Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Acidentally In Love por Sabaku No Ferchis

[Reviews - 62]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!!

Nyaa como lo prometí este es un especial SasuNaru xD

Espero que les guste ,D

[Naruto Pov]

 


Sinceramente no sé cómo describirlo. Estar con Sasuke es... Lo mejor que me ha pasado en la vida. Es raro, lo sé; pero es la verdad. Este chico realmente me vuelve loco.


Suspiro.


Cierro mis ojos y me acomodo de lado en mi cama. Pienso en él. Me gustan sus ojos, siempre profundos y misteriosos; me encanta su cabello, oscuro, sedoso y rebelde; y amo sus labios, suaves, hambrientos. Ahh, esos que aquella noche me besaron con tanta pasión...


Delineo una pequeña sonrisa.


Estoy enamorado.


*Rin Rin Rin*



Ahh, es la alarma de mi celular. Lo saco de mi bolsillo y desbloqueo la pantalla...¡!


¡Oh mierda! ¿¡Cómo demonios se me pudo olvidar!? Me levanto como resorte de mi cama... ¡Eres un estúpido, Naruto! En verdad, ¿Cuándo aprenderás?...



No puedo creer que haya olvidado mi cita con Sasuke... Bueno, no es del todo una cita; me dijo que hoy en la noche su hermano invitaría a un amigo a su casa y que verían una película de terror o algo así, y me pidió que fuera yo también para no hacer mal tercio ahí.


Pero bueno, se supone que voy ir a verlo y ni siquiera he tomado un baño... ¡Qué bueno que puse mi alarma quince minutos antes de la hora acordada! ¡Siempre se me olvida todo!


Sólo tengo cinco minutos para tomar un baño... ¡Tengo que apurarme, dattebayo!


Me arranco la ropa del cuerpo y entro a gatas al baño mientras aún tengo colgando el pantalón en mis piernas ¡Me siento como un estúpido! Abro el agua caliente, espero, espero, pero ¡Mierda! El agua sale tan fría que podría congelarme ahí dentro.


Pff, lo que hago por amor... Aspiro una gran bocanada de aire y entro a la ducha. Thrrr, mi cuerpo empieza a temblar rápidamente, puedo escuchar como mis dientes truenan entre sí.


¡El baño fue una tortura! Pero ya estoy, fresco y limpiecito. Ahora... ¿Qué debería ponerme? Abro la puerta de mi closet y meto mi mano entre toda la ropa que hay ahí dentro.


De un momento a otro, tengo mi cama enterrada entre una gigantesca montaña de ropa. No sé qué ponerme ¡Diablos! Parezco una quinceañera mimada.


Gruño y suspiro de resignación. Podría pedirle algo prestado a Gaara, él tiene un buen estilo si se trata de la ropa que usa, pero se me está haciendo tarde y no puedo perder más tiempo.


Tomo una playera sencilla de color amarillo, con letras estampadas en la parte del pecho que dicen: "Sexy, naughty, bitchy me" Me pongo unos pantalones, también sencillos de color negro azulado y finalmente meto los pies en mis viejos converse negros.


Me miro al espejo. No me veo tan mal, supongo.


Bajo las escaleras.


— ¡Voy a salir!— grito lo suficientemente fuerte para que mamá me escuche y cierro la puerta tras de mí.


¡Tengo que correr! Sólo tengo siete minutos para llegar.


No es que sea presumido, pero en verdad soy veloz. Puedo ver la mansión de los Uchiha cada vez más cerca de mí. ¡Yeap! A este paso llegaré en diez segundos.


— ¡¡Auch!!


Siento estrellitas revolotear alrededor de mi cabeza... ¿Qué pasó? ¿Por qué estoy tirado en el suelo?


— ¡Fíjate por dónde vas, idiota!


¿Quién está hablando? ¿¡Y por qué carajos me llamó idiota el muy idiota!? Levanto mi cabeza.


— ¿¡A quién le llamas idiota, idiota!?— grito frunciendo el ceño, mirando la la persona que se encuentra tirada en el suelo al igual que yo.


Opps, por un momento creí que era una chica, jaja. Pero su voz es lo único que demuestra todo lo contrario. Es un chico de ojos azules y cabello rubio, largo, lo tiene recogido en media coleta. Me mira con ojos asesinos.


