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Orfandad por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

Tercer capítulo! :D

Hoy actualizé muy temprano u.u Lo que es ser ociosa un domingo por la tarde

Bueno, espero que le disfruten ^^

“Puedo saber qué te hace querer ésta casa?“ Minho se sentó enfrente del menor...

 

“Era un regalo...de bodas...para mi novia.“ Taemin miró a través de la vela y vio como los ojos del mayor chocaban con los suyos.

“Eres casado...?“ Minho buscó el anillo de compromiso en la mano del otro.

“No...mi prometida falleció.“ Taemin habló con amargura.

“L-lo siento...no sabía...“ Minho sintió su estómago contraerse.

“Está bien...Supongo que Jessica ahora está en el cielo con su bebé.“ Taemin se preguntó por qué le contaba esto a un desconocido; sería porque le daba confianza,una muy extraña confianza?

“I-ibas a ser abeoji?“ Minho se sorprendió, ya que el chico era algo joven.

“No...Pero iba a ser mi bebé.“ Taemin habló en un suspiro.

“No entiendo, ibas a ser padre, sin serlo?“ Minho se exasperó por su curiosidad.

“Iba a adoptar a ese bebé.“ Taemin alzó la vista. Había algo en esos ojos grandes, algo tan familiar...

“Entonces tu novia estaba embarazada, pero no de ti?“ Minho se sentía aturdido por esa extraña historia.

“Jessica no era mi novia.“ Taemin soltó una risa nerviosa.

 “Adoptar...“ Minho se sintió estúpido repitiendo de esa manera. El chico de ojos almendrados se veía sincero y entristecido, tanto, que sintió como su pecho se oprimía.

“Yo quería cuidar de Jessica, de ella y de su bebé. Ambos merecían lo mejor...“ Taemin endulzó su voz al hablar de Jessica y su hijo.

Así era, Taemin siempre estuvo bajo la protección de quienes le querían, pero llegó a un punto donde él tuvo la necesidad de cuidar a alguien.

“Discúlpeme sí le he aburrido.“ Taemin se disculpó. “Y su motivo?“ Volvió a alzar la vista, tenía ese impulso.

“Yo viví aquí...“ Minho admitió al de piel nívea. “Era un hermoso lugar, lo quiero para poder reabrirlo.“

“Ya veo...“ Taemin se asombró al saber de la procedencia del señor Choi. Por un segundo, Taemin, se preguntó si se llegaron a conocer.

“Quiero ser tan bueno manejando este lugar como el director Soo-Man.“ Minho sonrió a medias al chico, tenía ese aire familiar, algo casi impalpable.

Minho hizo el ademan de retirarse, sin saber que al chico que dejaba en la oscura cocina era su adorado Taeminnie.

Taemin regresó a la habitación, en la planta baja, que había tomado. Tenía la sensación de conocerlo, y más, ahora que sabía que habían estado en el mismo orfanatorio. Tal vez, después de todo, no era alguien tan prepotente.

 

Después de darle vueltas a la cama, Taemin tuvo una leve idea de saber quién era ese tal Choi.

 

Minho volvió a levantarse tarde, ya se le estaba haciendo costumbre. Sonrió al recordar que había tenido una plática civilizada con su enemigo. Bajó, con algo de esperanza, y lo buscó. Al parecer el chico siempre se iba a primera hora. Horarios apretados. Recordó del abogado de Lee. Otra vez esa mezcla de sentimientos encontrados lo embargaba.

 

Ya era de tarde y Taemin esperaba a Key con una taza de café pegada en mano.

“Sabes, Tae, cuando me llamaste, hoy en la mañana, pensé que te habías vuelto loco.“ Key aventó una caja sobre la mesa del restaurant al aire libre.

“Lo estoy, hyung. Neo Michigesso.“ Taemin soltó la taza y destapó la caja.

Dentro de la caja habían unas pocas cosas: un avión de juguete, una camiseta de un concierto al que había ido, y demás. Taemin las sacó todas.

“Hyung, sabes por qué guardé todo esto?“ Taemin le preguntó a Key sin voltear a verlo.

“Tae...“ Key puso su mano sobre la del menor. Había veces que Key deseaba poder curar el dolor en esa alma herida.

“Me recuerdan de dónde vengo...“ Taemin rio. “Creo que las olvidé por un rato...“ Taemin rebuscó más en el fondo, hasta encontrar lo que buscaba.

