos sobre la barra. ¡Diablos! ¡Tanto dinero echado a la basura! Nunca volveré a tomar...
Sasori y yo pasamos a través de la asfixiante masa humana que había en el bar, todos idiotizados por los exóticos movimientos de caderas que hacían las bailarinas. Algunos otros, escogiendo entre la lista de chicos donceles y nekos alguno para entretenerse un rato. Después de casi ser aplastados como cucarachas, logramos salir del local y comenzamos a caminar por las obscuras calles de Konoha.
Estoy mareado, trato de mantenerme en equilibrio, pero me es imposible... ¡Hip! Ahh, ¡Mierda! ¡Maldito alcohol! Me sostengo de Sasori y cruzo mi brazo por su hombro. Tsk, esto es vergonzoso.
—Tu madre te matará si entras borracho a tu casa— dice mi pelirrojo amigo. Hmp, para mi mala suerte tiene razón.
— ¡Hip! ¿Puedo dormir en tu casa?— pregunto con la voz más extraña que puedan imaginar.
— Ya que...— responde Sasori tranquilamente.
—Umm, hip...—vaya, los "hips" están perdiendo su intensidad —. Y a todo esto, ¿cómo se llama el chico rubio del que me hablaste?
Sasori mira al cielo nocturno y suspira. Trata de acordarse del nombre del chico, pero se tarda mucho; me estoy comenzando a fastidiar...
—... Dei...dara... Sí, creo que así se llamaba— ¿Deidara? Umm, es un nombre muy extraño, pero bueno. ¡Todo sea por dejar de sentir cosas inapropiadas hacia mi Ototo!
—Te lo presentaré mañana— agrega Sasori. Yo asiento y trato de cerrar los ojos para dejar de sentirme mareado.
Llegamos a su casa. Entramos y subimos las escaleras hasta el pasillo de su habitación.
—Puedes dormir aquí— abre la puerta que está frente a su cuarto y me indica que pase.
—Hasta mañana. — dice tranquilamente y cierra la puerta.
Me dejo caer sobre la pequeña cama individual y largo un suspiro. Pff, la verdad es que no sé en qué momento empecé a sentir algo más por Sasuke que no fuera el cariño que le tengo como hermano. Él es tan lindo, tierno e ingenuo. Me acuerdo que el día en el que nació yo estaba molesto; no quería que un mocosito como él me quitara el amor de mis padres. Pero cuando fue creciendo me di cuenta de que él era tan... ¿Lindo? Sí, creo que esa es la palabra correcta. Era tan pequeño, tan adorable y tan... Estúpido. Y empecé a tomarle cierto cariño que con el paso del tiempo fue creciendo hasta llegar a lo que es ahora: un enfermizo amor antinatural que me está volviendo loco...
Ya no sé qué hacer...
Espero que Deidara me haga olvidarlo...
Sí, eso espero...