— ¿Acaso ves a otro idiota por aquí?— dice sarcásticamente, levantándose del suelo sin quitar esa sonrisa burlona de sus labios.


Me levanto también.


—No, lamentablemente sólo te veo a ti— digo, imitando su sonrisa y cruzando mis brazos.


Él gruñe, después sus facciones se relajan y larga un suspiro.


—Como sea, no te golpeo porque no quiero desperdiciar mis fuerzas en un idiota como tú.


—No te preocupes, no me importaría ser golpeado por una rubiecita como tú. No creo que las chicas golpeen tan fuerte— expando mi sonrisa y arrugo la nariz. Jaja, le gané.


— ¿¡Qué dijiste, idiota!?— de un momento a otro me está sujetando de mi playera y se prepara para darme un golpe. Le seguiría el juego, pero no debo perder más tiempo.


— Oye, tranquilízate rubia, si quieres terminamos esto en otro momento, llego tarde a un lugar y no puedo perder más tiempo.


Él abre sus ojos como platos. Me suelta y mira su celular.


— ¡Diablos!— dice para sí. Se acomoda sus ropas y se sacude el polvo que le quedó pegado en el trasero después de la caída. Me mira —. Como sea.



Suspiro y continuo mi camino, esta vez sin correr para evitar otro accidente con algún otro idiota.


Mi mirada se encuentra distante, perdida en el hermoso firmamento adornado de estrellas. Pero siento que me observan continuamente.


Me giro y miro hacia atrás. Veo a la rubiecita caminar unos pasos atrás de mí, observándome fijamente, manteniendo el ceño fruncido.


— ¿Me estás siguiendo?— pregunto arrugando nuevamente la nariz.


—Hmp, ya quisieras— responde desviando la mirada con ese semblante de superioridad —. Sólo sigo el mismo camino que tú.


Ruedo los ojos y sigo caminando, con el molesto rubio detrás mía. Pronto llego a la mansión Uchiha y me adentro al enorme jardín que guía hasta la puerta de entrada. ¡Estúpido rubio, aún me está siguiendo!


— ¡Ya para de seguirme, idiota!


Él gruñe y se pone rojito.


— ¡Ya te dije que no te estoy siguiendo! Hmp, como si fueras tan interesante para perder mi tiempo contigo.


— ¿Ah, sí? Dime algo rubia, si no me estás siguiendo... ¿¡Qué carajos haces metido en el jardín de los Uchiha!?


— ¿¡Eres sordo o qué!? ¡Ya te dije que sólo sigo el mismo camino que tú!


— ¿Y qué carajos tienes que hacer tú en la mansión de los Uchiha?


—Lo mismo te pregunto a ti.


Resignación... Pura resignación y un largo suspiro.


—Eres un dolor de cabeza.


—Ja, el burro hablando de orejas.


Calma, Naruto. Cuenta hasta diez y relájate.


Sigo caminando. Ambos llegamos a pararnos frente a la puerta de la mansión. Miro mi celular. Las nueve en con diez minutos. ¡Mierda! Diez minutos tarde... Gracias rubiecita.


Toco el timbre.


Esperamos. Uno, dos, tres segundos.


La enorme puerta se abre lentamente y una señora aparece tras esta. Joven, hermosa, de la misma edad que mi mamá, parece.


— Oh, llegaron justo a tiempo — habló sonriente, la mamá de Sasuke —. Pasen, Itachi y Sasuke los están esperando en la sala.



Ella nos indica pasar, ambos obedecemos. Parece que la mamá de Sasuke ya anticipaba la llegada de la rubiecita.


Wow, la casa de Sasuke es bastante lujosa, me tomaría una semana recorrer cada rincón. El rubio y yo caminamos hasta la entrada de la sala. Entro y veo a Sasuke. Él y su hermano están sentados en el sofá, callados, esperando.


Nunca lo había notado, pero Sasuke se parece bastante a su hermano. Sus miradas son iguales, sus facciones, sus rostros ¡Todo! A excepción de que Itachi (si no mal recuerdo, así se llama su hermano) tiene una cicatriz en cada mejilla; además su cabello es más obscuro y largo que el de Sasuke.


