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Ronronea Zoro por Sakura Hale

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Notas del capitulo:

Wiii~

Muchas gracias por us comentarios! :3 

Sigo diciendo que no hago largos los capitulos ya que siento que los haria tedioso >3< 

Les cuento que hace unas noches que andaba vagando por la madrugada en mi habitacion andaba pensando cuando me vino la graciosa idea de "Ronronea y Roronoa suenan parecido..." y asi nacio este fic xD (Bien resumido eso paso) 

Espero que les guste. Ya que es lunes y mi ultima media semana de vacaciones, ya entro a la Uni... x3

Espero que les guste~

Capítulo 2: El hombre de mis sueños

Ya había explorado toda la casa desde hace unos días. En este día que aburrido era esperar la llegada del cejillas. Daba la vuelta número 63 por la casa, esto era muy aburrido. Estaba inquieto, ya que la hora en aquel reloj sobre la pared marcaba ya más de las 5:00 pm, estaba preocupado, el cejas de sushi siempre llegaba antes de que dieran las 4, más de una hora retrasado. Subí por uno de los sofás que daba hacia la ventana haciendo la cortina a un lado con mis patas; no veía que llegara ¿Le habría pasado algo? ¿De qué manera le podría ayudar? En verdad detestaba ser solo un gato.                                                               

Apenas llevaba un par de semanas con él, y extrañamente me caía bien; aún seguía detestando no poder hablarle, ¿Cómo decirle todo lo que quería? Fui a la cocina, comenzaba a tener hambre, bueno el cejillas lo había dicho, ¿esta era mi casa ahora no? y podía agarrar algo de comida, aun sentía que eso era aprovecharme de él pero ya se lo pagaría algún día.

No debía ser negativo, estaba seguro que podía pagarle todo lo que hacía por mí, en especial por haberme salvado, sino me hubiera perdido tal vez no me habría agarrado aquella lluvia; si yo no fuera un gato posiblemente no habría conocido al cejas de sushi, algo bueno había salido de todo esto. A pesar de que era mi dueño y yo solo era su mascota aun que odiaba admitirlo, aunque no pudiera decírselo a nadie más que a mí mismo. Cejitas era extraño, por alguna razón siempre terminábamos peleando, el me llamaba marimo idiota, marimo con patas, alga andante y yo solo lo arañaba y le gruñía esponjándome diciéndole de aquella forma las cosas que pensaba, después de nuestras peleas extrañas por cosas simples me acariciaba y ambos nos sentábamos en el sillón mientras él me platicaba cosas de su vida. Sabia muchas cosas de él, resultaba que Zeff era su padre y ambos trabajaban en un magnifico restaurante, por lo cual Sanji regresaba por las tardes, pero había ocasiones en las cuales se quedaba hasta la noche ayudando gracias a sus grandiosas habilidades culinarias, esto último no me lo había dicho yo lo sabía.

La puerta se abrió, por fin había llegado el cocinerito, salte del sillón yendo hacia él, acariciaba con mi frente su pierna siguiendo por un mini recorrido entre sus piernas moviendo mi cola.

-Marimo, ¿estuviste esperándome? –Se había dado cuenta de que esperaba su llegada mirando por la ventana, le gruñí sintiendo como se erizaba mi cola y corrí hacia el sillón, ¿yo esperarle? Si apenas me había asomado además sabía que solo se daría una ducha, haría algo de cenar y dormiría.                                                                                                                                                               

Estaba seguro que me Marimo más que un nombre me lo decía para molestarme, era molesto y por como actuaba cuando me llamaba así lo decía todo, fácil pudo haberme puesto otro pero no, el cejas de molinillo tenía que decir marimo esto, marimo aquello…                                                                         

Me gustaba que me diera comida normal, la simple idea de comer comida para gato era desagradable. Había llegado tarde y pronto era hora de dormir, Sanji se enredó entre las cobijas apagando la lámpara dejando ese velo de oscuridad en la habitación, Sanji olía muy bien. Me acosté en una esquina inferior de la cama, realmente mis ganas por hablarle eran increíbles, que cruel era el mundo en ese aspecto.

 

No recordaba haber despertado, debía ser otro sueño. Desde que era un gato tenía siempre los mismos sueños en una habitación totalmente en blanco. Sin embargo en esta ocasión era diferente, había una puerta color azul; no dude me mataba la curiosidad, sentía la necesidad de entrar.                                                                                                                                                                          

Allí estaba Sanji sentado en unas piedras, el lugar era hermoso, un enorme rio de frente con varios sauces llenos de hojas y flores multicolores en especial azules.

-… Hola… -Sanji me hablaba y hacía señas, quería que me acercara y eso fue lo que hice, me senté a su lado; claro, en mis sueños yo no era un gato.

-Mi nombre es Kuroashi Sanji  ¿y el tuyo? –

-Roronoa Zoro – Sonreí, ¿tantas eran mis ganas de hablarle que le soñaba?, sí que era un idiota. Bueno solo era un sueño, solo mi sueño. –y dime ¿qué tal te va cejas de sushi?-

-¿A quien llamas cejas de sushi marimo idiota? –Sus ojos se abrieron sorprendidos para desviar su mirada de la mía.

