[Naruto Pov]
¿Se van a quedar mirándome así todo el día? ¿El gato les comió la lengua o que? Bien, ¡Me rindo! Es obvio que no me dirán nada, pero no importa. Si algo pasa, algún día me tendré que enterar (supongo)
—Ya... Olvídenlo— digo poniendo toda mi atención en el tazón de rámen de nuevo ¡Es delicioso! ¡De veras...!
Gaa-chan le da otra mordida a su hamburguesa y Sai se encoge de hombros y le da un sorbo a su jugo de manzana. ¡De nuevo vuelven a actuar como si no pasara nada! Eso siempre es tan propio de ellos... La verdad no sé porque son mis mejores amigos.
¡Pero lo son! Ellos son lo más cercano que he tenido a un hermano. Aún con lo raros que sean ¡Los quiero!
Terminamos el almuerzo y el resto del día siguió normal. Sai estuvo dibujando en todas las clases y Gaa-chan no quitó ese rostro inexpresivo ni hasta cuando Kiba le bajó los pantalones a Kakashi-sensei. ¡Ahí hasta Shino se carcajeó!
Y bien, todas las clases ya terminaron y ahora... ¡El mejor momento del día! ¡Hora de regresar a casa!
En el camino de regreso, Sai y Gaara caminan junto a mí. Yo en medio de ambos, como siempre.
Quizá esté equivocado, pero sé que algo pasa entre ellos dos. Los conozco bien. Ellos normalmente ignoran a toda persona que no les agrade y ¡Por eso sé que algo pasa! Tienen constantes batallas visuales con las miradas inexpresivas, pero intensas. Y se la pasan así por lo que creo que son años. Ellos no son así. No me pueden engañar.
Giro mi mirada a la derecha y miro a Sai caminando distante. Vaya, ese chico en enserio extraño. Pero me agrada. De alguna manera es tan... ¿Cómo decirlo?... ¿Ingenuo?... Sí, ingenuo. Siempre pide permiso para entrar en los corazones de los demás cuando ya lo tiene. ¡Y se basa en libros de auto ayuda para hacerlo! Raro, ¿No? Pero para ser sincero es divertido pasar tiempo junto a él. Aunque no tengamos mucho en común, en verdad ha llegado en convertirse en uno de mis... Mejores amigos.
—Hasta mañana, Naruto-kun— Sai se despide mí e ignora a Gaara (¡Cómo no me lo esperaba!) Yo le lanzo una sonrisa de oreja a oreja y le muevo la mano para despedirme.
Él entra a su casa y ahora solo quedamos yo y... Gaara.
Seguimos el camino y fijo mi mirada en el pelirrojo. Está tan distante también... Como la primera vez que nos conocimos.
Recuerdo que yo había sido el primer chico en hablarle. Todos decían que era él era muy raro y de alguna manera escalofriante, pero a mí no me importaba. Al principio siempre me ignoraba cada vez que le decía algo, pero ¡Dios, soy persistente! Y no tuvo más remedio que responderme. Y así, de la manera más extraña el pequeño Sabaku No Gaara se convirtió en mi mejor amigo.
Y sí, quiero a Sai. Pero Gaara es completamente diferente (¿Pueden creerlo?) Cuando estoy con él me siento seguro de decir lo que pienso -aunque sea una estupidez- porque Gaara nunca me juzga y siempre está ahí para apoyarme o darme buenos consejos. Todos dicen que él es extraño y "anormal", y puede que tengan razón. Una persona como Gaara sólo la encuentras una vez en la vida.
Y es que hay tantas facetas que el mundo no conoce de Gaara. Por ejemplo, sé que él es duro y frío con la mayoría de las personas, pero hay momentos en los que él se muestra tan... Sensible. Y puede llegar a abrir su corazón mostrando sentimientos que nunca creerían que una persona como él tuviera. Gaara es como una granada. Sí, la frutita esa. Amarga al masticar y dulce al tragar. Una gran mezcla de sabores ¿No creen? Y bueno, quizá el hecho de que esa fruta también es roja, como Gaara.