Ellos, al mismo tiempo posan la mirada sobre nosotros (Sasuke sobre mí y Itachi sobre el rubio que me ha estado siguiendo) Supongo que estoy sonrojado, no sé. Siento mi rostro arder cada vez que tengo esos profundos ojos obscuros encima.


— Llegas tarde— dice Sasuke mientras se para del sofá y se camina hacia mí. Me toma de la cintura y me pega a su cuerpo. ¡Confirmado! Seguramente estoy del color de los cabellos de Gaara.


— Lo siento, Sasuke — digo sobándome la nuca y mostrando una gran sonrisa —. Ese chico hizo que me tropezara con él y empezó a llamarme idiota. Y-yo me molesté, jaja, sabes como soy, pe-pero te juro que la próxima vez llegare temprano... Dattebay...¡!


Me calló. Me calló de la manera más placentera del mundo. Siento sus deliciosos labios sobre los míos. Al principio me sorprendo, pero después comienzo a corresponder. Me gustan demasiado esos labios, la lengua que se adentra a mi cavidad es traviesa y juguetona.


¿Saben? Esto es muy excitante, tanto como la primera vez que me besó. Aquella noche después de nuestra primera cita, en plena luz de la noche me tenía arrinconado sellando mi boca con sus labios, nadie nos escuchaba, nadie nos miraba. Era perfecto.



¡Pero esta vez su hermano y la rubia están presentes! Abro los ojos de par en par y corto el beso. ¡Qué vergüenza!


— ¿Qué te pasa?— me pregunta Sasuke, sorprendido por mi repentina acción.


— ¡Teme!, ¿Por qué me besaste frente a tu hermano?— grito bajito para que nadie aparte de él me escuche, escondiendo mi rostro ardiente bajo mis hombros.


—Hmph, ¿Eso qué tiene de malo? No creo que le importe, seguramente él se estará besuqueando durante toda la película— dice, sonriendo, el pequeño fantasma de su sonrisa que me vuelve loco.


Un momento, ¿Qué dijo?


— ¿Ehh?— cuestiono.


— Él también está en una cita— desliza su mirada hacia Itachi. Imito su acción.


¿¡Pero qué carajos!? Oh, nunca, ni en mis siete vidas me imaginé que aquel chico rubio estuviera saliendo con el hermano mayor de Sasuke.


No se están besando, aún. Sólo están conversando, el rubio, algo sonrojado. Muy distinto al chico explosivo que me hizo tropezar hace un momento.


Entonces Itachi posa su mirada sobre nosotros. Camina junto con el chico hasta pararse frente a mí y Sasuke. Suspira, preparándose para decir algo.


— Él es Deidara— dice, refiriéndose al rubio —. Es un... Amigo.


¿Amigo? Sí, como no. Si se ve que se muere por ti.


— Hola— dice Sasuke tranquilamente. Deidara le devuelve el gesto. Un discreto codazo me es propinado por Sasuke. Doy un saltito. ¡Auch!


—Ya lo conozco. Tuvimos nuestro primer encuentro hace un momento, ¿no es así Deidara? — veo desafiante al rubio, quien responde de la misma manera que yo.


—Sí, hace un momento el muy idiota hizo que me tropezara...

 


=w=

 


Separo un poco las manos de mi rostro. ¡Ahh! Rápidamente lo vuelvo a cubrir. Esta película en verdad da miedo. Me pregunto... ¿Por qué la maldita tipa en la cama no se da cuenta de que están a punto de matarla? ¡Y peor aún! ¡Su propia abuela! ¿Que cuál película estamos viendo? Umm, creo que se llama "La maldición de las abuelas" o algo así. ¡Pero en verdad da miedo! Gore, puro gore y una abuelita demente.


Arrugo la nariz, cerrando los ojos cuando la abuela toma el cuchillo y perfora la garganta de la chica. ¡No puedo creer que me den miedo estas películas de terror! He visto montones parecidas a estas en casa de Gaara (sí, a él le gusta todo este tipo de cosas) y siempre termino despierto a media noche abrazando a mi almohada por más de una semana. ¡En verdad! ¡Qué vergonzoso!