-¿Qué, te comió la lengua el gato?- Me burle de él.

-Ja ja ja, graciosito, mira yo tengo un gato y se llama Marimo, por eso… Solo a él lo llamo Marimo-

-Sabes, tal vez a tu gato no le guste que le llames Marimo –

-A mí me gusta su nombre, bueno es un placer Zoro… Sabes te me haces conocido ¿te soñé en otra ocasión?-

-¡Claro que no cejillas! Yo soy… -No podía decirlo, esas palabras no salían de mi boca –Un espadachín… -Sanji solo se quedó mirándome acaricio mi mejilla atrapándome con esos ojos color cielo.

-Si claro un espadachín… Si tan solo fueras una hermosa dama –Dejo mi mejilla levantándose de su lugar, sus ojos eran corazones, una expresión que solo le había visto un par de veces cuando hablaba por teléfono con una tal Nami-swan.

-Ero-cook –

-Marimo-

-Mujeriego- Comenzamos a pelear, debía admitir que era realmente bueno peleando. Lo deje tirado en el suelo y me subí sobre el mirándole a los ojos. –Eres bueno con las piernas, pero yo soy aún mejor – Pegue mí frente a la de él. –No olvides, mi nombre es… -

El sonido del despertador me hizo casi caer de la cama mis garras se clavaron a la sabana con fuerza, mis patas traseras tocaban el piso, Sanji apagaba la alarma medio levantándose de la cama, tan rápido comenzó un nuevo día, lo mire molesto y el cejillas lo noto.

-Lo siento, sino ve a dormir a la sala “espadachín” –Pude ver cómo iba rumbo al baño, se ducharía… ¿Un segundo? Mis orejas estaba alerta y por fin había despertado del todo ¿Me había dicho espadachín? Entonces no había sido un simple sueño el mío, había podido hablarle, estaba feliz pero la palabra espadachín retumbo en mi mente, tome el celular del ero-cook tocándolo con mis patas, era una suerte que fuera touch. El calendario, solo faltaba un poco más de un mes para…

-Marimo, no arañes mi celular –Llevaba una toalla en la cintura, me arrebato el celular de las patas regresando a la ducha, sí que era molesto ¿Qué no tenía derecho a ver el calendario?, estaba molesto con ese idiota, fui a la sala esperando que regresara mi dueño… Tal vez fuera mi dueño pero comenzaba a molestarme de una singular manera el estar con él. Por lo menos podía hablarle.

 

El cocinero estaba de traje como era costumbre verle, pero ya eran las 9:00 am, ¿Por qué no se había ido al trabajo? Sanji arreglaba el lugar y limpiaba, yo solo lo veía de reojo, una sonrisa que me causo una extraña sensación en el estómago, me miro con aquella sonrisa, una que sabía no era para mí.

-Marimo, vendrá Nami-swan, sabes le preparare una deliciosa cena. Hoy es el día Marimo, hoy le propondré que sea mi novia. Tendrás una mami, ¡hasta el titulo le queda hermoso a Nami-swan! –Parecía insuperablemente feliz ¿Una novia? ¿Madre? En que pensaba ese estúpido cejillas, que había de mi ¿Me olvidaría para hacer feliz con esa? ¡Esa bruja me lo arrebataría!                                                    

Estaba increíblemente irritado cuando una llamada me hizo esponjarme; mucho ruido solo quería dormir y ya. En mis sueños planearía el fin de esa bruja, su cruel muerte seria por parte de mis patas.

-¿Qué paso? Nami-swan… No te preocupes, lo importante es que estés bien, no te preocupes en dos semanas nos vemos. Querida, solo llámame un día antes. Ok. Cuídate querida Nami-swan – Al colgar me miro aun sonriente, seguro iba a contarme la alegre noticia.

-Nami-swan no vendrá, ella estuvo de viaje en el extranjero pero el clima y una enfermedad no le permitirán venir… Marimo, que mala suerte tengo, al parecer vendrá en un par de semanas- Lo único bueno era que nuestro tiempo juntos no lo arruinaría esa tipa en aproximadamente dos semanas. Ahora lo que más amaba era soñar, porque desde ese día siempre platicábamos en sueños y peleábamos uno contra el otro, para Sanji yo era solo un sueño, alguien sacado de su imaginación. Pero no era verdad ya que él me contaba parte de nuestros sueños juntos. Extrañamente por más que había intentado no podía decirle que yo y ese gato éramos la misma persona. Deseaba decírselo pero las palabras jamás salían, las noches parecían sueños eternos hasta que eran interrumpidos por el sonar del despertador. 

 

To Be Continued...

Notas finales:

Espero que les haya gustado y disculpen si hubo alguna falta ortografica o error de dedo que no haya notado, luego se me escapan una que otra aun despues de revisar. 

¿Reviews?

PD: Si tienen alguna duda o pregunta sobre este fanfic no duden en preguntarme que yo gustosa respondere :3

 


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