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Tan sencillo como los tulipanes amarillos por Kyasurin W

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Debajo del pórtico, toqué el timbre junto a la puerta de madera, en el centro estaba adornada con un vitral. Esperando que me recibieran, me di el tiempo de analizar la vivienda, hacía más de un mes que no estaba ahí. Se dividía en tres niveles horizontalmente, y a pesar de que sólo era de un piso, lucía amplia. La fachada estaba recubierta con colores náuticos y líneas rectas prolijas, el techo en forma de V invertida, adornado por tejas de barro, le daba un toque sobrio y acogedor. Como la entrada se encontraba en medio de la casa, a los lados había ventanales enormes, casi de mi estatura, con las cortinas de color blanco sueltas. Y hasta el costado izquierdo estaba la cochera, de seguro vacía.

-Andy, cariño. —Pronunció mi madre con asombro, haciéndose a un lado para que pudiera pasar con mi enorme maleta, a puesto que pesaba más que yo.

-No pareces muy contenta. —Susurré.

-No es eso, claro que estoy feliz de verte. Pero me has dicho que vendrías en dos semanas.

-Sólo tuve la oportunidad de venir antes. Te extrañaba mucho.

-Yo igual. —Me estrujó en fuerte abrazo de madre y depositó un beso cálido en mi frente— Ve a dejar las cosas a tu habitación, te prepararé algo de comer. Debes estar cansado.

Asentí con la cabeza, siguiendo sus indicaciones. Abrí la puerta de mi habitación, soltando un suspiro, este lugar me traía tantos recuerdos. Dejé el equipaje sobre el edredón de cochecitos de mi cama. Si había un color que predominaba en mi habitación era el azul.

-Señor Batman, lo extrañé. —Le hablé a una de mis figuras de acción que tenía sobre la repisa, le sacudí el polvo. Esa colección era una de las cosas más preciadas para mí. Hice lo mismo con el resto de la compilación.

Cuando terminé, me quité el abrigo y las demás cosas que traía para el frío, ahí en invierno el clima era fresco, pero no te congelabas como en la ciudad.       

Salí hasta el comedor, donde mi madre me esperaba con un vaso de jugo y sándwich sin orillas, con una carita feliz grabada en el pan. Hogar, dulce hogar. Ella me observaba curiosa, se sentó frente de mí.

-¿Qué sucedió? —Me cuestionó. La miré sin comprender, pero no contesté, seguí comiendo.

El silenció se suspendió entre nosotros por unos minutos, hasta que ella lo rompió con un fuerte suspiro.

-Andrés, te conozco más que a nadie en todo el mundo. Sé que hubo una razón por la que regresaste antes.

-Quizás me tengas aquí para el resto de mi vida.

-¿Piensas regresar? ¿Por qué? No es que no me alegre de tenerte en casa, pero hijo, ¿todo el esfuerzo que hiciste para conseguir esa beca lo vas a tirar a la basura? ¿Te hicieron algo? ¿Es en la escuela? ¿Alguien te molesta?

No tardó en bombardearme con preguntas, siempre era así, la mayoría de las veces solía ser tan sobreprotectora conmigo. No sabía qué contestarle, viera por donde le viera, era absurdo que dejara botados mis estudios por un chico, pero me dolía en el fondo del alma recordar cómo se portó conmigo

-Creo que estoy enamorado. —Solté sin más. Ella sólo sonrío ampliamente.

-¿Qué es tan gracioso? —Fruncí el ceño.

-Durante toda tu vida creí que no eras capaz de sentir atracción hacia ningún ser humano, jamás te conocí ninguna novia, ni siquiera una sola vez me dijiste, “mamá, esta persona me gusta”, todo este tiempo me resigné a que nunca me presentarías a ninguna pareja tuya. Y después de diecinueve años, te vas por un mes, regresas, y me dices que estás enamorado. —Seguía sonriendo, no apartaba su mirada de mí— Estoy tan feliz. ¿Cómo es ella?

-E-es que… es él.

Lucía sorprendía, obviamente, después de diecinueve años no sólo le decía que sentía algo por alguien, sino que era un hombre.

-No tiene nada que ver con lo que pasó hace nueve años. —Aclaré.

-Bien, lo sé. Siempre te he dicho que el género es lo de menos. ¿Cómo es él? ¿Es guapo?

-Mucho.

-¿Cuál es el problema?

-Tiene novia y me odia.

-¿Por qué dices algo así? ¿Te lo dijo?

-No, pero…

-¿Pero qué? ¿Te vas a resignar? Yo no te eduqué así.

-No se trata de eso. Es que… él es un tonto, es imposible saber qué piensa. Su humor es tan inconstante.

-¿Piensas perder a tu primer amor sólo porque es una persona difícil?

-A  él no le gustan los hombres. No lo voy a obligar a algo que no quiere.

-Ay, Andy, Andy… —Suspiró pesadamente— Una cosa es obligar y otra persuadir. Si sólo estás en plan de admirarlo, es obvio que él no te va a querer de la misma forma que tú.

-Pero ya te he dicho que no le intereso, y yo estoy dispuesto a que ya no me interese él. Todo se va a acabar aquí. Sólo necesito tiempo antes de regresar, aclarar mis pensamientos y regresaré cuando me sienta listo para enfrentarlo.

-Eres demasiado cerrado.

-¿Puedo retirarme? Quiero dormir… —Cuestioné. Ya no quería seguir con el tema, yo mismo lo había dicho, aquí se acababa todo lo que nunca empezó con él.

Ella asintió, concediéndome el permiso y me levanté de la silla, fui directo a mi habitación, abrí el equipaje, sacando sólo mi ropa para dormir, no tenía ganas ni fuerzas para ponerme a acomodar todo de vuelta. Estaba por meterme al baño cuando mamá apareció de nuevo.

-¿No quieres ver al médico? —Su mirada reflejaba preocupación.          

-Estoy bien.

Negó con la cabeza mostrando desaprobación y se retiró.

Cerré la puerta y me puse mi ropa para dormir. Me senté sobre el borde de la cama, mirando a mí alrededor. A veces me preguntaba si era sano volver a casa, sobre todo estar entre estas cuatro paredes.

Por primera vez en la vida me afectaba que alguien no se fijara en mí, pero lo que más me dolía, era que me odiara. Él dijo que todo estaba en orden antes de que llegara, me gustaría irme para que pudiese seguir con su vida en paz, con Luciana, sus amigos y todo lo demás, pero según el papel que firme tengo que estar dos años ahí… Quizá si hablo con la madre de Sebastián pueda revocar el contrato. Y otro problema es la Universidad, tendría que retirar mis papeles. Eso es lo que puedo hacer por ahora, regresar a mi vida de antes, conseguir un empleo cualquiera y olvidarme de él de para siempre.

Notas finales:

Sé que es un capítulo corto, pero era para romper la incógnita de donde estaba Andy, que conocieran un poco el entorno donde creció y unas cositas más que les ayudarán a comprender los capítulos futuros :]


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