Después del mar de sangre volteo a ver discretamente a Sasuke, él y su hermano tienen la mirada fija en la pantalla, sus rostros sin emociones, atentos. Después poso mi mirada sobre Deidara, que está hasta la esquina derecha, a lado de Itachi (yo estoy en la esquina izquierda, a lado de Sasuke) ¡Gracias a Dios! No soy el único; el rubio está hecho bolita en su sitio, cubriéndose discretamente los ojos con sus manos. Itachi cruza su mano alrededor de él y este da un pequeño saltito. ¡Oigan! ¿Por qué Sasuke no hace eso conmigo?


¡Ahh! ¡Ahí viene la abuelita de nuevo! ¡Ahora va por la niña chiquita! Me tapo los ojos, haciéndome bolita al igual que Deidara.


— ¿Estás asustado?— reacciono ante la voz de Sasuke, quito las manos de mi rostro y fijo mi mirada en él. Me sonrojo.


— ¿¡Qué!? ¿¡Yo!?— grito bajito sacudiendo mis manos de un lugar a otro —. ¡No! Yo- yo he visto este tipo de películas muchas veces en casa de Gaara, en verdad son un juego de niños— no sé si fue mi imaginación, pero pude notar que Sasuke frunció levemente el ceño cuando le mencioné sobre Gaara.


"¡Muere maldita!"


— ¡Ahh!


Tsk, se supone que debió gritar la niñita de la película, no yo.


Y estoy hecho bolita nuevamente, haciendo que todo lo que dije antes quedara como una estúpida mentira.


Abro los ojos nuevamente, y se encuentran con los de Sasuke, él forma una delicada sonrisa y toma suavemente mi mano. Se levanta y me obliga a imitar su acción.


Salimos de la sala, subimos las escaleras y recorremos los obscuros pasillos de la mansión. Espero que ninguna abuelita demente salga de entre la obscuridad.


Él abre la última puerta del pasillo y me indica pasar.


Wow, para ser una mansión donde vive, su habitación es muy modesta. Acogedora, simple. Una cama individual pegada a la esquina del cuarto, un escritorio desordenado a lado de esta, un pequeño baño y un closet (armario, guardarropa, etc)


Después de cerrar la puerta él vuelve a tomar mi mano y me guía hasta su cama. Me toma de los hombros y me obliga a sentarme sobre esta.


— ¿Está bien que estemos aquí?— pregunto, levantando la mirada para poder verlo a los ojos.


—No te preocupes, mis padres están dormidos desde hace más de dos horas y mi hermano está muy entretenido abajo con Deidara.


— ¿Estaban...


—No, aún no; pero ahora que los dejamos solos no dudes que lo harán.


Jaja, Deidara picarón...


Él se hinca, quedando a la par conmigo. Su mirada es tan intensa ¡¡Arggh!!


—Me gusta cuando te sonrojas, te ves adorable— ¿¡Qué!? ¿En verdad estoy sonrojado? Tsk, si lo estaba, ahora lo estoy más.


—Este... Yo...— no pude completar mi frase, ni siquiera recuerdo lo que iba a decir. Sólo me dejo llevar por el sabor de sus labios. Él me toma de la cintura y empieza a adentras sus manos en mi playera, acariciando placenteramente mi piel. Muerde levemente mi labio inferior haciendo que yo abra la boca. Sin esperar introduce su lengua en mi cavidad, encontrándose con la mía. Y comenzamos una danza, una danza de sabor, lujuria y pasión. Puedo escuchar como truenan nuestros besos en la habitación. El eco es inevitable. Su saliva se fusiona con la mía y nuestros dientes chocan entre sí.


De pronto, sus manos abandonan mis caderas y empiezan a acariciar mis piernas. Él se acomoda entre ellas y pasea delicadamente sus dedos sobre mis muslos. Maliciosamente, llegan a posarse sobre un punto sensible. Doy un saltito y corto el beso. ¡Mierda! ¡Ya despertó!


— ¿Qué pasa?— pregunta Sasuke, con la misma expresión nula en su rostro, pero su voz, algo sorprendida.


— ¡No toques ahí!— digo tapándome rápidamente "eso" con el rostro más rojo que una manzana y con mis párpados sellando mis pupilas.


— ¿Por qué no?— pregunta tranquilamente, como si fuera lo más natural del mundo.


— ¡Eso es sucio!— chillo, avergonzado, con el rostro ardiendo incontrolablemente.