“Tae, bebé, qué pasa?“ Key preguntó confundido.

“No puede ser...“ Taemin susurró. Sostenía una foto con su mano derecha, mientras la izquierda cubría su boca. “Su nombre es Choi...Minho.“

 

Taemin volvió a la casona. Era una casa bellísimas, grande y con mucho espacio al frente y por detrás. Se dirigió a la cocina y se sentó en la pequeña mesa. Estaba sorprendido, el destino era increíble. Con su cabeza entre sus manos, se puso a pensar en las posibilidades, era casi imposible. Suspiro. No sabía cómo iba a hablarle ahora a Minho.

 

Minho fue directo del trabajo a la casona, estaba cansado. Entró a la cocina y se dirigió al frigorífico, haciendo caso omiso del chico que se daba de golpes en la mesa. Cuando se dispuso a hablarle, éste se levantó y se fue. Minho alzó una ceja,  el chico, además de molestó, era raro.

Minho subió a su cuarto, ya era algo tarde y moría de sueño; aunque en realidad no pudo dormir, tenía tanto en su mente, que para cuando logró dormirse, estuvo a punto de matar a Lee por sus gritos. Pero no lo hizo. Los gritos estaban llenos de pánico, tanto que Minho se asustó, qué le pasaba al chico?

 Bajó lo más rápido que pudo y se dirigió al cuarto de dónde provenían los gritos.

Encontrar al chico, con las piernas pegadas a su pecho, su cabeza entre las manos y apenas pudiendo respirar, no era lo más lindo del mundo.

“Qué pasa?“ Minho trató de hacer contacto con el menor. Pero éste no le veía.

“Vamos, dime qué tienes.“ Quitó las manos de los oídos del chico y se acercó a él.

Taemin estaba padeciendo un ataque de ansia, no podía ver, oír y menos moverse. El desespero le había ganado, no sabía ni dónde estaba. Pero logró escuchar una voz a lo lejos.

“Por favor, respira, tranquilízate.“ Minho tomó las manos del menor y las apretó. Sabía que no podía verle, era obvio en su mirar. “Respira, así podrás tranquilizarte.“

Taemin empezó a inhalar por la boca, había olvidado como respirar y sus instintos no eran muy confiables.

Minho estaba asustado, no tenía ni la menor idea de que hacer, pero no pensaba dejarle solo. Tenía esa sensación de querer cuidarlo y no dejarle que le pasara nada.

“Ya me puedes ver?“ Minho preguntó cuidadosamente. Su única respuesta fue un movimiento de cabeza nervioso.

“Veo que también me oyes.“ Minho sonrió levemente. “E-estas bien?“

“No...“ Taemin escondió su cabeza entre sus rodillas.

Al escuchar la voz del menor, Minho pudo tranquilizarse. Se sentó al lado del menor y pegó su cabeza a la pared.

“Te pasa... te pasa esto seguido?“ Minho tenía el deseo de saber.

“Hace...tres años...que no me pasaba.“ La voz de Taemin era pequeña, amortiguada por su cuerpo. “Vaya a dormir, ya estoy estable.“ Taemin se sentía incómodo con su sunbae.

“No...No puedo dejarte así.“ Minho pensó lo que dijo, después de decirlo. “Si te vuelve a pasar, será más fácil si estoy aquí.“ Se excusó.

“...“ Taemin murmuró algo contra sus piernas, inaudible para el mayor.

“Te traeré agua.“ Minho sintió que el menor estaba aún tenso.

Taemin aprovechó esos cinco minutos de soledad para terminar de tranquilizarse. Había sudado frío y tenía un terrible dolor de cabeza, ambos consecuencia del ataque. Logró nivelar su respiración y cerró los ojos suavemente.

“Toma, agua.“ Cuando Minho volvió, se alegró de encontrar al chico más tranquilo.

Taemin tomó el vaso y le dio un trago. Después se quedó estático, observando a Minho, no sabía qué hacer. Apartó el vaso y se acercó a Minho.

“Kansahamnida...“ Taemin besó la mejilla del mayor. “Por favor, váyase a dormir.“ Pidió por última vez.

Minho se sintió raro con ese beso. Se levantó cuidadosamente y se dirigió a su habitación, en un extraño estado de abstracción. Conocía ese sentimiento y se culpaba por sentirlo. Ese sentimiento sólo le pertenecía a una persona.

Notas finales:

Disfruten mucho su inicio de semana ^-^


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