Y por las tantas cosas que casi nadie conoce de mi Granadita, puedo decir que él se ha convertido plenamente en mi mejor amigo; mi hermano.
—Nos vemos mañana, Granadita— se sonrío y suelto una risita quisquillosa.
— ¿Eh?— Sí, lo sé. Nunca antes le había dicho "Granadita"
—Nada, Granadita. ¡Nos vemos!— me despido y me alejo de él corriendo hasta mí casa. Ja, es gracioso ¿Por qué corro? Si mi casa está a sólo pasos de la de él.
Gaara muestra una pequeña sonrisa y entra a su casa. Yo por mi parte suspiro y hago lo mismo.
Un día pesado... Dattebayo...
Subo por las escaleras hasta llegar a mi cuarto y me tiro sobre la cama. Me acurruco y trato de dormir un poco.
Pasan los segundos y la baba se me empieza a caer de la boca...
Sigue pasando el tiempo... Todo está tan tranquilo... Todo está tan... ¡Oh, no! ¡Ya es la hora!
Me paro bruscamente de la cama y corro hacia la ventana. ¿¡Cómo se me pudo haber olvidado!? Espero que él aún no haya pasado.
Espero... Espero... Sólo un poco más y ¡Ahí está!. Mi corazón empieza a latir rápidamente. Mis labios se curvean formando una gran sonrisa. Es tan atractivo.
¿Qué quién es? Oh, cierto, no lo había mencionado antes. Él es simplemente el chico más perfecto del mundo (¡no me digan que soné como Sakura!) Es alto, pelo negro y facciones perfectas. Ojos del color de la noche y piel más o menos morena. Es tan atractivo.
Él siempre pasa por mi casa de regreso de la escuela, junto con su hermano mayor. No está en mi salón (desafortunadamente) Así que sólo conozco su nombre. Sasuke, Sasuke Uchiha.
La verdad no sé cómo es que pude enamorarme de él sin siquiera conocerlo. ¿Amor a primera vista? Cielos, nunca he creído en esas estupideces, pero puede que sea posible.
De pronto, Sasuke gira la mirada hacia mi ventana. ¡Oh, dios! ¡Me vio! Mil y un colores se me suben a la cabeza y entonces me escondo. ¡Pero qué vergonzoso! ¡Ahora el creerá que soy un acosador o algo por el estilo!
Con temor, me acerco a la ventana nuevamente y asomo una parte de mi cabeza dejando que mis ojos azules miren alrededor.
Se fue. Lo puedo ver a lo lejos caminando junto con su hermano. Él vive en la mansión Uchiha al final de la calle. Es un lugar enorme ¡No sé como no se puede perder en esa casa! Pero bueno. Creo que su padre de fundador de las empresas Sharingan, una de las más poderosa en todo el país.
Pero ¿Qué más da? A mí lo único que me importa de los Uchiha es su lindo y misterioso hijo.
Nadie sabe que me gusta Sasuke, ni siquiera Gaara y Sai. Y creo que ya es hora de decirles. Sé que se sentirán felices por mí. ¿O no?
•_•
¡Qué flojera! No dormí casi nada anoche por estar pegado en la tele viendo cinco capítulos seguidos de Death Note. Ojalá “L” demuestre de una vez por todas que Light es Kira... ¡Cielos! ¡Es más que obvio!
—Naruto, ya son las ocho y media, ¿No tienes que ir a la escuela?— grita mi madre. Uff ¡Que se aguante! Aún quiero dormir cinco minutos más...
No paso más de cuarenta segundos y me quitaron las cobijas de encima. ¡Que frío! Volteo dispuesto a reclamar y me encuentro con la imagen más aterradora que haya visto. Mi madre me mira diabólicamente y me amenaza de una manera en la que no se pueden imaginar. ¡Da más miedo que Eso el payaso!
Presa de pánico, me levanto rápidamente y salgo de casa lo antes posible.
Bien, de todas maneras tenía que ir a la escuela. Anoche les dije a la Granadita y a Sai que me esperaran en el patio trasero de la escuela durante la clase de Yamato-sensei. Tengo un enorme favor que pedirle a esos dos.