Él se queda callado, abro un poco los ojos. Sasuke mira curioso mi miembro escondido entre mis manos.


—Pero necesita atención— dice, su voz se escucha algo desesperada, como si estuviera haciendo berrinche.


— ¡Pe-pero eso está mal!— digo, porque lo está, ¿no?


Él me mira por unos segundos, luego rueda los ojos y se levanta, se sienta en la cama junto a mí cruzado de brazos y ladeando la cabeza.


— Pero claro, de seguro Gaara te atiende muy bien ahí— ¿¡Qué!? Abro los ojos como platos.


— ¿¡Qué!?— ¿Gaara?


Sasuke voltea a verme, cruzado de brazos con el ceño fruncido.


—G-Gaara sólo es mi amigo, él sólo...


—Mierda, Naruto, no te hagas, siempre estás hablando de él, presumiéndolo como si él fuera la gran cosa.


—Eso es porque es mi mejor amigo— respondo. No puedo evitar fruncir el ceño.


—Sí, claro, "amigo" Se nota que ese idiota quiere algo contigo.


— ¿¡Qué dijiste!? No vuelvas a llamarlo idiota— aunque sea Sasuke, no me gusta que insulten a mi mejor amigo.


— ¿¡Lo ves!? Ahí vas de nuevo, siempre defendiendo a ese pelirrojo— intensifica su mirada.


—Ya te dije. Él es mi mejor amigo y siempre lo voy a defender.


—Él sólo quiere cogerte.


No, no lo aguanto más.


Me levanto bruscamente de la cama. Mi ceño se frunce a más no poder. Aprieto mis puños con fuerza.


— ¿Sabes? Sí él me quiere tanto como dices, tiene más derecho a estar celoso que tú— su mirada se vuelve cuestionante —. Cuando estoy con él, yo siempre estoy hablando de ti, en todo momento, por cualquier cosa siempre se me escapa tu nombre y no puedo evitar contarle de lo feliz que me siento cuando estoy contigo — dejo de apretar mis puños —. ¿Y sabes lo que él hace? Él sonríe, sonríe porque está feliz por mí. Y él sabe mejor que nadie en el mundo que yo estoy enamorado de ti.


Sasuke baja la mirada, la esconde entre sus mechones rebeldes.


—Será mejor que me vaya— digo, dando media vuelta y caminando lentamente a la puerta. No quiero irme, pero es lo mejor que puedo hacer en este momento.


Y antes de salir, él me toma de la mano. Yo volteo, su mirada se mantiene baja.


—Yo...— ladea la cabeza. Un color rosa pastel adorna sus suaves mejillas —. Yo lo siento... No te vayas.


No puedo evitar sonrojarme, él... Él simplemente me vuelve loco. Lo abrazo, me aferro a su cintura mientras él me atrapa con sus brazos.

 


>w<

 



Después de unos minutos conversando de cosas triviales, Sasuke se puso calenturiento de nuevo y me obligó a recostarme sobre la cama. Ahora se encuentra encima de mí, besando apasionadamente mi cuello como si su vida dependiera de ello. Mi miembro está despierto de nuevo, puedo sentir la dureza que adquiere con cada segundo que pasa... Ahhg.


Él de él también despertó; roza el mío de una manera tan excitante, casi adictiva. Creo que... Necesita atención.


Cuando me negué a que él me atendiera... No sé, creo que lo hice porque tenía miedo; nunca antes había hecho esto en mi vida, ¡Mierda! Ni siquiera sé masturbarme... Y me daba miedo ser un completo idiota a la hora de hacerlo. Es decir, ¿y si me voy rápido? Oh, eso sería vergonzoso, ¿y si piensa que la tengo pequeña? Oh, eso sería humillante...


Pero ahora lo necesito, necesito ser atendido, está demasiado duro, me duele.


—Sa-Sasuke...— susurro quedamente.


— ¿Uhh?— retira sus labios de mi piel y me mira fijamente.


Me sonrojo, no sé qué decirle.


—Creo que...— escondo mi rostro entre mis hombros, seguramente más rojo que una manzana.


— ¿Qué?


— ¡Necesita atención!— chillo sin atreverme a abrir los ojos.


No escucho respuesta. Abro los ojos lentamente y lo miro. Él me devuelve una mirada sorprendida, después delinea una sonrisa (linda, muy linda)


— Quítate los pantalones— dice mientras se quita de encima.


Yo obedezco, tímidamente. La verdad es que estoy nervioso. Me quito mis pantalones y mis calcetines. ¡¡Ahh por Dios!! ¡Está muy grande!


Me vuelvo a sentar sobre la cama y él se hinca nuevamente. Me abre suavemente las piernas y se acomoda entre ellas. Cierro los ojos ¡Me está mirando ahí!


—Tienes razón, necesita mucha atención— dice, ¿sensualmente? Sí, muy sensual.


Sasuke toma entre sus manos mi miembro y yo doy un pequeño saltito.


—Tranquilo, no te va a doler.


Entreabro los ojos. Puedo ver como su lengua se acerca ahí. Mi corazón late a mil por hora.


Comienza a dar pequeñas lamidas por toda la punta. Cierro los ojos con fuerza. Su lengua sube y comienza a acariciar mis testículos, dejando ya, un hilo de saliva cristalina por toda mi extensión.


—Ahhg.


Vuelve a jugar con la punta, torturándome, saboreando el pre semen que chorrea mi miembro.


Ahh, sólo está jugando.


— ¡Hazlo de una vez!— digo, sonrojado hasta las orejas.


Lo miro, me mira, nos miramos.


—Dobe, quiero que lo disfrutes— dice sensualmente. Enserio, estoy ardiendo más que el mismísimo sol.


Lo engulle, suave, delicadamente. Se lo mete por completo a la boca y empieza a lamerlo. Ahhgg, se siente tan bien... Suspiro, gimo, jadeo.


Su lengua chupa todo el contorno, sus dientes muerden levemente mi carne, sus manos se aferran a mis testículos.


Esto es delicioso, en verdad. Lo agarro de sus cabellos y lo obligo a incrementar la velocidad del vaivén. Él lo hace tan bien. Ahhg.


Me muerdo el labio, creo que...


—M-Me vengo ahhg


¡Ahhhgg! Siento ese cálido liquido salir a chorros de mi miembro. ¡Dios! Esto es demasiado. ¡El éxtasis me invade por completo!


Mi miembro se desliza por su boca. Abro los ojos. Lo miro.


Su rostro está sonrojado, sus ojos brillan, en la comisura de sus labios se forma un pequeño hilo de mi esencia. Se lo tragó todo.


Estoy enamorado de él.


Lentamente se pone de pie.


— ¡Tus pantalones!— digo al notar la gran mancha que tiene en ellos.


— ¡No-no es nada!— se sonroja y se cubre rápidamente.


Sonrío.


—Creo que tú también necesitas atención— digo sensualmente, parándome de la cama y acercándome a él.


Estoy a punto de bajarle los pantalones, pero su mano me detiene.


—No Naruto, en otro momento será— dijo con una sonrisa en sus labios — Ya es muy tarde, será mejor que te vayas. Puedo ocuparme de esto yo solo.


Me toma por la cadera y me atrae a su cuerpo, robándome un dulce beso. Asiento y me pongo mis pantalones. Él permanece sentado sobre su cama.


—El sábado mi hermano y yo vamos a ir al parque de diversiones. Dijo que llevará a Deidara; si quieres puedes venir conmigo, y... Si quieres puedes invitar a tus amigos.


Me sorprendo, me lanzo a sus brazos y asiento eufóricamente.


—Claro que sí, Teme. Invitaré a Gaara y a Sai— Eso podrá ayudarlos, creo. En clases siempre se echan unas miradas muy intensas. Creo que hay algo entre ellos, aunque claro, ambos son tan fríos que nunca lo confesarían. Les avisaré mañana en el instituto.


Sasuke me acompaña hasta la puerta. No es justo, no pude ver lo que estaban haciendo Itachi y Deidara en la sala. En fin, tarde o temprano me enteraré si están saliendo o no.


Sasuke me da otro beso, corto, dulce, delicioso. Enserio amo a este chico.


Muy bien, ahora a casa. Tendré que aguantar la paliza que me dará mi mamá por llegar a esta hora, pero no importa, valió la pena, valió mucho la pena.







Notas finales:

Mil graias x leer, nos vemos en la conty jeje


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).